Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XXI

Capítulo 21.

Madrid, España. 2 de mayo de 2010

Era mi mente y lo sabía, pero tanto tiempo en silencio y con paz, era el anunciado de una próxima guerra. Había bajado mis murallas, me había quedado susceptible ante la vida. Abrí mi corazón, dejé de estar en alerta. Esto... podía jugarme la vuelta. No dejé a nadie entrar a mi vida, hasta que llegaste; no me dejé engañar, hasta que llegaste; nunca me había enamorado, hasta que llegaste. Te has quedado con una parte de mí, te entregué una parte de mí. Eras mi axé, la paz que siempre busqué, porque puse todo mi Aa'in, mi alma, corazón, mente y voluntad. Te había entregado cada parte de mí que me aterraba caer de nuevo en los brazos del divertido destino. Irónicamente no creía en él y por eso tenía miedo en que algún día me arrebatará y me alejará, de lo que permití que te dejaras llevar de mi. La palabra vieja del amor, de lo que sentía al verte. No había autocontrol, tu y yo nunca fuimos discretos con nuestro amor. Te conocí y mis alertas y mi Sophrosyne cayó en tela de duda. Me volví libre... y te volví a elegir como la primera vez.



D A N I E L

La soñé esta semana, ella corriendo, ella llorando.

Me vi a mi, huyendo al lado contrario. Esa pesadilla se repetía en mi mente.

No sé si era por el tiempo separados por mi viaje o porque tenía un sentimiento en el pecho. No tenía un buen presentimiento. Tenía miedo de poner mi felicidad al destino, me estresa saber que no tengo el control.

Quiero quitarme esa sensación del pecho.

Últimamente mi equipo estaba perdiendo contra nuestro gran rival: el Barcelona. Equipo de mi ciudad natal. Mi padre casi me deshereda cuando le dije que me habían contratado en el Real Madrid, pues era su equipo rival.

-¿Todo bien? Te veo distraído últimamente - miré a Sebastian que se sentaba a la par mío de los camerinos, estábamos preparándonos para salir a jugar y yo solo hago para que le reste importancia.

-No es nada importante- me miró fijamente y solté un suspiro-. Odio que me conozcas pero creo que estoy exagerando. Tengo un mal presentimiento, eso es todo.

-¿Algo en específico que te preocupa?- yo jugué con mis manos nervioso y miré a todos lugares, menos donde estaba Sebastian.

-Soy feliz, tengo a la mujer que amo a mi lado y ella es feliz. No sé ni porque me estoy quejando. Es tonto pero he tenido pesadillas con ambos y siento... que algo malo pasará. No entiendo... siento que ya hemos pasado por mucho y solo me toca ser feliz. ¿No merezco la felicidad? - Sebastian cogió mi mano entre la suya.

-Es normal tener miedo. Cuando no tienes nada, no tienes nada que perder y lo arriesgas todo, eso ya lo has hecho y saliste ganando, tú y ella. Ahora, es válido tener miedo a perder la felicidad cuando sientes que estás en la cima.

Yo asentí pensativo.

-No sé... solo tengo algo en el pecho. Cuando estoy de viaje me invaden los miedos, cuando regreso a casa y la veo dormida, no puedo dormir ni conciliar el sueño, me da insomnio, siento que la debo proteger.

-Debes descansar y respirar. De que te sirve tener lo que siempre has querido si no lo has disfrutado. Además, estás a hora de verla. Habla de esto con ella. Ambos deben de protegerse, de cuidar sus sueños y sentir paz. Sé que es un amor puro lo que tienen, solo disfruta. Me has dicho que está más feliz, más suelta.

Asentí, y era cierto. Gabriela está más suelta, con confianza en ella, tiene esperanza y expectativas, ha trazado metas y sueños, y lo que más importa, siendo ella misma. No se limitaba, ahora quería conquistar el mundo y yo quería verla cumpliendo cada éxito que alcanzara. Le estaba demostrando al mundo su pasión, su pasión cuando defiende, lucha, habla, y cuando baila. Ella es un arte, y el mundo merecía verlo. Cuando hablábamos por llamada, me contaba que salía con Ana o con Laleh, y que a finales de octubre tendría una presentación en el Teatro Real sobre el lago del cisne, ella sería la directora de baile y se sentía orgullosa de dedicarse a lo que a ella le apasionada

-Tal vez y ambos necesitemos unas vacaciones- Sebastian me sonrió y me dio un abrazo y se lo devolví-. ¿Sabes que ella no ha tenido ningún día libre desde que huyó de casa? Ha trabajado o está lidiando con su pasado. Tal vez ambos necesitemos un respiro y a parte mi madre quiere que viajemos a los viñedos de la familia antes del Mundial. Mi mamá quiere presentarle a la familia y... ya sabes.

-¿De qué hablan que me excluyen? - llega Devon a meterse en medio de nosotros y pasar su brazo alrededor nuestro.

-Que eres un molesto -me miró seriamente y se rió sarcásticamente-. No estoy bromeando.

-Pues llevaré mi culo a donde sí me aprecien y por cierto, Gabriela su sueño es ir a Grecia - justo antes de irse yo reí y cogí su mano-. Ahora si tengo tu atención, eh.

-¿Cómo sabes?- él me sonrió abiertamente y me miró de forma burlona-. Devon...

-Gabriela me cae mejor que tú y es mi mejor amiga - se encogió de hombros y tanto Daniel como yo lo vimos indignada-. ¿Por qué me ven así? Tenemos un grupo en messenger con Gabriela y Blake, ellas me aconsejan del amor y yo las escucho. Sus novias me adoran, y creanme que sé sus trapos sucios- nos miró de forma superior y sonrió abiertamente.

¿Qué?

-Pero en qué momento- habló Sebastian.

-Soy encantador. ¿Qué puedo decir? - nos sonrió-. Ya no les diré nada más, tenemos un partido que ganar.

Y no ganamos, después de noventa minutos, el Barcelona nos había ganado y por mucho.

Yo estaba tirado en la grama, maldiciendo por fallar el último gol en el último minuto. No es como si fuera decisorio pero al menos no hubiésemos quedado seis a dos, era algo vergonzoso.

Cuando abrí los ojos vi una silueta familiar.

Era ella, con una sonrisa, con la camiseta de mi equipo y mi número, en sus manos tenía unas flores y me miraba con cariño.

-¿Cómo está mi campeón número uno? -yo hice una mueca no tan feliz.

-Pero perdimos.

-Y a mi que me importa, siempre serás mi campeón número uno

Y me levanté del suelo para ir hacia ella, cargarla en brazos y besarla en los aire. Ella rió mientras repartía besos en todo su rostro.

-Te había extrañado - susurré contra sus labios mientras la dejaba en el suelo pero no la soltaba y la rodeaba con mis brazos alrededor de su cintura, ella me abrazaba por el cuello y unía nuestras narices y las rozaba de forma adorable. Yo la miré y le volví a abrazar.

Semanas separados, o era su trabajo o era el mío. Estos momentos con ella, apreciaba cada segundo.

-Yo también -me respondió y dejó un beso corto en mis labios y me dio las flores-. Ahora me debes prometer que el próximo partido les vas a patear el trasero.

-Perdimos ya en la temporada - ella hizo una mueca pero sonrió después.

-Entonces en la siguiente temporada, te levantarás y serás más fuerte. Confío en ti, creo en ti.

Y eso me bastaba.

Que ella confiara.

Yo debía confiar en que nada pasaría.

* * *

Gabriela había organizado una cena improvisada para subirnos el ánimo. Habíamos invitado a Sebastian, Blake, Devon y Ana.

Por lo que me cuenta Gabriela, venía esta semana de visita a Madrid y se mudaría para finales de agosto.

Me gustaba que Gabriela tuviera amigos, se lo merece. No quería verla vivir en estado de alerta toda su vida. Quería que disfrutara su buen karma. Ella lo merecía.

-¿Te ayudo con algo? - Gabriela negó mientras cocinaba y yo solo llegué atrás de ella para abrazarla-. De hecho, te quiero solo para mí. ¿Y si no le abrimos a nadie? - ella soltó una risita y se giró para verme a los ojos y acariciar mi mejilla, sus ojos brillaron.

-Hoy te quiero consentir a ti.

-Siempre lo haces - ella negó-. Siempre lo haces amor, cuando regreso de viaje aunque ya estás dormida, me dejas una refacción y un chocolate caliente preparado. Cuando viajo de madrugada me vas a dejar y me haces la maleta - ella me miró restándole importancia-, hablo en serio amor.

Yo sonreí.

-Y tú, siempre me mandas flores antes que te vayas. Me secas el pelo cuando lo tengo mojado para que no me duerma así; me preparas el desayuno si te vas antes - se hizo la pensativa-. Te gusta el orden y eres paciente cuando soy desordenada. De hecho... tú también me consientes bastante y eso es amor -yo reí porque era cierto. Era una relación fluida, casi no peleamos, y si lo hacíamos era por cosas mínimas.

-Y te voy a consentir con una cosa más.

-Daniel - me miró como si no lo creyera e hizo la cabeza hacia atrás, yo besé su cuello y ella se apartó-. Si me sigues besando... no terminaré la comida y quemaremos nuestro hogar.

Nuestro hogar de sus labios, sonaba maravilloso.

-Primero, quiero que me acompañes al mundial y antes que pongas cualquier excusa. Te necesito allí, en cada partido. Quiero que cuando todo el mundo me esté viendo, yo tengo a la mujer que amo en el público - ella se sonrojó y solo acarició mi mejilla.

-Bien, te acompañare aunque ya tenía planeado ir. No me perdería de ninguna manera tus logros. Tú no jugarás tres partidos para ir al Teatro Real para mi presentación, yo puedo tomarme ese tiempo y ser el amuleto de la suerte del amor de mi vida - yo sonreí, era cierto.

-Segundo... mamá quiere que vayamos a los viñedos de la familia, sería un fin de semana de viernes a domingo. Quiero que conozcas a mi familia formalmente y conozcas el lugar donde crecí.

-Está bien- yo solté un suspiro de alivio-. ¿Algo más?

-Nos tomaremos unas vacaciones y no puedes rechistar porque sabes que tengo razón. Necesitamos un tiempo para ti y para mí, sin trabajo, ni problemas, ni presiones. Tú y yo...

Ella entrelazó nuestras manos y apoyó su cabeza en mi pecho. Yo besé su cabeza y la oí solar un largo suspiro.

-Está bien, pero con una condición, si logras no gemir- al principio no entendí a lo que se refería pero entonces apagó la hornilla de la estufa y se agachó. Antes que pudiera reaccionar, Gabriela me llevó a ver las estrellas.

* * *

-¿De verdad Devon va a coquetear? - Gabriela se había acercado a mi con una copa de vino y yo miraba como Devon tenía su atención sobre Ana. Ana estaba roja, no podía ni hablar y no es como si Devon la dejara hablar.

-Sabes como es - reí y yo beso la mejilla de Gabriela y justo llega Sebastian a meterse entre ambos y abrazarnos a los dos.

-Los quiero - sonrió adormitado y Gabriela soltó una risa.

-¿Está borracho?- yo asentí y Sebastian negó varias veces con la cabeza mientras nos sonreía.

-Estoy comunicativo - río un poco y llega Blake con nosotros viendo a Sebastian con cariño-. Amor de mi vida... estas muy sexy.

Sebastian no toma alcohol, es muy raro de él pero cuando pasaba de copas, era lo más divertido.

-Amor, creo que es hora de ir a casa - Sebastian negó y cogió mi mano.

-No... hay que bailar. ¡Devon! - llamó la atención pero nuestro mejor amigo estaba concentrado en la pelinegra-. ¡Devon te estoy hablando!

-Sebastian. ¿Estás borracho?

-Señaló su dedo moviéndolo de forma divertida y sonriendo.

-No... pero pon música - Devon suspiró frustrado y Ana se miraba divertida. Devon fue corriendo al área de la grabadora donde empezó a poner Servicio de Lavandería. Cambió varias canciones hasta que empezó a sonar nuestra canción favorita.

-¡Esa es nuestra canción Daniel!- Sebastian me cogió de la camisa y sonrió abiertamente mientras movía su cadera al ritmo de la canción mientras me hacía ir junto con Devon que empezaba a bailar. Devon hacia los sonidos de la canción imitando la voz de Shakira y juntando las manos para bailar fuera de ritmo. Devon se puso de espalda y empezó a sacudir el trasero divertido. Yo reí y solo lo imité, al igual que Sebastian pero esto lo hacía de forma torpe y con dos pies izquierdos y por los tragos encima, estaba que se caía. Miré de reojo y tanto Blake y Gabriela se estaban riendo de nosotros.

-¡Ahu!-gritó Devon con un gallito antes de empezar la canción y pegarse al pecho de Sebastian y levantar la mano en señal de victoria.

- Lucky you were born that far away so, We could both make fun of distance. Lucky that I love a foreign land for, The lucky fact of your existence- Sebastian cantaba hacia Blake de forma atropellada mientras Devon movía las caderas de forma increíble, y un Sebastian muy borracho tratando de imitarlo y cantando al unísono. Yo reí y me puse en medio para bailar y mover las caderas aunque esto no muy bien se me daba. Los tres éramos torpes pero esto era divertido.

- Baby, I would climb the Andes solel, To count the freckles on your body. Never could imagine there were only. Ten million ways to love somebody- esta vez cantando mientras bailaba y señalaba a Gabriela, obviamente dedicándole mi serenata. Yo le quito la bufanda que tenía puesta y me la pongo alrededor del cabello y entonces me pongo de espalda para bailarle y usar la bufanda para unir nuestros cuerpos y bajar al suelo con el ritmo de la música. Tal vez no se bailar, pero yo se llevarla a las estrellas.

Le-do-lo-le-lo-le.

Y entonces cuando me caí por no bajar bien, todos se ríen y voy con mis amigos y nos pusimos en fila, juntando nuestras manos y empezar a mover las caderas de forma "sexy" según nosotros.

Le-do-lo-le-lo-le.

Sebastian quiso bajar pero lo hacía atropellado mientras reía y se cayó al suelo y solo se puso de rodillas para arrastrarse y tomar la mano de Blake. Devon y yo nos tomábamos de la mano mientras dábamos vueltas.

- Can't you see? I'm at your feet- gritó divertido Sebastian hacia Blake mientras nosotros nos acercábamos a él pero esta vez, y poniéndonos de rodillas, Devon dedicándosela a Ana y yo a mi amada Gabriela. Tomé la mano de Gabriela y besarla justo antes del coro. No sé en que momento Sebastian había ido por tres paletas de cocina y me tenía uno, me separó de Gabriela para que fuera con él.

-Whenever, wherever. We're meant to be together- cantamos los tres mientras nos levantamos y bailábamos entre los tres, moviendo las caderas, las manos, y dejándonos llevar por el poco ritmo que teníamos, haciendo como su diéramos la mejor presentación de nuestra vida, con tres utensilios de madera como micrófono y la sala fuera nuestro escenario-. I'll be there, and you'll be near-entre todos nos señalábamos. Devon hizo como si tuviera un abanico y se reía.

-And that's the deal, my dear - yo reí mientras Gabriela gritaba y silbaba. Me estaba animando. Yo me solté con mis mejores amigos, en esta habitación estaba la gente que amaba y me era fácil ser yo mismo y no pensar en nada.

- There over, hereunder. You'll never have to wonder. We can always play by ear. But that's the deal, my dear- esta vez se unieron Gabriela y Blake con nosotros, Devon fue tomando la mano de Ana para que se uniera y bailáramos todos juntos. Sebastian usaba el utensilio de cocina para imitar al instrumento y moverse de forma divertida, sus ojos estaban achinados y se balancea de un lado a otro. Blake lo cogió del rostro mientras lo besaba. Yo movía las manos y las piernas fuera de ritmo pero yo me estaba divirtiendo.

Junto con el ritmo, yo cogí la mano de Devon para hacer que diera la vuelta y él también a mi, al acabar juntamos nuestros cuerpos abrazados. Devon movía la cabeza como si fuera una cabeza flotante y se ponía unos lentes de sol.

Nos miramos cómplices y entonces nos pusimos en frente de todos y junto al ritmo de los tambores, movimos las caderas de forma sincronizada, según nosotros, de forma sexy. Devón había usado la bufanda de Gabriela para acercarme a él. Yo reía y le seguía el juego al bailar con él, y al estar casi abajo bailando, nos caímos al suelo, él encima de mí y reíamos.

Sebastian feliz, se unió a nosotros abrazándonos y triándonos al suelo mientras gritaba: -. Whenever, wherever- y cantamos junto a él tirados al suelo abrazados por los hombros-. We're meant to be togetherI'll be there, and you'll be near. And that's the deal, my dear.

Reí porque me sentía feliz. Había estado desanimado, que estamos perdiendo partido tras partido. En un momento sentí mi carrera estancarse, en creer que no era lo suficientemente bueno. Así nos sentíamos los tres, y era bonito tener estos tiempos de despeje, en estar en familia, perder la cordura y bailar aunque no supiéramos hacerlo y cantar aunque no entonáramos. Eran estos momentos que me tenía cuerdo, que hacían que mis pies aterrizaran en la tierra.

Y allí tirados nos sentamos, abrazándonos por los hombres y cantando en toda la canción los tres juntos. Era nuestro momento, una canción que es nuestra. Era nuestra porque a pesar de los malos momentos, sabría que los tendría a ellos, que nunca me faltarían. Los amaba con todo mi corazón. Empezamos a arrastrarnos por el piso mientras movíamos las manos como si fueran olas. Sebastian se tapo la nariz e hizo como si nadara. Todos reían y Devon empezó como si fuera Dj, moviendo sus manos y gritando.

-¡Un grito las mujeres bonitas!- gritaron Blake, Ana y Gabriela, lo más divertido fue que Sebastian gritó en el suelo riendo.

Le-do-lo-le-lo-le, le-do-lo-le-lo-le.

Eran mis mejores amigos, un pilar en mi vida. Los amaría, y no importando donde estaríamos o en que momento, nuestra promesa era estar juntos.

Le-do-lo-le-lo-le, le-do-lo-le-lo-le


- Tell me one more time, That you'll live lost in my eyes- nos cantó Devon con su típica sonrisa y guiñando el ojo. Yo solté un carcajada mientras Sebastian reía aún acostado en el suelo.

- La verdad es que tienes unos ojos bonitos -volvió a reír. La canción había acabado y Sebastian solo hizo un pequeño puchero-. Se fue Shakira.

Yo seguía riendo, disfrutando del momento. Gabriela se sentó a mi lado, poniéndose de rodillas y teniéndome la mano.

- ¿Ya te sientes mejor? - asentí con una sonrisa mientras miraba a mis mejores amigos tirados en el suelo riendo.

- Sí, estoy en casa. Era lo que necesitaba - la abracé y besé sus labios.

N/A: la verdad extrañaba a este trío y quería poner una escena que demostrara su unión y su amistad. Espero les guste y conozcan más de la relación de estos tres locos.

Hice honor a Shakira porque para ser honesta, no he podido dejar de escuchar su canción y mientras estaba escribiendo el capítulo puse canción solo de ella. Y ME SALIÓ ESTE CAPÍTULO DIVERTIDO.

Ya el próximo volvemos con el drama y la seriedad.

Con amor, Bry.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro