XVII
Capítulo 17.
D A N I E L
"Atisbar o arriesgar, no podía quedarme ni accionar sin pensar pero si lo quiero, a ciegas debería de confiar en el mañana".
Madrid, España. 6 de noviembre de 2009.
Desde que Gabriela volvió a mi vida, todo volvió a cobrar sentido. Tenía a una persona conmigo, con quien podía reír, llorar, hablar, apasionarme y sentir fuertemente sin miedo a ser juzgado. No todo era color de rosa, peleábamos pero nunca dormíamos sin pedirnos perdón. Estar juntos era un desafío que ambos queríamos. Me gustaba despertar los domingos y preparar café para ambos. En los días fríos, acurrucarnos en la chimenea y ver películas infantiles. Salíamos a citas y cada día nos volvíamos a enamorar.
Empezó a trabajar en la academia, ya no la miraba tan estresada. Me contaba sobre su día, a veces por llamada cuando estaba de viaje pero oír su voz era lo más bonito de mi día. Teníamos sexo cada vez que podíamos, cocinabamos juntos nuevas recetas y nos mentíamos a talleres de cocina, tejido, cerámica, pintura... todo por estar más tiempo juntos.
La casa estaba llena de nuestro arte y me gustaba porque era nuestro espacio, era nuestro hogar, que con pequeños detalles íbamos formando. Cada día ella me sorprendía. A veces leíamos juntos o hacíamos carpintería.
Éramos dos almas amándose, encontrándonos y conociéndose. Empecé a conocer las manías de Gabriela, como que se le olvidaba lavarse los dientes, a veces los domingos no le gustaba bañarse; y ella, encontró los míos, se me olvidaba echar agua al inodoro o no me gustaba lavar trastos. Ambos trabajabamos para que nada de eso fuera un impedimento y lográramos salir adelante cada día. Alguien me dijo que nunca debes confundir los problemas de un compañero de piso, con los problemas de pareja.
Gabriela también iba a mis partidos, yo la iba a ver bailar; Gabriela se involucró en mi mundo a la perfección. Todos la amaban por su simpleza, por como me miraba. La gente escribía que era la mirada de amor. En cada partido tenía que hacer un corazón, de esa manera donde quiera que estuviera Gabriela, ella sabría que la tengo conmigo y cumplía mi promesa. La promesa era simple: que ella fuera mi mundo cada día.
Yo tenía ojos para ella y ella para mí, genuinamente me siento viviendo un cuento de hadas con la mujer que amo, con la mujer con las mejores cualidades. Me hacía reír cuando estaba triste, cuando estaba enojado lograba encontrar mi paz. Sus ojos cafés impregnaban mi corazón, su aroma me envolvía en mi hogar... todos los días quería volver a ella.
Y aunque quisiera... no todo era color rosa.
Gabriela aún tenía miedo que su familia la encontrara y yo debía calmar esas inseguridades. Hasta que un día no pude. Sus hermanos llamaron, su familia quería hablar.
Gabriela se rehusaba, no quería nada con ellos ni con los derechos que le corresponden pero entonces todo explotó. No eran los medios españoles, eran los medios de todo el mundo.
La abuela paterna y madre de Gabriela habían muerto en un accidente de carro, acabando con su guerra interior y con las dos personas que más le hicieron daño desde que nació. Sus hermanos aparecieron y ese fue el inicio de su nueva guerra. Ahora Gabriela debía decidir si luchar por lo que le pertenece y contar su historia, o hacerse de lado. Y a pesar de ser su legado y sangre, se rehusaba a tomar lo que le pertenecía.
La volví a ver llorar, rota, tendida en la cama gritando. ¿Qué podía hacer yo más que callar y abrazarla esa noche? Ella no quería volver, no quería aparecer, no quería ser asociada con su pasado con el miedo de que el tormento de sus pesadillas la volviera a encontrar.
Tenía miedo y este miedo era distinto. Gabriela temblaba y no dejaba de llorar. No sabía lo que pasaba por su mente y me sentía un extraño. Me había acostumbrado verla con una sonrisa todos los días y ahora no sabía qué hacer para recuperarla.
-Si no quieres hacerlo... estás en todo tu derecho de quedarte aquí y pensar en ti. No le debes nada a nadie... únicamente a ti y tu camino a la felicidad - le susurré mientras acariciaba su pelo. Ella estaba en posición fetal en la cama, mientras su cabeza estaba apoyada en mi pierna.
Ella se quedó por varios segundos en silencio, paró de sollozar y se giró para verme a los ojos.
-Estos años... he tenido tanto miedo de que ellas me encontrarán que ahora que se fueron y debería tener paz... no tengo paz.
-Ya no eres esa niña... eres una mujer que la vida la ha forjado, ya nadie puede robarte tu paz mi amor - yo seguí acariciando su pelo y ella miraba al techo perdido. Empecé a tararear su melodía favorita mientras la acurrucaba en mi pecho.
-Había renunciado a la idea de tomar el legado de mi padre y de mi nonna y ahora que es posible... no sé si quiero esa vida y que la gente sepa mi pasado. No estoy dispuesta... y siento que estoy siendo cobarde pero no quiero arriesgar lo que he construido contigo y esta paz.
Yo la mire a los ojos mientras limpiaba sus lágrimas y acariciaba las líneas de su clavícula. Yo empecé a besarle con ternura, deteniendo el tiempo y robándome su aliento y sus pensamientos.
- Haz lo que tengas que hacer que yo estoy para apoyarte. Tú querías conocer mi mundo, te lo presenté. Y ahora es momento de que conozca el tuyo y te ayude a luchar ante cualquier cosa. Yo te amo Gabriela y tu pasado te hizo y te formó. No hay nada que debas de avergonzarte porque honestamente la mujer que eres hoy es una mujer que atrae a su público, que conquistó mi corazón y robó la mirada de todo el pueblo español. Tú puedes hacerlo, si de algo estoy seguro es que nada puede contra Gabriela Leven... tu eres la nueva definición de residencia y fortaleza. Nadie pero nadie puede definirte ni cambiar tu esencia.
Ella sonrió levemente mientras me miraba a los ojos profundamente.
- Cásate conmigo Daniel, no hoy ni ahora pero cásate conmigo-murmuró antes de atacar mis labios y yo sonreí inconsciente. Ya tenía planeado estar en su vida... estaría loca si creería que se me escaparía nuevamente .
-Te jodiste Gabriela porque pondré ese anillo en tu dedo y no hay fuerza que te lo quitará. Es nuestra promesa y nuestro futuro...-junté nuestras frentes mientras sonreía inconscientemente. En este punto sentía que ambos podíamos con todo.
La madrugada siguiente después de hacer el amor como dos almas desesperadas y creyéndose reyes del tiempo, salió en las noticias la única razón por la cual renunció al sueño se su nonna.
"EL PASADO OSCURO DE LA NOVIA DE DANIEL CASILLAS
De ser la heredera legítima del marqués Brunswick-Lyon a ser una vagabunda en las calles de Madrid. Aquí te contamos la historia de Gabrielle Emile Brunswick-Lyon Perlowsky, heredera de la fortuna multimillonaria de dos familias importantes en Europa. Lady Brunswick-Lyon, conocida también por ser la novia del futbolista Daniel Casillas y bailarina de una de las escuelas de mayor prestigio en España, estaba comprometida con el duque de Wellington, actualmente esposo de la princesa de Wales, legítima heredera de la Reina Victoria de Reino Unido. Tenemos otro escándalo real, el futuro rey de Inglaterra pagó por el aborto de su hijo. Según las fuentes cercanas a la familia, se confirma que estaba en su décima semana de embarazo cuando decidió acudir a una clínica abortiva en Bath, Reino Unido. Hay sangre derramada y un inocente que pagó por las consecuencias de dos adolescentes. Después de su aborto, la familia, según los documentos legales, inició un proceso de interdicción en su contra para quitarle el manejo económico de la herencia que le dejaron sus abuelos. Existen expedientes psiquiátricos y psicológicos que indican que Gabriela fue diagnosticada con síndrome de esquizofrenia, síndrome que la llevó a abortar a su hijo, a agredir físicamente a su abuela paterna y huir de forma impulsiva, cambiándose el nombre y creando una nueva identidad. Su fantasía no duró mucho. Para cubrir la desaparición de Gabriela, la familia debió declararla muerta al no conocer su paradero.
El escándalo no termina con la realeza, la princesa del imperio Perlowsky, una fortuna valorada en cuatrocientos cincuenta y tres mil millones de dólares, se encontraba viviendo en las calles hasta que encontró a un millonario que la mantuviera. Según el expediente que fue expuesto recientemente, Gabriela Brunswick-Lyon Perlowsky falleció el 15 de diciembre del año dos mil ocho por una sobredosis de la medicina suministrada debida a su condición. La familia perteneció en luto, quedando la fortuna en manos de los hermanos de Gabriela.
Ahora que apareció la princesa loca desaparecida ¿qué pasará con la fortuna? ¿Se investigará a la familia por falsificar la muerte de la heredera? ¿Gabriela dejará las calles y luchará por su derecho? ¿Gabriela es víctima o culpable? ¿Está loca como su madre determinó?"
Y las noticias no quedaron allí, salió el comunicado de la familia real. El ex prometido de Gabriela salió a dar un comunicado diciendo que no sabía se la existencia del embarazo de Gabriela, que fue ella quien tomó las decisiones y le privó de ser padre.
"Yo apoyo la familia y la vida".
Entonces ocurrió lo peor, los medios robaron su historia, tuvieron acceso a documentos privilegiados y empezaron a contar una historia que no les pertenecía. La narrativa era falsa y superficial, pero desvelaron todo su pasado que ella quería olvidar y enterrar. Narraron mal su historia, sin conocer el porqué. Gabriela se enteró de las mentiras que prosiguieron a su huida. Los medios la retratan como una villana desalmada, una mujer loca que necesitaba ser encerrada en un centro psiquiátrico. Había fotos de ella antes, con su prometido y familia, también las fotos cuando acudió a la clínica, las fotos de su certificado de defunción, su expediente médico y documentos falsos de certificados psiquiátricos.
En ningún momento vi las denuncias de Gabriela por el abuso que recibía de su anterior prometido, tampoco de los abusos que sufría por parte de su familia. Pintaban a Gabriela como una mujer que mató a su hijo, cuando solo era una mujer que actuó porque las circunstancias la obligaron... y tenía un derecho que su familia le privó ejercer. Gabriela nunca tuvo elecciones, era la prisionera de su familia y ahora que era libre, su pasado volvía oscuro y sin piedad.
Gabriela en la boca de los demás era la única a quien culpar.
Su familia nunca tuvo la intención de buscarla, solo querían su dinero y su poder. Gabriela fue víctima de su familia.
Gabriela se quebró. Ella quería contar su historia y los medios se la arrebataron. Ella debía hablar y hacer escuchar su voz. Su historia no debe ser censurada.
-Esto no se quedará así -su mano y embalaba y por primera vez en mucho tiempo, Gabriela quería ser transparente con el mundo -Llamaré a David, Andrew y Richard... tomaré lo que me corresponde y luego dejaré toda esa mierda en el pasado.
Entonces nos fuimos a Londres, el centro de sus pesadillas. Nos recibió su hermano menor David, abrazándola con fuerza y diciendo que tenía su apoyo incondicional. Gabriela no había hablado en todo el camino, se encontraba escéptica y buscando peros a cualquier cosa.
Había contratado a un abogado en Reino Unido para ver que procedía porque Gabriela al ser la mayor de sus hermanos, le pertenecía ser la marquesa y la heredera de sus abuelos.
Fue un caos al reunirnos con el abogado porque al momento que la declararon muerta, la herencia de Gabriela fue repartida a sus hermanos en partes iguales, y el título noble fue a su hermano Andrew. Según lo que contó el abogado, lo único que estaba en peligro eran las obras de arte que fueron vendidas cuando Gabriela era aún menor de edad y su madre tenía su tutela. Tocaba impugnar cada negocio de nulidad y Gabriela se miraba agobiada.
-Solo quiero la casa de mis abuelos, las obras de arte y la escuela de artes... no quiero nada más. Todo eso se utilizará para abrir una organización sin fines de lucro para ayudar a jóvenes con pocas oportunidades y a promover la ciencia y el arte. Nos enfocaremos en jóvenes en Europa con bajos recursos económicos y jóvenes en países en vías de desarrollo. No quiero ganar nada... y aceptaré unas compañías que me han pedido ser la imagen de su marca para poder promocionar esta fundación. Respecto a los hospitales mi única voluntad es que las ganancias vayan para financiar operaciones o tratamientos a jóvenes con escasos recursos en los países en vía de desarrollo que no tienen oportunidad de pagarlos. No quiero recibir ninguna ganancia cuando se trata de salud pública. Los hoteles tengo entendido que están a nombre de mis hermanos y tengo una participación accionaria mínima entonces solo pediré que se depositen todas mis utilidades en un fideicomiso que servirá para pagar la educación de mis hijos en un futuro y yo no pueda tocar dicho dinero. Sobre las propiedades, quiero que se vendan y se divida en cuatro partes iguales, yo me quedaré con un cuarto y el resto se les repartirá a mis hermanos. De mi parte, puedo pagarle a usted por sus servicios, utilizaré únicamente trescientos mil euros para construir mi casa y no volver a preocuparme de no tener un techo, un millón de euros en una cuenta de ahorros para darle el futuro que merece mi familia y sé que no necesito más y el resto será para financiar albergues para personas sin hogar en las ciudades más pobres de Europa y una en Guatemala, tengo entendido que mi abuela amaba ir ayudar a ese país y tenía una familia que le apoyaba. Por último, renuncio al título... no lo quiero. Tengo una vida en Madrid y no me interesa en lo absoluto esta vida, se que le correspondería a Andrew porque él es el actual marqués y por mi que se quede así.
Miré a Gabriela sorprendido de lo decidida que estaba, sabía lo que quería hacer y tenía una visión. No buscaba dinero, buscaba ayudar a personas que sufrieron igual que ella, había utilizado sus vivencias como lecciones. Gabriela quería ayudar, ese era su principal objetivo. No buscaba su apellido, ella buscaba seguir la misión que tuvieron sus abuelos. Gabriela nunca me habló de sus padres, más que lo superficial pero cada vez que mencionaba a su nonna, era como si me narrara un cuento de hadas. Gabriela amaba con todo su corazón a sus abuelos pues fue en el único lugar que recibió amor y validación.
Su abuela la forjó para ser la mujer que era y esa mujer era la que yo amaba con todo mi corazón. Era buena y noble y me alegraba que todo lo que había vivido la llevó a ser una mujer fuerte y sin resentimiento.
Estaba orgulloso de ella.
-Haré todo lo que me pida señorita Brunsw...-empezó el abogado y Gabriela lo detuvo.
-Esa persona murió hace tiempo, puede llamarme Gabriela o señorita Leven. Agradezco todo su apoyo durante este proceso.
Los hermanos estaban callados, no sabían qué decir.
-¿Estás segura que no quieres nada? -David le miraba y era al único que podía identificar porque ya le conocía- esto te puede ayudar para siempre y solo quieres quedarte con un millón trescientos mil euros... no es ni el uno por ciento de tu fortuna - David le abordó y cogió su mano entre la suya-. Viviste en la calle y apenas podías pagar tus cuentas.
-¿Sabes? Estoy construyendo mi hogar con Daniel y quiero ayudarle a comprar la casa de nuestros sueños y crear un hogar que se sienta nuestro. Él trabaja, yo también trabajo y tengo el dinero en la cuenta de ahorros que me respaldan para nuestra vejez. Sé que no es mucho para su estilo de vida pero para mi es suficiente para darle a mis hijos la vida que merecen, con padres presentes que los amen y sin preocupación del dinero. Ese dinero no lo utilizaré en mi vida, viviré tranquila pero no estaré comprando cinco carros que no usaré... al final la gente rica se cansa y no sabe en qué gastar... Yo prefiero ayudar de una vez y dejar todo organizado para impactar la vida de mucha gente que está como yo lo estuve o en condiciones peores. Quiero ayudar porque yo estoy bien y sé que muchas personas lo necesitan más que yo... soy feliz y eso es lo que importa. A veces no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos. Yo antes lo tenía todo pero aún así me siento más feliz ahora. Daniel me apoya en esta decisión y solo quiero pasar de página.
-¿Y no te darás un lujo? De niña siempre quisiste una mini kelly de cada color- intervino otro de los gemelos que no podía identificar, yo reí porque desde que conocía a Gabriela nunca gastaba de más, no le gustaba gastar de más por ropa o accesorios.
-Es cierto... pero esa niña murió, esa niña era fácil de manipular... esa niña tenía una fantasía irreal construida en mentiras e inseguridades. Ahora me estoy convirtiendo en la mujer que quiero ser...-ella sonrió con paz, se miraba tranquila y pensé que Gabriela estaba cerrando un capítulo que ella necesitaba cerrar.
-Solo no te apartes de nosotros... sabes que te amamos y de saber que estabas viva jamás hubiésemos permitido lo que hizo nuestra madre y abuela. Lamentamos estar tan lejos y no poder protegerte como papá hubiese querido- habló el último trillizo.
-Ustedes siguen siendo unos niños... Tenía apenas quince cuando todo pasó, estaban en un internado en Suiza, y ahora que tienen la mayoría y supieron las cosas me buscaron. El error fue mío... alejarme de ustedes tres y protegerlos porque yo sufrí pero debí evitar que los lastimaran a ustedes y perdón- Gabriela había soltado unas lágrimas. La infancia que tuvieron Gabriela y sus tres hermanos fue abismal. Los cuatros tenían la misma sangre pero Gabriela fue rechazada por su propia familia y desplazada por sus hermanos. Gabriela amaba a sus hermanos y podía notar que sus hermanos la adoraban y buscaban su bienestar.
-A ti te tocó la peor parte y apenas eras una niña cuando nuestra familia te rechazó... a ti te arrebataron pero después de estos años sé que eres feliz - Gabriela soltó una risa y abrazó a sus tres hermanos.
-Mis bebés - Gabriela sonrió -, ¿qué les parece ir a casa de Nonna estas navidades y pasarlas como cuando éramos niños? - los hermanos se miraban encantados con la sugerencia y yo sonreí porque Gabriela estaba recuperando a su familia, a la parte linda de su infancia y eso me gustaba. Gabriela era fuerte sin dudas y me asombraba la resiliencia de cómo abordó cada tema. Sabía que aún quedaba mucho que recorrer pero al menos tenía paz.
-Está bien y lleva a la familia de tu galán que para ser honestos... es uno de los mejores jugadores de nuestra generación y somos sus fans- yo sonreí nervioso y asentí.
-No creo que sea el mejor - reí nervioso.
-Siempre es así... nunca cree o se da cuenta de lo lejos y grande que es... yo estoy orgullosa de él y de todo lo que hace - yo senté a Gaby en mis piernas y le di un pico en sus labios.
-Bueno solo nos queda decirte que no seas un idiota porque nunca encontrarás a otra mujer que te amará de forma incondicional como lo hace Gabriela. Gabriela es una leona y si le lastimas serás el mayor cobarde del mundo al dejar a este calibre de mujer. Gabriela siempre va a merecer lo mejor y si no se lo das... Mejor que te vayas por la puerta - yo miré a Gabriela con ojos de amor y acaricié su mejilla mientras ella se sonrojaba.
-Lo sé, sé que mi novia es una mujer independiente y fuerte y que yo lucharé para ser ese hombre que ella merece. La amo y solo puedo desear lo mejor para ella. Les diría que la voy a proteger pero creo que ustedes saben que ella se protege mejor que nadie... y a mi solo me toca amarla y estar a su lado - Gabriela dejó un tierno beso en mis labios y yo sonreí enamorado.
Mierda, me sentía afortunado.
-Me agradas Casillas...
Al menos Gabriela concilió con su familia y tenía este pero menos, ahora faltaba lo peor... y lo podíamos solucionar.
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