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VIII

Capítulo 8.

D A N I E L

9 de mayo, 2009. Madrid, España.

" Anánkē: en griego, destino. Hado, una serie de causas tan encadenadas unas con otras, que necesariamente producen su efecto. En la ley de la vida, todo acto tiene su consecuencia, lleva al desenlace de tus decisiones. A lo que me lleva al anánkē de mis mentiras. Porque no puedes preservar una mentira a costa de la confianza de la persona que amas. No hay hora para decir la verdad pero entre más tiempo dejas pasar, más contaminas lo que empiezas a formar. Sabrá alguna vez la verdad que todavía hay una cuenta por cobrar".

Para la gente, el destino es un poder inevitable, una guía y un fin que no se decidió. Para mi, es completamente lo opuesto, el destino es uno de los escalones de nuestras decisiones, es la causa y el efecto de lo que decidimos ser y lo que queremos llegar a querer. Mi corazón creerá que es mi destino estar con Gabriela pero si sigo cometiendo los mismos errores, solo me llevará a perderla.

Las malas decisiones y por nuestro propio albedrío, nos lleva a cambiar nuestro destino porque nosotros somos nuestro destino, no lo que alguien más ha dictaminado.

Bien dice que el tiempo todo lo mejora o todo lo lleva a su final, al trágico desenlace que no esperamos que llegue. Y en mi caso, mentirle a Gabriela me carcome y me consume. La quiero y no lo demuestro porque no soy quien digo ser y aún así ella me quiere. Entre más dejaba que el tiempo pasara, más grande hacía la mentira. Gabriela no merece que le mienta. Ya ha pasado por mucho como para yo ser un problema más en su vida. No quiero ser como su pasado ni formar parte de él.

No podía incluirme en sus planes a futuro si seguía con esto. Pero... de nuevo, me paralizaba y vivía mi momento. Un momento que al final quedaría como un recuerdo si sigo tomando las mismas decisiones.

Gabriela es una mujer fuerte, increíble y luchadora. Ella necesita de un hombre que luche a su lado y no se acobarde al último minuto, que no le engañe a sus espaldas. En esta relación la balanza estaba a mi favor, mientras ella había expuesto su corazón de la forma más vulnerable, le retribuía con mentiras. Merece esa misma confianza y yo lo iba a hacer... lo juro que sí.

O eso intenté.

Aunque no lo suficiente.

"Pasó ... marzo y abril. Vivimos tantas aventuras, tantas sonrisas... te mirabas libre y feliz. No quería cambiar eso. Prácticamente tenía un cepillo en tu baño y cuando podía, siempre dormía a tu lado. Tú cada vez me abrías sobre ti, me contabas más tus pasiones, tus sueños sobre tu infancia. Tú conocías de mí, aunque no del todo y siempre a medias. Te decía una verdad a medias que al final era una mentira. Una mentira que pagaba. Cada día era más difícil ocultarte quien era. Mis viajes eran constantes y tú tenías más dudas. Dudas que yo no podía resolver sin destapar mi mentira. Este año 2009 lo inicié contigo y quiero que siga así, llevo viviendo y enamorándome estos cuatro meses de ti. De tus detalles, sorpresas y lo que tú representas. Tu fuerza y tu esencia. Y tú, por otro lado, te has enamorado de mi espejismo, de la mentira que te he dado."

Las palabras de Sebastian se repetían una y otra vez en mi cabeza mientras tocaba la puerta de Gabriela. Me sentía una farsa y también un hipócrita. Pero seguía sin ser honesto y tratar de disfrutar el escape que representaba Gabriela. Una ventana de mi vida, un momento en que me permitía quitarme de mi cabeza mis responsabilidades. Estar con ella me hacía feliz y eso me hacía miserable porque estaba siendo un egoísta. No compartía mi realidad porque ella era mi escape. Yo quería que ella fuera mi vida y la única forma era perderla... porque había forjado lo nuestro en una mentira.

Pero aquí estaba yo, buscando un nuevo día para enamorarla, quitarle algo de ella y no entregar nada, solo una mentira vacía que pronto iba a explotar.

- Daniel -y allí estaba Gabriela, pero a diferencia de otros días, no me recibía con una sonrisa; al contrario, estaba pasiva, sin entusiasmo y lo que más me extrañaba es que aún tenía su ropa de trabajo-. Yo... se me olvidó llamarte... no puedo salir hoy... no puedo - susurró y yo casi entro en pánico.

Estaba desde hace semanas como locos planeando esta cita. Hoy era a lo grande. Y simplemente no podía tomar un no por respuesta.

-¿Pasó algo?- digo preocupado y yo cojo su mano mientras le acerco a mí y le abrazo. Ella se acomodó y reposó su barbilla en mi pecho y yo bajé la mirada para besarle su nariz-. Que no me gusta verte así de decaída. ¿Puedo hacer algo para subirte los ánimos?

-Me han despedido del taller... tuvieron que hacer unos recortes del personal y no sé que hacer. Un trabajo no me basta y tendré que dejar el voluntariado como para buscar otro trabajo y yo... estoy estresada. No podré pagar el alquiler y yo... - entonces empezó a balbucear sin parar, estaba nerviosa. Apenas articulaba las palabras y la miraba dando vueltas en el mismo lado.

Entonces abriendo la boca y sin pensar antes de hablar: -Vivamos juntos.

-¿Qué?- dijo de repente y yo solo cerré los ojos con fuerza. Claro que quería vivir con ella... prácticamente eso hacemos pero ¡eso sólo empeoraría la mentira!.

-Así no pagas el alquiler sola y lo distribuimos entre los dos... lo que menos quiero es que te encuentres estresada - beso sus labios-. Vivimos casi juntos y además tus pedos no huelen tan feos.

-¡Qué yo no...! - dijo alarmada y entonces se separó de mí cruzando sus brazos-. Eres insoportable.

-Y así me amas - le sonreí y entonces ella me sonrió de vuelta. Esa sonrisa... esa sonrisa que adoro.

-Así te amo - y entonces salieron esas dos palabras de su boca... y me encantaba. Fue algo tan espontáneo y encantador, natural y a la vez tenía miedo. ¿Y sí fue rutina y no por qué lo sintiera? Me había quedado paralizado sin siquiera saberlo. Estaba como idiota conmocionado -. Oye, no te asustes ¿sí? Sé que solo lo dije pero es lo que siento... te amo Daniel y yo... solo... yo... eh - entonces ella sonrió a medias y me miró fijamente, sin temblar y con firmeza-. No me avergüenzo de lo que siento pero no quiero que te sientas presionado para decirlo de vuelta... - dijo en paz, sin titubeos y sin presiones. Me sonrió un poco y yo me hinqué para besarle sus labios.

Entonces me sentí peor porque mi mentira no era por amor, era por egoísmo de tenerla para mí sin darle todo de mi.

-Yo también te amo... no tengo que esperar a decírtelo, yo también tengo sentimientos fuertes por ti y por eso mismo quiero vivir contigo y que vayas a alistarte porque te subiré el ánimo esta noche - le sonreí con ternura mientras acariciaba su mejilla.

-Estoy corta de presupuesto...

-Ve a alistarte... olvida por un momento los problemas y piensa que la pasarás bien hoy y en la noche volveremos y dormiremos juntos...-ella me sonrió animándose un poco-. Y date una ducha que apestas... - hice una mueca en broma y ella se rió mientras me golpeaba levemente en mi pecho antes de irse a su cuarto. Yo sonreí al verla un poco más animada.

Me había girado para irme a sentar al sofá cuando siento sus brazos rodearme y abrazarme por la espalda, escuché un te amo de sus labios nuevamente y un gracias, para luego marcharse a su habitación. Una estúpida sonrisa se me marcó en el rostro.

Lo que me llevó a pensar en el problema que me acabo de meter. Vivir con ella sería ocultarle más cosas. No sabía porque lo dije pero verla desesperada por el dinero que es algo que gracias a Dios nunca me ha faltado, me pone mal.

El problema es que ella no sabe que el dinero para mí no es un problema.

Quince minutos después salía Gabriela de la ducha con una toalla en vuelta y yo me quedé viendo sus piernas. Unas lindas piernas bronceadas. Ella al ver que miraba directamente su desnudez, me tiró uno de sus peluches.

-Pervertido - yo reí e hice que me "tapara" los ojos mientras ella cogía una camisas. Oí su risa antes que entrara de nuevo al baño. Gabriela no se tardaba horas en el baño, se bañaba en diez minutos y se cambiaba en otros cinco minutos. Su pelo castaño estaba suelto y un poco húmedo. Se había puesto una chaqueta de cuero como yo y una camisa de Bon Jovi, lo que hizo que sonriera.

Esta sorpresa ni ella se la verá venir.

***

-A ver ¿por qué tanto misterio? -le miro con una sonrisa y solo guiaba a Gabriela hacia la sorpresa aunque cada vez se hacía más evidente con el sonido y la música -. ¿Me puedes destapar los ojos cariño?

Yo río un poco y solo le quito la tela de sus ojos y le enseño a nuestro alrededor en la entrada al estadio donde sería el concierto.

-Sorpresa -digo con una sonrisa y Gabriela deja de caminar, yo hago que gire para verme y se miraba con los ojos abiertos y quería hablar pero pareciera que el gato le comió la lengua-. Pues di algo.

-Tú... - se quedó en silencio, cerró los ojos y luego de tartamudear se lanza a mis brazos, enrollando sus piernas en mi cintura y besando todo mi rostro. Yo reí por su efusividad -¿Pero cómo? - digo viéndole feliz y con una sonrisa enorme en el rostro.

Y creo que fue en este preciso momento en que vi su sonrisa, después de verla desanimada.... en que me prometí hacerla feliz toda su vida. Fue en este momento en que me di cuenta que había encontrado a la mujer de mi vida, a la que quería en mi lado en todo momento y bajarle el mundo entero a sus pies.

-Sabía lo que amabas esta banda y cuando supe que venían... me puse ahorrar para hacerte feliz - digo sonriendo y acariciando su mejilla con ternura y ella solo negó varias veces la cabeza.

-Pero las entradas son caras... al menos déjame pagarte algo - ella iba a continuar hablando pero la callé con un beso.

-No.... es un regalo por lo maravillosa que eres - digo con una sonrisa-. Sé que eres una mujer trabajadora pero también caritativa y esto... hacerte feliz, es lo mínimo que mereces amor. Lo mínimo.

Ella soltó unas lágrimas y me besó de forma prolongada y me abrazó.

-¿Qué hice para merecerte? - susurró y yo solo la apreté contra mí.

La verdadera pregunta era ¿qué hice yo para merecerla?

Era la mujer perfecta y yo estaba a nada de perderla por mis mentiras. De verdad que era un imbécil.

-Quiero hacerte feliz Gabriela... y pueda que intercambié unas entradas al estadio por unos boletos... - acaricio su mejilla y le beso.

-Desde que escapé de casa... me dije que sí quería algo, debía de luchar por lo que quisiera... soy muy reacia a aceptar ayuda y a abrirme con alguien porque siento que me darán la espalda y me harán daño... estoy en un estado de alerta y mecanismo de defensa para que nadie pero nadie más me decepcione pero... - por un momento a ella se le cristalizaron sus ojos y cogía sus manos entre las mías con cariño- pero tú Daniel... has roto mis barreras y me has enseñado a confiar nuevamente. Tienes mi corazón... no lo rompas por favor- susurro y me besa prolongadamente. Sentía ese beso, como si nuestras almas fueran destinadas a encontrarse. El destino nunca será un futuro prescrito, son las decisiones que tomamos que desencadenan en un fin que será nuestro siguiente medio para seguir viviendo momentos, uno tras otro. Mis decisiones me llevaron a ella y siempre las seguiré tomando para que me lleve a ella.

Entonces me di cuenta que sí quería que mi destino fuera ella, debía decirle la verdad. No podía decepcionarla, ella ya no podía sufrir.

***

Era un festival de música, habían bandas locales y otras extranjeras. En todo este tiempo vi a Gaby disfrutar, reír, bailar y cantar a todo pulmón. Ella no se separaba de mí y vi una nueva faceta en ella. Despreocupada...

No vi su temor, no vi sus miedos; al contrario, vi su felicidad, vi su espontaneidad y una sonrisa libre. Ella era libre pero su miedo la retenía para volar. Y hoy voló sin saberlo. La vi volar tan alto que necesitaba soltarla para no dejarla en la tierra.

Era casi media noche y sus ojos se llenaron de lágrimas cuando su banda salió al escenario. La música quedó en segundo plano y sentía que los protagonistas de la noche éramos nosotros. No había nadie más. La tenía abrazada por la espalda y en un momento ella se giró y pasó sus brazos alrededor de mí. Ambos estábamos sudados, cubiertos de pintura y con luces neones a nuestro alrededor. Ella me sonreía a mí al momento que empezó a sonar, a lo que sería nuestra canción.

El piano nos envolvía con su melodía y ella empezaba a cantar llorando pero sonría, estaba feliz. Yo le acompañé cantando porque esta canción encajaba con nosotros y el presente que vivíamos y la sensaciones de temor que tenía por perderla o que me dejara al saber la verdad. Quería congelar este momento y no olvidarla, quería tenerla a mi lado sin pensar en lo que pasará mañana. Tenía miedo de las consecuencias y el futuro era incierto, existían millones de oportunidades y lo único certero era que la amaba. La amaba a los cuatro vientos y era un cobarde, pero la amaba, eso no lo hacía menos real.

I could stay lost in this moment forever
Every moment spent with you is a moment I treasure.


Estos meses me había sentido con vida, había sentido cada momento más real... perdido en una relaidad paralela que habñia creado alternamente pero era en la que necesitaba estar. Debía encontrar una forma de hacerla parte de toda mi realidad.

Don't want to close my eyes
I don't want to fall asleep
'Cause I'd miss you baby
And I don't want to miss a thing

'Cause even when I dream of you
The sweetest dream will never do
I'd still miss you baby
And I don't want to miss a thing

No quería olvidarla, no me quería apartar. Yo ya sabía que Gabriela debía formar parte de mi futuro.

Lying close to you, feeling your heart beating
And I'm wondering what you're dreaming
Wondering if it's me you're seeing
Then I kiss your eyes
And thank God we're together
And I just want to stay with you in this moment forever
Forever and ever

Le canté cada letra, cada estrofa y cada verso, dedicado solo a ella.

Cuando te aferras a un sueño, no se suelta hasta alcanzarlo. Y ya me había idealizado cumplir cada sueño a su lado. Me la imaginaba apoyándome en cada partido, yo la mirada bailando en los mejores teatros de Europa. Nos miraba en cada amanecer y cada atardecer.

La miraba a ella, su mano con la mía. No sabía lo que nos tocaría enfrentar, ni de lejos. Pero me miraba enfrentándolos con ella, la miraba llorar en mi hombro y yo me miraba llorando en el suyo. La miraba en mi cama, dormida, yo preparándole el desayuno y ella besándome antes de dormir. Yo ya la visualizaba como mi igual, como mi compañera y mi destino. Ella era mi decisión.

Su mirada conectó con la mía en el coro, acercando sus labios a los míos para callarme. Su cuerpo pegado al mío y me hice una promesa.

Debía decirle la verdad y luchar por esa oportunidad para que este momento se vuelva nuestro ahora y nuestro pequeño para siempre.

La única forma de amarla, era mostrarle quien soy. No más secretos.


N/A: llevo como meses ausentada y quiero pedir una disculpa, pero esta historia la seguiré hasta el final. Había estado con 0 inspiració y no quería entregarles un mal capítulo porque ambos protagonistas merecen unabuena historia y ustedes algo que amen leer.

Amo a este par, de verdad que sí y quiero estar en el 100% para poder plasmar cada detalle.

La universidad me ha estado consumiendo y a parte tendré próximamente buenas noticias sobre BM. ¡Así que estén preparados!

LOS AMO DEMASIADO CON TODO MI CORAZÓN.

Espero se encuentre bien y a su familia, quédense en casa, sigan los protocolos de seguridad y vacúnense según el plan de su gobierno. Los amo.

Capítulo dedicado a @susypahola

Con amor, Bry.




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