Shun

Hola mi nombre es Shun, tengo 14 años y vivo con mi familia, vivo en una pequeña aldea a las afueras de un bosque y cerca de un lago, yo siempre hacia los mandados, ya que mi padre se dedicaba a la herrería y mi madre a ayudarle, siempre me decían que algún día también lo haría, lo tomaban como un trabajo familiar, pero yo no estoy muy interesado en eso, bueno era un día tranquilo, estaba desayunando tranquilamente hasta que escuche a mi mamá llamándome.

- ¡Shun!.

Shun - ¿que sucede?

Mamá- aquí estás, Shun necesito que vayas al mercado por comida, ya queda poca.

Shun- si claro, iré cuando termine de desayunar

Después me fui a la casa para terminar de desayunar e ir al pueblo por la comida, una vez termine tome una bolsa y me fui, al poco rato ya me encontraba en el mercado y una vez compré los alimentos me fui directamente a casa, por lo general los niños de la aldea me molestaban por mi apariencia y mi forma de ser, esperaba no encontrarlos, pero parece que no fue así, ya estando cerca de mi casa empezaron a aparecer.

-Miren, la niña está aquí.

Shun - ya les dije que no soy una chica.

- pues eso pareces con esa cara.

Shun - por favor, hoy no quiero problemas solo déjenme tranquilo.

Después empezaron a tirar la comida que había comprado, me golpearon una vez y se fueron, le reste importancia ya que iba tarde a la comida y si no me apresuraba sería regañado por mi padre, llegue a tiempo para comer y eso me aliviaba, por suerte el golpe que me dieron casi no se notaba, mis padres al principio no notaron el golpe pero al levantar mi plato.

Papá - Shun creo que es hora de que empieces a trabajar en la herrería.

Shun - ¿Qué?

Papa- si, ya me percate de tu golpe.

Shun- ah, esto-dijo tocándose suavemente el golpe- pero

Papá- Shun ya es la cuarta vez este mes, creo que esto debe parar.

Shun - pero yo no quiero trabajar en la herrería.

Papá- si lo sé, pero también debes empezar a hacer amigos, te la pasas todo el día en la casa mientras que los demás niños juegan con sus amigos.

Shun- pero yo no tengo que...

Papá- irás mañana al pueblo a hacer amigos, eso es todo.

Puse una cara de desagradó y salí de casa hacia un árbol muy grande que cuando florecía salían pequeñas flores color rosa de un tono muy muy claro, me recosté ahí un rato para poder relajarme, me dormí un rato pero al despertar me di cuenta de que ya estaba obscuro, decidí volver a casa pero antes de entrar...