— 🌼 Seis meses atrás 🌼 —

— ¿Y qué tanto te gusta?

El pelicastaño sonrió, pensando en todas las veces que había visto al chico de sonrisa bonita, y con sus dedos dio a entender un 10.

JiMin rio y negó con la cabeza antes de tirarse hacia atrás y comenzar a sacudir sus piernas, exageradamente, en el aire.

— Pero tú tienes a MinHo. — replicó el aún pelinegro al recordar el novio de su mellizo.

TaeHyung dejó de sonreír y colocó su dedo índice por encima de sus labios, dándole a entender que guardara silencio. Y es que las 12:00 a.m no era el horario apropiado para que estos dos jovencitos estén despiertos, según los padres de estos.

— Sabes que a papá no le gusta la idea de que esté con un hombre, menos con alguien como MinHo. — la expresión de Tae cambió por completo y es que sus padres no veían con buenos ojos eso de la homosexualidad de uno de sus hijos.

El pelinegro bajó al mirada al escuchar a su mellizo; ser homosexual no era algo malo, al contrario, era algo muy valiente mostrar que puedes amar sin prejuicios y sin diferencias, ya sean raciales o de género. Sin embargo, sus padres no entendían eso, razón por la que JiMin prefería quedarse callado y no mostrar sentimiento alguno.

— Deberías cambiar de color de cabello.

El pelinegro salió de sus pensamientos y miró a TaeHyung, quien no apartaba la vista de su cabello negro.

JiMin negó.

— Amo mi color natural, no como tú, que tuviste que cambiar de color de cabello porque a MinHo no le gustaba el negro.

TaeHyung rodó los ojos a respuesta y prosiguió a apagar la luz, su mellizo de inmediato encendió una linterna.

Ambos rieron y se cubrieron con las sábanas para empezar así con lo que sería una noche de narraciones terroríficas.

— 🌼 Cinco meses atrás 🌼 —

— Ya hablamos sobre esto, MinHo. No estoy listo. — aseguró el pelicastaño. Sin embargo, su novio no hizo caso y lo acorraló contra la pared del edificio, ya vacío.

— ¡TÚ ME HARÁS CASO QUIERAS O NO! — el chico, ya de último año, tomó ambas manos de su pareja, inmovilizándolo de esa manera.

— Mi-MinHo, me estás haciendo daño. — susurró TaeHyung con lágrimas en los ojos. En ese momento se arrepentía tanto de haber accedido a quedarse junto a su pareja después de clases.

— Mira, TaeHyung, somos una pareja, las parejas tienes sexo y eso es lo que yo quiero. — El aludido negó con la cabeza y comenzó a llorar con más fuerza.— ¡ME ESTÁS CANSANDO! ¡CÁLLATE YA! — una de las manos de MinHo soltó la de su pareja, todo indicaba que lo iba a golpear, sin embargo, ese golpe nunca llegó a su destino.

El mellizo abrió sus ojos y se dio con el chico de la sonrisa bonita. Este sostenia la mano de MinHo y mantenía su ceño fruncido.

— No es bueno golpear a chicos bonitos e inocentes como él, menos cuando se trata de sexo. ¡Eres un cobarde! 

Choi abrió sus ojos en par, estaba lleno de ira, y soltó al que sería su novio solo para lanzarse encima del que vendría a ser el salvador de Taehyung.

No hubo pelea, no una tan buena, pues el pelinegro de sonrisa bonita logró inmovilizar a MinHo en menos de cinco minutos y solo lo soltó al ver que este se rendía y se iría de la vida de Tae para siempre.

— Gracias por ayudarme.

— No hay de qué, odio a esos tipos que se aprovechan de los débiles, en especial si los forzan a hacer algo que no desea. Por cierto, mi nombre es HoSeok, Jung HoSeok. — la mano del mencionado fue extendida.

— TaeHyung, Park TaeHyung. — el chico aceptó gustoso el saludo del que era HoSeok y sonrió al sentir su tacto tan suave.

Ambos salieron de la universidad juntos y HoSeok fue tan caballeroso que acompañó al castaño hasta la puerta de su casa.

— ¿Eres hermano de Park JiMin? — preguntó el pelinegro al detenerse frente a la casa.

TaeHyung asintió algo tímido y HoSeok sonrió a más no poder.

Ambos sumidos en sus pensamientos, sin saber que desde una de las ventanas de la segunda planta alguien los observaba.

Ese alguien era JiMin.

— 🌼 Cuatro meses antes 🌼 —

Este fue el punto que arruinó la relación de confianza y amor que se tenían los mellizos Park. Fue el punto donde ambos padres decidieron que sus hijos tenían que estar en habitaciones separadas, donde JiMin comenzó a ser odiado por TaeHyung y viceversa.

— ¿¡CÓMO PUDISTE!? ¡TÚ SABÍAS QUE ME GUSTABA! ¡TÚ LO SABÍAS! — gritó el pelicastaño al terminar la cena, en donde JiMin había traído a conocer a su novio, quien era nada más y nada menos que HoSeok.

El HoSeok que tanto amaba TaeHyung.

— Solo pasó, TaeHyung. Él y yo compartimos clases, era obvio que en algún momento nos conoceríamos y  haríamos amigos.

— ¡UNA AMISTAD! ¡NO UN NOVIAZGO! — el castaño no dejaba de gritar y de llorar mientras lo hacía.

Se suponía que ellos tenían códigos, que se contaban todo, que eran hermanos.

— ¡YA BASTA, TAEHYUNG! ¡LO AMO! — y esa fue la palabra que acabó con la hermandad entre aquellos dos chicos.

— Yo te confíe lo más preciado, JiMin. — musitó el mellizo más alto antes de sentarse en la orilla de la cama.

El ahora pelirrojo bajó la mirada, se sentía algo culpable, mas no podía hacer nada. Él se había enamorado de HoSeok, lo había hecho realmente; deseaba tenerlo a su lado siempre y nunca dejarlo ir, tenerlo solo para él y besarlo cuantas veces quisiera.

Deseaba que él fuera solo suyo, de nadie más.

— Y tú me traicionaste. — terminó por decir TaeHyung.

— Decir que lo siento sería hipocresía, porque realmente no siento haberme enamorado de Jung HoSeok, lo amo y tú amas a MinHo.

— ¡YO TERMINÉ CON MINHO HACE UN MES ATRÁS!

JiMin desvío la mirada y salió de la habitación.

No estaba para ver como su hermano se volvía loco, lo conocía bien y sabía que en menos de cinco segundos ya estaría gritando y tirando todo.

Desde ahí, JiMin y TaeHyung se declararon la guerra, uno por haberse "enamorado" y otro por haber confiado en su hermano.

Nota actual:

Ahora saquen conclusiones, bebés.