Las semanas pasaron, el cuarto mes para la pareja llegó, el aniversario de cuatro meses junto a JiMin era ese mismo día, HoSeok lo tenía presente, sin embargo, no se preocupó en lo más mínimo por hacer o comprar algún presente, pues al despertar se encontró con TaeHyung a su lado. El mellizo de su novio estaba con el pecho descubierto y con una sonrisa plasmada en su rostro, la mejor imagen para HoSeok, quien también sonrió y depositó suaves besos por todo el rostro del pelicastaño.

A los pocos minutos de haber empezado con la sesión de besos, el menor despertó, miró al novio de su mellizo y no tardó en besarlo en los labios, siendo correspondido al instante.

Los brazos de HoSeok rodearon la cintura de su ajeno e iniciaron con un descenso hasta el trasero de este mismo, donde se detuvo para masajear y acariciar a su gusto, ahogando los gemidos del menor al besarlo y al disfrutar de ese exquisito sabor que le proporcionaba.

Iban a continuar con otra ronda más, cuando la alarma de TaeHyung sonó, alrertándolos al instante y obligándolos a separarse. El pelicastaño se bajó del regazo de HoSeok, en el que minutos antes se había montado, y prosiguió a tomar una de las sábanas para cubrir su desnudez y caminar de esa manera hasta el cuarto de baño.

Por su parte, Jung hizo lo mismo, con la diferencia que se levantó estando totalmente desnudo y buscó su ropa interior por el suelo, al encontrarla, la tomó y se la colocó rápidamente, prosiguió a buscar sus jeans o su camiseta, cuales encontró debajo de la cama del menor. No tenía ni la menor idea de como estas habían llegado hasta ahí, pero poco le importaba, tenía que salir corriendo de esa habitación antes de que uno de sus "suegros" o incluso, su verdadero novio se diera cuenta de que su motocicleta se encontraba estacionada delante de la casa.

Comenzó a acomodar un poco su ropa y arreglar su cabello, y cuando estaba punto de salir por la ventana, TaeHyung lo detuvo. Su cabello estaba mojado, al igual que su cuerpo y eso solo le daba un problema a HoSeok, un problema que crecía de a poco dentro de sus pantalones.

— Que tengas un buen día, amor. — musitó el castaño antes de depositar un suave beso en los labios de Jung, quien no correspondió y simplemente se marchó de la habitación como si nada hubiera ocurrido. Y es que nada ocurría desde hace una semana atrás, simplemente nada ocurría entre esas cuatro paredes que eran testigos de las mentiras de HoSeok y de la hipocresía de TaeHyung.

Jung montó su motocicleta y se marchó lo más rápido posible de aquel lugar, sin mirar atrás.

Kim, en cambio, se preparó para ir a la universidad, desayunó con su familia y a pedido de sus padres, tuvo que ir con JiMin rumbo a la universidad. Realmente era  espantoso para el mellizo menor, quien con solo ver la emoción y los grititos que soltaba su hermano se sentía irritado.

Sus manos apretaban con mucha fuerza la agarradera de la mochila, controlando sus ganas de gritar y golpear a JiMin. Este último se sentía muy bien, realmente presentía que ese día sería especial, no solo por su cuarto aniversario, también por el hecho de que estaba compartiendo los momentos más felices al lado de alguien tan importante y generoso como HoSeok.

Los pasos cesaron y los gritos empezaron, habían llegado a la universidad. Muchos chicos entraban y corrían, soteniendo entre sus manos un libro o algun folder que contenía sus asignaturas.

— Espero no verte cerca de HoSeok. — empezó el más bajito. TaeHyung se detuvo y giró en sus talones, dándole la cara a su mellizo.

— No es necesario que me lo prohibas, yo sé muy bien que acercarme a tu novio en estos momentos no es adecuado — TaeHyung miró con aires de superioridad a su hermano y al ver que su sonrisa desapareció, sonrió complacido. — Le dices a mamá que hoy llegaré tarde a casa.

Ese fue el último recado que dejó TaeHyung antes de adentrarse a la universidad.

— Claro que se lo diré, hermanito. — susurró en son de burla el pelirrojo, quien volvió a sonreír al no ver a su hermano.

Su día aún no empezaba en su totalidad por lo que una simple indirecta no iba arruinárselo por completo.

[❀]

Las clases habían iniciado lentas para HoSeok, ni siquiera tuvo tiempo de desayunar tranquilamente o de saludar debidamente a su madre, no tuvo tiempo de nada al llegar a su casa, a las justas logró cambiarse de pantalones y de camiseta antes de volver a montarse en su motocicleta e ir a la universidad.

Sus ojos cansados, por no haber dormido la noche anterior, lo demostraban y la baba que caía ligeramente por su boca era un signo de aburrimiento, acto que el profesor Choi no dejó pasar, botándolo de la clase al instante de verlo.

Jung tuvo que salir a regañadientes del lugar y caminar hacia el patio de la universidad, que se encontraba vacío al no haber pasado ni media hora de haber empezado las clases.

¿Qué estaba ocurriendo con Jung HoSeok?, Ni él lo sabía, hace unos meses atrás se podría llamar aplicado y el alumno más valorado de todo el campus, ahora, sin embargo, se había convertido en un chico más del montón, en alguien que era arrojado del aula como si nada y quien ya había tenido una detención o castigo. Simplemente se estaba derrumbando de a poco.

Respiro hondo y caminó hasta su casillero, necesitaba de un energizante o alguna bebida que lo despertara, por lo tanto necesitaba de dinero, que siempre se encontraba en su casillero; solo se trataba de un dinero de respuesto, por sí perdía el del día o si necesitaba comprar algunos materiales universitarios.

Los pasillos se encontraban silenciosos y por las ventanas podía ver como algunos de sus compañeros o conocidos estaban haciendo clases, incluso su mejor amigo, NamJoon, estaba atento ante la clase de Contabilidad, que era el área que él más odiaba.

Negó con la cabeza y siguió con su camino hasta llegar a su destino. Giró el seguro, colocó su clave y al abrirlo, pudo visualizar como una hoja caía.

Extrañado y con el ceño fruncido, HoSeok se agachó y lo recogió. Al girarlo, abrió sus ojos en par.

¡Mierda! Y ¡Más mierda!

❝ Te haré pagar cada una de las que me has hecho, Jung. Ten por seguro que no te salvarás.❞

Esa letra la conocía perfectamente, sabía a quien le pertenecía.

Con enojo y con toda la rabia del momento, comenzó a correr por los pasillos, buscándolo con la mirada.

Al encontrarlo, no dudó ningún segundo en irrumpir en la clase y halar de su antebrazo para sacarlo de ese lugar.

HoSeok ignoró el grito del profesor y de los chicos o chicas que pedían que lo soltase, el pelinegro estaba hirviendo en rabia y lo que menos necesitaba era escuchar a todos esos idiotas de su alrededor, por lo que solo siguió reforzando el agarre en el antebrazo de su contrario.

— ¡Suéltame! ¡Ho-HoSeok! ¿Qué mierda te ocurre? — gritaba el chico, mas Jung no se detuvo hasta llegar al patio, donde soltó con brusquedad a su pareja y le tiró la nota arrugada en el rostro.

— ¡Explícame esa maldita nota, JiMin! ¡Explica por qué mierda esa nota está escrita con tu letra! ¡EXPLÍCAME!

JiMin miró el enojo reflejado en el rostro de su novio y luego pasó a recoger la nota arrugada, la sostuvo entre sus dedos y se asombró demasiado al ver que definitivamente esa era su letra, sin embargo...

— Yo no escribí esto. — dijo indiferente.

HoSeok frunció sus labios y respiró unas diez veces antes de contestar.

— ¡DEJA DE MENTIR, MALDITA SEA! ... — el mayor se agarró de los cabellos en un gesto de desesperación y por último, miró al que era su pareja. — Ya no quiero nada contigo, JiMin, no quiero tener nada que ver con un mentiroso.

A que no se lo esperaban 7u7