❀ Capítulo 09
La puerta fue abierta de manera violenta y la sonrisa de autosuficiencia que mostraba JiMin fue otra razón más para que TaeHyung diera el primer golpe.
La mejilla del bajito quedo totalmente roja y ensangrentada, pero claramente esa sangre no era de él.
— ¡Eres un enfermo! — gritó el agredido. — ¡Aléjate de HoSeok!
TaeHyung solo tenía el ceño fruncido y la mano derecha llena de sangre, que al parecer seguía saliendo de sus recientes heridas.
JiMin se levantó del suelo para dar el siguiente golpe, que causó el mismo efecto en su mellizo. Tae cayó al suelo, pero eso no le impidió volverse a levantar y dar otro golpe.
Los puñetes fueron aumentando hasta hacerse letales y ahora, ambos mellizos se golpeaban y pateaban, gritando todo lo que tenían guardado. La madre de estos escuchó ruidos e incluso el sonido de algo romperse, eso le alertó de inmediato y le obligó a correr escaleras arriba, hacia el cuarto de uno de sus hijos. Al entrar lo primero que visualizó fue mucha sangre en la alfombra, como en las mejillas y manos de sus hijos. Ahogó un grito e intentó separarlos, pero ambos chicos no tenían indicios de querer cooperar.
— ¡TaeHyung! ¡JiMin! ¡Deténganse! — gritaba la madre a la par que agarraba la ropa de uno de sus hijos, mientras estos no le hacían ni el más mínimo de caso.
— ¡Eres un maldito! — gritaba TaeHyung — ¡Puta barata! ¡Regalado de mierda!
JiMin estaba rojo de la furia y lo único que alcanzaba a hacer era arañar y raguñar el rostro de TaeHyung.
— ¡No mereces a HoSeok! ¡Aléjate de él! — respondió el bajito de ambos hermanos. — ¡ES MI NOVIO! — JiMin dio el último grito y con un empujón, logró librarse del más alto.
Al darse cuenta de la presencia de la madre, ambos chicos se señalaron entre sí.
— ¡Él empezó! — gritaron al unísono.
La madre miró a sus hijos y negó con la cabeza antes de hablar.
— ¡¿Qué les ocurre a ustedes?! — gritó desesperada. — ¡Nunca habían peleado de esa manera y ahora parecer ser normal el ver como mis hijos se matan!
TaeHyung miró directamente a JiMin y con respiración irregulars, se colocó de pie y corrió fuera de la habitación, al igual que de la casa.
— ¡Está loco! ¡Se corta con hojas de Gillete! — reveló el bajito. — Tienen que llevarlo a terapia, puede que algún día termine matándose.
La madre de ambos solo suspiró y salió de la habitación con el cansancio de tener que lidiar con dos adolescentes. Al bajar las escaleras, se dirigió hacia la sala de estar y cogió el teléfono, que yacía en uno de los sofás, marcó el número de su esposo y pronunció aquellas palabras, que antes no quería reconocer pero que ahora, con la confesión de JiMin, había logrado confirmar.
— TaeHyung está mal... — una lágrima se deslizó por su mejilla y ahogó un sollozo para continuar. — tenemos que ayudarlo.
El castaño, por su parte, seguía corriendo sin destino y con la sangre que corría por su mano. Las lágrimas habían salido hace minutos atrás y las ganas de acabar con su vida seguía presente en su mente. Solo logró detenerse al chocar con alguien, quien lo hizo caerse de trasero al suelo.
Limpió sus lágrimas, manchando su rostro de sangre y comenzó a soltar hipidos, esta vez sin importarle verse vulnerable ante los demás. Ya era tiempo de que soltara todo lo que tenía guardado y no había mejor persona que él.
Se colocó de pie, con las ganas de de seguir corriendo, pero esta vez con un destino en particular, y al reconocer a la persona con quien había chocado, cayó en cuenta de que ya no tenía por qué buscarlo; él se encontraba delante suyo.
— ¿Estás bien? ¿Quién te hizo eso? — preguntó el pelinegro, el novio de su mellizo: HoSeok.
TaeHyung no tuvo mejor idea que lanzarse a los brazos de HoSeok y llorar con mucha fuerza, liberando todo el rencor y furia que tenía dentro.
— ¿TaeHyung?... ¿Quién te hizo eso? — volvió a preguntar HoSeok. Tae no contestó, solo se aferró con más fuerza al cuello del mayor.
HoSeok no tuvo otra opción que aceptar y consolar al hermano de su novio. Sabía que necesitaba disculparse con él y no había mejor manera de hacerlo que ayudarlo en esos momentos.
Para cuando el llanto cesó, el mayor decidió llevar a TaeHyung a su casa para curar las heridas que este tenía. Tae no se negó ante la idea, al contrario, sonrió a más no poder e incluso le pidió de “favor” a HoSeok que lo cargara en su espalda. El pelinegro tampoco se negó, solo quería ayudar a su cuñado y velar por su bien.
La casa del mayor estaba vacía, pues sus padres habían salido y al llegar, el silencio se hizo presente en ambos chicos.
Ninguno de los dos dijo algo.
HoSeok se dedicó a curar las heridas de su cuñado y este último solo se quedó mirando la delicadeza y cariño que ejercía su mayor al momento de cuidar de él. Eso le hacía realmente muy feliz.
Al tener la mano vendada y el rostro lavado, TaeHyung se colocó de pie y dio una leve reverencia en forma de agradecimiento.
— Gracias por todo — sus palabras salieron más graves y gruesas de lo común, pero eso no fue lo que incomodó a HoSeok, claro que no, lo que de verdad le preocupaba, era saber la razón de sus cortes y lágrimas.
TaeHyung solo miró por última vez al novio de su hermano y trató de salir del cuarto de baño... trató, pues el mayor lo detuvo antes de siquiera haber dado dos pasos.
— Lo siento — dijo HoSeok con la cabeza gacha. Aún no podía perdonarse el haber golpeado a alguien menor que él. — Yo fui un idiota y enserio... Perdóname
TaeHyung semi sonrió y dio un giro en sus talones para mirar a un HoDeok cohibido.
— ¿Harías algo por mí? — su voz salió dulce y por un momento, logró parecerse a la inocente voz de un niño.
— ¡Claro, lo que tú quieras! — se apresuró a decir HoSeok. Él estaba dispuesto a ayudar o hacer cualquier cosa para que TaeHyung lo perdonara y olvidara aquel incidente de la mañana. Lástima que TaeHyung pedía más de lo que se le podía dar.
— Bésame
Esa simple palabra obligó a HoSeok a abrir los ojos en par y soltar la mano que se mantenía unida a la de su cuñado.
— ¿Q-qué e-estás...
— ¡Bésame! — repitió el menor con más exigencia.
Pensaba actualizar en la mañana, pero se me fue la hora. Maldita escuela.
Nota actual:
Maratón 1/10
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro