❀ Capítulo 02
Tu hermano me dio miedo, esas fueron las palabras que utilizó HoSeok para contestar la muy inocente pregunta de su novio.
JiMin había insistido la mayor parte de la tarde en que TaeHyung se quedara junto a ellos, en la primera planta, pero este solo negó de la manera más fría y sin despedirse, se encaminó hacia la segunda planta, donde HoSeok suponía, estaría su habitación.
— Hobi, ¿me estás escuchando? — preguntó por segunda vez el pelirrojo, pues desde que se había sentado en la mesa para estudiar junto a su novio, este o bien lo ignoraba o bien miraba hacia el techo en busca de algo.
JiMin volvió a hacer otro puchero y sacudiendo la polera de su novio, lo volvió a llamar.
HoSeok, por su parte, no dejaba de pensar en el mellizo de su novio y en la mirada que le lanzó este al verlo por primera vez. Se había sentido realmente incómodo.
— HoSeok, si piensas ignorarme es mejor que te largues de mi casa — gritó más que desesperado el bajito. El susodicho salió de sus pensamientos al escuchar el grito chillón de su novio y se limitó a negar varias veces en respuesta.
— Claro que no quiero irme... solo que aún no logro procesar aquello de tu hermano y tampoco logro entender porque nunca lo había conocido. — mintió. JiMin sonrió con inocencia ante la respuesta de su novio y tomando las manos de este, comenzó a hablar.
— TaeHyung y yo estuvimos en el mismo vientre por casi nueve meses, eso nos convierte en mellizos y la razón por la que nunca lo viste o conociste fue porque si has llegado a darte cuenta es algo extraño... Él no ha dejado su habitación desde hace unos meses atrás y siento que ahora estoy perdiendo a aquel hermanito con el que compartía hasta la ropa interior.
HoSeok casi ríe ante aquellas palabras, pero prefirió quedarse callado al notar la expresión triste de su pequeño novio. Él odiaba ver de esa manera a JiMin, pero no podía hacer nada, a excepción de dar suaves besos por su rostro y al mismo tiempo hacerle cosquillas, algo que de inmediato hizo sonreír al más bajito.
JiMin no dejaba de reír a carcajadas entre los brazos de su novio y este no dejaba de sonreír al ver que hacía feliz a su pelirrojo. Ambos estaban sumidos en el otro a tal punto de no darse cuenta que alguien los observaba y oía. Ese alguien era el hermanito de JiMin, ese hermanito que estaba soltando algunas lágrimas al ver la felicidad de su mellizo, esa felicidad que no merecía.
TaeHyung estaba celoso y quería sollozar aun más, pero al ya no escuchar risas se vio en la obligación de bajar las escaleras y observar que estaban haciendo ese "par de tortolitos"; se arrepintió al instante. Su hermano se besaba de una manera muy deseosa e incluso, apasionada con su ahora novio.
Silenció con su diestra el audible sollozo que iba soltar y sin querer ver más, corrió escaleras arriba, importándole muy poco el hecho de que lo descubrieran o escucharán.
HoSeok al escuchar ruidos, se vio en la obligación de separarse de inmediato de JiMin y volver a su libro. El pelirrojo, por su parte, comenzó a reír al notar lo nervioso que se veía su mayor. HoSeok realmente era muy educado cuando se encontraba en su casa.
— ¿Estás bien amor? — preguntó con sorna el menor. HoSeok iba a contestar con un rotundo NO, incluso iba a decir que ya se quería ir, pero al abrir la boca, la puerta sonó y de pronto la dulce madre de su novio apareció con muchas bolsas en mano.
— ¡Mamá! — JiMin gritó más que emocionado. El pelinegro, en cambio, se dirigió hacia su "suegra" y le ayudó con las compras. La madre de JiMin estaba más que encantada con HoSeok y realmente adoraba al joven que le había jurado amor eterno a su pequeño ChimChim.
— No pensé que estarías aquí, Hobi — la mujer habló de forma cariñosa.
HoSeok solo dejó las bolsas en la mesa de la cocina para abrazar a su novio, quien ya buscaba algo de comer entre las compras.
— En realidad JiMin y yo estábamos estudiando, pero creo que ya es hora de marcharme...
La madre del mencionado negó de inmediato.
— Claro que no jovencito, quiero verte hoy en la cena y de paso que conozcas al hermano de JiMin...
— Ya lo conoció, mamá — interrumpió el menor de los presentes. — TaeHyung se atrevió a bajar de su habitación y saludar a HoSeok.
La madre de los mellizos sonrió de inmediato y tomó los vegetales que había comprado para lavarlos.
— Eso es una buena noticia, hijo, y otra razón más para que HoSeok se quede a cenar...
El pelinegro asintió, ya rendido, y despidiéndose de la madre de su novio, se dirigió hacia el comedor. JiMin lo siguió y prosiguieron estudiando hasta que el padre y "suegro" de HoSeok llegó.
La familia yacía reunida en la mesa y esta vez TaeHyung estaba presente con ellos y sentado al frente del novio de su hermano.
Los padres hablaban amenamente de su día, mientras que HoSeok solo se dedicaba a remover su sopa en busca de quitar esa sensación tan incómoda de que alguien lo miraba, pero en realidad no era una sensación, ni tampoco parte de su imaginación, pues efectivamente alguien lo observaba y nuevamente ese alguien era TaeHyung, el hermano de su novio.
El pelirrojo, por su parte, solo sonreía y miraba de vez en cuando a HoSeok, amaba demasiado las cenas familiares en donde su novio estaba incluido. Amaba demasiado el hecho de pasar tiempo con el gran amor de su vida. Sonrió para sí mismo y comió su ensalada con una mirada boba en el rostro.
Al dar por terminada la cena, los señores Park se despidieron de HoSeok y este de ellos.
JiMin lo acompañó hasta la puerta principal y dando un ligero beso en los labios ajenos, se despidió.
El pelinegro no pudo evitar sonreír como bobo al sentir ese pequeño toque y robándole otro beso más, se marchó de ese hogar.
Iba caminando por las calles oscuras pero iluminadas por los postes de luz cuando notó que su mochila pesaba menos que en la mañana. Se extrañó demasiado, pero al último decidió investigar y detenerse en medio de laa acera para abrir la mochila.
Al ver y contar sus cuadernos y libros cayó en cuenta de que había olvidado su libro de Matemáticas en la casa de JiMin.
— Mierda — maldijo y volvió a revolotear sus pertenencias para asegurarse de que el libro no se encontraba ahí, pero al estar buscando entre cuaderno y cuaderno dio a parar en otra nota.
❝Me encantaría verte desnudo y disfrutar de todas tus caricias a espaldas de él. Me encantaría probar tus labios.❞
Esa nota era igual de explícita que las anteriores, pero esta vez no la arrugó, ni la tiró, en cambio, la guardó.
Tengo mucha tarea, pero, aún así quiero actualizar. Por cierto, muchas gracias a todas aquellas que leen este fic, a pesar de no gustar del hopemin ❤😖
Nota actual:
La verdad es que sigo cambiando muchas cosas del fic, pero espero que no sean tan notables.
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