Servant: Archer Sileno el Dios de la Jumera
Es miles de veces más viejo que los Titanes, y mucho más poderoso que los Olímpicos, aunque él mismo niega esto.
ES el Caster más poderoso que existe, pues el mismo ya existía antes de que la humanidad fuera creada.
Vivió en la era de la creación, formo parte de la edad dorada y fue testigo del nacimiento de la era del hombre. Lo ha visto todo, pues Gea le instruyo ella misma y le enseño sus secretos, pues era a la vez su hijo y su confidente.
Por eso mismo, Sileno puede ser un Grand Caster, un Grand Lancer, e incluso un Grand Rider, y también un Archer, aunque esta última clase caería en la decepcionante calificación de 2 estrellas, pues Sileno tiene buena puntería sí, pero su baja confianza y pesimismo le hacen dudar a la hora de disparar, o en algunos casos solo lanzar sus jabalinas con desgana, y sin haber apuntado.
Es sabio y comprende el lenguaje de todas las plantas, el idioma de la tierra, la labia de los animales, Hécate, Medea y Calipso, son hechiceras poderosas pero se quedan muy cortas a su lado.
Claro, si lo admitiera.
Sileno es un hijo de Gea, la madre tierra, nació sin intervención masculina poco después de Urano y Pontos, pero ellos jamás vieron a Sileno como a su hermano o como a un igual, lo veían como a un simple sirviente.
Y no estaban muy equivocados.
Se complacía en ayudar a Gea en todos sus menesteres, y por accidente un día que estaba aburrido, creo accidentalmente un brebaje a partir de plantas de lúpulo y granos. Una bebida que era ciertamente refrescante y que al beberse en exceso provocaba que aquella persona cantara como a un canario, fuera terco y estúpido como un asno y agresivo y feroz como un león.
Una bebida llamada: Cerveza.
Y es esta bebida el catalizador perfecto para invocar a este espíritu divino.
Sileno le tenía miedo a Urano y a Pontos, y este miedo se incrementó cuando Urano supo que un dios le derrocaría, desde ahí, Sileno siempre negó ser un dios, pese a que era más poderoso que ellos.
Es decir, que él mismo niega su divinidad, por eso mismo es de lejos el Servant más fácil de invocar con un porcentaje del 100% de manifestarse en una Guerra del Grial.
En su momento, Sileno fue testigo de cómo Urano encerró en las entrañas de la tierra a todos sus hijos indeseados los Ciclopes y los Hecatónquiros; aunque permitió que sus hijos "competentes" formaran parte de su familia, los titanes quienes fueron sus primeros hijos.
Sileno no intervino cuando Cronos derroco a Urano y tampoco movió un dedo en su ayuda cuando Zeus lo destrono a él.
De la sangre de Urano, nacieron los Sátiros, los Hipotanes, los Kobalos y las Ninfas; y Sileno fue su caudillo; él era feliz viviendo en los prados y bosques con sus hermanos los Sátiros y Faunos, fue su mentor y a su hermano favorito, con el permiso de la Madre Tierra, le enseño sus secretos: Pan, quien muchos confundían como al verdadero padre de Sileno, pero jamás se molestó en desmentir este rumor.
Su acto más notable además de haber cuidado de "su pueblo" y su bebida favorita, fue el haber cuidado de un semidiós, Dionisio.
Sileno, le cuido y entreno como si fuese su propio hijo y cuando Zeus vino a llevárselo al Olimpo volviendo un dios a Dionisio, Sileno de buena gana le acompaño junto con algunos otros sátiros. Dionisio creo el vino a partir de las enseñanzas de Sileno y de ahí inicio el viaje por el mundo enseñando a los mortales el cultivo de las viñas de uva, moras y fresas así como a elaborar y destilar licores.
Si bien Sileno es un sátiro sabio y poderoso tiene un profundo odio hacia las mujeres.
Cuando cuidaba de Dionisio, muchas veces las ninfas Nisíades, Híades, Oréades y Ménades, Sileno se enamoró de Hélice una de las Oréades, pero esta se burló de él y lo avergonzó ante todos, otra de las ninfas, Diaca se unió a la burla diciéndole que solo hacía gala de su sabiduría y poder cuando estaba muy ebrio y no sabía con quien hablaba revelando así secretos que solo debía guardar para la Madre Tierra.
Muy humillado por esto Sileno jamás volvió a ver a las mujeres, diosas y ninfas del mismo modo y las trataba con desprecio, aunque tenía algo de tolerancia y era estricto con las niñas.
Este fue el motivo por el que al ser invocado en la Guerra del Grial se manifestó como aun Archer. Pues estaba dispuesto a ser invocado como a un Caster y darle la victoria a su master de forma mucha más rápida, pero mientras era invocado, sintió que su futura Master era una mujer y su misoginia no se hizo a esperar.
Degrado su poder para así elegir la clase de Servant que en su opinión para él, era muy ineficiente y contraproducente: Archer; y pudo elegir su Noble Phantasm que delataría fácilmente su identidad: El Toque de Oro, y se presentó con desagrado con su Master.
Ella era una mujer sádica y una hechicera talentosa pero con poca paciencia, Sileno muchas veces se refería a ella como a "Esa ramera" y solo para enfurecerla, no solo le dijo a Shirou y a Saber su nombre, sino que uso una de sus habilidades en la casa de Emiya (la cual también tenía como Caster, Lancer y Rider) "Amado por la Tierra" una habilidad única de Sileno pues le permitía "CREAR" una línea ley eterna, que no solo podía restaurar el maná y Ob de un Servant sino también de un Master.
Como era de esperar Sileno solo se echó a reír en la propia cara de su Master cuando esta le reclamo a gritos por esto. Pues no solo les revelo su identidad, sino que también le dio un valioso recurso a Shirou quien era su enemigo.
Fue el ante-penúltimo Servant sobreviviente de la Guerra del Grial y después de que Shirou y Saber mataron a su Master les dio las gracias y antes de desaparecer, no sin antes otorgarle a Shirou un manuscrito con muchos hechizos secretos de la Era de la Creación y enseñanzas de la Madre Tierra, que era más antigua que la Era de los Dioses.
Estrellas: 2
Atributo: Cielo
Fuerza: C
Agilidad: B
Suerte: EX++
Resistencia: C+
Maná: EX++
NP: C
Altura/Peso: 170 cm, 75 kg
Origen: Mitología Griega
Región: Grecia
Alineamiento: Caótico Neutral
Género: Masculino
NoblePhantasm: Toque de Oro
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