El "criminal" cerro los ojos después de casi 2 minutos de silencio donde solo se dedicó a respirar profundamente. Shirou no estaba inconsciente, pero tampoco dormido.
Seth dudo por unos instantes pero tomando una decisión, le levanto y cargándolo sobre su espalda, comenzó a llevarlo hacia su casa.

O mejor dicho a una combinación de casa, torre y dirigible.

Estaba preocupado por ese desconocido, pero lo que le tomó por sorpresa fue lo ligero que era, en una ocasión anterior cuando habían llegado a otra isla, se había hecho amigo de un par de niños y en un par de ocasiones les llevo sobre su espalda en un juego.

Este joven llamado Shirou era un poco más alto que Seth y era sorpresivamente muy ligero, como si no pesara nada.

—¡¡Alma!! —Grito apenas vio la torre ante él. La chimenea encendida significaba que ella estaba en casa. —¡¡Alma ayúdame, traigo a alguien herido!! —Volvió a gritar mientras se acercaba a su morada.

— ¿Qué es lo que hiciste esta vez? —Desde adentro una voz femenina pero tosca respondió con una pregunta.

Una mujer alta, sumamente delgada de expresión huraña apareció en la puerta. Por un instante miro confundida a su hijo adoptivo cargando a un chico pelirrojo.

— ¿Quién es él? —Pregunto dejando que Seth pasara al interior de la casa-torre.

—Dice llamarse Shirou. Lo encontré hace unos momentos en el claro inconsciente.

— ¿Lo ataco un némesis?

—No lo sé. Bueno, se ve muy cansado pero...

—Tráelo acá... recuéstalo en el sofa...

Seth siguió las indicaciones de su madre adoptiva y ambos dejaron a Shirou en un sillón.

La mujer examino por unos instantes al desconocido, y lo que veía no le agradaba.

Para empezar era un muchacho casi de la edad de su hijo adoptivo, pero las ropas que llevaban no eran de su talla, la camisa blanca y desgarrada que portaba era obviamente la camisa para un hombre adulto mucho más fornido que ese chico, y podía decirlo lo mismo de ese pantalón el cual también estaba desgarrado, además de que no tenía calzado.

— ¿Ya viste las marcas en su cuello?

—No estoy ciega, Seth. —La mujer casi siempre tenía el ceño fruncido, pero esta vez su rostro mostraba una expresión de odio, Seth notando esto dio un paso atrás intimidado.

Su madre adoptiva daba mucho miedo cuando se enojaba, pero esta vez era mucho más aterrador que otras veces.

— ¿Qué pasa?

— ¿No es obvio? —Replico la mujer fastidiada señalando al chico pelirrojo. —No lo ataco un némesis, ¡Quisieron matarlo! Esas marcas en su cuello son las de una cuerda, querían ahorcarlo, tiene suerte de no haberse roto el cuello. —Agrego precisamente examinando y tocando el cuello del chico pelirrojo.

Seth trago saliva y cerró los ojos, por unos instantes recordó su pasado.
Cuando tenía 5 años los aldeanos de la aldea donde se habían establecido él y Alma, intentaron: quemarlo vivo.

Seth se dio a sí mismo un par de cachetadas para no recordar eso, esa experiencia aun le provocaba pesadillas.

Alma tomo la temperatura del pelirrojo y sin ningún miramiento le quito la camisa.

Si bien se sorprendió un poco porque Shirou tuviera un físico musculoso, noto los cardenales de en algunas partes de su torso. Antes de que dirán la orden de llevar a Shirou al cadalso, ese celador sádico había hecho una pequeña visita al criminal y le había dado una golpiza aprovechando que Shirou en esos momentos estaba esposado a una pared.

—Seth tráeme los vendajes de pluma.

—Claro. ¿También el matraz carmesí?

—Sí. Y por si las dudas el ungüento de... si ese...

Shirou abrió los ojos cuando Seth le incorporo un poco, sosteniéndolo, y Alma comenzaba a untarle un ungüento de olor a hierbas medicinales en el pecho.

— ¿Dónde...? —Murmuro confundido. Miro a su alrededor, y se sorprendió de ver su reflejo en los ventanales de un armario.

¡Había rejuvenecido!

Estaba cercano a los 30 cuando fue traicionado y después esa parodia de juicio para dar paso a ser ejecutado.

« ¿Cómo...? Debo estar entre los 15 o 16 años... ¿Cómo paso esto?»

Tenía la palabra "Confusión" plasmada en toda la cara, Alma interpreto esto de otro modo.
Por lo que hablo para tranquilizarlo con una inusual amabilidad en ella, lo cual tomo a Seth por sorpresa, su madre adoptiva rara vez era gentil con alguien, más allá de Tommy algunas veces.

—Calma, muchacho. Y respondiendo a tu pregunta incompleta, estas en nuestra casa. —Dijo la mujer con amabilidad. —Queremos ayudarte, así que no temas.

—Yo... muchas gracias. —Respondió aun confundido, pero decidiendo no seguir pensando en ese cambio de edad que tenía. Estaba seguro de que él, tendría alguna teoría sobre ese cambio de edad. Y casi seguro al instante iniciaría a echar pestes a los magos de la torre del reloj.
No de hecho lo haría, y a la vez aconsejaría mantener perfil bajo porque el hecho de rejuvenecer era un asunto estudiado codiciosamente por esos magos arrogantes. Y no dudarían en intentar capturarlo y experimentar con él si se enteraban de eso.

Sin duda alguna, "Saber" era algo paranoico.

Seth y Alma intercambiaron una mirada.

Habían ayudado a algunas personas en el pasado cuando Alma había enfrentado a algunos némesis, pero se podían contar con los dedos de una mano las ocasiones en que esos ingratos a quienes salvaron les habían agradecido algo.

—Mi nombre es Alma, y él es Seth.

—Hola.

—Shirou Emiya... un placer... —Suspiro cuando la mujer comenzó a vendarle el pecho, hizo su cabeza hacia adelante, recargándola sobre su pecho, e inevitablemente se quedó dormido.

No tuvo un sueño agradable, puesto que no soñó, en su lugar, llegaron a su mente recuerdos de la Guerra del Grial en la que había participado involuntariamente.

Su mente se enfocó en un recuerdo que prefería no tener que evocar en su memoria pero algo en ese recuerdo también le atraía. Era el 8tavo día desde que había iniciado la 5ta Guerra del Grial.

Y vio, las calles de una ciudad, era muy entrada la noche; vio una tienda de ultramarinos abierta, pues ofrecían servicio de 24 horas, vio un par de vehículos circular por las calles y a alguna que otra persona en la calle, la mayoría llevando abrigo o bufandas, pues era una noche fría.

Alzo la mirada y vio una hermosa luna llena, tan blanca y pura que por unos instantes hubiera jurado que era una gigantesca bola de nieve, pero esa imagen hermosa de la ciudad quedo rápidamente manchada... de sangre...

Un hombre alto y fornido en armadura plateada, estaba de pie en ese parque cercano a la escuela. Llevaba un tabardo blanco con una cruz escarlata a la altura del pecho y la espalda.

Shirou sintió la bilis acida subir por su garganta al ver la cabeza de esa master traidora a pocos metros de donde él y su servant habían llegado.

Ella les había traicionado, y su servant el Berserker no tolero la traición de su master, y no solo la decapito sino que le corto la mano.

Berserker se inclinó, levanto la mano donde centellearon los 3 sellos de comando y con una mirada maniaca, arrojo ese despojo a los pies de Shirou.

—Como puede ver, lord Emiya, ya no tengo un master... mis reservas de maná me permitirán permanecer por mediodía cuando mucho.

El servant Saber de Shirou fue quien respondió a esas palabras.

— ¿Y esperas que Shirou sea tu nuevo master, Berserker? ¿Eres estúpido?

Berserker sonrió.

—Te estoy entregando los 3 sellos de comando de Sakura. —Señalo al cadáver decapitado. — ¿No es eso una enorme ventaja, tomando en cuenta de que ya no tienes a ningún aliado?

—Tu...

—Tiene razón, Saber. —Respondió Shirou inclinándose para recoger la mano. — ¿Tú sabes cómo hacerlo no? Cómo pasarme sus sellos de comando aun cuando el mago ya está muerto...

—Obviamente, pero es mucho más difícil...

—Entonces, no hay que desperdiciar aliento. ¿Berserker, quieres ser mi segundo Servant?

—Shirou...

—Saber... Se lo que estoy haciendo. —Le interrumpió Shirou con algo de impaciencia. —Tenemos que salvar a Rin de Makidera y de Rider, y lo hecho, hecho esta. Negarme, no resucitara... —Señalo el cadáver de Sakura.

Berserker se inclinó muy galantemente incluso para tratarse de un hombre tan fornido, haciendo una reverencia muy pasada de moda, su rodilla estaba doblada bajo su cuerpo y su mandoble ofrecido por la empuñadura a su nuevo master.

—Yo, Berserker Simón de Montfort, te acepto a ti Shirou Emiya como a mi nuevo master en ausencia de mi master anterior...

—Te acepto como a mi servant, Berserker.

Shirou tomo su espada, y sintió en su cuerpo una presión como si repentinamente para él, la gravedad se hubiera incrementado, trato de respirar y lo logro con dificultad.

Miro a su servant.

El musculoso Saber miro con desaprobación a su master pero no le desobedeció. Usando un lenguaje que el master pelirrojo no reconoció, miro como los 3 sellos de comando desaparecían de ese despojo y comenzaban a brillar en su mano.

—Berserker, Simón de Montfort, héroe de las Cruzadas... —Alzo la mano y uno de sus 6 sellos resplandeció antes de extinguirse. —Por este sello de comando, yo tu master Shirou Emiya, te ordeno...

Shirou abrió los ojos. Alma y Seth estaban sentados frente a él, la mujer había traído una bandeja con comida, una sopa aparentemente.

—Te ordeno... que te suicides... —Dijo entre dientes ante de levantar la mirada.

Se preguntó si había hablado entre sueños, y por las expresiones tranquilas de ambos, dedujo que no.

—Buenas noches. —Dijo el chico con cuernos con una sonrisa amigable que Shirou le devolvió. Aunque tardo solo un instante en percatarse de esas palabras.

— ¿Noches? —Miro a su alrededor y vio una ventana que daba paso a un hermoso cielo nocturno estrellado.

—Dormiste todo el día y la tarde. —Respondió Alma. —Supongo que tienes hambre.

El estómago de Shirou respondió por él, lo cual le hizo ruborizarse de la vergüenza.

—Se los agradezco, a ambos. —Tomo la cuchara en el tazón y los 3 al mismo tiempo comenzaron a comer en silencio, aunque Seth hacia ruido al comer, pero Shirou no hizo ningún comentario, dado que estaba en casa ajena, y de que Alma parecía no importarle esto. Shirou fue el segundo en terminar de comer, después de Seth. —Deliciosa, de nuevo se los agradezco a ambos.

Seth y Alma intercambiaron la mirada.

—Eres agradecido y educado... se nota que no eres de aquí. —Dijo Alma mirando a Shirou con algo de interés. — ¿De dónde eres?

—De la ciudad de Fuyuki en Japón.

Seth no dijo ninguna palabra, pero Alma bajo el tazón con sopa regalándoles a ambos chicos una mirada extrañada.

— ¿Fuyuki? ¿Japón?

— ¿Son islas lejanas? —Pregunto Seth

—Bueno... —Supongo que sí. ¿Dónde estamos exactamente?

—En el trópico de Pompo Hills, en el islote 21. —Respondió Alma.

Esta vez fue Shirou quien puso una expresión extraña.

—He viajado por el mundo y no puedo decir que conozco cada país, pero... nunca he oído de un trópico de islas llamadas así. —Respondió. — ¿Son islas de Oceanía o del caribe? Ya saben, del "Mar de las Antillas".

—Nunca he oído de esos lugares. —Dijo la mujer con seriedad. Su expresión era de sospecha y cautela en niveles igualados, la misma expresión que Shirou tenía en ese momento.

—De acuerdo... —Miro a su alrededor y después a la pareja ante él. —Lo preguntare a secas. ¿Son magos... hechiceros?

—Si. —Dijeron ambos.

— ¿Son parte de la Torre del Reloj?

Ambos negaron con la cabeza.

— ¿El Instituto Atlas? ¿El Mar Errante?

—No sé de qué estás hablando. —Respondió Alma con sinceridad.

Shirou miro a su alrededor de nuevo. ¿Eran hechiceros pero no conocían a las 3 ramas de la Asociación de Hechicería?
Tenía una pregunta en mente, que quería formular pese a que en realidad su mente era un hervidero de preguntas.

—Bien, les voy a hacer una pregunta sincera pero para ustedes, es posible que sea una pregunta extraña... ¿Cuál, es el nombre de este mundo?

Seth y Alma volvieron a intercambiar una mirada.

El silencio en esa habitación era tan denso que se hubiera escuchado el caer de un alfiler.

Alma respondió.

—El nombre de nuestro mundo es Pharenos.

La sinceridad de la mujer era incuestionable.

Shirou suspiro. Dejo el tazón vacío de lado tratando de asimilar lo que acababa de oír.

— ¿Qué sucede? —Pregunto Seth incapaz de entender lo que pasaba. Alma tenía una expresión impasible casi estoica.

—Yo... no sé cómo explicar esto... —Shirou se incorporó y les dirigió a ambos una mirada cautelosa pero sincera. —Yo vengo de otro mundo.

Seth fue el primero en romper el silencio, pero no con palabras, sino con una carcajada.

—Esa sí que es una buena broma. —Dijo recuperando el aliento, literalmente estaba llorando de risa. —De otro mundo...

—Es la verdad. —Respondió Shirou algo ofendido. —El mundo de donde yo vivo, se llama Tierra.

Seth parecía a punto de volver a reírse, pero Alma le hizo callar de un puñetazo que le tumbo de espaldas.

—Ya cállate, idiota. —Alma se giró lentamente hacia a Shirou. —Si lo que dices es cierto, chico. ¿Eres un archimago o algo así?

Esta vez fue Shirou el que soltó una risita, y se sorprendió cuando Alma le dio un coscorrón.

No se sintió furioso ante ese golpe inesperado, y le dio la impresión de que esta vez se lo merecía, pero su preocupación se disipo cuando vio que la mujer se llevaba su única mano (la izquierda) a la cabeza.

— ¿Esta bien? —Pregunto levantándose, la mujer solo negó con la cabeza.

—Es mi infección, son dolores de cabeza y... —Se dejó caer sobre la silla donde había estado sentada. Miro a Seth que la miraba preocupado pero ninguno dijo nada.

« ¿Infección?»

—Del mundo de donde yo provengo, era un magus de tercera clase, dado que no tenía un entrenamiento adecuado, jamás tuve el emblema solo hasta después de invocar accidentalmente a Saber, y mis circuitos mágicos eran en palabras amables: marginales.

— ¿Circatos? ¿Qué es eso? —Pregunto Seth.

Los 3 se quedaron en silencio mirándose unos a otros.

—Bien, Shirou. —Dijo Seth tras unos instantes. —Si en verdad vienes de otro mundo donde aparentemente también existe la magia... ¿Cómo crees que llegaste aquí? ¿O lo hiciste tú mismo?

Alma inesperadamente le dio una palmada a Seth en la espalda.

—Una inesperada muestra de que tienes inteligencia, Seth úsala más seguido.

— ¡Oye!

—Supongo que... —Shirou dudo unos instantes antes de responder. —No sé qué es lo que iba a pasar... Yo, estaba ya siendo ejecutado cuando vi a una mujer de mi pasado. Rin ella era una maga muy talentosa y después simplemente desperté aquí, más joven de lo que yo soy realmente, yo casi tenía los 30... ¿O tenía ya los 31?

— ¿Enserio?

—Pues, te ves casi de mi edad, tal vez seas unos meses mayor que yo.

Shirou se rasco la cabeza, ahora era él quien tenía dolor de cabeza. Seth apenas y entendía lo que estaban diciendo mientras que Alma se había llevado la mano a la barbilla y estaba deduciendo algo.

Solo después de un momento fue ella quien esta vez rompió el silencio.

—Bien, Shirou ¿No crees que es posible, que esa maga, esa tal Rin, te enviara aquí ella misma? —Dedujo. —Si era una maga tan talentosa como dices; pudo ser posible que quisiera transportarte mediante magia para evitar tu muerte, pero erro el tiro y te envió mucho más lejos de lo que ella pretendía...

—A otro mundo, de hecho. —Agrego Seth.

Alma le dio una patada a Seth que de nuevo le tumbo al piso.

Shirou medito las palabras de Alma.

Rin, ciertamente era muy talentosa, pero que ella le enviara a otro mundo u otra dimensión lo dudaba. ¿Quién lo había hecho?
¿Ese vampiro lo hizo? Dudo unos instantes pero descarto esa opción también, se había encontrado con él en un par de ocasiones, pero nunca en términos amigables u hostiles, simplemente cruzaron sus caminos aunque probablemente él le estuviera observando ahora mismo.

— ¿Cómo fue que te involucraste con la magia en tu mundo, Shirou? —Pregunto la mujer.

Shirou miro a la ventana, contemplo las estrellas un momento antes de comenzar a hablar.

—Todo empezó, cuando era un niño... En mi ciudad natal, hubo un desastre inesperado... La presa colapso y el agua a modo de riada o tsunami inundo y mato a buena parte de la población de la ciudad. Mi padre Iori, mi madre Shermine y mis hermanos Sōma e Itadori murieron ahogados, yo sobreviví gracias a un mago de nombre Emiya Kiritsugu.

»El me dio a elegir entre ir a un orfanato o ser adoptado por él. Nunca olvide a mi familia pero la idea de ser un mago me intereso, porque Kiritsugu me revelo que era un mago.

Seth y Alma se miraron el uno al otro con sorpresa.

—Murió unos años después, y desde ahí viví yo solo, en la casa que me dejo en su testamento, aunque unos amigos de mi padre me ayudaban de vez en cuando como sus tutores legales: el Señor Ryuudou y Raiga Fujimura. Mi vida ahí no tiene interés pero...

— ¿Pero?

—Un día, a esta edad que aparento, me percaté de que en el dorso de mi mano, aparecieron unas marcas rojas. —Alzo la mano para mostrarla, pero esas marcas hace tiempo se habían desaparecido. —En la academia, me quede yo solo para ayudar a limpiar, pues era parte del club de atletismo y natación, y al hacer esto tenia oportunidad de nadar en la piscina de la escuela, cuando me di cuenta ya era entrada la noche, y mientras cerraba y volvía a casa, primero escuche 2 o 3 explosiones y después vi luces de diversos colores en la escuela a un par de edificios de distancia.

Shirou suspiro y se rasco la cabeza.

—La curiosidad me venció, y me acerque cautelosamente, por si había ocurrido un accidente o algo así. Y había 2 hombres en las canchas deportivas de la escuela luchando a muerte.

Uno era un hombre de edad, con una curiosa barba triangular iba elegantemente vestido sosteniendo un gran bastón, mientras que el otro parecía ser un hombre joven talvez en sus 20, vestido con parte de una toga, pero me sorprendió ver que ese chico tenia cuernos y orejas de cabra y sostenía unas jabalinas, y de su espalda colgaba un arco. En ese momento ambos comenzaron a atacarse, el hombre del bastón lanzo flamas azules al mismo tiempo que el otro usaba las jabalinas como si fuesen flechas.

Seth como Alma no se atrevieron a interrumpirlo, casi pudieron imaginarse esas descripciones que había hecho. Alma quiso hacerle una pregunta pero guardo silencio pues Shirou siguió hablando.

—Creo, debí haber hecho algún ruido, puesto que ambos dejaron de atacarse y me miraron. Comprendí que era el testigo de algo que se supone no debí haber visto, y antes de que reaccionara, una de esas jabalinas rozo mi cuello. —Explico. —Corrí, ser parte del club de atletismo tiene sus ventajas y las carreras eran mi especialidad, esquive una de esas jabalinas y cuando logre ocultarme en un aula creí que había escapado, pero me equivocaba.

»Ese Servant clase Archer estaba ahí, pese a su apariencia amigable y bonachona sus ojos eran... eran unos ojos muy antiguos, dijo: "Me compadezco de ti, muchacho, pero mi Master me ha ordenado que te mate. Créeme que lo siento mucho." Antes de que dijera algo, me atravesó el pecho con una de sus jabalinas y desapareció unos instantes después. Y...

— ¿Servant? ¿Archer?

—¡¡Seth no le interrumpas!! —Le regaño Alma, pero no le dio un coscorrón, porque ella también tenía curiosidad por esos términos.

Shirou sonrió y se recargo al sillón donde estaba sentado. Ellos estaban confundidos sin haber sido testigos de eso, y él estuvo mucho más confundido en su momento.

—Eso lo comprendí unas horas después. Retomando mi relato, desperté en esa aula, sorprendido. Olía a magia en el aire y eso es algo que siempre oculte ante otras personas quienes me conocían y de mis amigos. Mi padre siempre me advirtió que la magia era algo que debía mantenerse en secreto y de las cosas horribles que la Asociación de Magos hacía.

»A mi lado, había un diamante rojo, y después de comprobar que no tenía ninguna herida y que había sido sanado por magia, es que tomando ese diamante volví a casa. Pero estaba mareado y apabullado. Unos momentos después ese mismo Servant apareció en mi casa.

»Mi viejo... Kiritsugu, buneo, "Viejo" es como lo llamo yo de cariño. —Explico al ver las expresiones confundidas de Shirou y Alma. —Había puesto barreras mágicas, llamadas Campos Delimitados en la casa así que sonaba una alarma ante algún intruso. Ese Servant me ataco y logre esquivar sus jabalinas hasta que llegue al almacén donde guardaba algunas cosas y a veces hacia magia a escondidas.

»Tropecé y casi de espaldas, Archer sonrió y alzo su mano. "Te convertiré en una estatua de oro, puedes sentirte honrado de que use mi Noble Phantasm en ti, joven hechicero." Fue lo que me dijo mientras su mano brillaba en una luz dorada. Y, para mi sorpresa, mi mano, las marcas en mi mano resplandecieron y a mis espaldas un círculo mágico comenzó a brillar.

Shirou sonrió con cierta nostalgia.

—Una voz a mis espaldas. Una voz que era incapaz de olvidar se escuchó diciendo las palabras: "No te atrevas a lastimar a mi hijo." Una espada salió disparada a mis espaldas tocando la mano dorada de ese Servant agresor y para mi sorpresa la espada cayó al suelo convertida en oro. Y entonces, vi las anchas espaldas de un hombre muy musculoso pasar a mi lado para luchar con una gran espada en mano.

»Mi padre. Emiya Kiritsugu, era un hombre esbelto nunca fue muy atlético mientras viví con él, pero ahora él era un Servant clase Saber. O, mejor dicho un Pretender que hacía de un Saber. Aunque esto último es deducción mía... —Agrego Shirou.

Suspiro y volvió a recargarse al respaldo del sillón, Alma y Seth eran pendientes al relato del joven magus pelirrojo.

— ¿Tu padre adoptivo revivió? —Alma no se molestó en esconder su asombro.

Seth tampoco.

Shirou se rasco la cabeza mientras hacía una combinación de sonrisa, mueca y expresión de paciencia.

—En cierto modo sí y no. —Suspiro. —Es difícil de entender en un inicio, pero dejen que termine de explicar esto primero y después les explicare lo que me explicaron a mí. O se me va el hilo de la historia.

—Bien, continúa.

—La diferencia entre una lanza y una jabalina, es que estas últimas son mucho más delgadas y cortas, pero aún siguen siendo armas de asta que pueden usarse brevemente en combate cuerpo a cuerpo. —Explico. —Archer, pese a su clase pudo defenderse brevemente de las estocadas de mi viejo, de Saber hasta que dio un asombroso salto hacia atrás y dijo: "Mi Master es una puta cobarde, lucharemos en otro momento." "¿Crees que te dejare huir, Archer?" le respondió mi padre, y el otro Servant respondió. "Esa espada que llevas puede matar dioses ¿Cierto? Je, hasta un dios como yo es cauteloso ante esas armas tan molestas..." Señalo a sus espaldas y agrego "Y, la idea de luchar contra ese Caster y contra ti es una idea muy divertida, pero ya lo dije, esa furcia que tengo de Master me está llamando."

Shirou miro a Alma y noto que estaba enojada por las 2 groserías que había dicho aunque indirectamente.

—Lo siento, esas fueron las palabras que uso Archer.

—Lo entiendo, continua.

—Estaba confundido y muy sorprendido, el hombre que me salvó de morir ahogado estaba de nuevo ante mi, y antes de que pudiera ordenar mis ideas, ese hombre de barba triangular sosteniendo un bastón apareció ante nosotros seguido de 2 de mis compañeras de clases.

»Rin y Sakura, ambas hermanas de la prestigiosa familia Tohsaka. Ellas como yo, parecieron desconcertadas de la aparición de mi padre ahora como un servant. "Emiya, buenas noches..." Comenzó a decir Rin, pero mi padre la interrumpió. "¿Las hijas de Tokiomi? veo que heredaron la belleza de su madre." Rin quería decir algo, pero mi padre alzo la mano. "Si ustedes son las Masters de Caster, entonces son nuestras enemigas, pero... detecto su magia en mi hijo ¿Le ayudaron ustedes? Bueno, a estas horas de la noche es mejor que vuelvan a su casa, no se preocupen por mi muchacho, yo me encargare de instruirlo en la guerra del Grial, yo participe y técnicamente soy el ganador de la guerra anterior. Buenas noches señoritas." Dicho esto y notando que mi padre las había "despachado" se marcharon sin poder decirme algo.

— ¿Eso no fue un poco... demasiado descortés?

—En eso estoy de acuerdo, mi viejo era mucho más tranquilo y amable pero era cierto que quería hablar con él y la presencia de Rin y Sakura seria postergar las cosas. —Suspiro —Ahora viene la explicación de los magos y todo esto de los Servants, Masters y sus "clases"... Mejor siéntense porque esto literalmente aun me hace caer de espaldas...

Seth tuvo la idea de preparar café y trajo de la cocina unos panecillos algo que Alma aprobó, fue así como Shirou hablo sin pelos en la lengua de la Asociación de Magos, Atlas, el Mar errante y la Torre del Reloj, después de explicar cómo estos magos estaban dispuestos incluso a sacar a un bebé del útero de su madre para después disecarlo, hubo una interrupción donde Alma tuvo que ir al baño para vomitar y Seth para tomar aire fresco.

Luego vino la explicación de las guerras del Grial. Shirou suspiro y de buena gana se bebió de un trago media taza con café.

—Hace mucho que no hablaba tanto de esto... —Dijo despreocupadamente.

—Entonces... ¿Crearon ese... artefacto para conceder deseos en esa ciudad llamada Fuyuki?

—Sí, el sistema de la guerra del grial es que el mago y servant vencedores obtienen la oportunidad de conceder su más grande deseo.

—Es maravilloso. —Dijo Seth.

—Es horrible. —Contradijo Alma.

— ¿Qué tiene de malo? —Pregunto el chico con cuernos. —Si puede conceder cualquier deseo es algo que muchos querrían.

—Precisamente por eso. —Respondió Shirou. —Todos lo querrían para cumplir sus deseos.

—No entiendo, ¿Qué tiene de malo eso?

Alma le dio a Seth un coscorrón que Shirou si bien no aprobó, internamente le hubiera gustado ser el quien se lo diera.

— ¿Tienes algo adentro de esa calabaza que tienes por cabeza? —Le regaño Alma. —Todas las personas tratarían de obtenerlo, se declararían guerras, habría muerte, caos y destrucción solo para satisfacer sus deseos egoístas. "Dame el amor de esa mujer" "Hazme hermosa" "Quiero riqueza eterna" "Hazme el hechicero más grande del mundo"

—... O peor... —Agrego Shirou al ver que Seth comenzaba a comprender — "Mata a todos los hechiceros de Pharenos".

Los 3 se quedaron en silencio.

—La guerra del Grial se lleva a cabo con 7 magos, conocidos como los Masters, y los 7 Servants, que entran en las categorías de: Saber, el héroe de la Espada. Lancer, el héroe de la Lanza, Archer, el héroe del Arco, Rider el héroe Jinete, Assassin, el héroe asesino, Caster el héroe hechicero y Berserker, el héroe enloquecido.

Shirou alzo los dedos para contar.

—Mi padre era el Master de Saber en la 4ta Guerra del Santo Grial, quería invocar a Arthur Pendragon pero para su sorpresa invoco a Vivian, la Dama del Lago como a un Saber, pues ella tenía consigo 2 armas pero solo usaba una: Excalibur. El gano la guerra, pero el Grial estaba corrompido y fue destruido, pero 10 años después me tocó a mí ser el Master de Saber. Mi propio padre convertido en un Servant con un espíritu heroico literario: Conan, el Cimmerio.

— ¿Literario?

—Sí. Son personajes de libros; estos hombres o mujeres son héroes ya sea por decisión propia o héroes accidentales, en sus historias de ficción, vencieron a un villano o enemigo que representaba al mal, y sus relatos pese a no existir en la vida real se sembraron en la mente de los lectores. Estos héroes eran reconocidos por las personas, se les interpreto en obras de teatro, radio o televisión, fueron encarnados por actores y de este modo marcaron a una o más de una generación. Por esto mismo, estos héroes literarios se unen al alma de un humano para así encarnar a un héroe del Trono de los Héroes y poder ser invocados por el Santo Grial.

»Mi padre me conto de su pasado, él fue un mercenario y asesino pero era su mentalidad similar a la de Conan lo que permitió que yo lo invocara, fue que en cierto modo, la casa donde yo vivía, aún estaba registrada al nombre de mi padre y en cierto modo el edificio era un catalizador para su invocación. Además de que yo tenía en la casa muchas de sus pertenencias, su gabardina y unas pistolas que él tenía también las tenía guardadas, una de ellas precisamente estaba guardada en el almacén...

Shirou iba a decir algo más pero Seth se le adelanto con una pregunta.

— ¿Quiénes eran los otros masters y Servants de la guerra del Grial en la que participaste?

Shirou asintió ligeramente, se esperaba esa pregunta y de hecho ya se habían tardado en hacerla.

—Rin era la Master de Caster su verdadera identidad era John Dee, el Confidente. El Master de Berserker nunca lo conocí, pero fue asesinado por su propio Servant y Sakura se volvió su Master, su verdadera identidad era: Simon de Montford, el Cruzado.

»Kaede Makidera fue la Master de Rider: Heliogabalo, la Falsa Mujer. El Master de Archer tampoco lo conocí, solo sabíamos que fue mujer y que murió a manos de Berserker antes de que él matara a su propio master, la identidad de Archer era: Sileno, el Dios de la Jumera.

»Mi "hermana mayor" Illya era la Master de Lancer: Palamedes, el Caballero Sarraceno y finalmente Shinji Matou era el master de Pancho Villa, el Napoleón de México.

—Entiendo... —Respondió alma poniéndose de pie. En realidad todos los nombres de esos espíritus heroicos no le sonaban de nada. A fin de cuentas Shirou procedía de otro mundo, pero de lo que estaba segura es que ese chico pelirrojo, estaba cansado.

No cansado físicamente, sino cansado de la odisea que el mismo se impuso.

—Bien, Shirou Emiya... y tú también Seth, ya es muy entrada la noche, y mañana mismo teníamos que ir a la aldea para comprar algunas cosas de la refacción. Así que, basta de charlas por ahora. Es momento de ir a dormir. Seth ve a tu cuarto, ¿Shirou puedes dormir en ese sofá?

—Claro.

Alma señalo una puerta.

—Ese es el baño, y mi habitación es la primer puerta bajando esas escaleras, si necesitas algo puedes llamarme a mí o a Seth. Ah casi se me olvida, Seth préstale a Shirou algunas de tus ropas, parece que ambos son de la misma talla. Buenas noches.

Shirou y Seth intercambiaron una mirada.

Seth parecía esperar que Shirou no pudiera caminar por si mismo, pero eso no fue así, pudo caminar por su propio pie aunque se sintió un poco mareado, conocía bien su propia anatomía y cuerpo y sabía que después de una buena noche de sueño se sentiría mejor pronto.

—Ten, estas ropas nunca me las he puesto. —Dijo el chico con cuernos pasándole una camisa de mangas largas blanca y un pantalón azul. Shirou casi tuvo que contener una risa al ver cierta semejanza entre esas ropas y sus ropas casuales cuando aún vivía en Fuyuki. Seth también le entrego una toalla limpia.

—Gracias Seth. Buenas noches.

Al volver a la habitación se dio un baño rápido y después de ponerse solo el pantalón miro al techo de esa casa ajena pero hogareña.

Se quedó dormido casi en unos instantes.

━──────≪✷≫──────━

Bien, esta es una historia distinta y tiene sus orígenes aquí en el hospital donde trabajo.

Uno de los niños que está bajo mi cuidado me pidió ayuda para poder ver el anime "Radiant" en su Tablet (algo prohibido, pero yo le di permiso) y la verdad es que acabamos varios niños (y yo) encantados con ese anime.

Para mi sorpresa un par de días después al pasar al centro comercial en la tarima de una tienda de comics TAN los mangas 1 al 14 y obviamente los compre. La historia es simplemente épica por todos lados, con una trama muy original y personajes fácilmente entrañables.

Mientras terminaba de leer el tomo 14 (solo han publicado esos en México) me quede pensando:

"La Magia de Radiant es muy distinta a otras franquicias, pues aquí literalmente es algo como una maldición, algo por lo que pueden matarte... ¿Y si se combinará con otra franquicia?"

Descarte una historia con HP y después se me ocurrió una con FMA, pero también la descarte; Porque además ahí no existe la magia, es Alquimia.

Fairy Tail, NI LOCO.

Al Final volví a él siempre confiable Héroe de la Justicia: Shirou.

Ah sí, por si ya lo notaron, este Shirou, es OTRO Shirou. Para empezar:

1.- Aquí, él si recuerda a su familia.

2.- Fuyuki no fue arrasada por un incendio, fue porque una presa fue destruida y el agua ahogo a muchos.

3.- Kiritsugu invoco a Vivian y ella tenía a Excalibur siendo así ella un Saber, aunque ella al igual que Kiritsugu es más un Pretender que un Saber.

4.- Técnicamente hablando Kiritsugu tiene el mismo caso que usaron con Sasaki Kojiro en Fate/Stay Night, pues el mismo dice ser un alma al que le dieron el Rol de Assassin.

5.- Este Shirou NUNCA conoció a Artoria, pero le gustaba que su padre le hablara de Viviane.

Dudas: aquí

Sugerencias: Aquí

Amenazas de Muerte: Aquí (???)

Declaraciones de Amor: Por MP ¬¬

El Rey de los Furros se despide ^^

Chao.