36 ¿Por qué estabas fumando?
— ¿Estás bien tía Ana?
—Sí, estoy bien, por un Momento me preocupé, cuando recibí está llamada, pero ya vienen por mí, los señores me necesitan y mandaron a chófer a recogerme.
—Que bueno que no es nada alarmante, y ¿Esos señores con los que trabajas, quienes son?
— Ah son unos hombres con los que trabajo, soy su ama de llaves.
—¿Ama de llaves? Pff. ¿Así le dicen a las sirvientas ahora? — le dijo con una mueca en la cara.
—No soy su sirvienta.
—¿No? Seguro les lavas, cocinas, limpias, eso es ser una sirvienta. Tía por el amor al cielo, ya tienes cuarenta años, mis abuelos no te criaron para que seas sirvienta de nadie.
—Piensa lo que quieras, no tengo por qué darte explicaciones de lo que haga.— escucho el claxon de un auto y supo que venían por ella. — no vayas a salir, ya vinieron por mí, trataré de venir lo más pronto posible.
Salieron a la puerta y la sobrina quedó sorprendida de semejante camioneta que había ido a buscar a su tía, era una Hummer negra con vidrios polarizados.
¿Quiénes eran esos señores para los que su tía trabajaba? Tenían que ser millonarios o algo así aunque dudaba que su tía tuviese un buen trabajo, no se podía negar que siempre le mandaba regalos buenos, dudaba que fuesen de marca. Pero que iba a saber ella de marcas, nada.
—Te quiero, no te acuestes tan tarde.
—También Te quiero tía, quédate tranquila que ya estoy grandecita, ya no me asusta el monstruo del armario.
Vio como su tía se acercaba y un hombre de unos cuarenta y tantos le abrió la puerta del copiloto. Iug, no, muy mayor para ella. Esperaba poder encontrar un buen partido en esa ciudad.
Suspiro y entro, ya que, vería la TV hasta dormirse, ya mañana vería que hacía.
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— ¿Está todo bien? — pregunto un poco angustiada
—Si nada de que preocuparse, la señora diana está en casa descansando y los señores han ido al hospital.
—¿Les pasó algo a Ethan o a Zack?
—No, el señor Gray está en el hospital y como únicos contactos llamaron al señor Zack.
—Pobre muchacho, ojalá y este, bien, siempre me ha agradado su compañía.
— Si también espero lo mismo.
—¿Tú cómo estás? Supe que tu sobrina está de visita.
—Bien
—¿Segura?
—Sí, no voy a dejar que el pasado me invada, realmente estoy bien, hace rato, me dijo que mis padres no nos habían criado para ser sirvienta de nadie.
—Pff. De tal palo tal astilla. ¿Qué pretenden con dejarla a tu cargo? De una vez te digo que no voy a dejar que esa muchachita nos arruine la vida.
—Y no lo va a hacer cariño, no lo voy a permitir.
Jones tomó la mano de Ana y le dio beso en su dorso, después de tanto tiempo y de contra tiempos al fin podían estar juntos. Ya no podían tener hijos, eso los acompañaría para siempre, pero por lo menos estaban juntos y podían trabajar para la misma familia.
Llegaron a casa de los hermanos D'angelo y Ana le preparo un café a Jones y fue a ver a Diana que aún dormía como un bebé en el sofá.
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—Brayan Gray, ¿dónde se encuentra— Pregunto Ethan nada más estar en el área recepción.
—¿Es familiar del señor?... Oh lo siento señor ya le informo en que piso y habitación.
No hacía falta decirle quién era él, ya todos en el hospital lo sabían, los hermanos D'angelo eran prácticamente dueños de casi toda esa ciudad. El que no quisiera perder su empleo era mejor reservarse los comentarios dentro y fuera de su trabajo.
— Piso 4 habitación 2
—Gracias— las enfermeras quedaron con la boca abierta, ¿Gracias? ¿De verdad había dicho, gracias? Era fin de mundo, ellos eran de lo más fríos y distantes con todos, realmente no eran de relacionarse con la plebe como solían decir las malas lenguas. Ethan tomó su teléfono y le informo a Zack a dónde estaba Brayan, ya que se había quedado para estacionar el carro. Espero que Zack llegara para entrar juntos.
El doctor a cargo de Brayan le dio permiso de entrar, aunque les daba igual si tenían permitido o no entrar, igual lo harían.
—Hombre te ves del asco— le dijo Zack cuando entraron.
— ¿Qué paso? —le dijo Ethan, no hacía falta preguntar más, sabía a qué se refería.
— Esa zorra me disparó cuando intento huir.
—¡Me lleva!... ¿Se logró escapar?— Ethan estaba molesto
Brayan se acomodó más en la cama y los vio sonriendo.
Los hermanos D'angelo suspiraron de alivio, sabían que podían contar con él en cualquier momento.
— Resulta que tenía que llevar un carro viejo al deshuesadero y bueno nada, creo que se me ha olvidado despertar a mi amiga que estaba ahí dentro. Lástima, estaba bien guapa la desgraciada.
—¿Sin rastro?— pregunto Zack
— Trabajo limpio muchachos, no me gusta desorden en lo que hago. Cuando se den cuenta de dónde sale esa peste pensarán que ha Sido un pobre animal que quedó ahí atrapado.
—Buen trabajo. — Le dijo Ethan
—Como siempre. Ahora, sáquenme de aquí, un minuto más y juro que quemo está mierda, me tratan como un puto delincuente ¿Pueden creerlo?
Los tres rieron y Zack salió a hablar con su doctor a cargo.— veré qué se puede hacer.
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Eran las diez de la noche cuando Diana sintió que la tomaban en brazo y la dejaba sobre la cama.
—¿Zack, todo bien? —Pregunto aún adormecida.
— Si preciosa, sigue durmiendo ya vuelvo.
Los hermanos habían llegado con Brayan y lo había alojado en una de las habitaciones. Ethan se estaba bañando para dormir mientras que él buscaba a Diana y la llevaba a la habitación, dormirían los tres juntos, no quería despegarse de ella.
—¿Ethan dónde está?
— Ya viene se está bañando— le dijo mientras se quitaba la ropa.
—¿Por qué estabas fumando?
—¿Cómo sabes que fumé?
—Apestas a cigarrillo, es... es des.desagradable.— no pudo seguir hablando las náuseas volvieron, ese olor tan desagradable al cigarro lo sentía muy fuerte.
Corrió al baño asustando a Ethan que se estaba secando.
—¡Demonios! ¿Estás bien?
Ella solo negó con su mano, no, realmente no se sentía bien, había vomitado mucho, se sentía muy débil.
Zack se dirigió al baño de su habitación para ducharse y lavarse los dientes tantas veces como fuese necesario.
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Era terrible sentirse así, con tantas náuseas y mareos.
— Vamos bebés, mami necesita comer bien, no puedo estar solo comiendo comidas chatarras. — se acariciaba el vientre mientras se preparaba un pollo frito, quería Comer pollo frito.
Ya habían pasado dos semanas y lo único que hasta ahora toleraba eran las comidas chatarras, hot dog, hamburguesas, pizzas, helados, a ese paso iba a terminar más que obesa.
Se preparó unas cuantas chupeticas de pollo y se fue a la habitación de Zack a comer mientras veía una película.
Estaba sola en la casa, Ethan y Zack tenían una reunión con unos inversionistas y la Nana Ana acompaño a Brayan a su revisión médica, por suerte la herida de bala tuvo salida y no toco el hueso del fémur.
A los hermanos D'angelo no les quedó de otra que contarle a Diana el porqué de su herida de bala, claro omitieron detalles. Solo le dijeron que Alicia estaba tras ella para hacerle daño y ellos contribuyeron para entregarla en manos de la justicia, y en el proceso le disparó a Brayan, ella por supuesto les creyó, ¿Por qué no iba a hacerlo?
Tomo el teléfono y llamo a Ethan.
— Hola reina ¿Te sientes bien? ¿Necesitas algo?
—No, solo quería escuchar tu voz.
— También te extraño termino la reunión y estoy con ustedes.
— La Nana no está.
—Lo sé, me refiero a ti y mis hijos, por cierto les compré algo, te va a encantar.
—Ah ok, Está bien, te espero entonces, y también espero no haberte quitado mucho tiempo
—Puedes llamarme cuando quieras mi reina, los amo, estoy con ustedes en un rato.
— Te amo
Ethan guardó el teléfono dentro de su saco y vio a los hombres que estaban en la reunión.
Había interrumpido la reunión para contestar la llamada de Diana.
Si esos chinos no querían hacer negocios con ellos después de haber interrumpido para contestar la llamada, pues, se podían ir a la mismísima mierda, su familia estaba primero, y si su mujer lo estaba llamando, pues no importaba lo que estuviese haciendo, le contestaría. Él no sabía si podía ser una emergencia como un antojo, por ejemplo, o si solamente quería escucharlo decirle que la amaba para poder dormir tranquila la siesta.
—Bien señores, esas son las condiciones del contrato lo toman o lo dejan.
— Está bien, firmaremos es contrato con ustedes.
—Muy buena decisión señor Chang. Mi secretaria les dará el contrato que firmaran y mi hermano se encargará de hacerles llegar lo necesario para empezar a producir.
Era un contrato multimillonario el que estaban cerrando y lo mejor de todo era que solo viajaría a china un par de veces al año solamente.
Con el embarazo de Diana no querían ausentarse por mucho tiempo.
...
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