Ethan estaba que echaba humo por las orejas, estaba rojo de la rabia que sentía, él era un hombre realmente pacífico eso de alterarse no era lo suyo, eso se lo dejaba a Zack.

Esa mujer era loca o ¿Qué? ¿Cómo se le ocurría aparecer en la empresa D'angelo sin siquiera avisar?

Ethan la empujó contra la pared lastimando el brazo de esa mujer, realmente estaba sacando lo peor de él, y sentía que no se estaba reconociendo, con todo lo que estaba  haciendo, el no era violento y menos con las mujeres.

Zoraida estaba cagada miedo, nunca había visto a Ethan de esa manera ni cuando eran novios y tuvo momentos de celos se puso de esa manera, y eso le confirmaba que estaba realmente enamorado.

Por eso a pesar de sus miedos a como podía reaccionar Zack se dirigió a la empresa. Siempre pensó que Zack podía explotar, pero nunca pensó que fuera Ethan el que explotara.

—Me estás lastimando.

—Me importa una mierda si te lastimo o no ¿Por qué tienes que estar nombrando a mi mujer?

No iba a negar que sentía un poco de celos de Diana, él estaba muy posesivo con ella cosa que nunca fue así cuando estuvieron juntos.

—Ella está en peligro.

Ethan la arrastró a un sofá de cuero que estaba cerca, parecía una muñeca de trapo siendo zarandeada de un lado a otro.

— Habla antes de que llame a la policía — le dijo Zack conteniendo su ira lo más que podía

— hace un par de semanas una mujer llegó a mi casa queriendo hacer un trato conmigo, me dijo  que la ayude a eliminar a Diana si no quería que mi hijo corriera con la misma suerte que le toca a Diana  —hace una pausa y soba su brazo enrojecido— yo le hice creer que estaba a su favor, pero no es así, yo realmente estoy muy arrepentida de todo el daño que les hice, y no merezco su perdón, pero de verdad quería hablar con ustedes.

Los hermanos D'angelo estaban atentos escuchando lo que ella tenía que decirles, una parte de ellos no quería creerle porque, si ya había hecho daño en el pasado ¿Qué se  lo impedía hacer ahora? Pero aun así los hermanos D'angelo se compartieron una mirada dando a entender que le estaban dando el sentido de la duda.

—¿Qué mujer es esa? — pregunto Zack.

—Se llama Alicia.

Y eso, basto y sobró para que saliera como una catapulta a su oficina para llamar a su agente, Brayan, era el mejor hombre que tenía en el área de seguridad y tecnología, era todo un crack  en su trabajo.

—Señor ¿En qué lo puedo ayudar?— fue lo único que dijo cuando atendió la llamada entrante de Zack.

—Necesito que rastrees a mi mujer y me des toda la información posible, desde el momento que se levanta hasta la hora que se acuesta, quiero todo.

—Sí, señor, cuente con ellos.

Y sin más Zack colgó la llamada y quitó el saco que tenía, y enrollo sus mangas hasta los codos dejando a la vista sus tatuajes, en la empresa nadie se los había visto, pues siempre vestía de traje, aunque realmente no le importaba la opinión de los demás él era el jefe, por lo tanto, le valía un pepino lo que opinaran.

Fue al bar de su oficina y se sirvió un vaso de whisky  y lo bebió de un solo trago, respiro profundo y salió a saber más de lo que tenía que decir Zoraida,

Al llegar a ellos se dio cuánta de la cara descompuesta de ella, realmente se veía afectada por todo.

Ella le explicó a Zack que el hijo que le quería hacer creer que era de él no lo era, realmente era de su esposo, lo amaba y no quería hacerle daño ella le había contado todo a su esposo de como estaban ocurriendo las cosas, ya que la mente maestra de todo lo que ella estaba haciendo era a causa de su madre. Una mujer que solo le importaba el dinero y nada más.

—¿Dylan sabe que estás aquí?— Pregunto Ethan

—No, él piensa que estoy en casa, está situación me tiene de los nervios, hace unos días le dije a Alicia que no iba a matar a nadie solo porque ella estuviera obsesionada y se molestó de una manera tal que no me ha hablado y no sé dónde pueda estar y tengo miedo de lo que pueda hacer.

—Puedes irte tranquila, de nuestra mujer nos encargamos nosotros, mi chófer te llevará a tu casa.

...

Eran las cinco de la tarde y los hermanos D'angelo estaban en la oficina de Diana planeando como hacer para estar cerca de ella.

No podían dejar que se saliera con la suya está vez.

Tampoco iban a contar con la policía, no quería que nadie supiera de lo sucedido y tampoco que llegara a los medios.

El sonido del teléfono de Ethan  y Zack sonaron en su bolsillo, era un correo con unas fotos adjuntas, unas que Zack sabía eran mentiras, o por lo menos viejas, el correo decía

"No es una santa como creían, los está engañando"

Atentamente, la mujer que si se merecen
                                                               Alicia.

—¿Pero qué es esto? —dijo Ethan con los ojos como platos al ver esas imágenes de su reina abrazada y besando a Gael, el hombre que la había secuestrado.

Y es que Alicia Les había mandado a ambos dichas fotos, pero había un detalle que Alicia no sabía.

—Relájate, esas fotos son viejas.

—¿tu cómo sabes?

—¿Alguna vez te preguntaste que paso con ese imbécil después de lo que le hizo a Diana?

— De hecho no, realmente confié en que resolverías eso.

—Exacto, lo resolví a la vieja escuela.— le dijo mientras le mandaba un mensaje a Brayan pidiendo un informe del día.

—¿Qué le hiciste?— Ethan estaba intrigado, Zack tenía años que no descargaba su ira, trataba de controlarse, pero sabía que antes,  cuando tenía que bajar toda esa tensión, las peleas era lo único que lo calmaba, y ya se podía hacer una idea de cómo habrá quedado ese pobre hombre que cayó en las manos de su hermano.

—Lo maté— soltó sin más como si le estuviera diciendo la hora.

...