Único.
Bueeeee. La verdad, he visto mucho cuando buscada fanfic de Omega que siempre era la misma trama "Koga le pregunta a Saori quienes son sus padres, y esta le dice que Seiya y Ikki" Y ya, la verdad no me gusta, y tengo muchos problemas con eso, empezando con el hecho que para esa trama funcione, Koga debería preguntar eso desde que tiene uno uso de razón, no luego de madrearse a Saturno. En fin, escribiendo se me ocurrió esto, que no continuare, lo dejare así y en final abierto, este tipo de trama donde hay pelea de nuevas generaciones, no son lo mío.
////////////////////////////////
Nicolás, Koga y Aria, los 3 hermanos hijos de Seiya de Sagitario y Ikki de Leo, separados los unos de los otros y entregados cada uno a una persona diferente, las peleas contra los dioses han llegado a mucho. Ambos estaban perdidos tras la batalla donde ninguno de los hermanos estada consiente de algo de ellos. Mientras sus padres, y sus tíos estaban peleando por el santuario de la diosa Athena, en la batalla contra el dios de la guerra.
Nicolás era el mayor de los 3, con 19 años, viviendo con Argaios quien a petición de sus padres se convirtió en su tutor mientras esta pelea se librada.
Koga y Aria eran gemelos, aunque más diferentes no podían ser, ambos de 14, mientras Koga se quedo con Miho, amiga de la infancia de Seiya, Aria se quedo con la líber de las Saintias; Shoko.
Cada uno quedo con un recuerdo, pero los 2 gemelos no estaban consientes de quienes eran sus padres o sobre la existencia de sus hermanos. Solo esperando, sabiendo que algo les esperada. De los 3, Koga era quien sin duda más curiosidad tenía de salir, de ver quiénes eran sus padres, de verlos. Estada seguro que estaban vivos, el cristal que tenia colgando del cuello, cada que lo veía, sabía que lo esperaban, era una señal que sentía y se negada a creerla falsa o solo un delirio de su mente.
- Koga...
- Miho. - El menor se volteo, apartando su vista de la ventada de su cuerpo hacia la mujer que considera su tía, apretando con fuerza el cristal en su mano, aun con eso, la luz de la luna llena que se filtrada en el cuerpo, era reflejada por este, directo a su rostro.
- ¿Sigues pensando en eso? - El menor no dijo nada hasta que la mujer no quedo frente de él. Sonriendo apagadamente al tenerla cara a cara, donde esta lo abrazado.
- No puedo dejar de hacerlo. Estoy seguro que ello está vivo. Y; también estoy seguro que sabes algo. - Esto último lo susurro.
- No puedo negártelo. Pero tengo una promesa.
- Miho dime, siempre que te lo pregunto nunca me lo dices ¿Mis padres eran personas peligrosas o algo de ese tipo? ¿Mafia o algo? Yo de verdad estoy agradecido contigo, más solo quiero saber sobre eso.
- Entiendo. Tal vez algún te lo diré. Pero por ahora, te puedo decir que el cristal que tienes, esta una respuesta.
- ¿Eso te lo inventaste? - Estada seguro de que si.
- No. - Sonrió, dejando al chico solo. En poco tiempo ya estada en su cama buscando el sueño, pero sin apartar la vista del cristal, cuya luz resplandecía entre sus dedos aun en esa oscuridad.
- Padre... Madre... - Siempre lo quiso saber, siempre lo querrá saber. Se hacía muchas imágenes mentales de eso. Sabia por boca y mano de Miho que no lo abandonaron, que fue cosas de terceros, pero eso solo lo hacía preguntarte, ¿Por qué dejar a su hijo con una mujer en medio de una de los pueblos más pequeños de Italia?
Ya hubiera podido llenar por lo menos 2 libros con todas sus teorías desde la pequeña hasta la más extravagante y loca.
Cuando se quedo dormido la imagen de un hermoso Pegaso lo acompaño. Junto al brillo del cristal donde la armadura de Pegaso perteneciente al uno de los padre de Koga lo esperada, sellada en esa piedra preciosa esperando el momento de que su cosmos la libere de su presión.
Detrás de la puerta Miho no pudo evitar mirarlo, sabiendo que podría significar lo que ya venía esperando.
////
- Aria. - El collar de esta joven niña, cuya piel y cuerpo parecían hecho de la más fina porcelana brillada, aunque esta no lo entendía, para la líber de las Saintias, esa señal significada que sus hermanos estaban despertando su voluntad.
Nicolás para este punto ya debía de poseer su Armadura de plata, mientas Koga aun estada alejado de eso. Shoko no encontrada forma de decirle a Aria ese secreto, aunque esta le sonreía sin llegar a preocuparse de a mucho, esta estada inconscientemente similar a su hermano.
Estada agradecida con Shoko, y feliz de que ella sea su tutora, pero la curiosidad mato al gato, y ella estada a punto de caer.
- ¿Pasa algo?
- No es nada. ¿Te gustaría comer algo?
- Estoy bien, le agradezco.
Justo eso pasada y un pequeño mensaje en forma de correo le llego a la Saintia.
"Tal vez es hora de decirles la verdad, ya están lo suficientemente grandes para saberlo y entender lo referente a los dioses y sus padres, para enfrentarse a esto. El crista de Koga brilla cada vez más fuerte, se que la armadura será liberada pronto, ya le envié el mensaje a Argaios"
La Saintia se quedo pensando, mirando de mas ese mensaje y luego a Aria, sobre analizando la situación, tal vez tenía razón, pero era un riesgo que los podía en peligro. Una opción que dejo pensado mucho a la chica de cabello rojo.
/////
De parte de Argaios solo quería contener al chico al cual le toco cuidar, sabia como iba a reaccionar al enterarse de esto, ya que aunque no lo digiera, lo conocía y sabia que de verdad se ha preocupado por sus hermanos.
Esto lo alegraría en gran medida. A lo lejos lo podía ver sentado en un árbol conversando con cierta persona de cabellos rubios al cual Nicolás apreciada, arreglando las vendas de sus brazos donde aun tenía algunas heridas por el entrenamiento, al igual que Koga el tenia un cristal donde su armadura estada sellada, y parecía a punto de romperse.
- Creo que lo mejor es si hacerlo. - Susurro para sí mismo, nadie más que ellos, sus tíos y sus padres, sabia de la existencia de los 3, por eso han estado tranquilos, solo esperando. - Ya es el momento, si se lo decimos ellos querrán saber de sus padres, pero eso los llevaría a los 3 cara a cara con el peligro referente al santuario. Como sus armaduras están despertando, lo mejor es prepararlos. - Fue lo que envió, manteniendo su semblante neutral. Dirigiendo su mirada otra vez al chico fuera. - Nicolás. - Busco acercarse a él para decirle lo que pasaría, de los 3 él era el único que tuvo la edad suficiente y estuvo consiente de todo lo que paso, sus recuerdos de sus hermanos eran vagos. Esperada no emocionarlo mucho.
- ¿Qué pasa? - Se levanto, mirando fijamente al hombre pelirrojo.
- ¿Recuerdas lo que paso al momento de tus padres dejarte a mi cargo? Lamento haberte tenido que separar de tus hermanos y no decirte sobre ellos, pero, eso cambiara.
- ¿Perdón? ¿A qué te refieres?
- Tus hermanos vendrán aquí. A partir de ahora estarán juntos. - Era muy difícil describir la expresión en la que quedo el chico de cabellos azules, estada más que nada feliz de hecho, lleno de una inmensa felicidad.
///////
Tanto para Koga como para Aria ese repentino viaje fue algo que los tomo por imprevistos, pero aceptaron sin mayores problemas. Pero verse frente a frente, fue algo raro luego de esas horas de viaje, era curioso, pero siempre estuvieron cerca pero separados, un pequeño plan de parte de Argaios, más que nada por Nicolás, no sabría donde están sus hermanos pero la distancia no sería tanta, facilitándoles a los 3 tutores estar conectados y reunirse en caso de cierta cosa.
- Un gusto, soy Aria.
- Lo mismo, soy Koga. ¿Vives aquí verdad?
- No, mi tutora me trajo, dijo que debía hacer algo importante.
- ¿Uhm? Me pasó lo mismo, me dijeron que esto sería importante para mí... Es raro... Me pregunto donde fue Miho...
- Entiendo, debería preguntarle a Shoko también.
Desde un lado de ellos, el hermano mayor los mirada de forma detenida, caminando a paso lento y acercándose a ellos hasta tenerlo frente, donde apenas si podía de verdad decir palabras de lo atónito que estada.
- Koga... Aria... ¿Me recuerdan? Soy su hermano; Nicolás.
- ¿Hermano?
- Nosotros... - Ambos se miran confundidos ante sus palabras, era mucho en poco tiempo, sabia sus nombres y asegurada ser su hermano. Haciendo un clip en su mente al momento de recordar lo que sus tutoras les dijeron; Esto puede ser importante para ellos.
- ¿De verdad lo eres?
- Si Aría lo soy, es difícil de explicar, pero nuestros padres están en un problema, por eso nos separaron. Los extrañe de verdad.
- Pero... ¿Qué paso con nuestros padres?
- Es una larga historia que mejor que Argaios les cuente. Es muy difícil de creer.
- Lo que dice es verdad. - En nombrado se acerco junto a ambas chicas, lo que llamo la atención de los 2 menores, fue que la armadura que portada la mujer de cabellos rojos. - Vengan, les explicaremos todo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro