En una ciudad llamada Nueva York, en una lujosa mansión, un niño estaba por pedirle a su padre algo que anhelaba con el alma.

Papi! Quiero a los Paw Patrol, quiero a esos cachorros - Dijo el niño llamado Nicolás

No puedo darte eso, hijo, ¿Qué te parece una nueva bicicleta o un nuevo videojuego? - Dijo el papá llamado Manuel

No! Yo quiero a los Paw Patrol! Los quiero! Los quiero! Los quiero! - Dijo Nicolás

Está bien, veré que puedo hacer pero no te prometo nada - Dijo Manuel

Manuel se contacta con su hermano, Eduardo quien conoce a unos hombres que pueden ir a Bahía Aventura y secuestrar a los cachorros y les ofrece una gran suma de dinero por los cachorros.

Una vez que se enteran del plan, los amigos del hermano de Manuel se dirigen a Bahía Aventura por los cachorros.

Camino a Bahía Aventura, planean como secuestrar a los cachorros sin que nadie se dé cuenta.

Manuel les dijo que los cachorros tienen placas con localizadores y tienen que quitarles las placas para evitar que los cachorros sean rastreados y Ryder pueda encontrarlos.

En una maleta tienen todo listo y están seguros de que lograrán secuestrar a los cachorros sin dejar rastro alguno.