Capítulo 7 Lacus ¿mi novio?
Mika.
Me separé de Guren y le di una falsa sonrisa, odiaba estar junto a este hombre pero si me ayuda con lo de Krul lo soportaré todo lo que pueda. Observé a Shinya y ví que no le apartaba la mirada a Guren, lo mira como yo miró a Yuu. Si esto sigue lo ayudaré para que se quede con él y así lograr alejarlo de Krul y poder estar al lado de mi Yuu-chan.
Me levanté de mi asiento e hice una reverencia.
-¿Puedo retirame ya a mi salón?
- Por supuesto Mika-kun pero antes...- Shinya sacó del cajón que tenía a la derecha de su escritorio una hoja y un bolígrafo donde comenzó a escribir. - Le entregas esto a tu profesor para que te dejé entrar.
-Gracias.
Al terminar de escribir lo tomé del escritorio y salí corriendo para dejarlos solos a esos dos. Al entrar al salón todo mundo me volteo a ver como si fuera algo fuera de lo común, me acerqué a la pizarra y le entregué el recado al profesor el papel donde venía la razón por la cual llegué tarde. Me ordenó sentarme. Me senté en mi asiento y muy rápido sentí la mirada de Yuu pidiendo que le dijera todo, le hice una seña de que más tarde le explicaba y volví mi vista hacia donde se encontraba el profesor.
En la hora del almuerzo fui directo con Lacus y Rene para contarles de todo lo que ha sucedido cuando me dejan solo y nos fuimos a comer juntos en la cafetería.
- ¿Qué crees que te diga Krul? - Me pregunto el pelimorado.
- Nose pero hoy le tengó que contar todo así como se lo contaron a Guren y ya saben que me va a matar porque él lo supo primero.
- Bueno ¿de qué color quieres las flores para tu funeral?
- Mmm... blancas estaría bien. - Ví como Lacus señalaba a alguien detrás de mi.
Me giré para ver quien era y lo que me encontré fue a un azabache enojado contra un pobre y sensual rubio.
Me llegó por detrás y me arrastró hacia el jardín trasero. Me aventó hacia el suelo, se movía de un lado hacia el otro y de vez en cuando se detenía para verme.
- ¿Por qué Mika?
- ¿Qué por que soy tan guapo?... mmm... porque a mi si me hicieron con amor y a a Yuu-chan no... bueno no te preocupes yo así te amo y al parecer Yoichi también.
- Idiota eso no... que ¿por qué no me haz contado nada pero a esos tipos ya les dijistes todo?
- ¿Celoso? - Yuu-chan se puso todo rojo y se fue de ahí dejandome en el suelo.
Me levanté y me sacudí la ropa, caminé hacia la cafetería para tratar de terminar mi comida para timbraron a medio camino. Caminé al salón pensando en que aún no terminara el día para no enfrentarme a Krul todavía.
El timbre de la salida sonó, agarre mis cosas y las guardé en mi mochila sin cuidado para irme corriendo al salón de Lacus y Rene. Al llegar suspire de alivio porque apenas estaban saliendo, me acerque a ellos a saludarlos y me fui caminando con ellos a la casa de Rene.
Sentí que alguien nos seguía, cuando volteaba no veía a nadie y seguía caminando. Al llegar a su casa recibí una llamada de Yuu-chan, decidí ignorarla y entré a la casa de mi amigo. Ahí pase toda la tarde distrayéndome de lo que va a pasar hoy tal vez en la noche.
En el reloj dieron las seis de la tarde así que decidí irme a la casa y afrontar la realidad. Camine por toda la ciudad pensando en lo que le iba a decir pero nada me convencía.
Al estar frente a la casa decidí observarla, es hermosa pero yo no puedo vivir en esta locura que se han creado estos dos.
Entré a la casa. Al entrar arrojé la mochila a un lado y me quité los zapatos, ya no hay vuelta atrás.
Fui directamente a la cocina y Krul estaba ahí preparando la cena, tenía miedo con tan solo verla. Me regalo una sonrisa muy cálida y decidí que ese era el momento.
- ¿Puedo hablar contigo?
- Pero si ya lo estas haciendo.- Bajé mi vista y me senté en la silla alejado de ella.
Sentí su mirada, se cerco a mi y se sentó a mi lado.
-¿Qué te pasa Mika?
- Quería hablar contigo sobre algo.
- Ok... pero voltea a verme.- Levante mi rostro y la ví a la cara.
- Mamá... y-yo... soy... Gay.- Ví como su rostro se iluminaba.
Me tomó de las manos para acercarme a ella y abrazarme.
- Lo sabía. - Me separé de ella y la observe detenidamente.
- ¿Qué?
- Mika dime ¿Por qué de la nada dejaste de ser un mujeriego, otra vez volviste a serlo y luego otra vez de la nada vuelves a dejarlo?
- Mmm... ¿magia?
- No eso es amor... pero bueno dime ¿cómo se llama?- Piensa Mikaela piensa.
- Lacus...- Dije el primer nombre que se me vino a la mente.
Observé un movimiento detrás de Krul y ví que era Yuu quien se fue corriendo a las escaleras tal vez llorando.
- ¿Y cuándo lo vas a invitar a cenar?
- No se deja le preguntó.
- Está bien.
Me levanté de mi asiento y me fui corriendo a mi cuarto a contarle todo a Lacus para ver si me ayuda en este problema en que nos metí.
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Perdón por las faltas de ortografía.
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