Yuuichirou.
Ya han pasado dos meses. En el primer mes fue las consecuencias de lo que trajó ese día que hablamos. Él a vuelto a lo que era antes. Otra vez se volvió un mujeriego. Después de que se fuera de mi casa ya no volvió a la suya hasta dos días después. Según lo que me contó Krul, llegó con aliento a alcohol y con la ropa arrugada. Ya no se que pensar de lo que fue o pudo ser de lo nuestro, pensé que todavía se podía arreglar todo pero teniendo a Mika comportándose de esa manera hace que pierda mis esperanzas.
Ya no lloré pues yo mismo me regañaba diciéndome que esto era innecesario y además parecía que yo era la novia de la relación.
Al segundo mes todo fue peor. Krul y Guren se casaron pero sufrían al ver a Mika comportándose de esa manera. Ese mismo mes nos cambiamos de casa para vivir todos juntos y adivinen quien tiene su cuarto al lado de la persona que ama. Si, tristemente ese soy yo. Cuando Guren y Krul están dormidos, Mika llega siempre con una tipa diferente y lo hace con ella toda la noche. Nunca puedo dormir por los ruidos que hacen las tipas y por las suplicas que le hacen a Mika.
En una noche cuando Mika estaba en lo suyo, lo escuche gritar mi nombre mientras se corría. Lloré esa noche. Solo recuerdo a la tipa gritarle por llamarla por otro nombre y a Krul regañándolo por hacer esas cosas en la casa. Él solo le azotó la puerta en la cara, ese día Guren fue el que más sufrió de todos.
Hoy en día me la paso en mi cuarto solo escuchando música triste de desamor.
Mika.
Yuu. Yuu. Yuu. Mi mente solo hace que piense en él todo el tiempo. Es difícil tener a la persona que amas tan cercas pero a la vez muy lejos. Para no verlo me voy de la casa todo el día y llego en las noches pero acompañado. Siempre son las mismas características con las tipas que me acuesto. Cabello negro y ojos verdes pero ningunos son como los de él.
El último día que le dije a la tipa Yuu-chan, lo escuche llorar. Se me partió el corazón en miles de pedazos pero que mas podía hacer si todo el daño ya estaba hecho.
A la noche después de eso llegue a la casa y escuché en la cocina el llanto de Krul. Ya no era la misma mamá animada y gritona de siempre si no la madre que está decepcionada de su hijo. Decidí ignorarla y subí a mi cuarto pero para llegar a él tenía que pasar por el de Yuu. Me paré en frente de su puerta y decidí entrar a verlo un momento, pero lo que me encontré fue a un Yuu-chan delgado y con unas ojeras enormes. Me pasé. Me senté a su lado a acariciarle el cabello y lloré en silencio.
Yuuichirou.
Sentí que alguien se sentó a mi lado, acariciaba mi cabello y lloraba. Abrí mis ojos y lo ví. Esos ojos zafiros que tanto amaba ya no tenían el mismo toque de luz que veía mientras estuvieron a mi lado.
Me senté y rápidamente se separó de mi. Se iba a levantar pero lo detuve antes de que se fuera otra vez.
- Lo siento si te desperté... hermanito.
- No tienes porque ser así Mika.
- Es que no se como comportarme a tu lado ahora.
- Solo sé como antes eras conmigo... así me... lastimas. - Lo último lo susurré, no quería mostrarle lo mal que lo estaba pasando.
- No puedo hacerlo Yuu porque cuando te veo quiero abrazarte y besarte como antes como si nada de esto estuviera pasando pero está sucediendo y no puedo hacerlo... hermanito.
- ¿Y tú crees que yo no me siento así?... Mika yo aún te amo y aunque nos hayamos convertido en hermanastros porque no somos hermanos como tu dices se me va a olvidar todo lo que pasamos juntos como si nada.
- Lo se pero no puedo hacerte nada de lo que yo quisiera.
- ¿Y quién dijo que no?
Ví sus ojos brillar y sentí como sus labios se posaban sobre los míos. Era un beso tierno, aquel en donde le dices a esa persona especial cuanta falta te hace. Nos separamos por la falta de aire.
- Quedaté a dormir hoy conmigo Mika-kun.
- Está bien Yuu-chan.
Levanté la sabana y le di unas palmaditas al colchón para que se acostará. Se quitó los tenis que traía puestos y el pantalón. Me sonroje por lo último que hizo.
- M-mika y-yo creó que m-mejor t-te dejes l-los pantalones.
- Yo duermo desnudo Yuu-chan pero pensé que sería incómodo. - Me sonroje hasta llegar al punto de parecerme un tomate solo por imaginarme a Mika de esa manera.
Me giré hacia el otro lado para no ver el bulto que se le veía a Mika. Sentí como se hundía la cama a mi lado y sentí el calor que irradiaba su cuerpo. Me abrazó por la espalda y me beso la cabeza.
- No creas que no te ví mientras me mirabas ahí... Yuu-chan goloso. - Reía. Era la cosa mas hermosa que pudieras escuchar, nada se comparaba a su hermosa risa más sí yo era quien la provocaba a pesar de todo lo sucedido últimamente.
Me iba quedando dormido hasta que vino una idea a mi mente.
- ¿Mika?
- ¿Sí Yuu-chan?
- ¿Qué tal si tu y yo somos novios a escondidas pero con una condición?
- Dime cual sería esa condición.
- Que vuelvas a hacer el mismo Mika que eras antes de que todo esto sucediera.
- Y-yo... - Antes de que contestará, me giré y lo besé. - Veo que alguien no está jugando limpio.
- Entonces ¿que dices?
- Aceptó hermanito... seamos novios a escondidas.

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Esperó y les esté gustando mucho. Lo siento por la tardanza pero se me descompuso la tablet y ahí ya la tenía adelantado y pues tuve que volver a escribir todo. Gracias por todo.
Perdón por las faltas de ortografía.
P.d. Me siento Onodera por tantos perdón aunque solo fueron dos.
:p