Guren.
Necesito olvidar esto, no es posible, mi hijo... no.
— Ve por él y disculpate.
— No... él no puede ser un marica... no como tu hij...— Cuando reaccioné Krul ya me había golpeado en la mejilla.
— A Mika no lo metas, él no tiene la culpa y tampoco la tiene Yuu.
Cuando intenté regresarle el golpe Mika me detuvo, me agarró del antebrazo y me golpeó en la nariz. Veía mi sangre salir de poco a poco.
— A Krul no la tocas.
Me aleje para recuperar mi brazo y me fui al automóvil, adentro comencé a golpear todo lo que había a mi alrededor. Encendí el auto y me fui al bar que siempre frecuento con mi amigo Shinya, espero y este ahí para que me ayude a resolver todo esto.
Al entrar lo ví sentado en la barra a un lado de un hombre, sentí mi coraje salir y más al ver que se le estaba acercando.
Caminé y cuando llegué a su lado escuché como le decía: "Es para que lo trates de olvidar ¿si?". Mi ira incrementó, alejé a Shinya de su lado y lo miré mal.
— Lo siento, él está conmigo.
Shinya me regaló una sonrisa juguetona y se puso a mi lado, me abrazo por el cuello.
— Lo vez, te dije que iba a venir.

En una mesa lejos de el mundo, nos encontrábamos bebiendo mientras le platicaba todo lo que pasó en la comida con "mi familia".
— Que malo eres hombre.
— ¿Ha?
— Tratar así a tu hijo como si fuera lo peor del mundo.
— Pero lo es... lo que él es...— Negué con la cabeza y le di otro sorbo a mi tequila.— Lo peor del mundo.
La cara de Shinya me demostraba decepción y tristeza.
— No lo es y si quieres te lo puedo demostrar.
— No gracias... yo no quiero saber sobre eso.
Me tomé un ultimo trago y me levanté de la silla para irme a casa pero al hacerlo, sentí como si todo diera vueltas.
— Te lo dije por las buenas.
Y mi mundo se volvió negro.

Shinya.
Al tenerlo así frente a frente, siento mi corazón latir desenfrenada mente y no piense con claridad.
Él está frente a mi, desnudo y dispuesto solo para mi. Se que me voy a arrepentir y ya no va a querer volverme a hablar pero valdrá la pena.
Al ver su entrepierna sentí como el mio comenzaba a palpitar, me bajé los pantalones junto con los bóxer, sujete con una mano mi miembro, comencé a subirla y bajarla para darme placer a mi mismo.
El sudor corría por mi frente y sentía como mis piernas flaqueaban.
Ves Guren como me tienes.
Cuando sentía que iba llegar al clímax, paré.
Me quité en resto de la ropa, me coloque encima de Guren y rosé mi miembro con el suyo.
No aguantó más.
Acomode su miembro en mi entrada, poco a poquito la comencé a meter hasta que sentí que llego al fondo.
Me sujete de su formado abdomen y comencé a moverme de arriba a abajo embistiendome yo solo con su gran masculinidad.
Cerré mis ojos mientras sentía un gran placer y los abrí al sentir unas grandes manos sujetarme de la cadera.
Debí haberlo amarrado a la cama.
Sus manos son cálidas al contacto, no se ni como ni cuando pero él ya estaba arriba de mi con una pierna mía arriba de su hombro.
— ¿Desde cuándo tienes que no lo haces con tu esposa?
Me embistió mas rápido haciendo que gimiera más fuerte de lo normal.
— No menciones a esa perra.
Me sentía feliz al escuchar sus palabras, es lo que siempre voy a conseguir próximamente, él la va a dejar y yo seré su esposo, cueste lo que cueste.
— Guren m-me v-veng-gooo.
Me corrí en su pecho y él en mi interior, soy la persona más feliz del mundo, se acercó a mi y me beso.
Sentía su lengua entrar en mi cavidad bucal tan salvaje mente como si reclamará algo que es suyo, yo soy suyo.
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No se si les gusté, si no les gusta lo voy a borrar y continuaré con la historia y si les gustó, espero y lo disfruten.
Perdón por las faltas de ortografía.