Mientras estaban en clases, Oliver se sentía abrumado por todo lo de aquella mañana, sin embargo, un acontecimiento ocurrió, la profesora Dominica, presentaba a un nuevo estudiante que  ingresaba al aula, su nombre era Kevyn Josh, quién ocupó el pupitre junto a Oliver Baker.

Detrás de ellos se encontraban sentados Maximilian Evanson, Donna Bailey; a un costado de aquella fila, estaban Daphne Allen y Noah Baker, por último y en compañía solitaria encontrábamos a Jayden Abrahams, el cual murmuraba desde el fondo con su mejor amigo y su novia del chico nuevo que se sentó junto a Oliver, pudiendo ocupar otros asientos prácticamente más espaciosos y vacíos.

—Espero podamos ser buenos amigos.—pronunció Kevyn a media sonrisa.

—Bienvenido a American School.—Oliver extendió su mano en un gentil saludo.

—Espero Por aquí las cosas sean interesantes.—exclamó Kevyn con un toque misterioso.

Kevyn venía de una escuela estrictamente religiosa, conservadora y repleta de restricciones, pero luego de una gran platica entre discusiones, pudo convencer a sus padres de que lo trasladarán a una institución privada pero que fuera de educación laica, así, término llegando a American School.  Era un chico muy peculiar..., Luego de clases, el grupo de amigos, tanto los de Oliver y Noah, se ponían de acuerdo para organizar una de sus tantas reuniones nocturnas para beber alcohol y fumar marihuana.

—¿Qué organizan?—formulaba Kevyn queriendo integrarse al tema de conversación.

—Bienvenido.—fueron diciendo cada uno de los estudiante saludando a Kevyn Josh.

—Organizamos una fiesta en casa de Oliver.—explicó Donna Bailey.

—¿Eso es cierto?—preguntó kevyn girando su vista hacia Oliver.

—Bueno, si.—Oliver asintió con algo de timidez.

—Estás invitado, si gustas asistir.—comentó Noah.

—Claro que iré, más si es en casa de Oliver.—dijo Kevyn a media sonrisa, mientras se retiraba del sitio.

—Te vemos a las 7pm.—bociferó Donna elevando la voz para que el chico lo tuviera en cuenta.

—Gracias linda.—sentenció el mismo volteando hacia atrás antes de continuar el camino.

—¿Todos escucharon lo que acabó de decir?—pronunciaba Maximilian burlesco.

—Ya cállate.—Oliver lo golpeó en uno de sus brazos.

—¿Entonces será nos vemos a la misma hora de siempre?—comentó Daphne Allen, novia de Noah.

—Así es cariño.—afirmó Noah rodeadola con su brazo, mientras ella recostaba la cabeza en el hombro del chico.

—Estaré allí pasadas las 7pm, antes iré al supermercado por algunos aperitivos.—explicó Jayden Abrahams.

—Muy bien, allí nos vemos.—finalizó Oliver quién se retiraba del sitio junto a Noah y su novia Daphne.

Durante el resto del viaje regreso a casa, Oliver se colocó los audífonos en sus oídos mientras se emitía una música motivacional, el odiaba sentirse mal, que era la mayor parte del tiempo, en el cual se sentía de ese modo. Una vez llegaron a la residencia Baker. Sus padres, Samantha y Francis, así como habían llegado a casa, se cambiaron de vestimenta, para irse a una junta muy importante en torno a la compañía donde trabajaban.

—Cuídense amores, les dejé dinero para que pidan delivery.—pronunció Samantha desde la puerta de salida a la casa, junto a su esposo.

—Hasta luego muchachos.—se despidió también Francis.

Oliver estaba en su habitación recostado contemplando la nada misma cuando, desde la puerta de su habitación vio pasar a Noah con una toalla que envolvía su pelvis, por un día había sido demasiado para el joven Oliver, así que se levantó a cerrar la misma cuando Noah volvía de regreso por el pasillo, ahora cambiado con ropa...

—Recuerda que faltan dos horas para el encuentro, deberías alistarte.—comentó Noah a media sonrisa.

—Ah eso voy.—dijo Oliver, cerrando la puerta detrás suyo; ahora debía ver que ponerse.

Mientras el joven terminaba de preparar su atuendo para la reunión de amigos, fue hacia el baño para tomar una ducha de agua fría, ya que ese día había echo mucho calor, Oliver pensaba en que debía evadir a su hermanastro, evitar alguna extraña sensación nuevamente. Pero llegó la hora del encuentro, primero llegó Maximilian, luego Donna, más tarde Daphne quién se tiró en los brazos de Noah en cuanto abrió el pórtico, detrás ingresó Kevyn dando sus cordiales saludos y finalmente se perdió  el conteo de los allegados.

Para cuando menos lo esperaron la fiesta estaba en su momento de esplendor en la casa de los Beker, la cual se encontraba repleta de adolescentes, música electrónica a todo volumen, alcohol por doquier, hiervas, pastillas y demás, circulaban por los vasos de los jóvenes con sus niveles sexuales puestos al máximo. Un juego de verdad o reto empezó a elevar aún más el interés en la fiesta, tocó el turno del chico nuevo...

—Verdad o reto, Kevyn—preguntó Donna.

—¡Reto!—espetó el joven valerosamente.

—Muy bien.—dijo Donna volviendo a hablar.—Debes besar a Noah Beker.

—Espera, ¿Qué?—preguntaba Kevyn  asombrado.

—Pues sí otra no queda...—dijo Noah quién era muy abierto a las relaciones aunque pareciera ser el típico chico hetero.

Kevyn se acercó a el, tomándolo por la nuca le dio un apasionado beso con lengua, fue la primera vez que Noah Beker no tuvo un sentimiento tan fuerte por alguien, solamente hace un tiempo atrás por simple curiosidad había besado a un chico que luego se cambió de instituto por el trabajo de su padres en bienes raíces. 

Sin embargo era la misma sensación de electricidad que recorría por sus labios y todo su cuerpo, como si su alrededor se hubiera desvanecido por completo, el beso parecía eterno, pero fue cuestión de segundos, era  algo que con Daphne antes nunca había sentido.

Todos ovacionaron y aplaudieron la situación, aunque hubo a alguien que no le agradó para nada, a Daphne, quién para cuando Noah quiso buscar en la multitud, ya se encontraba a varias cuadras del lugar.

—Oliver, sigues tu.—emitió Maximilian.

—¿Yo?—decía interrogante el joven casi al punto de escupir el refresco que estaba bebiendo y le fue interrumpido por la interpelación.

—Verdad o reto...—volvió a dirigirle la palabra Maximilian.

—¡Verdad!—exclamó Oliver bajó la presión de las miradas a su alrededor.

—¿Cuál es tu mayor temor en esta vida?

—Posiblemente sea tener una larga vida en soledad, creo que ese es mi mayor temor, quedar sin a quién acudir cuando lo necesite, un amigo o mi familia.—expresó de manera profunda Oliver, que estaba un poco melancólico por el alcohol que traía consigo encima.

—Bueno, es algo profundo...—expresó Maximilian al notar un tenso hilo de silencio absoluto que solo era cortado por el sonido de la música de fondo.

Aquella noche continuó en estasis y algunos sucesos extras sucedieron que cambiaron el rumbo del camino que traían estos jóvenes amigos. La resaca dejaría a la luz la lujuriosa noche y los acontecimientos serían expuestos a la vista de los mismos.  

CONTINUARÁ...