POV. Eclipsa (9 años):
Hoy ha pasado algo raro. De repente, mi madre tenía otra “princesita preciosa”. Y he flipado. Lo más curioso, ¿qué hacía un bebé dentro de mamá? ¿Han despedido a la cigüeña ó qué? El caso es que ya no soy hija única. Pero esta criaturita tiene pinta de ser especial. Lo digo porque es rara. Desde que ha salido de donde estuviera, no ha hecho más que comer, dormir y hacer cosas que mis padres no me dejan decir. Mamá dice que no tiene más preocupaciones en su vida, que pasará mucho tiempo dormida a lo largo del día. ¡Pero, por esa regla de tres, yo tampoco me preocupo por nada y no me dejan dormir hasta la saciedad! Aún así, la tal Mia, porque así la llama mamá (y creo yo que, por llamarla “Mia”, no será más suya), tiene algo especial. Bueno, algo más especial de lo habitual porque, no fastidies, ¡es mágica! Y yo también. Y mamá, y mucho más allá de nosotras... Ha venido el tío Justhin para ver a la chiquirritina (así la llaman todos menos mamá y yo, yo la llamo “niña”). Y como ha venido Justhin, han venido mis primas mayores: Karina y Via. Y mi tía Ainhoa se ha pasado todo el día mirando a la niña y cogiéndola en brazos, acunándola, cantándole... y la cría ponía cara de “¡que alguien me saque de aquí!”. Y también me han preguntado todos que si me hacía ilusión tener una hermana. He sentido algo conectar en mi mente. Hermana. Una hermana; ¡mi hermana! Sueña extraño de decir. No sé por qué sea tan extraño. En cierto modo, mis padres llevaban preparándome para esto hace 7 meses. He recibido más bebés de juguete en los últimos meses que en toda mi vida. Y he aprendido mucho sobre cómo son los bebés. Son pesados, suelen hacer lo que les da la gana. Pero ya digo yo que no voy a dejar que Mia sea así. De un momento a otro, he sido el centro de atención junto a un ser que mide sólo el doble que un cartón de leche. Así que... mi vida ha cambiado. Creo que mamá tendrá que poner una foto de ambas ahora en su capitulo.