-hermana!.

La bella princesa de 6 años miro con suavidad a su pequeño hermano de 4 años que la abrazó con alegría.

-ya llegué, claude -susurro acariciando con suavidad su cabello.

La nana de claude los miro con alegría, luego de evolet, el príncipe y la princesa eran quienes siempre estaban con claude.
Ese pequeño que fue ignorado por su padre.

Desde su nacimiento Eibom demostró su desinterés.

Claude era despreciado por ser hijo de una sirvienta. Él era solo un pequeño inocente que no tenía la culpa de nada.

-sabes hermana!, hoy pude curar a un pájaro!.

También era un pequeño prodigio, como ella, los dos habían despertado su magia a corta edad.
Cuando eliette recordó por completo su pasado recordó que estaba en un mundo de magia y su intelecto aumentó.

A los 4 despertó su magia, los magos de la torre la empezaron a entrenar a orden del emperador.

Los tres poseían magia blanca, Eliette sabía usar un poco de magia pero claude era el más poderoso entre ellos tres.

-"que lindo que es!, kyaaa cómo puede un ser tan adorable convertirse en alguien tan sexy en el futuro absjansna".

Se sonrojo de golpe al recordar al futuro claude. Ahora era un niño adorable pero ese niño crecería y se convertiría en alguien poderoso y temido.

-por el momento mantén en secreto que puedes usar toda esta magia -acarició la mejilla del menor que la miraba curioso -no sé si lo entiendas pero...sabes que a mi madre no le agradas mucho y si se entera que puedes llegar a ser más poderoso que Athanasio te querrá hacer algo.

Claude apretó sus puños al ver la tristeza en los ojos de su hermana, él odiaba verla triste.
Ella siempre fue su luz, fue su protectora, su salvadora.
Era su todo.

-lo prometo hermana, me haré fuerte en secreto y te protegere -la abrazó por la cintura y ella rió por lo bajo devolviendole el abrazo.

.

.

.

Terminó de tomar el té mirando con una sonrisa a su pequeño hermano dibujar al lado de su nana. Miro a la mujer oji gris y recordó al joven pelirrojo.

Felix loebein.

Ella no podría interferir en el destino, las cosas debían de ir a corde a como lo conocía. No podía evitar la muerte de la madre de felix y tampoco la muerte de evolet.
Cierto?.

Su mirada se nubló al recordar a su nana.
Desde que claude nació ella lo dejó al cuidado de la madre de felix.
Ni siquiera se acercó a él.

Algunas veces lo vio y lo trató con amor pero seguía deprimida por no recibir la atención de Eibom.

Eliette odiaba ver a su hermano menor tan dolido y solo.

Él amaba a su madre ya que era la única figura materna que tenía, además de su nana.
Pero le dolía ver que era ignorado por su padre y poco a poco olvidado por su madre.

Las puertas fueron abiertas llamando la atención de los presentes.

-princesa, el príncipe athanasio quiere verla.

Eliette cerró sus ojos suspirando internamente y se paró acercándose a claude que tenía la mirada gacha.

-trataré de volver claude, no pongas esa mirada -ella lo abrazó con fuerza y besó su frente haciendo sonrojar al menor.

-hermana me asfixias.

-jejeje lo siento clau clau -rió divertida ante el puchero del menor.

Quién pensaría que ese pequeño sería al asesino de Eibom y athanasio.

-es un gusto volver a verte hermano.

Hizo una reverencia ante el rubio mayor que sonrió y se acercó a ella.

-eliette, tengo un regalo para ti.

Ella a pesar de estar sonriendo por dentro, estaba rogando que no sea un regalo como los de siempre.

Su padre le regaló un invernadero, le dio otro palacio solo para ella "el palacio Ámbar", un jardín enorme lleno de todo tipo de flores, le dio el mando del palacio Esmeralda y Rubi, le regaló todo tipo de joyas exóticas.

Athanasio no se quedaba atrás, a pesar de tener 8 años tenía mucha riqueza, le regaló un jardín llego de rosas rojas y blancas donde había un lago que daba directo a un cueva de piedras preciosas. Así que algunas piedras quedaban en el lago y le daba una vista hermosa.
Le regalo joyas, libros de distintos países, que sabía que a su hermana la encantaba leer.
Hasta mandó a construir una biblioteca privada para ella.

Entre Eibom y athanasio con todos los regalos que le daban sentía que se iba a volver loca.

En verdad era sumamente malcriada por esos dos.

Una sirvienta se acercó a ellos y eliette quedo muda.

-h-hermano son hermosas, pero no es demasiado?, si siguen dándome joyas no tendré donde guardarlas -suspiro derrotada haciendo reír al mayor.

-ven, padre solucionará eso.

Tomados de la mano fueron directo a donde estaba el emperador.

-Athanasio, Eliette.

Los dos hicieron una reverencia a su progenitor.

Eliette aceptaba que su padre era muy apuesto pero era arrogante, frívolo y sádico.
Encima de todo era un tirano que no le importaba el bienestar de las personas  pero ella ya estaba trabajando en eso.

-me he enterado que tu avance con la magia ha aumentado de manera considerable -miro a su hija que ladeo la cabeza curiosa ante lo dicho.

Los dos rubios solo sonrieron y el emperador se levantó de su asiento dejando una llave en manos de su hija.

-una llave?.

-es la llave de la habitación blue deer, ahora es tuya, allí podrás guardar todas tus joyas.

Acarició su cabello con suavidad y ella le sonrio.

-gracias papá!.

El rubio mayor quedó en shock pero sonrió de lado y miro atento la sonrisa de su hija.

A pesar de que nunca dejaría de lado su tiranía y orgullo admitía que esa niña, que solo dejó vivir por interés, lo había capturado por completo y ahora dudaba que... si lo que sentía por ella fuera solo interés.

-hn.

Los dos miraron a athanasio que a pesar de sonreír sus ojos demostraban otra cosa.

Eliette sonrió con una gotita y Eibom solo nego con la cabeza divertido.

-vayan a seguir con sus deberes, debo de seguir trabajando.

Los dos volvieron a hacer una reverencia y al estar afuera la menor miro la llave en sus manos.

-ahora te podrás quejar todo lo que quieras.

Ante la broma de su hermano ella lo miro curiosa.

-"de qué está hablando?".

Miro con una ceja alzada a su hermano irse con una sonrisa divertida.

-nos vemos en la tarde para ir a tomar el té con claude! -le gritó de lejos.

Lo bueno de todo eso era que sin que tuviera que interferir Athanasio y Claude se llevaban bien.

-n-no puede ser.

Su boca y la de sus sirvientas estaban abiertas a más no poder.

Ese lugar estaba lleno de joyas!.

Parece que en verdad es la princesa malcriada del tirano emperador y el sádico príncipe.

Ni siquiera se quería imaginar cuando claude crezca.

Prácticamente se podía bañar en oro y joyas.

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