"Me opongo".
Sus ojos resplandecieron al ver el sol salir poco a poco dándole una perfecta y hermosa iluminación al cielo.
La princesa estaba sentada al borde del balcón mirando el amanecer, nuevamente el tiempo pasó y ella cumplió 7 años.
Claude 5 y Athanasio 9.
La relación entre los dos hermanos seguía fluyendo de buena manera, claude amaba y admiraba a sus dos hermanos mayores.
Los tres siempre estaban juntos.
Eliette hizo un gran cambio cuando le pidió a su padre que deje vivir a claude con ellos en el palacio Esmeralda.
No quería que Alice le hiciera daño a él o a su nana.
Claramente su deseo fue concedido y eso logró que los dos hermanos varones se acerquen más.
Aunque ella por unos momentos tuvo temor de que esa relación se congelará en cierto momento pero tomó cartas en el asunto y pudo evitar eso.
Pero...presentía que gracias a sus actos que lograron cambiar el destino, la buena relación de claude y athanasio perdurará por largos años...solo que lo extraño de todo eso era que Athanasio ya no tenía la misma mirada infantil que antes.
Día a día sus ojos se llenaban de madurez y en algunos momentos lo había capturado mirándola fijamente como si la estuviera analizando y apreciando al mismo tiempo.
No entendía lo que le sucedía a su hermano pero le causaba escalofríos.
Aunque su sexto sentido le decía que era un cambio que le sería beneficioso para ella.
-hermana.
Miro a su pequeño hermano que estaba mirándola curioso desde la puerta, ella le sonrió y se bajó del barandal.
-buen día claude -besó su frente haciéndolo sonrojar.
-hermana no hagas eso -susurro avergonzado como todo tsundere, ella lo abrazó contenta.
-eres adorable clau clau -besó su mejilla repetidamente mientras el menor se quejaba.
-hernama, no hagas eso!, ya no soy un niño -hizo un puchero siendo ignorado por la mayor.
-aunque le digas eso ella jamás te hará caso, clau clau -se burló el mayor de los tres.
El menor volvió a hacer un puchero mientras la princesa rió divertida.
-princesa, príncipes, les dije que dejaran de dormir juntos -suspiro la nana del segundo príncipe.
-tratamos de evitarlo pero..claude se durmió cuando lo estaba ayudando a leer -athanasio miro con una sonrisa el rostro sonrojado del nombrado.
Los tres estaban desayunando mientras eran nuevamente regañados por la nana de claude.
Desde que claude nació vivía en el palacio esmeralda con sus hermanos y su madre, pero ella no era de pasar tiempo con ellos.
Ya que siempre estaba en su habitación leyendo o tratando de tener una nueva reunión con Eibom.
-"Eve sí que me decepcionó...mucho apreció no le tome solo agradezco que me haya cuidado y que me haya dado un hermanito".
Comió el pastel con serenidad viendo satisfecha la interacción de sus hermanos.
No dejaría que esa hermosa relación se destruya.
Pero, si ella evitaba que Athanasio sea corrompido, que Claude se lleve bien con él, cambiaría el destino de todo lo que conocía y...cabía la posibilidad que Jeanette no existiera e incluso Athanasia.
Ladeo la cabeza dejando escapar un suspiro leve.
Por Hécate era una niña y tenía que planificar la salvación de ella, sus hermanos, el pueblo, y más personas.
-otra vez se durmió.
Susurro divertida y con ternura viendo a claude dormido en los brazos de athanasio.
-sí, estaba leyendo algo de magia pero está más cansado de lo normal -la miro preocupado por su hermano menor.
Eliette se quedó pensativa y fue a preparar la cama para su hermano menor.
-creo que ha estado practicando mucho con su magia, está empecinado con querer serte de gran ayuda cuando asumas al trono.
El mayor de los tres soltó una pequeña risa y alzó a claude llevándolo a la cama.
-tan pequeño y preocupándose tanto por el futuro.
-bueno, a alguien tenía que salir -se burló haciéndolo sonrojar levemente.
-y-yo no me preocupo tanto, solo estudio mucho y quiero...ser un buen hermano -susurro lo último rascando su mejilla mirando para otro lado.
La menor sonrió con suavidad y se acercó a él tomando su mano.
-Athy no te esfuerces demasiado, luces más cansado de lo normal...quiero ayudarte.
El mayor se sorprendió y le sonrió con suavidad pegando sus frentes.
-tú también deja de preocuparte tanto, si necesito algo te lo diré...solo quiero que seamos felices y que esta maldita Era terminé -susurro lo último con oscuridad.
Lo sabía, los dos lo sabían.
No importaban los regalos, las sonrisas, las palabras.
En algún momento deberían de terminar con la existencia de su padre.
Eliette mordió su labio inferior cuando vio tras Athanasio una sombra oscura.
Era Athernitas.
Acaso ya era el momento en que ese antiguo emperador quisiera corromper el alma de su hermano y luego de su posible muerte usar su cuerpo?.
No!, no dejaría que eso pase. No iba a permitir que su familia sea destruida.
-Athy has estado aprendiendo magia oscura? -su pregunta lo dejó en shock y luego la miro serio.
-Eli, cómo...
-no te juzgo, a pesar de todo lo que conocemos tengo esperanza de que en algún momento la magia oscura sea aceptada aunque eso llevará mucho trabajo, sé que tienes mucha agilidad para ese tipo de magia y deseo que hagas lo que te gusta, además sería divertido tener un trío de prodigios en la realeza.
Le sonrió alegré haciéndolo reír levemente, él acarició su mejilla con suavidad y besó su frente.
-magia blanca, magia oscura y magia sagrada -susurro con ilusión.
Una nueva Era iba a empezar con ellos tres al mando y al frente de todo.
Estando en los brazos de su hermano mayor sus ojos se inundaron de preocupación.
Hace un tiempo descubrió que tenía magia sagrada, fue un algo que descubrió cuando estaba entrenando con sus hermanos.
Solo ellos tres sabían de eso.
Tenía miedo, por más magia que tuviera no sabía cómo ayudar a su hermano.
Athernitas era poderoso aún si no tenía un cuerpo y Athanasio por más que posea algo de magia imperial era más hábil con la magia oscura solo que nadie lo sabía y él decidió ocultarlo por temor.
Athanasio sabía que era más débil que sus hermanos y sin querer quedarse atrás y ser de ayuda para proteger a sus hermanos decidió integrarse en un tipo de magia que podías adoptarla aún si no naciste con ella.
Magia oscura.
Tal vez fue uno de los pasos de Athernitas para tener un nuevo cuerpo, no lo sabía.
Pero sí sabía que Athanasio era un futuro mago oscuro y eso no podía cambiarlo.
Solo que ella no sabía que Athanasio ya era consciente de la existencia de Athernitas, su antepasado.
La otra parte de su Alma.
Y que incluso el príncipe heredero ya había aceptado el alma de Athernitas en su propio cuerpo.
Athanasio y Athernitas eran la misma persona.
Siempre lo fueron, Athanasio era la reencarnación de Athernitas y ahora volvían a ser una misma alma.
-"mi pequeña hermana, mi dulce gema, por fin nos volvemos a reunir, no solo yo he renacido tú también lo hiciste, cumpliste tu promesa".
El príncipe ocultó su rostro en el cabello de su hermana menor y sus ojos brillaron de adoración y amor.
En el pasado, Eliette Lovis de Alger Obelia fue la hermana mayor y el gran amor de Athernitas de Alger Obelia.
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