•LUCY WILDE•

Termino de alisar mi cabello y origino pequeñas ondulaciones en él mientras mi madre plancha la ropa que utilizaré en cuestión de media hora.

-Ese peinado es despampanante -dice sincera

-¿Crees que le gustará? -digo nerviosa

-Le encantará cariño, ya lo verás -me tranquiliza

Me ayuda a colocarme un largo vestido azul marino con una abertura en la espalda y otra en la pierna izquierda. Unos tacones color plata a juego con una orfebrería de alta calidad acompañan la vestimenta que escasamente frecuento.

Dejo caer algunos mechones de cabello sobre mis hombros y me maquillo tras aplicar una base sencilla y un colorete color pastel que resalta aún más mis mejillas.

-Estás hermosa -dice alucinando- acabas de cambiar radicalmente -se sincera

-Gracias mamá -digo abrazándola

Escucho el claxon de un coche, su audi blanco totalmente descapotable llama mi atención con rapidez y con ayuda de mi madre bajo las escaleras.

Sale de su lujoso coche dejando ver un traje negro de seda junto a una camisa formal blanca, un clásico comúnmente llamado esmoquin.

Roza débilmente mis labios y sonrío inconscientemente al separarnos. Entrelaza su mano con la mía y mi madre sonríe observando nuestros dedos entrelazarse unos con otros.

-Estás bellísima -dice cuando abre la puerta del audi como un caballero

-Estás realmente atractivo -respondo tímidamente

Mis mejillas se tiñen de un color rojizo cuando arranca nuevamente el coche y hace sonar el claxon para despedirse de mi madre.

Coloca su mano derecha en mi pierna descubierta y la acaricia consiguiendo que mi piel se erice.

-¿Preparada para una noche de puro glamour? -pregunta sonriendo

-¡Preparada! -articulo emocionada

Llegamos a un lujoso restaurante con una luminosidad inmensa llena de colores brillantes como dorados, bronces y plateados.

Entramos con las manos entrelazadas y el metre nos sitúa en una mesa junto a otra pareja bastante agradable.

-¿Daniel? -pregunto frunciendo el ceño

-Habéis llegado -dice sonriendo- os presento a mi novia, Chloe

La chica me mira fijamente de arriba a abajo y su mirada desafiante me intimida. La saludo para no ser descortés y nos sentamos junto a ellos en la mesa.

-¿Cómo lleváis vuestro noviazgo? -pregunta Chloe curiosa

-Bastante bien, nos comprendemos y nos apoyamos en todo. -responde Jesús sonriendo.

Mi seriedad aumenta y se refleja en mi rostro totalmente. Jesús acaricia mi pierna sutilmente debajo de la mesa y intenta tranquilizarme.

-¿Qué te pasa? -susurra en mi oído

Suspiro y observo sus labios pasando seguidamente a sus ojos color café.

Nos sirven el vino y doy un largo sorbo a mi copa para relajar mis músculos.

-Lucy, ¿estás bien? -pregunta Daniel preocupado

-Sí sí, solamente tengo calor -digo evitando mirar a Chloe- voy al baño un segundo -digo nerviosa

-Te acompaño -dice ella sonriendo falsamente

Intento sonreír para no tener que responder a las preguntas de los Oviedo y voy al baño apoyando mis manos en la encimera.

-Ni se te ocurra acercarte a mi hombre -dice amenazante

-¿Qué dices? -digo girándome

-Lo que has oído

-Daniel no es un juguete con el que se puede jugar tan fácilmente -digo seria

-Jesús tampoco lo es pero...he de admitir que es jodidamente sexy -dice provocándome

-¡Cállate! -grito desesperada

-Acércate a mi Oviedo y estás muerta -dice antes de marcharse

Golpeo la puerta y sollozo desconsolada ocultando mi rostro en la pared colocando mis brazos en ella.