"La vida puede ser una mierda impredecible en la que no va a venir ningún hada madrina a solucionar tus problemas con magia, así que está bien que tengas sueños y esperanzas, pero no sirven de nada si no te paras de esa cama"

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Puedo ver a la gente vestida de gris caminar con pesadumbre por las calles, marchando con la alegría de un sentenciado a muerte, los ojos tristes y hundidos en sus caras mirando sin ver realmente a ningún lado, la vida ha muerto en esta ciudad, en muchas, o en casi todas, la alegría parece haberse esfumado de la faz de la tierra.

Y es que hay veces en las que el mal triunfa. Hay veces en las que el villano gana y no aparece ningún héroe para impedirle lograr su cometido. Entonces el villano simplemente hace de las suyas. Asesina a placer y reforma el mundo a su torcida imagen y semejanza, buscando saciar un hambre de dolor y destrucción que no tiene fin.

A nadie le gusta escribir sobre estas historias, ni pensar en ellas, prefieren vivir con la creencia, inculcada por lo cuentos y las grandes hazañas, de que un héroe surgirá y derrotará al mal y salvará a todos. Pero la nuestra no fue una historia de las que te gustaría escuchar.

La nuestra fue una historia de derrota, de un mundo egoísta y desunido, de un mundo demasiado orgulloso como para salvarse a sí mismo. Fue una historia que nos es recordada a diario por nuestra forma de vida actual, una historia que se siente como sal en la herida y a nadie le gusta.

Nuestra desgracia, nuestro destructor, nuestro amo, él tiene nombre, es un hombre inteligente, perverso, sin alma, es el villano que triunfó. Es Drago Mano-Dura, el único al que le gusta todo esto, le gusta ser consciente de que consiguió tener al mundo a sus pies, de que destruyó ciudades y países enteros, de que provoco tanta miseria y dolor como pudo, y de que aún puede causarla y lo hará.

Nadie logró detenerlo y ahora que tiene todo ese poder, es cuando te empiezas a preguntar, ¿Por qué llegamos hasta este abismo? ¿Cómo es posible que nadie se diera cuenta de todo esto antes? ¿Cómo fue que nadie vio al monstruo y lo detuvo? Y miras al pasado y te das cuenta de que hubo indicios, señales que indicaban que un desastre se acercaba, que era inminente, pero no lo vimos hasta que fue muy tarde, hasta después de que la desgracia tocó a nuestra puerta y nos arrebató todo lo que teníamos.

El pasado no puede cambiarse. Ahora vivimos bajo la opresión y la tortura de un tirano. Para este punto hay varias opciones.

Uno: puedes adaptarte al nuevo y repugnante mundo que se ha creado y convertirte en un ser abominable.

Dos: puedes escapar a los brazos de la muerte, hay muchos métodos para eso.

Tres: si eres demasiado cobarde como para abrazar a la muerte por tus propias manos, probablemente solo sigas vivo por la inercia de existir.

Cuatro: también puedes quedarte de brazos cruzados y vivir como un esclavo esperando por ese héroe inexistente, manteniéndote de esperanzas inútiles, pero viviendo por ellas.

Cinco: Puede que existan más opciones además de estás, pero a mí no se me ocurren y esta es con la que yo me quedo, la que yo elijo. Es ponerte de pie y luchar.

No vino ningún héroe a salvarnos y no vendrá ninguno. La única manera de obtener lo que quieres es peleando por ello. Quiero mi libertad y voy a obtenerla. No voy a esperar a que alguien venga a rescatarnos para actuar, existe algo llamado rebelarse, patear a cualquiera que intente controlarte, golpear a cualquiera que crea que le perteneces, cortar cualquier cadena que quieran imponerte.

Eso es lo que haré, voy a pelear.

Sé que hay más gente que piensa como yo por ahí y voy a buscarla, quizá no logremos ser nosotros los héroes que todo mundo espera, pero al menos pelearemos y aunque nos maten y no logremos nada con nuestra muerte creo que es preferible morir de pie que vivir de rodillas.

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Espero les guste la idea. Sí les gusta o les interesa saber al respecto, voten y comenten, si lo hacen continuará el 13 de marzo. También trataré de hacer una portada decente.

PD: ¿Alguien puede adivinar quien narra? :)