Capítulo 12 Deseos de morir
El sol estaba poniéndose, el cielo se teñía de colores grises y rosas, a lo lejos se veía un perro persiguiendo a un joven que iba en bicicleta. Era una tarde de otoño, con un viento frío que helaba los huesos. Una fina llovizna comenzó a caer, pero solo fue hasta que un fuerte trueno ilumino el mar y su rugido trono fuertemente que Jane Hope despertó del letargo en el que su mente estaba sumida, por la pérdida de su hijo, el hijo que concibió con Tae. Al principio cuando se enteró que estaba embarazada tuvo miedo, quiso esconderse para que nadie la viera. Se le vino el mundo encima, tenía contratos que debía cumplir. Su carrera había despuntado después de la campaña para el perfume de la señora Jin, por eso por un segundo pensó en la posibilidad de un aborto, igual que Tae cuando se lo dijo, esa fue la primera opción, pero al escuchar lo cínico que era el modelo, decidió cuidar con uñas y dientes a ese inocente.
Y ahora ese bebé ya no estaba,
Las olas del mar la llamaban, el sonido del agua era calmante. Su vaivén hacía que todo se olvidará, prometían que el dolor se iría.
Jane camino a la orilla en sus manos llevaba unas tijeras que tomo del costurero de su madre antes de salir, su mano le dolía de tanto apretarlas, al tocar sus pies las heladas aguas dio una respiración profunda, dudo por un segundo pero su mente le decía que dejará el dolor atrás, dándose valor y decidida se quitó primero un zapato abandonándolo en la arena, dio un paso más y sacudió el otro pie para dejar que esté zapato fuera jalado por el mar, no le importo pues ya no los necesitaría.
Comenzó a caminar con decisión pero se detuvo cuando el agua llego hasta a su cintura, ahí levanto las tijeras y comenzó con enojo a cortarse su largo cabello, los largos trozos caían al mar, las olas se llevaban el que fuera uno de sus más grandes tesoros de Jane, la brillante cabellera.
Tae Hyung camino por el puerto aun adolorido por los sartenazos que la señora Jung le dio, una señora mayor pero con mucha fuerza a pesar de ser tan menudita como su hija; tenía tanta fuerza que casi le rompe una pierna al modelo con patadas en la espinilla, pero bien valida la golpiza por obtener la información.
La playa estaba casi desierta, ya estaba oscureciendo, tal vez Jane regreso a la casa por otro camino. Iba a regresar a su hotel, pero un rayo ilumino la playa, dejándole una escena que le paralizo, vio a su amada Jane Hope cortando con furia su larga cabellera. Un escalofrió lo cubrió y una corazonada de peligro lo hizo correr con todas sus fuerzas para llegar a la orilla donde aventó sus zapatos y el grueso abrigo para poder nadar con todas sus fuerzas. Entro en pánico al perder de vista a su Hope por lo que se puso a gritar desesperado por ella.
-¡Jane, Jane! No me dejes.
Jane comenzó a sumergirse en las aguas dándole la bienvenida a la muerte cuando escucho un llanto y gritos con su nombre.
Quiso nadar hacia la voz pero un calambre la dejo entumida- ¡Ayuda!
Tae comenzó a nadar hacia el grito y al acercarse un rayo milagroso ilumino la noche que ya había caído. Pudo llegar y abrazar a Jane que sin fuerzas comenzaba a ahogarse.
La jalo hacia él, las olas los empujaban hacia mar adentro pero Tae nado con las últimas fuerzas para acercarlos hacia la playa.
Jane estaba helada y titiritando cuando Tae la saco del mar.
-Eres la mujer más tonta que me podía haber encontrado pero te amo, no vuelvas a hacerlo, pudiste morir.
-Quería morir, ya no tengo por quien vivir. Mi bebé murió, yo lo mate.
Tae la tapo con su abrigo, masajeando y friccionando sus brazos y piernas
-Lo mate yo, Soy el único culpable, perdóname Jane. – El modelo la abrazo llorando inconsolable.- Yo mate a nuestro bebé al pedirte que abortaras.
Jane dejo de sentir frió, toda su atención se centró en estar de nuevo en los brazos de Tae.
Los dos jóvenes permanecieron abrazados calentándose, solo el estornudo de Jane los regreso a la realidad.
-Debemos irnos estas helada, de nuevo mi egoísmo te hace daño.
Los modelos, caminaron descalzos, entraron al hotel con la ropa arrugada mojada, todos llenos de arena pero no les importó. Pidieron la llave de la habitación de Tae.
Al legar a la habitación Tae le cedió el baño a la joven para que se duchará. Tenían tiempo para aclarar las cosas, pero ahora debía calentarse y descansar.
Media hora después fue el turno de Tae de bañarse, Jane estaba envuelta en una bata blanca de baño con el logo del lujoso hotel.
-Ya pedí la cena, no me esperes comienza a comer yo me apuro.
-Yo te espero.
Tae asintió, era inútil replicar. Sonrió y entro al baño. Se metió a la tina que ya le había dejado preparada Jane, su adoloridos músculos agradecieron el calor del agua.
Al salir del baño encontró a Jane acurrucada en el sillón, se había quedado dormida esperándolo. Con mucho cuidado la cargo y deposito con amor al centro de la enorme cama, la arropo y se sentó a un lado de ella vigilando su sueño.
En la madrugada el frío le calo fuerte y se metió a las cobijas junto a Jane, que al sentirlo se acurruco junto a él. Con cuidado de no despertarla la abrazo y se quedó dormido soñando con una nueva oportunidad de redimirse. Su vida la dedicaría a obtener su perdón y si se le permitía soñar a reconquistarla. Fue una dura lección la que la vida le había dado, no solo perdió su trabajo y el respeto de su familia, perdió el amor de Jane, que era lo que más le dolió al sentirse solo. Comprendió lo egoísta y ruin que había sido con su hijo y con Jane.
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