CAPÍTULO 29
Los recuerdos del pasado, el dolor de ahora, el karma de mañana.
Azael
Supe que algo no iba bien cuando Asim no hizo nada fuera de lugar en toda la noche, la manera tan tranquila en la que se desenvolvía mesa por mesa recibiendo a los invitados y haciéndolos reír a carcajadas no se supone que sea propio de una persona que se encuentra con un arma apuntando a su cabeza en todo momento, sin embargo, el moreno lo hacía lucir tan fácil y para nada alarmante.
Nas se ha quedado quieto viendo con ojos culposos a Kali por algunos minutos y agradezco al infierno o al cielo que mi presa pase por ahí, carraspeo bajo solo para ambos lo cual parece despertarlo de su ensoñación.
Las señales eran claras, la manera en la que mi hermana se tensó cuando su protector salió echando humo por las orejas de la nada y como ella trataba de seducir al guardián de la pirámide para sacarlo de aquí pronto.
Algo no estaba bien, reviso disimuladamente mi intercomunicador dándome cuenta que se encontraba apagado. Maldigo mil veces.
—Generaré un apagón durante tres minutos, Tienes opción a matarlos antes de que pongan un pie dentro del pirámide o que ellos lo hagan contigo.
—Zane, muévete y ve por los malditos papeles.
—Asim se quedará solo.
—¿Qué coño está pasando? —murmuro bajo al observar a mi hermana tragarse el asco. Bien, eso si era parte del plan, pero está fingiendo fatal.
—Los gemelos están entrando por un demonio Nas, decídete rápido.
Gruñe de malhumor.
—No. No hagas nada y todos apéguense al maldito plan. De ahora en adelante todo está en manos de Kali.
—Se ve mal —añado buscando la manera de ayudar, rápidamente Zane comparte una mirada conmigo estando de acuerdo.
—Denle espacio, ella sabe como moverse. Confíen en ella.
—¿Confiar? Nuestro pellejo está en juego —frunzo el entrecejo al escuchar la voz de Egan.
—Estamos justo detrás de ellos, llegamos hace tres minutos.
—¿Tan rápido?
—Brilla en lo que haces o mejor no lo hagas —Aden recita las palabras de mamá.
Cada uno se mete en lo suyo, particularmente obligo a Asim a salir del perímetro de mi hermana dejándola relativamente sola engatusando al hombre que luce más que maravillado. Diría que estaba empezando a aburrirme si es que la tensión en el ambiente no hubiera empezado a incrementar cuando los gemelos se dejan ver justo cuando Nas regresa a su silla.
Ha pasado más de una hora y es verdadero espectáculo apenas está comenzando.
—Sienta a esos dos lejos de la mesa de tu padre —le murmuro al tipo y entonces, en lo que va de la noche le veo un ápice de refutar, pero esa pequeña flama se evapora tan rápido como llega y solo asiente dirigiéndose a la entrada con Zane pisándole los talones.
Yo no pienso moverme por si ella me necesita. Estará loca, será mala y posiblemente terminemos discutiendo, pero sigue siendo mi hermana y mi deber es con la familia.
Los mellizos son los siguientes en entrar y al pasar por su lado, el mayor es el que nota el gran parecido e inmediatamente se pone en busca de Nas les levanta una copa con soberbia en un brindis silencioso.
Tratando de leer sus labios puedo descifrar que dice: "Por los viejos tiempos y los viejos amigos, ahora enemigos"
Hoy o salimos todos vivos o hasta aquí llegó el legado Al Capone Bianchi.
—Azael, ve por los papeles. Nosotros tenemos cubierto el área.
—No creo que...
—Somos dos y solo se necesita uno para buscar algo tan sencillo.
—De acuerdo.
Kali
—¿Puedo ir al baño a retocar mi maquillaje? —sueno tan dulce que la boca me duele, el guardián no luce demasiado convencido por lo que tragándome el asco le doy un beso en su mejilla para luego susurrar— Tu seguridad puede acompañarme si te deja más tranquilo.
—No demores, caramelo.
Finjo una sonrisa coqueta sintiendo los pasos apresurados de un hombre. Por la manera en la que pisa diría que tiene unos 35 años y es de baja estatura sin suficiente fuerza para alguien como yo que era todo lo contrario.
No tengo ni idea de cuánto tiempo pasó desde que los gemelos se hicieron presentes en la fiesta con total normalidad y que sin dejar de posar constantemente sus ojos en mí y en lo que estaba haciendo, conversaban con sus acompañantes de manera natural.
Al principio pensé en que iba a sentirme mal, que de pronto se me iría el aire o que tomaría un cuchillo para apuñalarlos, sin embargo, me mantuve con demasiada serenidad que hasta mi me impresionó. No es fácil verlos, debo de admitir, pero quiero que esto se lleve de la mejor manera. Lo que fácil llega, fácil se va y quería, anhelaba muy dentro de mío que esos hijos de puta sufran calamidades, años enteros hasta que mueran de dolor y no por una sencilla bala o daga clavada en su cabeza.
<<Respira>> —Me dije a mi misma cuando tomé el último pasillo a la izquierda dando con lo que buscaba.
No mentía cuando dije que realmente quería ir al baño a retocarme el maquillaje, me preocupaba el echo que estar sonriendo como estúpida todo el tiempo dejara marcas en el maquillaje, quiero lucir impecable como siempre, que vean que no han apagado nada en mi por muy mentira que sea. No quiero darles el gusto.
Antes de entrar al baño maniobro sin esfuerzo para tumbar al hombre que venía desconcentrado mirando el celular. Un gravísimo error que posiblemente luego le cueste la vida. Reviso el área rápidamente para verificar que nadie haya visto lo que hice, fue cuando abrí la puerta de servicio para meter arrastras al hombre y luego trabar la puerta por detrás.
Entro a la habitación completamente vacía lo cual ya suponía porque es la más alejada de la ceremonia. Mi reflejo en el extenso espejo de los lavabos me mostraba una Kali firme, pero cansada lo que termina por enloquecerme. Como si fuera mi mejor mantra en estos últimos meses me vuelvo a decir que respire con tranquilidad, al principio no funciona y hace que quiera sacar el pequeño frasco en mi cartera.
—Tengo que dejarlo —observo el contenido blanco dentro y la tentación es tan grande que me planto las uñas en las manos a tal punto de sangrar. Abro el grifo tirando todo el contenido para luego echar a un tacho de basura el frasco—. Impecable, luce impecable y todo volverá a hacer como antes.
<<—Las mujeres como nosotras no nos rendimos, no nos arrodillamos y luchamos. Perseguimos, cazamos y obtenemos. Está bien dudar, pero no fallar. Tu mejor arma es tu inteligencia, la belleza que se te fue dada, pero por sobre todo el dolor. Utilízalo como un ancla y proyecta tu enojo, amóldalo a lo que necesitas que sea"
Amoldarlo, necesito amoldar.
—Ya estoy en posición —informo sintiéndome mejor.
No hay respuesta inmediata, aunque luego de algunos minutos la persona que esperaba responde.
—En tres estoy contigo—informa Keira.
—Yo ya estoy subiendo con lo que pude sacar —espeta de mal humor Azael y no es para menos.
Todos cortamos nuevamente comunicación y no mencionamos nada hasta que la novia de Aden aparece por la puerta con el flamante vestido con diamantes bordados a mano. Era un Vera Wang y lo lucía como si fuese de la maldita realeza, quise sonreír porque parecía madre orgullosa, pero automáticamente eliminé el sentimiento tan pronto como llegó.
Mi hermano me iba a matar si algo andaba mal, de eso no tenía la mínima duda. Keira me hace una seña que me pone los pelos de punta y lo sé perfectamente.
—Contrólate, sabes bien que tus padres están en contra de las provocaciones y si estamos aquí es por los malditos cheques —ladeo el rostro con el labial en la mano—. El equipo ya los tiene y Nas está viendo la manera de sacarnos de aquí.
No abrí la boca, no podía porque estaba lista para soltar veneno. Justo en ese momento la puerta se abrió de golpe "asustándonos". Tire de la chica poniéndola detrás de mí por instinto.
—Bella mariposa, tiempo sin vernos.
El cúmulo de sensaciones inexplicables que me avasallaron de la nada fueron demasiado intensas, decidí oprimirlas por ahora. En su lugar solo sonreí sarcástica alzando el mentón y enderezando la postura para empezar a avanzar hasta Matteo, el mellizo mayor.
—¿Me extrañaste?
—Como no tienes ni idea —aparece el otro a su espalda. Nicolás, lo único que los diferenciaba era el color de ojos, ambos mantenían un verde intenso, sin embargo, el último tenía pequeñas motitas doradas alrededor del iris que causaba misterio.
—Saben que no pueden intentar nada ¿No? —espero que lo hagan, quiero decir.
El plan era este: Fingir se acorralada en el baño totalmente desprotegidas, dejar que tumben la red luego de la última comunicación con Keira y solo después de tenernos aparecería Nas a echar algo de bronca.
Hasta ahora manteníamos la primera parte cubierta. ¿Fue difícil convencer a Nas? Obviamente, pero sabe que me lo debe, me debe una venganza que puede ayudarme a dejar de fingir mis acciones y solamente dejarme ser.
La perdida de un hijo puede destruirte más de lo que piensas.
—Lo sabemos, pero no podemos irnos con las manos vacías corazón.
Me planto fuerte al ver que ambos reparan a Keira.
—A ella déjala fuera, es una niña.
—Tú también lo eras —admite el de motas doradas—, y nunca te vimos renegar por lo que te hacíamos. Bueno, excepto al final cuando mostraste más que tus garras.
Quieren provocarme, quieren que me les tire encima pegándoles y gritando un montón de barbaridades y sí, tengo demasiadas ganas de hacerlo.
—Fueron otros tiempos, no era lo suficiente madura —me encogí de hombros sin importancia. Queriendo aligerar el ambiente pronto me encontré sacando un cigarrillo de mi bolso que termina siendo encendido por el de Nicolás. Ni siquiera me había fijado que tenía uno.
—Desaparecer por años te volvió otra.
—No lo creo —expulsé el humo—, supongo que siempre fui así y ustedes ayudaron a mi evolución.
—¿Prefieres decir eso a admitir que te torturamos y que la persona que más confiabas te traicionó?
—Yo no confío en nadie más que en mi misma —admití, las opresiones en mi pecho se hacían cada vez más tortuosas queriendo irme—. Nas hace lo que le pido siempre y esa vez no fue la excepción, ustedes fueron los utilizados.
—Les sacamos ventaja en todo —Matteo se defiende—, hicimos que...
—Si te vas a referir al pequeño incidente que tuve —negué dando otra calada—, debo admitir que eso fue lo único que se salió de nuestro control. Pero no me afectó en nada, haberme echo cargo a esa edad me hubiera impedido ser lo que soy ahora.
—Eres una maldita tentación que nunca pasa de moda, lo sabes ¿no?
—No hay nada que no sepa o algo que pase sin que lo quiera —sonreí de medio lado haciéndole entre ver lo que quería. Necesitábamos irnos pronto y es su orgullo el que hablaría por ambos.
—Mientes.
—Posiblemente —meneo la cabeza sin borrar mi estúpida sonrisa—, pero no gano nada.
—Ganas mucho —ataca el otro tomándome por el cuello encorreándome entre su cuerpo y la pared, lógicamente por los tacones no me veía para nada pequeña por lo que su tamaño no me intimidaba—, siempre tienes que ganar algo. Así funciona tu familia.
—Ustedes robaron joyas importantes de mi dinastía ¿Se pensaron que nos íbamos a quedar de brazos cruzados? —bufo— En lo que va de nuestra historia nadie ha salido bien librado después que nos atacan. Ustedes buscaron lo que les sucederá...
—Tenemos que irnos, pronto empezarán a preguntarse por la demora.
Intercambio una rápida, pero astuta mirada con Keira que no ha dicho ni media palabra como se lo pedí como tampoco se ha movido, tal cual una estatua.
—Te vienes con nosotros.
—No van a poder sacarnos, hay seguridad por todos...
—Tenemos nuestras formas, cariño. Que dudes es una tremenda falta de respeto.
Me suelto, pero vuelven a retenerme. Debo verme asustada o algo parecido.
—La Blackthrone aparecerá en cualquier momento...
—Pues que nos chupen un huevo porque ambas se van con nosotras.
—A ella déjala fuera —gruño sabiendo que no lo harán, lo que está bien.
—No, es demasiado preciosa y si en caso nos fallas ella será material nuevo.
—Se están metiendo en donde no deben —habla por primera vez—. Mi novio vendrá y los hará tragarse sus palabras y disfrutaré de ello.
—Lo que digas dulzura, pero mientras eso sucede ve moviendo tu lindo trasero.
Nicolás es el que se la lleva por un ascensor que luego ocupo yo con el otro gemelo de mal humor.
Nas, tienes que aparecer a como dé lugar.
Egan
Absolutamente nunca había visto a mi hermano mayor perder el color o dudar. Tal parece que hoy es un día histórico.
—Quedan detenidos por...
—Nas Al Capone — se presenta sin previo aviso—, coronel en la tropa Alpha de la central de Roma junto a mis hermanos —nos señala—. Estamos en una misión de rango siete la cuál acaba de ser comprometida por su indiscreción y falta de investigación —ladea el rostro, asumo que maquinando algo nuevo.
—Se lo aplaudo, pero esto no es Roma.
Blanqueo los ojos, sentado junto a Aden que como yo observa la escena totalmente despreocupado y con una copa en mano. No teníamos edad para beber, pero bueno... tampoco para asesinar ¿No?
—Soy consciente de ello, teniente. Sin embargo, las pirámides por ser consideradas monumentos históricos y una de las siete maravillas es jurisdicción blanca. No puede arrestarnos.
—Esto no es ...
—Es jurisdicción blanca —vuelve a repetir—. No me haga perder más el tiempo que son 2 años invertidos en la misión que acaba de fastidiar. Esté al pendiente del teléfono en su central que la General Bianchi estará gustosa de empezar un proceso en su contra.
Sin más que agregar, todos supimos que era momento de retirarnos con las caras largas. Se habían llevado a Kali y Keira con mucha más facilidad de la predispuesta.
—Si has eliminado toda la evidencia ¿No? —le pregunto a la pelirroja que está concentrada mirándole el trasero al hombre que nos cagó lo que teníamos en mente.
—Sí —responde aún sin mirarme.
La tomé por los hombros enderezando su camino a las camionetas blindadas que nos esperaban para dejarnos en la embajada.
Genial, volvimos a lo de hace algunos años y esta vez con un cordero extra.
Si tienen preguntas, es momento de que las hagan. **Se abre el espacio**
Fuera de ello, quería comentarles que este como mis anteriores libros los encontrarán algo confusos hasta el final ya que todo se basa en secretos y ajá, los cambios que se dan son de la noche a la mañana y son demasiado radicales.
Fuera de ahí, no me queda nada más que decirles que estoy muy agradecida para los que siguen y/o seguirán leyendo la historia.
Si bien es cierto, demoré muchísimo para retomarla por problemas personales, siendo uno de ellos el postular a la facultad de medicina, hoy después de noches de desvelo puedo decir que ingresé a la Universidad y el mes que llega empezaré a ser una estudiante de Medicina Humana..... Si algo quiero sacar de ahí es que, siempre persigan su sueño.
Este mensaje también va para mí niña de 7 años que nunca paró de soñar con este momento y para mi adulta de mañana... Mantente humilde, nunca olvides de dónde vienes y hacia donde quieres llegar.
La vida no te pone frenos, solo tú.
Besitos.
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