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ꕤ「capítulo 54」


Cálido, eso sentía Jungkook, su cuerpo se sentía cálido y feliz, siquiera sabía cuanto tiempo llevaba así, sus brazos rodeaban el vientre de su Omega, él daba caricias pequeñas y tiernas mientras Taehyung dormía plácidamente.

Estaba por caer en un profundo sueño nuevamente hasta que la puerta de la gran habitación se abrió, Jungkook dirigió su mirada hasta la puerta girando un poco su cuello.

– ¡Buenos días! – un animado Jimin entraba por la puerta.

La mirada de Jimin se dirigió hasta la pareja, Jungkook tras Taehyung con las sábanas cubriéndolos, sus ojos se abrieron en demasía y habló nuevamente.

– ¡Por dios Jungkook! – Jimin casi gritaba – Taehyung sigue enfermo y ¡¿Ya te lo cogiste?! – sus brazos se cruzaron y Jungkook le regaló una fulminante mirada.

El Alfa besó la frente de su Omega quien casi despierta con los gritos de Jimin y se levantó dejando ver su cuerpo completamente vestido.

– ¿Por quién me tomas? – Jungkook se sentó en la silla justo al lado de la cama donde Taehyung dormía y puso sus zapatos.

– Lo siento pero esa posición se veía un tanto... Comprometedora. – Jimin dejó ver una sonrisa nerviosa y Jungkook rodó los ojos.

– No haría algo así, primero porque estamos en un hospital y segundo porque Taehyung está enfermo, no soy como tú y tu novio que no tardan ni cinco minutos en coger. – habló Jungkook un tanto molesto.

– Yoongi y yo no somos así... – Jimin hizo un puchero.

– Olvídalo, iré por el desayuno de Taehyung, cuídalo mientras vuelvo. – una mirada amenazante se dejó ver en los ojos de Jungkook y Jimin asintió al instante.

Jungkook salió con cuidado intentando no despertar a Taehyung, claramente muy tarde ya que Tae estaba despertando.

Las manos de Taehyung se movieron a su lado tanteando el lugar, sin encontrar nada frunció su ceño, el aroma de Jungkook ya no era tan intenso. Sus hermosos ojos se abrieron aspirando el aire y percibiendo un aroma diferente en el mismo.

– TaeTae~ – la melodiosa voz de Jimin se dejó escuchar y Taehyung dirigió rápidamente su mirada hacia su mejor amigo.

– Buenos días Jimin. – Taehyung pestañeó un par de veces intentando despertar por completo.

– Jungkook fue por tu desayuno, no tarda en volver. – Jimin le sonrió y Taehyung le devolvió la sonrisa rectangular.

– Debo ir al baño, ¿Podrías ayudarme? – preguntó un Taehyung con sus mejillas sonrojadas.

– Claro. – Jimin casi corrió para ayudar a su mejor amigo, Taehyung se sentó y Jimin tomó su cintura y brazo para ayudarlo a levantarse de la (no tanto) alta camilla.

– ¿Jimin qué era lo que querías decirme aquel día? – preguntó Taehyung parando justo en la entrada del baño.

– Oh! Yoongi y yo nos vamos a casar. – una gran sonrisa de plasmó en el rostro del Omega.

– ¿Qué? ¡Dios, Estoy muy feliz por ti! Felicidades. – Taehyung le regaló un abrazo para después entrar al baño.

– Sí, yo también lo estoy, a pesar de todo esto creo que podremos seguir adelante con la organización y casarnos en un mes. – Jimin suspiró enamorado.

– ¡Oh sí! Lo olvidé, ¿Qué sucedió con aquello del cachorro? – habló Taehyung lavando sus manos mientras arreglaba un poco su cabello después de terminar con sus necesidades.

Jimin se encontraba del otro lado de la puerta relatando lo feliz que se encontraba.

– Uh, creo que eso aún no sucederá, lo intentamos un par de veces sin embargo parece que no funcionó, tal vez es por el hecho de que he tomado supresores toda mi vida... – habló Jimin un tanto nervioso.

Taehyung no lo creyó del todo, a él y a Jungkook solo les bastó un condón roto y un celo para casi traer al mundo a un cachorro, sin embargo tal vez podría ser lo que decía su mejor amigo.

Salió del baño con su cara un poco más fresca, Jimin le tendió la mano para llevarlo hasta la cama y Taehyung sonrió sonrojado, se sentía demasiado atendido así que se negó, su vientre no era muy grande gracias a su contextura delgada así que no incomodaba en absoluto.

– Tae, si Jungkook ve que no te estoy ayudando me matará. – Jimin intento tomar nuevamente el brazo del contrario y Taehyung nuevamente se negó, solo que esta vez su cuerpo si tambaleó y Jimin lo tomó entre sus brazos.

– Te lo dije... – sí, era una escena de película en donde la protagonista resbala y el chico la salva, solo que sin el toque romántico.

– Volví – la puerta se abrió y un Jungkook con una bandeja llena de comida se dejó ver, el Alfa parpadeó un par de veces y habló nuevamente – ¿Contexto?

Jimin y Taehyung saltaron en su lugar acomodándose rápidamente.

– Uhm ¿Buenos días? – habló Tae intentando calmar el tenso ambiente.

– Taehyung resbaló y lo tomé justo a tiempo. – Habló Jimin orgulloso.

Jungkook levantó una de sus cejas y dejó la comida sobre la cama, para acto seguido acercarse a su pareja.

– ¿Estás bien? ¿Te lastimaste? No debí dejarte con Jimin. – Jungkook inspeccionaba el cuerpo de su lindo Omega.

– Estoy bien, fue solo un pequeño susto, no te preocupes. – Taehyung tomó entre sus manos el rostro del Alfa intentando transmitirle calma.

Jungkook dejó un casto beso en sus labios y lo llevó nuevamente a la cama.

– Kook~ – Taehyung lo llamó mientras el Alfa tomaba nuevamente la comida para dársela a su esposo.

– Hmm – un sonido gutural se dejó escuchar y Taehyung prosiguió.

– Quiero mandarinas... – Tae jugaba tiernamente con sus deditos.

– ¡Yo iré! – Jimin quien se mantenía al margen de la tierna escena habló nuevamente.

– ¡Gracias Minie! – Taehyung sonrió nuevamente, su hermosa sonrisa rectangular se dejó ver y Jungkook pudo jurar que su azúcar había subido.

Jimin salió de la habitación agitando su mano y Taehyung imitó su acción, mientras Jungkook le daba una mirada seria.

– No veas así a Jimin, solo quiere ayudar, además ¿Sabías que se iban a casar?

– No, supongo que Yoongi me lo diría después... – habló Jungkook mientras tomaba un poco del huevo revuelto que traía el desayuno.

Taehyung abrió su boca recibiendo la comida.

– Deberías ir a casa, comer, ducharte y arreglarte Jungkook, estaré bien... – Taehyung le regaló una cálida sonrisa.

No. Jungkook no se quería mover de allí a pesar de que debía ver cómo iba todo con la mudanza, no quería moverse y dejar a su pareja.

– Eso lo haré después cariño, primero estás tú. – Jungkook llevó un pedazo de manzana hacia Taehyung nuevamente.

Tae se negó esta vez, tomó el cubierto junto con la rebanada de manzana y se la dio a Jungkook, el Alfa sonrió y recibió la deliciosa fruta.

– Te amo Jungkook, así como tú te preocupas por mí yo lo hago por ti... – esta vez Taehyung unió sus labios en un suave beso, Jungkook posó sus manos en las mejillas del Omega mientras el último mencionado se dejaba hacer.

Sus labios tomaron un ritmo rápido y casi desesperado, Taehyung abrazó el cuello del Alfa intensificando el beso, sus respiraciones eran pesadas, Tae quería más así que dirigió sus manos a la camiseta que llevaba su Alfa, intentó quitarla sin embargo Jungkook se apartó rápidamente y Taehyung lo observó confuso.

– Taehyung, estamos en un hospital y aún estás muy débil, no es apropiado... – Jungkook limpió la comisura de sus labios y Taehyung bajó la cabeza asintiendo.

– Tienes razón, lo siento. – Taehyung hizo un puchero inconscientemente y Jungkook besó su frente.

Justo cuando iban a volver con el desayuno el teléfono de Jungkook resonó por toda la habitación, el Alfa se levantó de la cama dándole algunas señas a su pareja de que contestaría.

– Nam... – Jungkook contestó alejándose un poco de la habitación.

– Jungkook, la mudanza se empezó hoy temprano y ya están por terminar, por cierto se ve muy bien. – habló Nam del otro lado.

– ¡Muchas gracias Nam! En verdad te debo una amigo. – Jungkook estaba agradecido, sin embargo aún le faltaba todo el personal de limpieza y protección.

– Debes elegir a las personas de la seguridad y limpieza.

– Bien, gracias Nam, veré eso después, por ahora lo importante era la mudanza.

La llamada se cortó y un Jimin con una bolsa llena de mandarinas venía completamente feliz hacia él.

– Con que mudanza... – las cejas de Jimin subían y bajaban juguetonamente.

– Dios... – Jungkook dejó salir un suspiro pesado mientras masajeaba sus sienes.

– No le diré nada a Taehyung, pero espero que tú lo hagas después. – Jimin habló comprensivo hacia Jungkook.

– Gracias Jimin, siento si he sido un idiota esta mañana, es solo que tengo muchas cosas en la cabeza. – Jungkook le regaló un pequeña sonrisa y a Jimin solo eso le bastó para abrazarlo.

– No estás solo Jungkook~ – Jimin le transmitía confianza sin embargo no se permitió llorar allí.

– Estoy bien, debemos llevar a Taehyung su antojo. – una pequeña risa salio de sus labios.




Días después...

Jungkook logró conseguir a todos los empleados, quince empleados en la mayoría betas ayudarían con la limpieza y comidas del nuevo hogar y unos veinte guardaespaldas la gran mayoría para vigilar la mansión y algunos para él, sin embargo la prioridad era Taehyung.

– Dame aunque sea una pista. – Jungkook estaba poniendo la camiseta de su esposo, ese día Taehyung por fin saldría del hospital y Jungkook le había mencionado sobre una sorpresa, Tae se encontraba ansioso por saber que era aquella sorpresa.

– Lo sabrás después mi vida, por ahora pondré tus zapatos. – Jungkook se puso de rodillas mientras ponía las vans de su esposo.

– Vamos Kookie~ – Taehyung puchereó acariciando los cabellos de su Alfa.

– No~ – habló riendo Jungkook.

Jungkook se levantó del suelo tomando el rostro del Omega en sus manos, Taehyung lo observaba con ojos brillantes y sin resistirlo atrapó los delgados labios de Taehyung con los suyos.

– Mghm~ Kook. – un pequeño quejido salió de los labios de Tae al sentir los dientes del Alfa morder su labio inferior.

– Vamos por tu sorpresa~ – la voz melodiosa de Jungkook chocó contra el oído del contrario.

– ¿Un helado antes? – preguntó Tae terminando de acomodar su camisa a rayas.

– Bien~ – el Alfa terminó por aceptar, después de todo no podía negarle muchas cosas a su precioso Omega.

꒰  🐾  ꒱

Taehyung comía su helado de vainilla y chocolate plácidamente mientras Jungkook conducía.

– Oh vamos Koo~ dime aunque sea a dónde me llevas... – Taehyung puchereó con sus labios manchados de helado.

– Cariño, puedes esperar un poco, estamos por llegar. – Jungkook sonrió sin alejar la vista del camino.

Taehyung se concentró en el perfil de su esposo, le encantaba cuando Jungkook tensaba su definida mandíbula, le encantaba las manos de su Alfa en el volante mientras conducía o cuando sacaba uno de sus brazos por la ventana mientras conducía.

– Vas a babear... – Jungkook rió observándolo.

– Tonto~ – Tae dio un leve golpe en el brazo del contrario.

Un semáforo en rojo, Jungkook paró el auto mientras Taehyung se sonrojaba al sentir la profunda mirada de su Alfa sobre él.

– Tienes... – Jungkook acarició los labios de Taehyung, tomó un poco del helado de vainilla que tenía en sus labios y llevó su pulgar a su boca saboreando el delicioso sabor de la vainilla.

– J-jungkook no hagas eso. – Tae limpió su boca con su brazo.

– Sabe delicioso. – Jungkook le regaló una última sonrisa hasta avanzar nuevamente, Taehyung en verdad amaba que Jungkook fuera tan sexy.

No tardó mucho en darse cuenta que ese no era el camino hacia su casa ni mucho menos en darse cuenta que aquella gran mansión era el camino directo a dónde Jungkook se dirigía.

Jungkook estacionó justo frente a la gran mansión, era preciosa, casi como en las películas solo que con un toque menos elegante, más acogedor.

– ¿Kook qué es este lugar? – Tae sabía que era, sin embargo no entendía la razón del porque estaban allí.

– Nuestro nuevo hogar mi vida~ – una gran sonrisa se dejó ver en los labios de Jungkook mientras se acercaba y desabrochaba su cinturón.

– Pero es demasiado grande y Hobi siquiera ha nacido, tú debes trabajar y estaré demasiado solo y yo... – Taehyung no terminó de hablar gracias a los labios de Jungkook sobre los suyos, oh, amaba los labios de Jungkook.

– Me iré temprano en las mañanas y volveré para la cena, además puedes invitar a Jimin o a Jin, también a Mark, a quien tú quieras cariño, jamás estarás solo, estoy aquí contigo. – Jungkook besó nuevamente sus labios y Taehyung se relajó un poco dejándose llevar por aquellos exquisitos labios.

– Ven, te enseñaré nuestro nuevo hogar. – Jungkook salió del auto, dando la vuelta para tomar la mano de Taehyung y dirigirlo hasta la gran casa.

La puerta se abrió cuando Jungkook puso su huella en el sensor, y los muchos empleados se dejaron ver, mujeres y hombres en dos grandes filas hicieron una reverencia al verlos en la entrada.

– Bien, tenemos nuestro personal de seguridad y también el personal del limpieza. – Taehyung estaba asombrado eran demasiadas personas, hombres grandes y musculosos con traje que suponía eran los guardaespaldas.

También habían varias mujer y hombres con los trajes asignados que pudo identificar como los encargados de la cocina y limpieza, no logró detectar aromas así que supuso que eran betas o usaban algo para cubrir su aroma.

– Pueden volver a sus labores. – Jungkook les dedicó un mirada seria y su voz había sonado más gruesa.

– Si, señores Jeon. – los empleados empezaron a dispersarse y algunos de los guardaespaldas se quedaron justo en la entrada.

Jungkook tomó la cintura de su Omega guiandolo por la gran sala, una muy elegante sin embargo moderna, una gran televisión se dejaba ver justo arriba de la chimenea, el sofá era de un tono gris muy hermoso y las paredes eran en un mármol blanco muy brillante.

– Dios, es muy hermoso. – Taehyung cubrió su boca asombrado y Jungkook dejó un beso en su coronilla.

Jungkook lo llevó a la cocina donde había varios empleados, un gran refrigerador con demasiada comida y claramente los empleados diciéndo que si necesitaban algo o les apetecía algo no dudaran en llamarlos.

Había un baño y una gran oficina donde suponía Jungkook iba a trabajar, al subir a la segunda planta se encontró con un mismo diseño; moderno y lindo, habían varias puertas, varias eran baños y otras eran grandes puertas de vidrio con balcones.

Taehyung entró en la primera habitación, era una de invitados y habían muchas más para invitados, hasta que se encontró con la de su hermoso cachorro, la linda cuna blanca y el armario estaban allí, siquiera estaba decorado.

– Quería decorar contigo como lo habíamos acordado. – Jungkook le dio un pequeño beso y siguieron con su recorrido hasta llegar a su habitación, era enorme y ni hablar de la cama, tenían una gran televisión y diversos muebles muy modernos acordes a la decoración. El baño era igual de espacioso y lindo con una gran bañera donde Taehyung se imaginó tomando baños largos y tal vez apasionados con su Alfa, sus mejillas tomaron un fuerte rojo y Jungkook lo observó curioso.

– Ven, aún falta la mejor parte. – Jungkook lo tomó del brazo y lo llevó a la primera planta, dos grandes puertas de vidrio se encontraban frente a él, eran decoradas por unas lindas persianas blancas, Jungkook elevó las persianas y justo allí pudo ver la gran y hermosa piscina.

– ¡Oh mierda Jungkook! Esto es hermoso.

Taehyung en verdad estaba emocionado, abrió rápidamente las puertas y salió, el sol chocó contra su rostro y detalló las sillas con mesas donde se vio con sus amigos pasando un buen fin de semana, también la parrilla y las sillas para tomar el sol, además de los grandes paraguas.

– Me encanta jungkt, ¿Podemos entrar? – un puchero, esos a los que Jungkook no podía decir que no.

– Bien, pediré que traigan la comida, ve por un traje de baño y cubre bien ese hermoso cuerpo. – Taehyung se sonrojó y corrió escaleras arriba.

Al bajar se encontró con un Jungkook en boxer a punto de entrar a la piscina.

– Yo usé un traje de baño, ¿Tú siquiera te pondrás algo más? – Taehyung era posesivo, claro que sí, el miembro de Jungkook se marcaba en aquel ajustado boxer. No, no quería que nadie más viera aquello.

Taehyung se cruzó de brazos, se veía tan tierno con aquella gran camiseta cubriendo su vientre, además del traje de baño en la parte de abajo.

Jungkook le dedicó un pequeño guiñó y entró en un perfecto clavado, para después salir con aquel cabello rubio desgastado totalmente mojado, peinandolo hacia atrás y dejando ver aquel apetecible abdomen marcado.

– ¡Ven aquí! – Jungkook le gritó divertido y Taehyung gruñó resignado, entró por las escaleras y se sintió el agua tibia chocar con su cuerpo.

– No me gusta que te veas tan sexy frente a los demás, ahora te ves más ardiente que de costumbre... – un puchero se dibujó en los delgados labios de Taehyung mientras acariciaba el firme pecho de Jungkook.

– Te amo, además todo esto es tuyo, nadie más puede tocarme ni verme como tú lo haces. – Jungkook besó sus labios castamente.

– Bien, pero quiero que uses al menos un traje de baño, nada de boxers, van a ver lo que está dentro de mí en las noches... – el rostro de Jungkook tomó un fuerte rojo y Taehyung dejó salir una gran carcajada.

Pasaron unos minutos abrazándose y besándose hasta que una de las empleadas trajo el almuerzo, Jungkook le agradeció y ambos se sentaron en una de las mesas a degustar la deliciosa comida, no sin antes ponerle a Jungkook una toalla para cubrir su ropa interior mojada a petición de Taehyung.

La tarde pasó entre juegos en la piscina, clavados de Jungkook y varias quemaduras en los mismos ya que no siempre le salían al Alfa, la noche estaba por llegar y Jungkook luchaba por sacar a Taehyung de la piscina.

– ¡No quiero! – Taehyung estaba empeñado en no salir de aquella piscina a pesar de estar temblando.

– Vamos cariño, vendrás mañana, necesito que vayamos a tomar un baño caliente a nuestra habitación. – Jungkook tenía una toalla alrededor de su cintura y una de las empleadas sostenía varias toallas para el Omega, sin embargo estaba muriendo de ternura con la escena.

– ¡Bien! Pero quiero mandarinas y mucho chocolate. – Taehyung por fin había salido y Jungkook lo envolvió en una toalla.

La chica se despidió en una reverencia y Jungkook llevó a su pareja hasta la habitación.

– Iré a preparar la bañera.

– ¿Nos bañaremos juntos? – Taehyung habló con un ligero sonrojo en sus pálidas mejillas.

– ¿Quieres hacerlo solo? – preguntó esta vez Jungkook.

– N-no solo preguntaba. – Taehyung le regaló una sonrisa y Jungkook asintió adentrándose al baño.

Taehyung revisó la habitación, no tardó en darse cuenta del gran cuarto donde se encontraba toda su ropa y la de Jungkook, además habían muchas más prendas que antes, su Alfa era tan lindo, debió haberle comprado aún más ropa.

Dejó la toalla que llevaba puesta sobre la linda cama y quitó sus prendas mojadas lanzandolas al cesto de la ropa sucia y se observó en el gran espejo.

Sus curvas ya no eran tan definidas, su vientre no era tan grande sin embargo era muy notable que ya estaba por cumplir sus siete meses de gestación, su trasero al parecer no perdía volumen y sus pezones se veían rosados e inflamados.

– Eres hermoso Taehyung. – la voz de su Alfa resonó en la habitación.

Tae giró su cuerpo encontrándose con Jimin recargado sobre el marco de la puerta.

– Ven aquí, debemos darnos un baño.

Taehyung se adentró al gran baño y observó a Jungkook olfatear su cuello, para acto seguido besar y succionar algunas secciones del mismo.

– Mghm~ J-jungkook no, no hagas eso... – Taehyung amaba que Jungkook tocara su cuello, ya sea con sus manos o labios.

– ¿No te gusta? – preguntó el Alfa saliendo de la curvatura del cuello ajeno.

– S-sí es solo que me dan cosquillas. – respondió nervioso.

Jungkook sonrió y tomó desprevenidamente el elástico del boxer de su pareja para bajarlo rápidamente. Taehyung se asemejaba a un tomate en ese instante.

– ¡Jungkook! – un chillido salió de sus labios.

– Entra. – ordenó Jeon señalando la bañera.

Taehyung se adentró lentamente en la gran bañera sintiendo el agua caliente, su cuerpo se sintió bien ya que antes estaba demasiado frío.

Jungkook se deshizo de la toalla y el boxer dejando ver nuevamente aquel hermoso cuerpo desnudo, Tae amaba ver a su esposo desnudo, era una total obra de arte y era mutuo.

Jungkook se acomodó tras Taehyung dando leves caricias en su sedoso y largo cabello, el cual ya estaba bajando por su cuello dándole un toque si es posible aún más tierno.

– Tae... – la voz de Jungkook se escuchó suave.

Taehyung asintió indicándole que lo escuchaba.

– ¿No crees qué estoy sucio? – ahora su voz sonaba rota.

– ¿Qué? – Taehyung giró su cuerpo encontrándose con dos ojos llenos de lágrimas frente a él.

– T-taehyung yo no me siento limpio, cada vez que me baño intento quitar aquella asquerosa suciedad y... No se va, me siento tan sucio Taehyung, yo no debería tocarte, estoy sucio... – Jungkook estaba llorando con la cabeza gacha y Taehyung estaba a punto de hacer lo mismo.

– Hey, no, no Jungkook no estás sucio mi vida, no lo estás ¿Fue por ella? ¿Te sientes sucio por ella? – Tae se sentía fatal.

– Taehyung jamás había tocado a nadie que no fueras tú, nadie me había tocado además de ti – la mano de Tae acarició la mejilla del contrario – ella me tocó y... Más allá de darme placer me sentí asqueado y sucio, me siento sucio, ella me tocó, ella tocó lo que jamás permití que alguien además de ti hiciera... Yo en verdad no quería Taehyung, perdóname.

Jungkook lloraba desconsoladamente y Taehyung solo atinó a abrazarlo, su Alfa se sentía tan mal y él podía sentirlo claramente por su marca.

– No mi amor, no estás sucio Jungkook ella jamás te tocará de nuevo, nunca Jimin, te lo prometo cariño... Te amo sí? Te amo demasiado Alfa, jamás me darías asco Jungkook, porque no fue tu culpa, porque yo lo vi y porque sé que todo eso lo hiciste por mí y por Hobi. Todo está bien Jungkook, puedes llorar todo lo que quieras ¿Bien? Tranquilo cariño. – Tae dejaba palabras cariñosas al oído de su Alfa.

Jungkook sollozaba mientras abrazaba el cuerpo del contrario, Taehyung lo hacía sentir tan bien, los problemas y tristezas de iban en cuanto su hermoso Omega lo abrazaba o besaba, Jungkook amaba a Taehyung y Taehyung amaba a Jungkook.

Se aman.

Pasados unos largos minutos Jungkook dejó de llorar y sonrió hacia su pareja al salir de la curvatura de su cuello.

– Te amo TaeTae. – Jungkook sonrió y dejó un casto beso en sus labios.

– Yo a ti Kook. – Taehyung acarició los brazos del contrario mientras dirigía sus labios al cuello del Alfa. – ¿Puedo "limpiarte" Jungkook? ¿Puedo dejar mis rastros para que nunca recuerdes siquiera que tu piel fue tocada por alguien más? – Taehyung preguntó y Jungkook asintió levemente.

Se besaron, sus lenguas se encontraron en una guerra, la saliva se mezclaba y sus respiraciones se aceleraban, Taehyung acariciaba suavemente cada parte del cuerpo contrario, quería que Jungkook se sintiera seguro.

– ¿Podemos ir a la habitación? – preguntó Taehyung un tanto sonrojado. Jungkook asintió y se dirigieron rápidamente a la habitación.

Jungkook recostó suavemente el cuerpo de su pareja en la gran cama, Taehyung inclinó besando el pecho del Alfa, sus clavículas, sus pezones, su abdomen y por último su pelvis.

Jungkook jadeaba mientras Taehyung descendía teniendo cuidado con su vientre.

Poco después Taehyung besaba la punta del miembro contrario, el pene de Jungkook se había levantado rápidamente al sentir la boca del contrario acariciarlo, Jungkook jadeaba mientras su cabeza se mantenía echada hacia atrás y sus brazos recargados contra la cama.

– ¿Podemos no hacer esto hoy Taehyung? – preguntó Jungkook al sentir a Tae besar uno de sus testículos.

Taehyung asintió comprensivo, se levantó del suelo y besó nuevamente a su esposo, esta vez Jungkook fue quien tomo el control besando cada pequeños rincón del cuerpo contrario, grabándose en su mente cada parte, cada pequeño lunar, cada pequeño rincón, cada pequeña curva, sus labios, su cuello, sus hermosos ojos.

Poco después se encontraba preparándolo, Taehyung lubricaba a chorros, sus manos tomaban fuertemente las sabanas bajo su cuerpo y se dedicaba a gemir en busca de más.

– ¡Ah~ Jungkook! – Tae empujó sus caderas en busca de más, Jungkook había curveado sus dedos dando justo en aquél lugar donde Taehyung temblaba de placer.

– ¡Justo allí! Sí~ Oh sí Jungkook, justo allí... – sus gemidos y lloriqueos resonaban por la gran habitación.

Jungkook disfrutaba de el rostro lleno de placer de su pareja, claro que lo hacía, dirigió su erección hasta la ya dilatada entrada y se adentró lentamente.

– Ah~! T-tan grande. – Tae gimió al sentir su interior lleno, Jungkook se dedicó a deleitarse con la calidez en su miembro además de aquella exquisita estrechez.

– ¡Ah, Taehyung! – su pene estaba siendo apresado por el caliente y húmedo interior de su pareja, y le encantaba, se sentía bien, se sentía cálido, se sentía... Limpio.

– Ah~ ¡Jungkook más! ¡Más Kook! ¡Justo así mi vida! – Tae gritaba de placer mientras su manos dejaban múltiples arañazos en la espalda de su esposo.

– ¡Dios, Tae! – sus embestidas eran fuertes y certeras, su miembro salía y entraba rápidamente perdiéndose en el interior de su Omega y saliendo nuevamente dejándo ver lo mojado que estaba gracias al interior de Taehyung.

– Mierda~ ¡Kook sí! ¡Más~! ¡Más~! Más Jungkook, muévete más fuerte Alfa. – el cabello y cuerpo sudado de Taehyung, la cama chocando fuertemente contra la pared, sus aromas mezclados en el aire, el sudor de ambos cuerpos, las gotas de sudor que resbalaban del cabello del Alfa y la satisfacción mutua de tenerse.

– ¡Joder, Te amo~! – esas fueron las palabras de Jungkook al alcanzar su orgasmo y Taehyung no se quedó atrás gritando el nombre de su Alfa, alto y fuerte.

– Yo también te amo Jungkook. – sus respiraciones eran erráticas, sus pechos subían y bajaban rápidamente y sus corazones latían contentos.

Se aman.






꒰  🐾  ꒱

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