ꕤ「capítulo 24」
Su día paso entre besos, caricias y sonrojos por parte del Omega, Jungkook cuidó de Taehyung todo el día ya que este aún estaba adolorido.
Al día siguiente se levantaron temprano (empezaron a dormir juntos), ya que era lunes y debían ir a trabajar, se ducharon y arreglaron, tomaron un pequeño desayuno hecho por ellos y salieron directo a la empresa.
Tae se encontraba al lado de Jungkook en la oficina del último mencionado, estaban observando unos documentos, Taehyung tenía sus lentes ya que su vista se cansaba al estar leyendo o viendo demasiado la pantalla de su ordenador.
Tae tenía su ceño levemente fruncido, Jungkook observaba su perfil mientras el Omega estaba totalmente concentrado. Jungkook llevó su mano hasta la mejilla de su esposo y acarició levemente, esto hizo que Taehyung levantará su vista, lo observó con ternura pero con confusión al mismo tiempo.
– ¿Por qué eres tan hermoso? – habló Jungkook sin dejar las caricias en su mejilla.
Las mejillas de Taehyung tomaron un fuerte color rojo, bajó la mirada a sus manos y comenzó a jugar con sus dedos.
– ¿Por qué de la nada dices esas cosas? – habló aún observando sus manos.
– Porque es verdad. – Jungkook levantó su mentón, el Omega lo observó directamente a sus ojos y el Alfa lo atrajo hasta que sus labios se tocaron, Jungkook tomó la cabeza de Taehyung haciendo que el beso fuera más intenso, sus labios se movían y encajaban perfectamente, Tae pidió permiso para entrar su lengua a la cavidad bucal ajena, el Omega por supuesto lo dejó entrar y enredo sus brazos alrededor del cuello del Alfa.
Jungkook tomó la cintura de Taehyung y lo levantó, pasó sus manos sobre el trasero del Omega y apretó fuertemente, puso al Omega encima del escritorio sin soltar en ningún momento sus apetitosos labios.
Se separaron con la respiración agitada, sus pechos subiendo y bajando, sus miradas chocaron intensamente, se miraban fijamente sin hacer algún movimiento, Taehyung llevó su boca hasta el cuello del Alfa comenzando a dejar marcas rojizas que pronto serían moradas, desabrochó los primeros botones de la camiseta que traía el Alfa hasta que logro ver su firme pecho, el Alfa al parecer hacia mucho ejercicio y eso lo demostraba su abdomen y sus músculos que resaltaban en sus brazos.
– Mhg~ Tae, creo que deberíamos parar. – habló Jungkook, sin embargo este tomaba con fuerza la cabeza de su Omega quien cada vez bajaba más hasta llegar a su cierre del pantalón y quedar de rodillas frente a él.
Y justo cuando Taehyung iba a bajar el cierre – Señores Jeon la reunión está por... – habló Jennie entrando y encontrándose con tal escena, Taehyung de rodillas y Jungkook con su ropa totalmente desarreglada además de las marcas en su cuello y pecho.
– Oh, l-lo siento. – habló la Omega tapando sus ojos y cerrando nuevamente la puerta.
Taehyung gruñó molesto y se levantó del suelo, Jungkook soltó una pequeña risita.
– Cuando lleguemos a casa puedes hacer todo lo que quieras con mi pene. – y salió sin más arreglando su ropa, dejando al Omega totalmente sonrojado no solo de enojo sino también por la vergüenza.
꒰ 🐾 ꒱
– Eso es todo por hoy, muchas gracias por venir. – habló Jungkook despidiéndose de los empleados, ya que habían hecho una reunión específicamente para hablar con ellos.
– Por fin. – habló Taehyung sentándose en una de las tantas sillas que se encontraban en la habitación.
– Sí, levántate debemos volver a mi oficina y terminar lo que empezamos. – habló Jungkook tomando sus cosas saliendo de la oficina.
Taehyung casi corrió tras él, por su mente solo pasaba el como casi vuelve a tener el gran miembro de su esposo en su boca y al parecer no era el único.
Jungkook se despidió de Jennie quien ya se iba, Taehyung hizo lo mismo y ella les respondió con una reverencia además de su hermosa sonrisa.
Jungkook entró a su oficina seguido de Taehyung quien entró después.
Tomó asiento y levantó su mirada encontrándose con el Omega totalmente sonrojado justo en la entrada de la oficina, Jungkook lo miró un poco curioso y a la vez desconcertado.
– ¿Estás bien? – preguntó Jungkook dejando el documento el cual estaban revisando con Taehyung antes de que sucediera aquel incidente.
– S-si, ¿Podemos volver a casa? – habló intentado cubrir su erección, se había emocionado de más pensando que iban a hacer algo en la oficina, su entrada había empezado a gotear y su Omega estaba desesperado.
– Sí, pero primero debemos terminar esto, si te sientes mal puedes adelantarte. – habló el Alfa levantándose y tomando las manos de Tae dejando un pequeño beso en su frente.
– Jungkook – lo llamó.
– ¿Si? – habló Jeon separándose.
Taehyung tomó la mano de su Alfa nuevamente pero esta vez llevándola a su erección sobre su pantalón.
– Oh – habló Jungkook un poco sorprendido.
– Mejor me voy. – habló el Omega con vergüenza intentando salir de la oficina, al parecer su Alfa no quería eso, su Omega bajó las orejas y se acurrucó por la vergüenza.
– Hey, tranquilo, ven, te ayudo. – habló Jungkook poniéndolo sobre la mesa.
– N-no hace falta, yo lo hago. – habló sonrojado el Omega intentando levantarse de la mesa.
Jungkook lo tomó fuertemente de la cintura – Mi Omega me necesita en estos momentos, ¿cómo no le voy a dar lo que quiere? – habló mordiendo su labio inferior mientras apretaba aún más las caderas del Omega.
Taehyung lo observaba fijamente, el Alfa lo prendía con cada acción que hacía, soltó un pequeño jadeo cuando sintió las manos de Jungkook viajar dentro de su camiseta y sentir las manos frías de este tocando su abdomen subiendo hasta su pecho y al final cada mano tomó ambos pezones.
– Mgh~ – Taehyung mordía su labio inferior fuertemente.
– ¿Por qué no sacas esos hermosos gemidos? – habló el Alfa llevando su boca bajo la ropa hasta llegar al botoncito rosa de Taehyung, lo tomó entre sus dientes mordiendo levemente para luego succionar como si en algún momento pudiera salir algo de allí.
– Ah~ Jungkook no pares mhgm~ – gimió el Omega mientras tomaba con fuerza la cabeza del Alfa para que no dejara su trabajo de succionar y pellizcar sus pezones.
– Eres tan sensible. – pasó su boca hasta el otro pezón, dejando el recientemente atendido completamente hinchado y rojo.
El sonido de un teléfono inundó la oficina, Jungkook dejó su labor para observar que sucedía, Taehyung gruñó insatisfecho.
– Es el tuyo – habló Jungkook señalando el teléfono sobre la mesa.
Taehyung aún mordía su labio inferior, en verdad no quería parar ahora – Sigue. – habló firmé.
– ¿Qué? – habló confundido el Alfa.
– Sigue con lo que estabas haciendo – habló tomando el teléfono y contestando la llamada.
Jungkook levantó una ceja, que Omega más atrevido tenía, al parecer le gusta la adrenalina, el ser descubierto, no sabía quién estaba tras esa llamada pero lo haría gritar hasta que tuviera que colgar por las ganas de tenerlo dentro y sus altos y deliciosos gemidos.
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