Ya eran como las 2:00 de la tarde.

Jungkook recién había despertado. Miró a sus lados y sintió susto, recordando lo que pasó después del accidente y sintió calma. Supo que seguía en ese lugar, al parecer nada era un sueño, bostezó un poco y se levantó.

Había dormido tan cómodo.

Recordó haber conocido a un chico con un rostro muy bello y un cuerpo de infarto, ¿pero como podía ser un sueño todo eso?

Al salir fue directamente a la habitación del Omega, abrió la puerta y lo encontró sentado en medio de la cama, en el día podía verlo y contemplarlo muy bien.

El Omega volteó a verlo con sus ojitos preciosos, ambos se quedaron contemplados el uno del otro a la luz del día, observando sus facciones a la perfección.

Jungkook notó el hermoso lunar en la punta de la nariz de Taehyung, sus labios muy rojizos, su mirada tan melancólica que parecía guardar un dolor, su cabello un poco rizado por las puntas y esponjoso, sus piernas acarameladas.

Y Taehyung pudo ver lo varonil que era el Beta, su cabello negro pero largo, sus ojos penetrantes y oscuros, sus labios rojizos también, el lunar debajo de sus labios, su piel blanquecina y la ropa extraña en su cuerpo.

Recordaron lo sucedido en la noche y ambos quisieron sentir sus labios rozarse nuevamente, hasta por un segundo, querían sentir otra vez esa sensación extraña en sus cuerpos.

—¿cómo amaneciste? — preguntó Jungkook para desviar la tensión.

El omega abrió la boca lentamente para poder responder —bien...—miró a otro lugar con timidez.

—¿Y cómo está tu pie? —quería ver sus lindos ojos verlos a él.

—Bien...— respondió aun mirando a otro lugar.

—Es tarde y quisiera que almorzaras algo, debes tener hambre al igual que yo.

Taehyung volteó a mirarlo — quiero una ropa para vestirme, podrías darme una... — pidió bajando la mirada a sus piernas desnudas.

Jungkook volvió a mirar ese cuerpo semidesnudo que lucia espectacular con su chaqueta y más en la posición que se encontraba el Omega.

—Aquí tienes todo lo que necesitas — mostró a sus lados, pero luego se quedó pensativo al llegar a la idea de ¿Qué haría si no había nada ahí?

Taehyung movió la cabeza para bajar de la cama.

Jungkook se quedó mirándolo con ojos de mucho deseo, quería poseer en ese mismo instante a ese chico delicado.

—Voy a abrir el armario — se acercó un poco avergonzado por estar casi desnudo, al menos había algo que tape sus partes íntimas.

Con sus dos manos abrió un armario y allí se mostraron hermosas prendas de vestir al estilo de un príncipe Omega, más que nada eran de un color celeste.

—¡Que hermosos! — Taehyung se quedó con las palabras cortas ante lo bellos que eran, fue uno que llamó su atención, uno de color celeste bebé — ¿puedo tomar esta ropa? -
— señaló con tanta emoción que evitó mostrarlas al Beta.

Jungkook estaba en estado de shock por las prendas de vestir, solo movió la cabeza en asentimiento a la pregunta de Taehyung.

El Omega lo tomó y se dirigió a una puerta al imaginar que era el baño. Al entrar se quedó con la boca abierta, el interior era de lujo, la tina de baño era de una hermosa piedra con unos zafiros y un espejo grande.

Empezó a quitar la chaqueta de Jungkook y se vistió con la ropa que había traído, esa vestimenta traía un juego de accesorios, incluía una joya tipo corona.

Se miró en el espejo después de estar listo y luego salió.

Jungkook se quedó mirando al chico hermoso frente al suyo, entreabrió la boca de fascinación, a sus ojos Taehyung era un ángel caído del cielo.

La joya que traía alrededor de su cabeza le hacía ver un príncipe, un Rey.

—Eres muy hermoso — su respiración casi se detuvo, su corazón latía fuertemente.

Taehyung se sintió tímido ante la mención del Beta, era la primera vez que escuchaba un halago cuando estuviera frente a frente con alguien.

—¿por qué te vistes con esa ropa extraña? — preguntó Jungkook después de salir de la ensoñación —pero las luces espectacular.

—tengo hambre — respondió otra cosa mientras tocaba su estómago a través de la tela.

—en la cocina... Vamos a buscarla — respondió emocionado con ganas de alimentar al Omega.

Taehyung solo movió la cabeza, oprimiendo sus labios con tanta timidez.

Jungkook sonrió con ternura y enternecido por la actitud tan sumisa del Omega, tal vez el chico frente a sus ojos era lo que tanto estuvo esperando en toda su vida.

—Vayamos no tenemos algo que esperar ángel — se acercó para tomar su mano y llevarlo fuera de la habitación y luego debajo de las escaleras.

Por su intuición Jungkook caminó a un lugar, era algo como un espíritu que le decía a donde ir y que hacer para cuidar del Omega.

Llegaron a una parte especial en la cual había una gran cocina Real, en la cual había una pequeña mesa con frutas y bebidas.

En ese momento uno de ellos tuvo un recuerdo de su niñez, sintió melancolía en su interior.

"Solo vine para llevarle este dulce a mi futuro esposo"

—Hay que comer — dijo Jungkook.

—Pero tengo hambre de comida no de fruta —dijo un poco apenado.

—supongo que aquí debe de haber unas cosas pero yo no sé cocinar, porque pues mis padres son millonarios y yo comía todo hecho.

Taehyung no entendió un poco de millonarios, pero él tampoco sabía cocinar, porque era de la realeza y comía todo hecho como Jungkook.

Pero cómo todo un Omega se acercó a unos armarios para buscar provisiones y cocinar, o si no moriría de hambre.

Encontró brócoli y huevo.

Buscó una olla y lavó para poner otra agua limpia, habían leñas y unas astillas, buscó una forma de encender hasta que encontró el encendedor, eran dos piedras.

Juntó las dos piedras para sobar, ante la atenta mirada del Beta hasta sacar chispas, en un rato el fuego apareció y el Omega se sintió feliz.

Cocinó el brócoli y batió el huevo hasta que la verdura ya estuviera lista.

—Supongo que al ser un huérfano aprendiste a cocinar a pesar de ser un hombre — dijo Jungkook mirándolo con ternura.

Sus ojos se movían de sus pies hasta su cabeza, a través de la tela podía observar solo un poco de su silueta, quería verlo otra vez desnudo, tenía ganas de tocar otra vez su suave piel.

Taehyung dejó de hacer por un momento lo que estaba haciendo, se sentía desnudo para Jungkook ante su profunda y deseosa mirada.

Se volteó lentamente y se quedó mirándolo con curiosidad, pasó saliva al igual que el otro.

Ninguno sabía que decir.

Jungkook estaba mudo por haber sido atrapado por el Omega cuando estaba mirándolo de una forma tan especial y doble sentido pensando cosas en su cabeza.

Taehyung continuó con su quehacer, sintiendo la mirada de Jungkook, quiso ignorar pero no pudo, su lobo estaba feliz porque el beta los mirara con tanto deseo, movía la cola muy ansioso.

Después de un rato Taehyung terminó de preparar su almuerzo, sirvió en dos platos, sintió orgullo de si mismo al darse cuenta de que nada le había tomado una gran complicación.

Se acercó a Jungkook quién no había despejado la mirada ni por un segundo de él, dejó un plato en sus manos con tanta timidez.

—gracias — agradeció Jungkook muy embobado y miró el plato en sus manos — solo comeré porque no hay otra y además lo hiciste tú.

Comieron en silencio, mirándose raras veces.

Jungkook miraba los labios del Omega, pensando en su mente cómo sería besarlo por un buen rato, Taehyung en ese momento lamió sus labios y el Beta pasó saliva, desviando la mirada hacia otro lugar porque no sería capaz de controlarse más.

El Omega seguía comiendo, notando un poco del comportamiento extraño de Jungkook, pasó saliva y mordió su labio con delicadeza.

Jungkook volvió a sentir la sensación extraña en su estómago, quería lanzarse a su cuerpo, quería besarlo justo en ese momento y tocar su cuerpo de todas las formas posibles.

Se levantó para salir del lugar y correr de regreso a su cuarto.

El Omega lo vió desaparecer, estiró sus labios ocultando su sonrisa y continuó comiendo.

Al terminar se levantó para ir en busca del Rey, subió la escalera con lentitud para luego dirigirse a su habitación, tocó la puerta con timidez.

Al no recibir respuesta del Beta tomó la manija para mover, pero en ese instante Jungkook abrió la puerta parándose de brazos cruzados.

—Me extrañaste tan pronto angelito — se inclinó hacia su cabeza con una sonrisa — ¿qué deseas? Dilo y te lo cumpliré.

Taehyung parpadeó y habló — no coquetee conmigo, porque yo soy un Omega para un Alfa, y no para un Beta como usted, su majestad — respondió rápidamente.

—Ya veremos, dijo el ciego, ternura — se alejó y cerró la puerta de la habitación.

Taehyung notó que tenía la misma cosa negra de la madrugada en su espalda, quiso saber que era.

— ¿A dónde va?

—afuera quiero respirar naturaleza pura, ya que en mi mundo hay mucha contaminación por los humos que votan los carros y fábricas — suspiró para tomar la mano del Omega y llevarlo con él.

Al llegar a un campo libre soltó la mano del confundido Omega, para sentarse y abrir su mochila para, luego sacar un cuaderno con un lápiz.

A Taehyung le llamó mucho la atención esa cosa que Jungkook tenía en sus manos, se sentó a una distancia no tan lejana para observarlo con tanta concentración.

En cambio el Beta se había puesto a dibujar con tanta pasión el cuerpo desnudo del Omega que había visto en el río, en su mente podía repetirse la imagen con claridad.

Así pasó el tiempo, Taehyung mirándolo concentrado y Jungkook dibujando con total seriedad.

"Que hará tanto para que no me hable" resopló muy aburrido.

Jungkook al terminar se percató de la cara aburrida del Omega.

"Sería lindo grabar ese retrato aquí"

Volvió a dibujarlo volviendo a su concentración del principio.

Taehyung no entendía porqué Jungkook lo miraba mucho, también se había quedado en esa posición sin moverse.

Y así pasaron las horas.

El primer día juntos de Taehyung y Jungkook habían sido un poco aburridos para el Omega y hermoso para el Beta, solo se la pasaban mirándose la mayoría del tiempo el uno al otro.

—Ángel me has repetido varias veces Omega y Beta, ¿me explicas? — dijo Jungkook después de tanto silencio.

Taehyung lo miró confundido y analizó la vestimenta del Beta, pensó que tal vez por vivir solo no estaba al tanto de nada.

—¿sabe que soy yo, y que podría pasar entre nosotros?

—seríamos dos amantes del amor sin importar el género — respondió sin dudar — y tú eres un ángel que siempre estuve buscando en mi vida — con coquetear no perdía nada.

Taehyung se quedó mirándolo ante su respuesta, no esperaba escuchar algo tan distinto y muy directo.

—Por eso soy Omega, llamo la atención de cada Alfa y Beta, nací para casarme con un Alfa o Beta y usted es un Beta — respondió mirando sus labios rojizos.

— ¿y cuántas parejas tuviste? — cambió de tema, era lo que más le interesaba a Jungkook.

Taehyung apartó la mirada — siempre estuve encerrado bajo las cuatro paredes de mi habitación, eres la primera persona con la cuál hablo y tengo contacto — y es que era verdad.

Taehyung vivía muy oculto de toda la gente y su rostro solo podía ver su madre, que era la Reina, el doctor y algunas familias Reales, pero importantes, siempre quiso saber el motivo por el cuál lo ocultaban.

—Parece la historia de Rapunzel — respondió Jungkook con un poco de burla — es cómo si hubieras escapado para descubrir el mundo — rió — yo sería Flynn Rider, tú Rapunzel, Yuraf, Maximus y faltaría una cosa para que sea Pascal tu mascota.

El Omega lo miró con molestia, no encontraba gracia en sus palabras, solo burla por la vida que llevó.

— Eres un Beta estúpido, burlón, sin sentimientos, no te importa lo que el otro podría haber pasado — se cruzó de brazos.

Taehyung era de los Omegas que no soportaba una ofensa, podía ser tierno y delicado, pero no permitiría una burla de nadie.

—Un ángel como tú también sabe decir palabras fuertes — dejó de reír — esa boquita no tiene que decir más groserías, no me gusta que me hablen de esa forma.

Taehyung notó la mirada de autoridad en los ojos de Jungkook y su cuerpo tembló un poco.

—¿entendiste ángel? — preguntó en voz baja, cómo broma.

—si, su majestad — respondió sin dudar un segundo, solo quería obedecerlo y no sabía porqué, quería ser un sumiso para ese Beta.

El chico pelinegro abrió la boca de sorpresa, no pensó que Taehyung lo obedeciera, volvió a sentir esas cosquillas extrañas en su interior.

—¿quieres que veamos los lugares del castillo? — Preguntó con suavidad.

Taehyung movió la cabeza con timidez.

—Entonces vamos — se levantó y le extendió la mano al omega.

Taehyung se quedó mirando sus fuertes y marcadas manos, apretó sus propias manos intentando levantarse, pero su cuerpo no reaccionó.

Jungkook al darse cuenta de su timidez se inclinó para tomar su mano derecha, Taehyung elevó la mirada a los ojos de Jungkook.

En ese instante ambos habían sentido una gran conexión y la corriente eléctrica recorría sus cuerpos, se miraron con sorpresa por unos segundos.

Jungkook quiso besarlo en ese instante hasta que la respiración falte en sus pulmones, sus ojos eran tan bellos llenos de melancolía, pero tenía un brillo especial que los hacia ver cómo un cachorro que le pedía nunca abandonarlo.

No pudo resistir y llevó su cabeza hacia la de Taehyung, que se encontraba en sus pensamientos y curioso.

Se detuvo a un centímetro, para ver si se alejaba o hacía algo, pero al no ver ninguna negación, tomó con una mano su nuca y terminó juntando sus labios con tanta emoción.

Taehyung se había quedado con los ojos abiertos, sintiendo los labios suaves de Jungkook en los suyos, sentía mil emociones y un montón de mariposas volando en su estómago.

Jungkook esta vez movió sus labios con ternura, como queriendo aprender a dar besos con el Omega, que recién había cerrado los ojos tratando de seguirle el ritmo.

Se besaron con tanta lentitud, era el primer beso de ambos, quienes disfrutaron ese momento, solo fueron sus labios moviéndose hasta que Jungkook se detuvo y se alejó de Taehyung.

El Omega se sonrojó y miró a otro lugar, sintió un poco de vergüenza, solo no quería ver los ojos ni la cara a Jungkook.

El Beta pasó saliva aún mirando al omega, abrió la boca para hablar — ¿Por qué dejaste que te besará? — reclamó un poco indignado, él pensó que Taehyung lo alejaría.

El Omega fue esta vez quien se indignó y lo miró fijamente — fue usted quién me besó.

— Pero tú tenías el derecho de alejarme, de empujarme o gritarme, no dejar que te bese, somos hombres... — resopló y se cruzó de brazos.

Taehyung se levantó y pasó de largo a su lado — tonto — dijo bajo, pero Jungkook lo habia escuchado y lo alcanzó con solo tres pasos, lo detuvo con firmeza de su muñeca.

Taehyung miró las manos de Jungkook y apretó sus labios para darse la vuelta lentamente.

—Me dijiste tonto — lo miró fijamente, pero sus ojos estaban mirando sus labios.

—Pero eso no es lo que es —murmuró — me besa y después me reclama como si yo hubiera iniciado todo.

—Vaya, pensé que no eras inteligente, pero si sabes sacar tus conclusiones — sonrió inclinándose otra vez hacia su cabeza — ¿por qué tanto dolor en tus ojos? — ya se había dado cuenta de eso desde la mañana.

El Omega ni lo sabía con claridad, pero en el fondo siempre supo que había perdido a alguien en su niñez — a él... — una opresión apareció en su pecho y sus ojos se aguaron para luego resbalarse por sus mejillas — yo no quería.. que él se fuera.

Jungkook se entristeció y soltó su muñeca para tocar sus mejillas y limpiar sus lágrimas — ¿quién es... Tu papá, tu hermano?

Taehyung no respondió nada, solo quedándose pensativo por su repuesta, no sabía de donde dijo esas palabras, simplemente de la nada llegaron a su mente.

— No quería...

Jungkook se sintió mal por preguntar y hacer que Taehyung llorara a causa suya.

— Ya no llores.. si quieres puedo volver a besarte y así te olvidas de ese dolor y no te voy a reclamar por dejar que te bese — propuso sonriente.

Taehyung al escuchar cierta mención alejó su cara — no crea que todo se puede alegrar con un premio como cuando era un niño... Mamá siempre hacía eso — secó sus mejillas y se alejó para ir de regreso al castillo.

Jungkook se quedó viendo cómo desaparecía Taehyung ante sus ojos, quería saber el motivo de sus tristezas y así poder ser su alegría.

"Prometo que no volverás a llorar por ese alguien que hayas perdido"

También lo siguió.