Días después:

— deberíamos de regresar ya, su majestad — dijo Taehyung sobando sus brazos de frío.

— no quiero que te enfermes, la lluvia está fuerte — lo acercó a su cuerpo para darle de su calor.

Ambos se encontraban debajo de un gran árbol que al menos podía cubrirlos de la lluvia, aunque las gotas de las hojas que caían los mojaba un poco.

Habían ido de paseo al río y no contaban que el tiempo cambiaría drásticamente, de uno soleado a uno oscuro, para luego empezar a llover.

— te amo — dijo el Beta de repente.

Taehyung volteó a mirarlo perdiéndose en su brillosa mirada, relamio sus labios, queriendo que el Rey lo bese.

Jungkook sonrió y como si leyera la mente del chico atrapó sus labios en un beso muy intenso de ambas partes — te amo — repitió en sus labios rojizos — y lo sabes mi vida, pero a pesar de eso quiero decírtelo, porque no puedo callarme lo que por ti, siento — volvió a unir sus labios, está vez acariciando el cuerpo pequeño de Taehyung.

El Omega perdido en los besos y las caricias de Jungkook, se dejó apegar en el gran tronco sin importar a las gotas de la lluvia, el momento con un beso apasionado era más importante que la lluvia mojarlos.

— ya que estamos cerca del río — Jungkook cortó el beso y miró los ojos dilatados de Taehyung, respirando lento — ¿por qué no hacemos el amor bajo la lluvia en ese río en el cual te encanta bañarte? — sonrió después de su propuesta.

Taehyung se quedó pensativo ante la propuesta del Rey, le excitaba el solo hecho de tener sexo en el río, bajo la lluvia junto al hombre más perverso y caliente que haya conocido en su vida, simplemente no podía negarse a esa petición, porque le encantaba experimentar.

Jungkook tomó un si, al ver la cara de excitación en el rostro de Taehyung, sin dudar tomó su mano y lo llevó a la orilla.

El Omega se quedó quieto, negando con la cabeza al llegar a la conclusión de que podría enfermar, de gripe.

Jungkook le había dicho que no quería que enfermara, pero también le estaba orillando a que suceda lo que menos querían.

La lluvia empezaba a mojarlos.

— ¿por qué? pensé que estabas seguro — preguntó el Beta.

Taehyung pasó saliva, sabía que Jungkook con solo su gesto podía saber respuestas y preguntar también.

— es que es peligroso para nuestra salud su majestad — respondió tímidamente.

Jungkook con una sonrisa tomó la cara de Taehyung, acarició ambas mejillas provocando el ronroneo del Omega, miró fijamente sus fríos ojos — mientras estemos con calentura, no nos pasará nada — dió piquitos en sus labios.

A veces Taehyung creía que Jungkook estaba enfermo de la mente, y que eso a él también le estaba volviendo en uno, porque solo cedía a todo lo que el Beta pedía.

— sé que quieres — dijo bajo y acercó su rostro, para juntar sus labios.

Taehyung entendía que Jungkook tenía la razón, porque si no fuera así, no estaría dejando que el Rey estuviera quitando su ropa bajo ese frío y lluvioso día al lado de un río, ambos estaban mal de la cabeza a razonamiento del Omega.

Jungkook dejó marcas en el cuello de Taehyung, terminó de quitar su ropa y la suya, con pasos pequeños, y una gran sonrisa llevó al Omega, hacia el río.

En ese momento se detuvo y levantó a Taehyung — pesado — dijo sin ofenderlo, adentrándose poco a poco al agua, en cuanto estuvo dentro del agua, soltó al Omega en el hondo del río.

Taehyung entreabrió la boca por el frío, se puso de pie, listo para salir, pero no contaba que el Beta lo sostuviera de las caderas, para apegar sus cuerpos y así empezar un beso rudo.

Taehyung siseó por el frío en los brazos de Jungkook, estremeciéndose con sus besos y caricias, suspirando pesadamente.

— te amo — mordió ligeramente su labio inferior — ¿aún tienes frío? — preguntó con dulzura y seducción.

Taehyung negó con la cabeza mientras mordía su labio — mi cuerpo ya se acostumbró al frío, ahora ya no quiero salir de aquí — confesó con timidez.

Jungkook se inclinó a su rostro, lo tomó con fuerza de su cintura — salta — susurró.

Taehyung dió un pequeño brinco, enrollando sus largas piernas en la cintura del Rey, quien lo tomó de un muslo con una mano.

Ambos se miraron a los ojos con una sonrisa en sus rostros. Taehyung está vez sonrió en grande, mostrando su hermosa dentadura, su sonrisa rectangular.

— eres muy tierno — acarició con su nariz el de Taehyung — inocente y tentador — dijo suavemente — eres mi adicción.

Taehyung no sabía que responder, se puso tan tímido que Jungkook rió por su timidez, luego lo llevó a una piedra y lo apegó con una sonrisa.

Taehyung recostó su cabeza en la gran piedra, mirando la linda sonrisa del Rey, para luego sentir el miembro de este ingresando a su apretado trasero.

Jungkook gimió al estar dentro del Omega, empezó a mover sus caderas, provocando los gemidos ruidosos del Omega.

Taehyung arqueó la espalda cuando su próstata fue penetrada con rapidez, por el Beta, las lágrimas de placer salieron de sus tiernos ojos.

Para Jungkook follar en el río era estar en el cielo. Perderse en Taehyung era conocer el infierno y al mismo tiempo estar en el cielo.

Se dejaron llevar en ese río, el lugar que también apreció su amor, el amor que se demostraban.

Al llegar a su éxtasis, salieron del río y se vistieron con sus ropas mojadas, se dieron un hermoso beso y luego subieron al caballo para ir de regreso al castillo.

—¿crees que tú madre esté enojada por haber faltado a la práctica de baile? — preguntó temblando un poco por el frío.

Recién pudo sentir el frío entrar a sus huesos.

Jungkook rió — pero cuando le diga que estábamos haciendo un hijo, dejará su enojo.

Taehyung frunció el ceño y luego se puso triste cuando Jungkook mencionó la palabra hijo, le lastimaba el solo hecho de saber que no era capaz de darle uno.

Jungkook notó el cambio en el rostro de Taehyung — ya te dije que no me importa tener un hijo, me basta con tenerte a mi lado.

El Omega solo suspiró.

Continuaron con su regreso al castillo, desde que Jungkook había mencionado la palabra hijo, la tensión entre ellos se había vuelto incómoda.

después de unos minutos ya estaban en el castillo, el Omega ya estaba temblando de frío.

Apenas bajó del animal, fue rápidamente a su habitación para cambiarse y abrigarse, la lluvia aún no paraba.

— ¿donde estaban?, ¿por que vienen mojados? — preguntó NaRan — se enfermarán, vayan a cambiarse rápido.

— eso haremos — respondió Jungkook, llevando a Taehyung a las escaleras.

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Jungkook se sentó en una banca muy pensativo, esa gente repetía lo mismo a diario, acaso Taehyung ya ni podia tener amigos.

— puede tener amigos Omegas — dijo casi haciendo un berrinche — ¿por qué tiene que hablar con MinGyu, por qué él? — renegó.

Suspiró y luego miró a su acompañante — llama a mi hermano — ordenó casi molesto.

El guardia obedeció y fue en busca del príncipe MinGyu.

Jungkook tenía que hablar con su supuesto hermano, que lo único que hacía era perseguir a su ángel, él no iba a permitir que esos rumores falsos lo afectaran más.

— su majestad — MiYun se sentó a su lado con una gran sonrisa en su rostro — pensé que usted confiaba en su Omega.

Jungkook la ignoró, ella era la menos indicada para dar cualquier opinión.

— ahora ellos están en el jardín de claveles y girasoles, juntos ¿puede creerlo?, son un par de sinvergüenzas.

— cállate venenosa — advirtió mirándolo con furia — no querrás ver mi enojo desquitado contigo.

— lo acepto si es con besos y caricias - respondió coqueta — deberías hacerle lo mismo, anda conmigo a cualquier lugar y se sentirá celoso — propuso muy esperanzada de que Jungkook lo aceptará.

Jungkook arrugó la frente — jamás en mi vida andaría con una persona, solo para ponerle celoso a alguien, yo sé muy bien que tipo de persona soy y con que gente me involucro — respondió serio.

— ya le dije que conmigo puede tener todo lo que quiere.

Jungkook se levantó — con mi niño, tengo todo lo que quiero.

La mujer también se levantó — porqué no va al jardín, vera que su Omega disfruta de la compañía de su hermano.

Jungkook rodó los ojos muy fastidiado.

— mejor vete, o haré que te lleven al calabozo por fastidiosa y desubicada — amenazó.

La mujer se levantó aún sonriendo — Taehyung es Omega, quiere a un Alfa, tarde o temprano descubrirás su traición, solo abre los ojos — se retiró después de esparcir su veneno.

El Rey suspiró y apretó las manos, no sabía porqué estaba enojado, pero se levantó para ir al lugar que MiYun había mencionado. No tenía que escuchar sus palabras, tenía que seguir ignorando la. pero no podía porque esa mujer le echó de su veneno.

Después de un rato ya había llegado al jardín de claveles y girasoles. Abrió la puerta del invernadero, era un lugar espacioso, acorralado en la muralla del muro del castillo.

Habían, jardineros también regando, y manteniendo las plantas en su bonita forma, algunos al notar su presencia se inclinaron.

Los ignoró y buscó con la mirada a su ángel y MinGyu, y si no estaban ahí, sería un idiota por creer en la víbora de MiYun e iría a pedir disculpas a su niño.

Pero sus ojos se detuvieron en una esquina, allí estaba su Omega, muy sonriente en compañía de su hermano, quien le extendía un hermoso girasol.

Jungkook caminó rápidamente al lugar, en menos de veinte segundos ya estaba, al lado de Taehyung sujetándolo con fuerza de la cintura.

El Omega abrió la boca de sorpresa, ni siquiera pudo tomar el girasol que el príncipe le estaba ofreciendo.

MinGyu se sorprendió de ver la acción extraña y posesiva de Jungkook.

Taehyung acarició el animal que estaba en sus brazos, el mínimo que Jungkook le había regalado, lo había tomado como una muñeca y lo llevaba con él, cuando quería.

— ¿que hacen aquí? — preguntó serio — ¿por qué le estabas dando un girasol a mi ángel?, ¿que pretendes?, ¿enamorar a mi Omega? — hizo muchas preguntas al mismo tiempo.

MinGyu sonrió — no pretendo nada.

— su majestad — Taehyung intervino con timidez — yo vine aquí, porque el Rey MinHyuk me dijo que la Reina quería verme aquí, pero no está, me encontré con MinGyu, no hace poco que llegué — informó para que no malinterprete las cosas.

— además el girasol es una planta medicinal, le estaba dando para que le entregué al doctor, porque parece que se enfermará e irá a verlo — se cruzó de brazos — está estornudando.

— bebé vayas saliendo, en un rato te alcanzo — dijo Jungkook a su Omega.

Taehyung obedeció — nos vemos príncipe — sonrió un poquito y se retiró.

Jungkook miró a MinGyu, en cuanto Taehyung estuvo lejos, suspiró y luego habló — ¿te gusta Taehyung?

MinGyu se sorprendió y abrió la boca dispuesto a negar.

— no quiero que te acerques a mi ángel, sabes que los rumores aumentan más, no te quiero cerca de Taehyung — alzó la voz.

— ¿crees en los otros? — preguntó con ironía — por unos estúpidos rumores no dejaré de acercarme a Taehyung, además, soy el único con el cuál puede hablar, no tiene nada de malo.

— aléjate de mi ángel, no te acerques, porque si te veo nuevamente con él, me conocerás MinGyu — advirtió y se retiró.

El Alfa suspiró negando con la cabeza y luego sonrió — imbécil.

Jungkook ya había alcanzado a Taehyung, lo tomó de la cintura y lo apegó a su cuerpo.

Taehyung sonrió muy feliz de estar entre sus brazos — ¿que le dijo al príncipe?

— nada importante, mi niño — en una esquina se detuvieron, Jungkook lo apegó en la pared y tomó su rostro con ternura — eres un cachorrito tigre — se inclinó para atrapar sus labios.

Taehyung abrió la boca y correspondió a Jungkook, cruzando sus brazos por su cuello, y poniéndose de puntillas, para profundizar más, pero se alejó del Beta cuando le dieron ganas de estornudar.

Jungkook se preocupó — creo que no debí de lanzarte al rio hace dos días atrás — dijo acariciando sus mejillas.

Taehyung hizo un puchero — pero no me arrepiento de nada, porque entrar al río y disfrutar el momento en sus brazos es lo maravilloso que puedo recordar — sonrió.

— ¿te encanta ser mío?, ¿te gusta entregarte a mi? — preguntó aún sabiendo la respuesta — ¿te gusta la forma en que te hago mío?

Taehyung movió la cabeza — es más que encantarme — carraspeó al sentir su garganta seca — me gusta ser suyo, perderme en sus caricias, las veces que sean necesarias.

— vaya — dijo una voz, mientras aplaudía.

Taehyung y Jungkook se alejaron muy asustados y miraron a la persona, MiYun sonrió muy feliz de saber una información que probablemente le afectaría a Taehyung.

— te callas — demandó Jungkook.

— le gritaré a todos lo que sé — tras decir esas palabras se retiró, para ir en busca de los Reyes.

Taehyung miró a Jungkook muy asustado y con sus ojos aguados, de solo pensar en que lo echarían.

— yo me encargo, la dejaré como una difamadora — lo tranquilizó — confía en mi bebé — cómo si nada hubiera pasado, dijo muy seguro de si mismo.

Taehyung suspiró.

Ambos decidieron entrar al castillo.

Cuando ya estuvieron adentro MinHyuk con Hongyeol se acercaron a ambos, NaRan solo miraba de brazos cruzados, quería ver cómo se defendían.

— ya se lo que van a decir — dijo Jungkook sin mostrar ni una pizca de miedo — pero esa niña miente, así que no quiero escuchar nada.

— pero el omega será revisado por una dama — dijo MinHyuk — así sabremos quién miente y quién no — actuó muy inteligente el Rey Omega.

— nadie verá a mi ángel, no permitiré que un desconocido lo vea — respondió con dureza — a ustedes que les importa, metanse en su asunto, y dejen de creer a una niña ardida.

HongYeol entendía porque Jungkook actuaba de esa forma — al día siguiente de la noche de bodas sabremos si era virgen o no, dejamos esto aquí — miró a Taehyung — parece que estás enfermo, tus ojos se ven decaídos, ve a descansar.

Taehyung miró al Rey "papá" gritó el niño, porque se sentía familiarizado con ese Rey, sentía lo mismo con MinHyuk a pesar de sus malos tratos.

El Rey Alfa sonrió al Omega y se retiró, ese Omega le recordaba a su cachorro.

— mi niño, ve a descansar — dijo Jungkook — iré por unas cosas — le sonrió y le dejó un beso en sus labios para retirarse.

Taehyung movió la cabeza y se retiró del lugar, se había quedado extraño después de ver al Rey Kim tratarlo con cariño, algo en su interior se había removido.