👑♡siete♡👑
—Su majestad — el Omega tocó la puerta de la habitación — ya estoy listo —informó.
—Que bueno —Jungkook salió sonriente —así podremos evitar que te mire desnudo, ahora quiero jugar a las escondidas.
—¿escondidas? — se fijó que el Beta, tenía otra vez esa cosa negra en su espalda — ¿qué es eso? — señaló con timidez.
—Una mochila, es algo en la cual puedes guardar muchas cosas, aquí llevo frutas, como saldremos a ver las casas afuera de este castillo precioso como tú.
Taehyung solo movió la cabeza.
Ambos chicos caminaron hablando un poco, Taehyung decía unas cuantas palabras a cambio de Jungkook que no dejaba de hablar como un loro parlanchín.
—Tú te vas a esconder en un lugar y yo te buscaré, pero que sea algo cerca no tan lejos, y después tú me vas a buscar — explicó sonriente.
—Pero...
—¿no quieres jugar al lobo y a la caperucita roja?
Taehyung se confundió ante su pregunta.
—Osea no quieres ser devorado por el lobo cuando te atrape — sonrió coquetamente provocando un sonrojo en el Omega — pero devorado por sus labios y si es posible más — recorrió su cuerpo con sus ojos mordiendo su labio.
—Está bien — fue a esconderse por un lugar, sabía que Jungkook no tenía buen olfato y le sería complicado encontrarlo.
"No me gusta jugar a esto" muy aburrido entró a una casa grande para esconderse, al abrir la puerta encontró la joyería Real, lugar en la cual se realizaba todo tipo de joyas, hasta el juego de la ropa.
—Magnífico — se quedó con la boca abierta y se acercó a un lugar en el cual había una espada de oro con una joya de rubí cerca al filo — la espada del único heredero — brilló frente a sus ojos.
Recordó el juego y se escondió en una parte, porque ese lugar era muy especial y sagrado, solo los fieles sirvientes trabajaban.
Por otro lado Jungkook buscaba a Taehyung sonriendo. En su mente pensaba hacer una travesura una vez que lo tuviera en sus garras, sabía que siempre se salía con la suya.
"Me gustaría follarme ese trasero que tiene toda la noche" imaginó al omega en cuatro "pero es mejor ir lento, para no asustar al ganado" sonrió pícaramente. Olfateo un poco al aire y sintió ese pequeño olor muy dulce de Taehyung, empezó a seguirlo hasta llegar a una puerta.
—Presa listo al acecho —abrió la puerta y se quedó con la boca abierta ante las relucientes piedras frente a sus ojos, pero hubo una cosa que más llamó su atención, la espada en un altar.
Se acercó muy emocionado y listo para tomarlo, pero se detuvo cuando recordó por su motivo en ese lugar "primero es la presa, o si no podría escaparnos"
Empezó a buscar, pero olfateo al aire y siguió a su aroma, llegó a una cosa grande, fingió no descubrir al Omega y se fue a otro lado, pero regresó por otra parte.
Entró por atrás a las telas en la cual se escondía el Omega, buscando ver a él con los ojos, lo sorprendió tomándolo con firmeza de su cintura y apegando su pelvis hacia el trasero del Omega.
—Ah —en ese momento Taehyung había soltado un grito de susto, pero en cuanto sintió a Jungkook apegarse a su trasero se quedó procesando.
—Te atrapé —susurró en sus orejas — ahora es hora de comerte — rió un poco ante la piel erizada del Omega.
Taehyung pasó saliva mordiendo un poco su labio, no podía ser posible que estuviera sintiendo calor en su cuerpo, su aroma empezó a intensificarse por el lugar, sus ojos brillaron en celeste claro, se volteó hacia Jungkook respirando un poco pesado.
—Ángel — dijo tartamudeando por sus ojos celestes.
—Mi Rey — Taehyung se acercó hacia sus labios — mi Rey... Yo... — rozó los labios contrarios — su majestad — dijo en una voz tan diferente que hipnotizó a Jungkook — mi Rey — movió sus labios solo por encima.
Jungkook se había quedado en un trance, procesando el actuar de Taehyung, era tan extraño, tanta cosquilla en su cuerpo, que lo dejaba tan atónito.
—Su majestad — sus manos fueron al cuello del Beta, los cruzó y profundizó el beso, queriendo que Jungkook reaccione, su lobo había tomado el control y esperaba que el Rey los haga suyo — su majestad — habló casi suplicando.
Jungkook salió de su trance y alejó a Taehyung de él — tú no eres así que te pasa, creo que este lugar tiene un hechizo — limpió los labios contrarios y acarició su cara para dejar un pequeño beso — quiero mirar la espada — lo dejó muy nervioso.
Era verdad que quería tomar a Taehyung, pero no en ese lugar, si no en una cama cómoda, en su cama, él quería llevarlo, pero pensó que Taehyung tal vez se arrepentiría en el camino.
El Omega sacudió la cabeza al retomar el control "ni siquiera sabes provocar a un Beta que es muy débil, para nuestra raza" se burló de su animal.
El lobito solo le dio la espalda "si te desnudas en su cama y te pusieras de piernas abiertas, ya hubiéramos sido de él muchas veces" le respondió sintiéndose un poco ofendido.
Taehyung se quedó pensativo ante la mención de su lobo, pero ignoró y sacó ese asunto de su cabeza. Se acercó a Jungkook, que ahora ya tenía la espada en su mano.
—Es mío — sonrió muy feliz mostrando a Taehyung.
—Su majestad mire eso — mostró un cofre de tesoro que había al lado de la espada, que se mostró cuando está fue tomada.
—Brilla un poco — Jungkook dejó la espada y tomó el cofre de oro con ambas manos para abrir dejando ver un hermoso anillo de rubí, igual a la que tenía Taehyung, la diferencia era su tamaño, era un poquito más grande.
Ambos chicos se miraron sorprendidos.
Taehyung miró su dedo, y notó que también estaba brillando como el otro anillo en el cofre.
—No será que ese alguien que te dio el anillo lo tomó de aquí, parece ser su gemelo — dijo sacando un poco de conclusión — ambos brillan cómo se estuvieran llamándose.
—Lo tuve desde niño — acarició el anillo — es mío, yo recuerdo las manos de un niño en la palma de mi mano, me lo dio él.
—Entonces cómo explicas esto, ambos se llaman, déjalos estar juntos — tomó su mano y quitó el anillo, para dejarlo al lado del otro.
—Pero —sintió una tristeza en su interior, era una melancolía, empezó a llorar en silencio, porque sintió que algo había sido arrancado de su interior.
—Lloras por eso, es mejor dejarlos juntos a dos llamas gemelas, cuando algo es de otra persona nada ni nadie puede lograr separarlos.
—Es usted malo — dijo entre lágrimas.
—Ellos estuvieron separados por años, pero ahora están juntos otra vez, y nada ni nadie los separará y deja de llorar, te ves ridículo.
—Es que es diferente porque es un objeto que alguien me dio, no son personas, debe de entender.
Jungkook rodó los ojos y suspiró — que te parece si utilizamos estos anillos, y así no estarán separados — propuso alegremente — porque tú y yo estaremos juntos, porque estamos solos en este Reino.
—Pero su majestad, el otro es mío y no es necesario que usted utilice el otro — respondió aún triste.
— Claro que sí es necesario, porque ellos estarán separados si tu te vas con uno, se ven felices por su reencuentro, porque crees que brillaron — se cruzó de brazos haciendo un mohín.
Taehyung solo siguió llorando un poco, en silencio, ese Jungkook realmente podía ser bueno cuidando, pero también podría ser malo en otras cosas.
El Rey empezó a reír después de un rato — te ves malditamente excitante llorando tiernamente — suspiró un poco y tomó el anillo del Omega.
Taehyung solo lo miró con sus ojos rojos, pensó en qué haría Jungkook.
Jungkook tomó la mano delicada del omega y sonrió — déjame ponerte — sin dejar de sonreír deslizó el anillo en el dedo del omega —es perfecto, así como tú.
Taehyung alejó su mano con temblor en su cuerpo, volvió a sentir ese algo cálido en su interior, pero se quedó mirando a Jungkook, que sonreía en grande por haberle puesto ese precioso anillo de rubí.
—Pero porque no deja de brillar — balbuceó el Beta — yo voy a llevar el otro anillo en mi dedo — lo tomó con otra sonrisa y se colocó — Wao.. se quedó sorprendido al ver que los dos anillos habían brillado con mucha intensidad, hasta que se apagaron.
El brillo que había salido de los anillos fue al umbral de la puerta y marcó unas letras.
"Reyes de Killa" leyó Taehyung, pero Jungkook no, porque esas letras que eran como símbolos no sabía leer, a cambio del Omega que sí, porque le habían enseñado de niño.
—Que raro, este lugar es mágico, estás cosas solo pasan en una película de ficción — miró al Omega, que se encontraba pensando en las letras extrañas que habían grabado los reflejos de los anillos.
Jungkook fue a tomar la espada junto a su armadura.
—Ahora es mi turno de esconderme — dijo sonriendo.
Taehyung puso una cara aburrida, pero accedió al juego, no le quedaba otra opción.
—Cuenta hasta 50 y después empiezas a mover esas patas — miró hacia abajo — que son muy lindas cuando están libres de esas telas — le guiñó un ojo y se dirigió a la puerta.
Taehyung empezó a contar.
"Pero yo tengo un mejor olfato que tú, así que te buscaré en mi forma animal, no tardaré más de dos minutos"
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Jungkook ya se encontraba muy lejos de ese lugar, había encontrado otra parte del castillo en la cual era un lugar especial, la sastrería real.
"Así que aquí construían ropa y todo tipo de accesorios"
Era un gran lugar en el cuál no faltaba nada, ni una pieza de lo que se podría utilizar.
Salió del lugar por una puerta, para entrar a otra, en la cual habían todo tipo de armaduras, cadenas, esposas, era un lugar para fabricar todo lo que era irrompible.
—Lo encontré — habló el Omega a su espalda, dándole un gran susto.
—Ah... ¿Caminas sin hacer ruidos? — tocó su corazón exaltado — como eres tierno como un oso, obvio no lo iba a sentir esponja.
El Omega solo se quedó en silencio y miró a sus lados.
Jungkook se sentó en un lugar, sacó su mochila para tomar el cuaderno y ponerse a dibujar el Omega, a su mente le llegó la imagen de Taehyung llorar tiernamente, se concentró en su mente y la hoja blanca.
Taehyung no se acercó, solo se quedó mirando a sus lados, tocando algunas cosas hasta que se aburrió.
"¿Por qué no me habla?" dio varias vueltas en su lugar e hizo algunos ruidos con los objetos, pero nada, Jungkook seguía en su mundo.
Decidió salir del lugar para buscar otras cosas, ya tenía claro que encontraría cosas sorprendentes del Reino.
Fue a una parte un poquito alejada en la cual observó un lago con un muelle y una casita al final.
Siguió caminando mientras miraba a su alrededor, después encontró un lugar que eran las caballerizas.
Miró a sus lados al escuchar ruidos — su majestad me siguió — volteó hacia atrás, cuando sintió algo tocar su espalda — Yuraf — dijo fuerte — eras tú, no sabía que te quedabas aquí — acarició la cara del animal con ternura — debes de estar a mi lado ante cualquier problema.
El animal solo hizo un sonido, pero entendía muy bien a su amo, se echó en el suelo, como indicio de que Taehyung subiera a su lomo.
El chico subió y el caballo no tardó en levantarse del suelo para caminar con lentitud hacia un lugar.
—¿A dónde me llevas? — preguntó mirando a sus lados.
El animal dio una vuelta por una esquina de un lugar, había llevado al inicio de un callejón que empezaba con un poco de plantas, que llevaba al bosque.
"papá" era el grito de un niño, que iba a manos de una mujer, Taehyung lo veía borroso "papa ayúdame" entre esa voz se escuchaban muchos gritos de gente y unos truenos horribles, con fuertes lluvias y granizadas.
Pero todo estaba mezclado y borroso.
Taehyung cerró los ojos y sintió dolor en su pecho — las pesadillas, son feas.
—Tienes razón — escuchó la firme voz de Jungkook — muy horribles, cuando era niño tenía un sueño con dos niños que jugaban con un cuchillo, pero uno salió muerto, sentí que ese niño era yo, pero después se volvió tan común, que cuando los tengo ya no me afectan.
Taehyung deseó que le sucediera lo mismo que a Jungkook, pero a él le causaban dolor era como una daga encrucijada en su pecho, que lo ahogaba con un recuerdo, como si alguien estuviese moviendo.
—Desde que llegué aquí tengo muy seguido ese sueño, a veces es mas claro, solo me deja nostalgia — estiró sus labios.
Taehyung miró al frente y luego a Jungkook, suspiró — Yuraf, quiero bajar.
El animal estaba por inclinarse, pero Jungkook tomó a Taehyung de su cintura para dejarlo delicadamente en el suelo.
—Pesas a pesar de ser un muñeco — miró sus fríos y azulados ojos.
Los chicos se miraron el uno al otro, ambos se contemplaron, hasta el deseo y atracción en sus ojos era muy fuerte.
Sus bocas tal vez no dirían nada de lo que querían, pero sus ojos hablaban por ellos, esa gran conexión muy fuerte era inevitable, sus almas se llamaban.
Jungkook sonrió — ambos queremos, no es así chiquito — recién había visto muy bien a los ojos del Omega — o me vas a negar ángel.
—¿querer qué su majestad? — pasó un poco de saliva por esa mirada que parecía seducirlo, junto a su perfecta sonrisa.
—Queremos quedarnos con todas estas cosas del castillo — cambió de tema, porque no quería que Taehyung se diera cuenta de sus verdaderas intenciones con él.
Puede que sí le mostrara su interés, pero sus intenciones profundas y oscuras no, porque Taehyung se alejaría.
—A mi no me interesan las cosas de este castillo su majestad — dijo apartando la mirada "porque tengo lo mío en mi castillo también"
—Eso es bueno ángel, me gustas más, y cada segundo que pasa me embrujas más — dijo con palabras distintas, con un profundo sentir, desde el fondo de su ser.
Taehyung cerró un segundo sus ojos y suspiró tristemente, para alejarse de Jungkook y caminar despacio por esos lugares.
"Amargado" dijo Jungkook para si mismo "pero yo te haré quitar esa amargura que llevas por dentro"
Corrió para alcanzarlo y fastidiar, mientras iban de regreso al castillo, Taehyung solo volteaba a verlo serio.
"Reyes reconocidos por Killa"
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