👑♡dos♡👑
—¿qué? — dijo Jungkook — ¿cómo que fantasma? — preguntó confundido y extrañado por estar en ese lugar.
—El Reino Killa, a este Reino nadie puede entrar a menos que sea un heredero de Killa, pero murieron los dos herederos, el heredero Beta y el heredero Omega.
—Entremos — dijo Jungkook sin tomar mucha importancia, esas cosas parecían cuentos de hadas.
Pero ahora que entraba en razón ese Omega dijo Reino fantasma, pero que no estaban en la modernidad.
"Que sueño más extraño" movió la cabeza.
Y Yuraf avanzó.
Pero Taehyung soltó un grito de susto cerrando los ojos, Jungkook detuvo a Yuraf cuando ya habían pisado las tierras de Killa.
—¿Por qué gritas? — bufó fastidiado.
—Nadie puede pisar estas tierras si no es un heredero te he dicho, mueren al momento de querer entrar, por eso pensé que moriría pero estoy vivo y tu también sigues vivo.
—Que cosas tan tontas dices.
—¿Eres Jeon, verdad? — el pelinegro asintió y Taehyung recordó unas palabras.
"Algunos dicen que el heredero de Killa vive y un día regresará a su Reino, el heredero Beta dice que sobrevivió"
—¿tú eres el príncipe Jeon, que nunca murió ahogado en el río ese trágico día verdad? — preguntó cómo siempre en voz baja y temerosa.
El pelinegro no tomó importancia a sus palabras — solo soy un Jungkook de muy muy lejano.
Continuaron con el paso del animal.
En el transcurso pasaron por el medio del callejón, habían casas a sus alrededores, al parecer todo seguía en perfectas condiciones.
Llegaron a la entrada del castillo y Taehyung no dudaba de que Jungkook era el príncipe Jeon y que con él estaría muy seguro y protegido a partir de ese día.
El pelinegro saltó del caballo y Taehyung lo hizo con su ayuda.
Jungkook lo cargó y en el proceso, las delgadas y suaves piernas del Omega fueron tomadas por las firmes manos del Beta.
Taehyung sintió una sensación extraña en su cuerpo, más unas mariposas volando en su estómago y sus ojos fueron a parar a los ojos penetrantes y oscuros de Jungkook.
El Beta sentía la misma sensación que Taehyung y lo miraba con unos ojos de deseo profundo, mientras tragaba saliva y relamía sus labios.
Ambos se quedaron mirándose, contemplando el uno al otro bajo la luz de la luna mañanera, pasaron saliva al mismo tiempo y relamieron sus labios por inercia o tal vez por que tenían ganas de sentir sus labios.
—Hombre con aires de mujer — susurró Jungkook para después dejarlo en el suelo con tanta delicadeza.
Taehyung se quedó en su lugar pensando en qué es lo que pasaría luego si seguía al lado de Jungkook.
Se preguntó si tendría familias o gente adentro de ese castillo esperando la llegada de Jungkook, el Rey Jeon.
El pelinegro se acercó sintiendo cosquillas en su estómago a la gran reja, queria ver una forma de entrar a ese lugar.
Taehyung caminó con despacio, tenía un poco de frío y se encogió de hombros, como era oscuro no se dio cuenta y pisó una piedra rota-Ah — soltó un pequeño grito y levantó el pie.
Jungkook al percatarse de la situación corrió a su lado — ¿estás bien, sucedió algo?
—Pisé una piedra — dijo bajo, con sus ojos llorosos.
—Entremos, para que te cures — el pelinegro se acercó otra vez a la reja.
La sangre que salió de los pies del Omega entró a las tierras del Reino Killa.
Jungkook tocó la reja y está se abrió solo, como si se tratase de una magia y todo el lugar empezó a cambiar sus ruinas, formándose nuevamente.
Jungkook se alejó para correr al lado de Taehyung, sintiendo un poco de miedo por lo sucedido.
"Pero solo es un sueño" sintió calma y alivio, así también generando una garantía de fuerza y de poder, para hacer lo que se le de la gana.
Taehyung miró con asombro todo el lugar que estaba quedando como antes de que fuera desolado y abandonado.
—Eres el príncipe que nunca murió en el río — dijo el Omega aún con asombro.
Cuando el lugar se puso tranquilo Jungkook caminó para entrar pero se quedó en la entrada por no ver ningún movimiento del otro chico.
—No puedo caminar — dijo tímidamente — podrías... Si no es mucha molestia.
Jungkook se volteó para mirarlo fijamente y luego sonreír, sus ojos se detuvieron en las piernas desnudas del omega, pasó saliva y se acercó lentamente.
Al quedar frente a sus ojos sin decir alguna palabra se inclinó para levantarlo en nupcial. Justo en ese momento sus manos tocaron otra vez esa piel tan suave.
Empezó a caminar sin tomar mucha importancia.
El caballo entró detrás de ellos.
Jungkook tuvo que caminar un gran recorrido para llegar al palacio, era un camino ancho que dirigía a la puerta, un camino hecho con hermosas y lisas piedras. A sus alrededores habían plantas, y rosas en los pastos.
Llegaron hasta las puertas del palacio, la cuál se abrió por si solo dando pase a los dos chicos, el interior del lugar estaba iluminado por velas.
Jungkook notó la gran escalera que llevaba a la planta de arriba, se dirigió, para subir aún con Taehyung en brazos.
Al subir miró a su frente y lados habían pasillos, decidió ir directo, al llegar al fondo vió tres habitaciones juntas, llevó a Taehyung al lado izquierdo.
Abrió la puerta con una mano y en ese instante se dio cuenta de que ambos parecían una pareja recién casada entrando a su habitación para pasar una romántica noche.
El interior de la habitación era muy hermosa, tenía decoraciones preciosas y era muy lujosa, los dos abrieron la boca de sorpresa.
Taehyung desde que tenía conocimiento no había visto tanto lujo en su vida, hasta ese instante.
Jungkook lo llevó a la hermosa cama acolchonada con las finas telas, la habitación tenía un toque celeste.
—Que bonita habitación, ¿de quién es? ¿Por qué no he visto más gente? — preguntó Taehyung.
—Está habitación es para mi persona favorita — respondió refiriéndose a Taehyung.
—¿No se molestará al verme aquí? — preguntó bajo.
—No tiene por qué hacerlo, yo puedo dar lo que se me antoje a quien yo quiera, esto será tuyo a partir de ahora.
Jungkook había decidido tomar ese Reino fantasma, como su nuevo hogar en sus sueños, ahora sería el nuevo dueño.
Taehyung llegó a la idea de que Jungkook no era de esos que se ponían a obedecer a otros, si no un Beta que tenía la última palabra en todo.
—Duerme, yo voy a otra habitación ¿o quieres estar conmigo? — dijo mirando sus piernas acarameladas, recien pudo notar lo hermosos que eran.
Taehyung se quedó mirándolo con esos ojos que parecían ocultar algo, eran melancólicos — quiero mi privacidad — podía notar las miradas deseosas de Jungkook.
—Será cómo tú quieras chiquito — se acercó a un armario para buscar unas telas, al encontrar regresó donde el Omega, se sentó a la altura de sus pies y limpió la sangre con algunas partes.
Taehyung no pensó que Jungkook hiciera ese acto, se sintió importante para el pelinegro y sintió algo en su interior, una emoción nunca antes sentida.
El Beta vendó con una tela nueva, al terminar se quedó mirando la piel desnuda frente a sus ojos, sin soltar el tobillo del Omega subió sus manos lentamente hasta dejarlos en sus rodillas, eran tan suaves y delicadas. Elevó la mirada y se encontró con los ojos curiosos de Taehyung, en ese instante se quedaron mirándose, ellos no querían apartarlos, había algo que hacía confundirlos.
Jungkook miró con tanto deseo sus labios rojizos y abultados, se levantó sin quitar sus ojos y sus manos de Taehyung, se inclinó hacia su cabeza.
No sabía realmente lo que le sucedía, pero siguió sus instintos.
Taehyung estaba de la misma forma que Jungkook, solo quería ver la siguiente acción del contrario, no quitaba sus ojitos tan preciosos de su rostro.
El pelinegro con una mano tomó la cara tan delicada del Omega y acarició, el chico parecía algo irreal frente a sus ojos.
—Eres un ángel — dijo bajo y luego lo besó, juntó con delicadeza sus labios, él nunca había besado a nadie, así como el Omega.
Los dos sintieron mariposas en sus estómagos, se quedaron solo con sus labios unidos, el Beta movió un poco, y Taehyung estaba haciendo lo mismo, pero sus dientes chocaron.
En ese momento se dieron cuenta de lo que estaban haciendo, Jungkook se alejó y Taehyung volteó a mirar a otro lugar, había sentido vergüenza.
—Yo lo siento, no soy gay y supongo que tú tampoco o sí, por eso dejaste que te besara— se apresuró a decir — descansa — se dirigió a la puerta.
Taehyung movió la cabeza y se acomodó en la cama — ¿vas a cuidarme de verdad? — lo miró a los ojos.
—Lo haré — sonrió.
"Solo hasta que te haga mío"
Miró su cuerpo tan pequeño y perfecto que se encontraba cubierto con su chaqueta de lujo, se mordió los labios inconscientemente.
— Gracias Rey Jeon, dormiré tranquilo — bostezó y cerró los ojos.
Taehyung miró a la puerta y después levantó su mano para tocar sus labios — ¿por qué no lo alejé?, me siento seguro a su lado, dejaría que haga conmigo lo que quisiese — eso permitía su lobo, lo confundía, al ser de raza pura no pensaba mucho cuando su animal quería que hiciera algo.
Por otro lado Jungkook estaba a un lado de la puerta, se encontraba apoyado en la pared recordando al Omega — me confundes, Kim Taehyung, ¿por qué no puedo dejar de pensar en ti?, tus labios, tus ojos, tu cabello, tu piel, tu cuerpo... — se mordió los labios al recordar ese cuerpo desnudo y esbelto que lo vio en el río.
Sacudió la cabeza para ir a una habitación, quiso entrar al del medio, pero esto no se abrió, pasó a la otra habitación que estaba en el lado derecho, tomó la manija y eso si se abrió al instante.
La habitación dejó ver un lugar hermoso con un toque rojo, habían las lámparas encendidas, todo era muy bello como el de Taehyung.
Fue directo a la cama para sentarse y luego echarse, para descansar, pensó en Taehyung antes de alcanzar el sueño.
Aún se cuestionaba si lo que estaba viviendo era un sueño o una realidad, aunque más que nada se inclinaba al lado del sueño, por el accidente.
Lo más seguro era que tal vez estaba en el hospital luchando por su vida mientras soñaba con ese mundo de Reyes.
"Haré todo a mi manera, si es un sueño obvio que puedo lograr lo que quiero, pero a mi modo"
—Si Taehyung no acepta darme su cuerpo por voluntad propia puedo obligarlo, estoy en un sueño y no pasa nada.
Bostezó y durmió.
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—El heredero de Killa regresó, habitantes de Killa prepárense para regresar a su Reino fantasma.
—Nobles de Killa su Rey los necesita.
—Guardias de Killa, regresen.
Un viajero que había pasado a las 2:00 de la mañana cerca a las tierras de Killa, vió dos luces encendidas en dos habitaciones, y supo que realmente no había muerto uno de los herederos y avisó en cada pueblo para que sus habitantes regresarán a sus tierras.
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