Taehyung entró al cuarto del Beta, se quedó con la boca abierta ante el lujo frente a sus ojos, nunca había entrado en esa habitación.

El chico de cabellos largos lo miró de pies a cabeza, dejó su cuaderno de hojas en una mesa y se levantó para acercarse al Omega.

—¿Porqué no quiere verme? — preguntó Taehyung con timidez ante la profunda mirada del Rey.

—simplemente quise despejar mi mente por lo del río — bostezó.

Taehyung entró al interior de la habitación y se acercó a la mesa, miró el cuaderno y su curiosidad no pudo aguantar más.

"Ahora descubriré lo que hay dentro de esas hojas"

—No me gusta que me deje solo, cómo no venía a mi habitación, vine yo en su búsqueda, porque no hubiera podido dormir.

—¿tanto me necesitas a tu lado?— preguntó bajo y Taehyung movió la cabeza — ¿soy cómo el aire que respiras?

Taehyung sin responder tomó el cuaderno y abrió la primera hoja, se encontró con una luna reluciente, pero grabada con tintas grises.

Jungkook no se acercó para detenerlo, quería que el Omega supiera de su demasiado y profundo interés hacia él.

Taehyung siguió pasando de hojas, viendo lugares hermosos, hasta que se encontró con su cuerpo desnudo en el río, era una imagen tan real.

Abrió la boca de sorpresa y siguió pasando de páginas solo viéndose así mismo, en todas las formas posibles, la última imagen también en el río lo dejó sin palabras.

Volteó a mirarlo.

—¿me desea, no es así, su majestad? — preguntó con timidez mientras su cara se volvía de un color rojo intenso — ¿lo hizo desde esa madrugada verdad?

—No solo te deseo... — pausó un momento mirando su delicado rostro — el deseo es solo una cosa que se quita cuando obtienes lo que quieres y tú eres más que un deseo para mi...

Taehyung cerró el cuaderno y se acercó a Jungkook, lo dejó en sus manos, luego caminó de regreso con lentitud a la cama del Beta, se quitó sus zapatos para subir a la cama y sentarse al medio.

El Omega empezó a quitar su ropa, primeramente dejó libre su cuello y hombros, para luego hacer lo mismo con su pecho, finalmente apareció desnudo de la cintura para arriba.

Jungkook pasó saliva viendo su cuerpo perfecto.

— Ya me ha visto desnudo y no creo que ahora haya un problema — se puso de rodillas y terminó de quitarse toda la ropa quedando totalmente desnudo — ¿por qué mejor no me dibuja en su cama, sería genial no cree? — se acomodó en la cama en una especial y seductora pose ante los ojos de Jungkook.

El Beta había entrado en shock, su miembro se había puesto duro por tener al omega desnudo a unos centímetros y todavía en su cama.

Taehyung se encontraba echado, con sus dos codos hacia atrás, haciéndolo ver medio sentado y sus piernas juntas, pero una un poco doblada.

— Dibujeme, me quedaré quieto — conectó su mirada con Jungkook quién lo mantenía muy brilloso, podía verse toda la pasión, deseo y atracción en ellos.

En cambio el Omega mantenía esa mirada de dolor e inocencia, una mirada combinada con varias emociones.

Jungkook fue a la cama con rapidez y se subió sobre Taehyung, puso una palma de su mano en su mejilla y lo miró profundamente, cerró los ojos por un momento, pero después continuó.

Sin esperar algo más atrapó sus labios con ferocidad, calmó sus ganas en ese momento, sus manos tomaron con fuerza y al mismo tiempo con delicadeza la pierna contraria, para subir y bajar acariciando.

Abrió los ojos al igual que el Omega, respirando en busca de aire.

Ambos se miraron en cámara lenta, Jungkook acarició la mejilla contraria, Taehyung cerró los ojos sintiendo sus manos, luego de unos segundos volvió a abrirlos.

Jungkook sin alejar sus manos se inclinó otra vez a sus labios, lo miró de tan cerca a sus inocentes ojos — solo deja que te toque está noche — pidió en voz baja pero firme y con mucho deseo.

Taehyung abrió la boca para hablar, unos brillos aparecieron en sus ojos, los labios de Jungkook impidieron que dijera algo.

—Solo deja que te acaricie, al menos solo por esta noche —volvió a acariciar sus mejillas —prometo que no te haré daño, nunca... Pero solo deja que te haga el amor, no te arrepentirás de ser mío.

El Beta llevó su boca a una de las orejas del Omega, respirando pesadamente, su deseo podía ser muy notorio para Taehyung, que se estremeció cuando besó el lóbulo de su oreja.

Jungkook se detuvo un momento — quiero que seas mío y yo tuyo ángel ¿me permites tocarte, hacerte el amor para llevarte al cielo? — Bajó sus besos por su cuello, hasta llegar a su hombro y morder con delicadeza, dejando un poco de su marca.

Taehyung detuvo la cabeza de Jungkook y levantó para que sus ojos lo miraran, dio un parpadeo y unió sus labios como una confirmación.

—Yo también quiero.. deseo tanto como usted desde el primer día —susurró entre el beso — respondiendo a su primera pregunta... Si es como el aire que respiro.

Empezaron besándose mientras se tocaban, y en el transcurso empezaron a quitar la ropa del Beta.

—No te arrepentirás de tomar esta decisión mi amor, mi ángel — susurró en su cuello — juro que te trataré como la joya más preciada que pueda existir en el mundo.

Taehyung solo pasó sus manos por los hombros de Jungkook, mientras se estremecía de sus toques, estaba disfrutando ese momento tan especial para él.

—te haré sentir muy bien, mi bebé — apretó suavemente sus caderas — sé que al comienzo puede doler pero después te encantará — mordió con delicadeza su cuello.

Jungkook terminó de quitar su ropa por completo, se levantó un poco para disfrutar la vista perfecta frente a sus ojos.

Se quedó pasando saliva ante ese cuerpo tan perfecto, con hermosas curvas de infarto, ante la mirada del Omega pasó sus manos desde su cuello hasta su ombligo, siguió bajando hasta llegar a su parte íntima, era sin bello alguno por su alrededor.

Pero también se preguntó porque el olor en el cuerpo de Taehyung estaba inundando todo el interior de la habitación con un toque muy fuerte y dulzón.

—Hueles demasiado fuerte y me provocas más sin hacer nada — dijo muy bajo para inclinarse y volver a atrapar sus labios con tanto deseo y mucho amor.

Sus manos hicieron un gran recorrido por toda su anatomía, apretó un poco sus nalgas, para luego detenerse por un momento.

—No tenemos lubricantes — se alejó al pensar que le dolería bastante al Omega.

—¿para qué? — preguntó el Omega abriendo los ojos y disfrutando de la perfecta vista que Jungkook le daba.

Jungkook llegó a la idea de que tal vez Taehyung no sabía mucho del para que era su funcionamiento, por ser de la época antigua.

—Quieres que tengamos así nada más, sin una cosa...

—¿se necesita algo para que tengamos sexo?

—Corrección mi niño, tú y yo no vamos a tener sexo — tocó sus labios y acarició para inclinarse — tú y yo haremos el amor, nos uniremos para siempre — mordió ligeramente los labios contrarios.

—¿entonces para que hagamos el amor debemos de tener algo más? — preguntó curioso y con inocencia.

—Supongo ¿no?, te va a doler porque no vas a estar preparado...

Taehyung frunció el ceño — ¿nunca ha estado con un hombre Omega? Es un Rey.

Taehyung pensó que a Jungkook no le faltaban Omegas y Betas a su paso, durante el transcurso de su vida.

—Te confieso algo... — Tomó con firmeza su cadera y se acomodó entre sus piernas — nunca he estado con una persona en una situación como esta, eres el primero —sonrió con ternura ante el rostro de sorpresa que puso el chico bajo suyo.

Taehyung abrió su boquita sin creer, pero volvió a cerrarlo para hablar lo siguiente, relamió su labio un poco — solo continué mi Rey, dijo que no me haría daño y yo confío en usted.

Jungkook continuó con sus manos temblorosas, llevó unos dedos por las nalgas del Omega y luego a su entrada, se detuvo un momento al sentir muy húmedo el lugar, estaba lleno de la lubricación natural del Omega ante su excitación.

Continuó muy confundido, besando su cuello y todas las partes de su cuello, cabeza y hombros, adentrando un dedo para moverlo con lentitud.

Era necesario preparar a Taehyung.

Taehyung sufrió espasmos en su cuerpo, no podía creer que al fin estuviera viviendo ese momento, con la persona la cual consideraba el indicado, el amor de su vida, su Rey, su príncipe.

El Beta volvió a besar sus labios rojizos, esta vez con tanto cariño y delicadeza, lo mismo hacía con su cuerpo, lo tocaba con ternura y temor de que pudiera lastimarlo.

Se la pasó demostrándole mucho amor y afecto por un buen rato, sacó sus manos, al llegar a la conclusión de que ya estuvo listo, listo para recibir su duro miembro.

— ¿listo bebé? — miró sus ojos y Taehyung cerró los ojos en asentimiento.

Tomó las caderas del Omega, se acomodó muy bien entre sus piernas abiertas, tomó su miembro y alineó en la mojada entrada del contrario, quién jadeó cuando sintió el roce.

Jungkook miró los ojos del chico y entró con lentitud, solo la punta entró cuando se detuvo un momento, para mirar el rostro enrojecido de su chico.

Volvió a entrar con delicadeza, escuchó el quejido que soltó el Omega, se inclinó para besar sus labios, Taehyung se agarró con fuerza de sus hombros y espalda. Continuó entrando, sintiendo a su miembro apresado exquisitamente por las paredes internas del Omega.

Taehyung cada vez más clavaba sus uñas con fuerzas en la espalda contraria, respiró hondamente, tratando de no llorar, no pensó que sería doloroso, pero también sentía placer.

Jungkook terminó de entrar por completo — ah — soltó un fuerte gemido — ¿te dolió? — preguntó muy preocupado al sentir las uñas clavarse con más fuerza en su espalda y ver las lágrimas salir de sus tiernos ojos. Taehyung movió la cabeza en afirmación a su respuesta — a mi también... Supongo que la primera vez siempre es así — respiró con fuerza.

Taehyung se encontraba respirando con fuerza mientras lloraba en silencio, su cara se había vuelto muy roja, cuando leía en los libros era bonito la sensación de entregarse a alguien que amaba.

—No llores tesoro — besó las lágrimas que bajaban por sus mejillas, acarició cada parte de su cuerpo dándole besos en zonas sensibles para distraerlo — te amo — susurró en su oreja — ahora estamos unidos el uno con el otro, me perteneces, y yo a ti mi vida — besó sus labios con mucho amor.

El Omega se distrajo del dolor al sentir la sensación especial en su cuerpo de cada vez que Jungkook lo besaba, disfrutó por un buen rato sus besos y caricias hasta que sintió el movimiento del Beta en su interior.

Jungkook aún besándolo empezó a moverse con lentitud —¿no te estoy lastimando verdad, ángel? — siguió moviéndose.

—Mgh~ - respondió con un pequeño gemido, dando a entender que ya no — muévete un poquito más — pidió agitado.

—Como mi Omega deseé — sonrió y tomó con más firmeza su cadera, para empezar a moverse con más rapidez, sintiéndose en el cielo, al fin había logrado estar en el interior de ese chico, al fin era suyo, solo de él y de nadie más.

A Taehyung le encantaba ese placer combinado con dolor, jamás había sentido esa corriente eléctrica en su cuerpo, pero estaba consciente de que esos solo podía sentir cuando estaba en una situación igual con Jungkook, solo con el Beta.

—Ah.. mgh-ah~ — sus manos se resbalaron con fuerza por su espalda, luego cayeron en las colchas, Jungkook las tomó, para llevar por su hombro y apretarlos con fuerza, de tanto placer que sentía en su cuerpo.

—¿te encanta mi niño? — preguntó en su oreja izquierda, el Omega solo respondió con un gemido, que era muy hermoso para los oídos de Jungkook.

Ratos después, Jungkook tocó un punto en Taehyung en el cual nunca había sentido tanto placer, lo hizo unas tres veces, hasta que el Omega soltara un fuerte gemido, alcanzando su éxtasis.

Cuando el Beta sintió su miembro ser apresado con fuerza por las paredes internas del Omega no tardó en llegar, se corrió llenando con su semen a Taehyung, quien respirando con fuerza gimió al sentirse llenado maravillosamente.

—Te amo —dijo Jungkook tratando de respirar con normalidad, al fin llegó a la cuenta de que por fin había obtenido lo que tanto quería, salió del Omega quien soltó un quejido al sentir su esencia resbalando por sus piernas.

Abrazó al somnoliento Taehyung, besó sus labios que fueron poco respondidos, porque el Omega quería dormir, después de una noche cansada porque era su primera vez.

—Duerme, mi niño — acarició su cabello y cerró los ojos, para entregarse a los brazos del morfeo al lado de su hermoso príncipe.

"Deseos consumados"