Los días habían transcurrido con tranquilidad en el reino de Killa, la pareja no perdía la oportunidad de perderse en los deseos carnales más profundos.

Habían experimentado más poses y juegos, Taehyung ya estaba tan acostumbrado a las perversiones de Jungkook, quién en cada oportunidad lo llevaba al límite de su placer.

Se encontraban en el río, Taehyung sentado a la orilla del río entre las piernas de Jungkook quién lo tenía abrazado de su cintura, mientras dejaba besos en su sensible cuello.

-¿por qué te gusta tanto este río? - preguntó Jungkook observando las aguas cristalinas.

-Porque lo conocí en uno, su majestad - respondió para girar su cabeza y mirar a Jungkook - me siento con calma en este lugar.

Las nubes negras empezaron a cubrir el sol, mientras los aires fríos y fuertes golpearon las hojas de los árboles.

-Parece que lloverá - dijo el beta - vamos levántate.

Taehyung obedeció al instante, pero en un rápido movimiento el beta lo jaló hacia su cuerpo para luego voltear y posarse sobre su cuerpo, se inclinó para besar sus labios.

Taehyung llevó sus manos al cuello del rey, disfrutando del beso que parecía una desesperación para Jungkook, quien comía su boca como si no hubiera un mañana.

-Te amo - respiró pesadamente, deseando someter a Taehyung en ese lugar, en medio de la naturaleza, pero al recordar que ya era muy tarde y la lluvia empezaría decidió parar.

Taehyung se quedó entre los pastos recuperando el aire, con su corazón latiendo a una velocidad nada esperada.

Jungkook lo ayudó a levantarse y lo llevó al caballo y luego lo montó para imitar la misma acción y cabalgar acelerando los pasos del animal.

Taehyung no decía muchas palabras, aunque nunca lo hacía, solo cosas básicas, o cuando le hablaban, porque él no tenía ningún tema del cual hablar.

Después de un largo recorrido pudieron llegar a su destino, fueron a las caballerizas para alimentar a Yuraf, lo dejaron amarrado al aire libre.

Jungkook miró a su chico y sonrió para dejar un fugaz beso en sus labios - mi niño - volvió a juntar sus labios metiendo su lengua al instante.

Taehyung intentó seguir el ritmo, pero Jungkook era un experto en comerle la boca, disfrutaba tanto esos besos y nunca se cansaría de besarse con el beta porque las mariposas en su estómago estaban muy alborotadas.

-Vamos al palacio - dijo el beta, después de cortar el apasionado beso, Taehyung movió la cabeza tímidamente mientras respiraba aceleradamente - te haré llegar al cielo.

Taehyung se sonrojó ante las palabras del rey, sabía que esa noche sería otra más lleno de juegos de parte de Jungkook, ya que hace unos días no tenían sexo y Taehyung extrañaba ya estar sometido por el rey en su cama.

-Camina pequeño sorprendente - dijo mirando su hermoso rostro, Taehyung obedeció al salir de su pensamiento - eres realmente sorprendente, por eso te amo.

Entraron al palacio y fueron a la cocina para comer algo.

Jungkook siempre se perdía en la belleza de Taehyung, sus pensamientos solo eran para él, no había formas de sacarlo de su mente.

"Me he vuelto loco" dijo al recordar que llevaba mucho tiempo en un sueño y había tenido sexo con otro chico, montón de veces.

Taehyung preparó algo rápido, se demoró poco tiempo y cuando estuvo listo comieron muy contentos mientras se miraban con muchas ganas.

Al terminar decidieron subir a la habitación de Jungkook, la noche aparecía poco a poco.

-Hace frío - dijo el omega sobando sus brazos - lloverá muy fuerte - ya sabía por los sonidos que la naturaleza mostraba - hemos dejado a Yuraf a fuera - se preocupó.

Jungkook se acercó a la ventana y las cerró y abrazó a Taehyung besando su cuello con pasión y deseo - yo iré por Yuraf.

-Lo acompaño no quiero estar solo - pidió.

-Ángel, quiero verte otra vez de gatito, hasta que vaya por Yuraf, espérame listo - dijo acariciando sus suaves mejillas y labios rojizos.

-Estaré listo - respondió mordiendo su labio inferior y pasando saliva de solo imaginar al rey hacerlo suyo a su espectacular manera.

-Te amo - le robó un beso rápido y salió de la habitación.

Taehyung suspiró y se acercó al cajón donde Jungkook guardaba los accesorios y juegos sexuales, la abrió lentamente para sacar las orejitas de gato y su collar junto a sus garras y cola.

"Soy el único que lleva puesto esto, solo para el rey y será al único que lo verá de esta forma"

Se acercó al gran espejo y se acomodó a las orejitas.

Justo en ese momento se abrió la puerta, Taehyung pensó que era Jungkook, pero cuando estaba desabrochando su ropa dejando su cuello libre sintió un fuerte olor a alfa, giró la cabeza rápidamente con un gran miedo.

-Su majestad - dijo el hombre - es un omega de raza pura, no tenga miedo no le haré ningún daño - se acercó al omega para levantar la mano e intentar tocar su rostro.

El extraño se encontraba sorprendido y confundido por esa cosa en la cabeza ajena, no sabía para qué era su funcionamiento.

Justo en el momento que estaba por tocar el rostro del omega, el rey tomó con fuerza su muñeca para evitar siquiera un contacto con su angel.

-Su majestad - Taehyung se escondió en el pecho de Jungkook respirando de alivio, el alfa le había causado temor.

-Usted es el rey - respiró aliviado al saber que era un beta y no le podía hacer daño - su majestad, el noble del clan Min, perteneciente a la realeza Jeon, a sus órdenes, soy Min Yoongi - dio una corta reverencia.

Jungkook quitó las orejas de gato y lo votó a la cama, era el único merecedor de verlo disfrazado, nadie más.

La puerta se abrió dejando ver otra persona más, la cual era un omega pelinegro de hermoso aroma a fresa y miel, también de pequeña estatura.

Jungkook se quedó mirando al omega desconocido, que también hacía lo mismo - eres tan pequeño como angel sus facciones son similares, se ven delicados - pasó saliva muy confundido.

Yoongi al ver la mirada del rey acercó al omega a su lado - él es mi omega su majestad.

-Park Jimin, prometido del alfa Min su majestad - dio una corta reverencia también.

-Esto es sorprendente - dijo Jungkook aún extrañado, para acercar a Taehyung al lado de Jimin y luego compararlos - ¿son omegas? - ambos chicos movieron la cabeza - entonces así son los omegas, muy bonitos y tiernos y un alfa - miró a Yoongi - son fuertes altos, fornidos - el alfa movió la cabeza muy confundido - y un beta es como yo, alguien común, como un humano cualquiera.

-Acaso no sabe mucho de su raza - habló Jimin.

-No - sonrió muy feliz de tener nuevas personas en ese lugar - ¿Qué hacen aquí, que buscan? - interrogó muy feliz.

-Venimos a ayudar a levantar el reino caído, estamos muy cansados, pero venimos a su ayuda su majestad - respondió Yoongi.

-Entonces les daré una habitación para que puedan dormir, mañana podemos hablar de lo que realmente nos importa.

-Pero no va a presentar a su omega de raza pura, corrió con la suerte de tenerlo, ya no existen omegas bendecidas por la luna - dijo Jimin muy feliz.

-Él es Kim Taehyung - presentó el rey muy orgulloso de tener esa hermosura con él.

La pareja solo sonrió al omega, que se mantenía en silencio con su cara muy seria, era tan bello y delicado que parecía guardar un dolor en el alma.

-Eres muy tierno - dijo Jimin - espero y seamos grandes amigos.

Taehyung no dijo nada y solo se mantuvo en verlos preocupado, ahora cambiaría muchas cosas en su vida con la llegada de esas personas.

-Vamos para que puedan descansar - avisó el beta para dirigirse a la puerta y salir.

Caminó por un pasillo el cuál pensó que llevaría a un lugar muy acogedor para los nobles.

Yoongi se quedó mirando la habitación en el centro que Jungkook y Taehyung no pudieron abrir.

-No se abre, no encontramos la llave - dijo el rey.

-Nunca se abrirá porque el príncipe Kim murió, su pareja, su prometido, su futuro esposo a los seis años, esa habitación siempre estuvo cerrada.

-Dijeron que se iba abrir el día que usted se case con su pareja elegida, dicen que ahí están las ropas de la boda de ambos y el anillo de bodas - agregó Jimin.

-¿entonces si me caso con angel se abrirá? - los nobles negaron - ¿por qué?

-Es la pareja que usted eligió, tenía a su pareja elegida por Killa, pero murió - respondió Jimin.

-Continuemos - dijo triste al escuchar esa palabra.

Jungkook eligió una puerta, tomó la llave de la pared e introdujo en la cerradura, para luego girar y abrir la puerta, la habitación se mostró muy reluciente y con luces que se encendieron solos por la presencia de las personas.

-Descansen - se retiró.

-Espero que los de alto mando acepten la relación de ambos - dijo el omega, muy preocupado por el futuro de la pareja.

-Esperemos que no quieran casarlo, con una noble de Kim - se entristeció.

Ambos entraron.

Jungkook ya se encontraba al lado de Taehyung, besó sus labios con ternura y lo llevó lentamente a la cama, lo sentó lentamente al borde y profundizó más los besos y las caricias que fueron más necesitadas.

-Los nobles están aquí, su majestad, no podemos - dijo deseando más que nada ya estar entre los brazos del rey.

-Entonces mantén esa boquita cerrada - sonrió para luego empezar a quitar su ropa con rapidez y mucho deseo, devorando sus labios.

Ya al quedar desnudos se acariciaron por un momento, disfrutaron de sus desnudos cuerpos, maravillando sus ojos.

Jungkook recorrió con los ojos la perfección frente a el, que se encontraba con las piernas entreabiertas, con su cuerpo muy caliente, con su rostro enrojecido, con sus labios rojos y su cabello esponjoso muy alborotado.

Taehyung sonrió con ternura y sus ojos brillaron en azules mostrando la presencia de su lobo después de unos segundos se apagaron. Disfrutó del cuerpo del rey, era tan perfecto, tan marcado, sus ojos fueron a mirar al duro miembro goteante del pre semen.

Nunca había mirado de esa forma al rey, pero realmente era de gran tamaño, ahora entendía porque disfrutaba y amanecía siempre con dolor de trasero.

Jungkook sonrió - ¿puedo saber lo que piensas, mi niño? - se posó sobre su cuerpo y atrapó sus labios dejando mordidas que provocaron sus bajos y adoloridos gemidos.

-Pienso en usted mi rey- respondió bajo.

-Ponte en cuanto mi amor - se alejó del omega.

Taehyung obedeció al instante su orden, le fascinaba la dominación del rey sobre su persona y nunca se cansaría de eso.

Jungkook con una sonrisa amasó sus nalgas y le dio un pequeño golpe, Taehyung solo mordió sus labios para ocultar su gemido.

El beta entró en el omega con lentitud y empezó a embestir con frenética, deseando llegar lo más pronto posible.

Ambos se perdieron en otra noche igual de apasionante, lleno de lujuria, con besos toscos al igual que toques, con diferentes poses.

El sexo era algo que ellos disfrutaban más que nunca, sentir sus cuerpos unirse era estar en el cielo.