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👑♡cuatro♡👑

Era otro día más para Jungkook en ese extraño lugar, tenía varias preguntas en su cabeza pero no encontraba ninguna respuesta.

Toda la noche no había dormido por pensar en ese suceso de su vida y en Kim Taehyung el chico extraño que se había robado el latir de su corazón y todo su pensar.

"Eres mi perfecta obsesión, serás mío en tan poco tiempo, lo juro muñequito" sonrió recordando sus dulces labios corresponder a su beso.

Salió de su habitación para ir en su búsqueda, se detuvo un momento antes de abrir la puerta, pensando en cómo se comportaría para hacerlo muy feliz.

Tomó la manija y abrió la puerta, dio unos pasos antes de quedarse quieto y con la boca abierta, sintiendo mil mariposas volando en su estómago.

Taehyung se encontraba desnudo, al haber sido visto desnudo otra vez por Jungkook, se había quedado en shock, sin saber cómo reaccionar, quedándose en su posición.

Tenía una ropa de color verde limón claro, en sus manos, en ese momento él estaba por ponerse cuando Jungkook abrió su puerta, pero se quedó mirándolo sin reaccionar.

El Beta pasó saliva y recorrió su cuerpo con tanto deseo, se mordió sus labios tratando de contenerse para no lanzarse sobre la belleza escultural frente a sus ojos.

Taehyung regresó en si y al instante, tomó la manta de la cama y se cubrió por todos lados, miró a otro lugar para decir algo.

—¿puede retirarse, su majestad?— preguntó lleno de vergüenza con su cara muy roja, pero a pesar de todo sus ojos seguían teniendo ese toque de melancolía y dolor.

Jungkook se movió hacia Taehyung, quién solo lo miraba curioso, al quedar a un metro del Omega relamió sus labios y sin decir alguna palabra tomó su mentón para luego mirar sus ojos.

El Omega, lo miró lleno de curiosidad y serio, podía notar en los ojos del Beta mucho deseo.

—Quiero hacerlo contigo — dijo Jungkook para juntar sus labios con ferocidad, soltó su mentón para tomar su cintura y agarrarlo con firmeza disfrutando sus labios carnosos y dulces.

Taehyung había puesto una mano en su cuello y le siguió el beso, sintiendo salir a su corazón del pecho.

Se detuvieron un momento para mirarse a los ojos, pero continuaron deseando más de ese momento, deseando que pasará a más, que fuera especial.

Jungkook empezó a respirar con más fuerza, acariciando el cuerpo contrario, para luego sentarlo en la cama.

Taehyung soltó la manta para poner su otra mano en la espalda del otro y llevarla a sus largos cabellos. Continuaron en su mundo de besos y caricias, fundiéndose en ellos mismos, en su mundo.

Ese momento fue interrumpido, por el fuerte golpe en las ventanas, un ave había chocado.

Ambos chicos se miraron en su posición.

Jungkook se alejó al instante de Taehyung y pasó sus manos por su cara, suspiró y luego habló — dejaste que te besará otra vez —reclamó — ¿por qué? —frunció el ceño.

—Porque usted es el Rey y yo soy solo un Omega, que se crió para obedecer a un Rey, y no desafiarlo, así son los Omegas, ¿acaso no sabe cómo es la ley de la realeza?

—¿Realeza? — se puso a pensar en su pregunta.

Sus mentes retrocedieron a sus clases de historia, se fijó en Taehyung, se acercó otra vez para mirar sus ojos de cachorrito.

—¿pero ese cargo no se aplica solo en las mujeres? Tú eres un hombre, serías sumiso solo en obedecer, para las guerras y otros trabajos de hombres, no de mujeres — hizo un puchero mirándolo fijamente.

Taehyung pasó saliva por su profunda mirada — pero soy Omega, su majestad, que diferencia hay en que sea hombre o mujer, si ambos somos Omegas, a menos que sea Alfa o Beta cómo usted — habló bajito y apartó la mirada.

Jungkook llevó su mano a su mentón y lo hizo voltear otra vez — ¿y que eres al ser Omega?

Taehyung parpadeó y se quedó un momento en silencio, pensando en el porqué Jungkook no sabía nada de él ni su raza.

—Yo... Soy un Omega de raza pura, pero mi raza viene de la naturaleza, no de dos Alfas... Puedo tener hijos...

—Eso ya se sabía ángel — respondió Jungkook — yo también puedo tenerlo.

Taehyung lo miró confundido — pero eres Beta, no puedes tener hijos, un hombre y no una mujer.

Jungkook fue esta vez quién se confundió.

—¿quieres ver qué si puedo? — se acercó muy cerca a sus labios — llévame en busca de una mujer, y esa mujer dará a luz a mi hijo o hija dentro de nueve meses, ¿Para qué apostamos? — relamió sus labios.

Taehyung en ese momento llegó a la idea de que Jungkook decía tener un hijo con otra Beta, no a que él pudiera dar a luz.

—Ya entendí su majestad — se inclinó hacia atrás, para no estar muy cerca al rostro del Beta — a lo que yo me refería es que yo puedo tener un hijo con un Alfa, osea que en mi vientre puede crecer un cachorro, pero usted no tiene ese don en mi, porque es Beta, pero un Alfa si — terminó de explicar.

—¿esa es la función de ser Omega?

Taehyung movió la cabeza — mi función de Omega es obedecer a mi Alfa, osea ahora no tengo, sería a mi futuro Alfa, cómo soy un Omega de raza pura me espera otro Alfa de raza pura, o si no un rey Alfa, pero recuerde que un Beta no — aclaró algunas cosas.

Jungkook se inclinó un poco más, provocando que el Omega siguiera alejando su cabeza hacia atrás.

—Que gran cuento... Fácil de creer, muñeco — siguió acercando su cara.

—¿muñeco? — Taehyung preguntó mirándole a los ojos.

El Omega seguía echándose y el Beta continuaba acercándose hasta quedar sobre su cuerpo.

—Si, eres un muñeco, un ángel, un bebé, eres tan tierno y suave como un osito y también te pareces a un gato, un cachorro tigre — acercó su cara rozando sus narices.

Taehyung sintió golpear la respiración de Jungkook con la suya, esperó su siguiente acción sin dar un parpadeo.

—Me excita tanto tu forma de ser — susurró, sus manos tomaron las del Omega con delicadeza, acarició con cariño.

Volvieron a sentir esa gran electricidad en sus cuerpos... Se miraron una vez más para juntar sus labios en un apasionado beso que solo hacían escuchar los chasquidos de sus besos, respiraron con fuerza aún en medio del beso.

Jungkook llevó una mano al hombro del contrario, su mano entró bajo las mantas, para dejar libre su hombro y bajar sus besos por su mandíbula, hasta llegar a su cuello y lamer sus hombros y toda la piel libre.

Mordió con suavidad esa piel acaramelada, provocando que el otro apretara con fuerza su cabello y mordiera sus labios.

Jungkook se detuvo al regresar en si, se alejó del Omega al instante — lo siento ángel... — salió corriendo de la habitación.

Taehyung con su mirada melancólica de siempre se quedó en su lugar pensando en lo sucedido.

Tocó sus labios con sus manos.

"¿Ahora sí te quedas?" vagamente recordó la voz de un niño, se sintió familiarizado con esos labios, quiso saber de quién se trataba.

Se quedó pensativo.

✿♡✯🐺✯♡✿

Taehyung se encontraba acariciando a Yuraf con ternura —¿podrías echarte para subir a tu lomo? —dijo con cariño.

El animal obedeció al prometido de su amo.

Taehyung subió con mucho cariño, sujetándose de su pelaje al ya estar en su lomo, recordó la noche en que por primera vez había subido al animal en brazos del guardia.

Flashback.

—No vamos a permitir que un omega reine este reino — escuchó decir a la hermana de su padre — el verdadero Rey era mi hijo, pero ahora mi segundo hijo es un Alfa y quiero que gobierne.

—Solo si el príncipe Kim está muerto — respondió su madre.

—El príncipe Kim es alguien que no se muestra a nadie, un Omega extraño, crees que será capaz de ser un Rey, nadie sabe su nombre, nunca nadie ha visto su rostro, ¿acaso tiene algún defecto?

—Mi hijo no es defectuoso.

—¿entonces por qué no le dejas salir al mundo?, desde que llegó aquí, lo encerraste en esas cuatro paredes, ¿Por qué? Tú, el doctor y su prometido nada más saben cómo es su rostro, exijo ver al príncipe Kim.

(...)

Una noche escuchó fuertes gritos de hombres cuando estaba durmiendo, se levantó para saber el motivo. Se asomó por la ventana y notó a los guardias de su Reino enfrentarse entre ellos mismos.

Escuchó la puerta de su habitación abrirse con fuerza, corrió a esconderse detrás de un mueble, con tanto miedo.

—Príncipe, soy su prometido vengo a cuidarlo, quieren matarlo no se esconda — habló fuerte el guardia.

El Omega tímidamente salió de su escondite y miró al guardia.

—No hay que perder el tiempo.

Taehyung solo obedeció, sin esperar se acercó al Alfa de raza pura y movió la cabeza como asentimiento de seguirlo.

El Alfa se acercó al ropero del Omega y sacó una manta, lo cubrió apresurado, miró la mesa en la cual había un cajon pequeño, se acercó para tomarlo.

—Sígueme príncipe — corrió a la puerta.

Taehyung lo siguió con miedo.

Corrieron apresuradamente hasta que se encontraron en los pasillos con los guardias enemigos, que se lanzaron en contra de ellos, pero el guardia logró matarlos.

Ya que era el mejor.

Taehyung solo temblaba de miedo, jamás se había enfrentado a tal situación, pero en su mente también se repetían imágenes de un niño en medio de un ataque con una mujer llevándolo de su mano.

Se paró en una esquina con tanto temor, viendo sangres brotar de Betas y Alfas, empezó a respirar fuertemente.

El alfa al terminar con esas gentes corrió por otro lugar tomando la mano del Omega, lo llevó ocultamente matando a algunos intrusos, pero cuidando muy bien del Omega.

Llegaron a una salida en la cuál se encontraba un caballo blanco.

Taehyung se apoyó en la pared llorando y temblando de tanto miedo, en ese momento necesitó a alguien que lo cuide por el resto de sus días, a alguien muy poderoso capaz de cuidarlo de toda la maldad.

Sin que se diera cuenta el guardia lo subió al animal y luego él a su atrás y el caballo empezó a correr.

Fin flashback.

Sin darse cuenta, se vió frente a la orilla de un río, el animal lo había llevado por si solo.

Miró a sus lados tratando de guiarse por donde vino, sintió miedo en su cuerpo al pensar en que haría si no podía regresar con Jungkook.

Bajó del animal con dificultad.

Se sentó frente al río y se puso a pensar en su vida oculta del mundo, mirar a través de la ventana al jardín, leer libros para no aburrirse.

Se puso a llorar deseando en ese momento no regresar nunca más a ese castillo solitario, daría lo que fuera por quedarse para siempre en ese castillo, sin importar que pasará lo que pase.

—Solo quiero vivir libremente en este mundo, solo quiero una vida tranquila, no me importa lo que pase, pero quiero ser feliz — sus lágrimas resbalaron por sus mejillas.

Lloró con fuerza, solo no quería recordar su vida.

Sintió unos brazos posándose en su cintura — yo te daré la felicidad que quieres si me lo permites — Jungkook lo abrazó con cariño y fuerza.

Taehyung lloró en sus brazos como un niño.

—¿me cuidará usted hasta el final?

—Lo haré — dejó un beso en la coronilla de su cabello — te cuidaré chiquito, soy tu guardián.

El Omega alejó su cara y lo miró lagrimoso.

Jungkook levantó sus manos y limpió sus lágrimas sonriendo un poco, Taehyung solo se quedó viéndolo triste, la alegría en su interior aparecía poco a poco.

—Muñeco —se inclinó y dejó un beso en la punta de su nariz.

—¿qué quiere decir muñeco? — preguntó bajito.

Jungkook había llegado a entender, que después de su accidente, tal vez lo que estaba viviendo era un sueño en el cual todo era muy raro. Así que pudo entender también que Taehyung y él eran muy diferentes en algunas cosas, solo le tocaba explicarle.

—Un muñeco se dice a una persona pequeña y delgada con facciones perfectas, así como tú...—No quiso agregar la palabra juguete, porque Taehyung no era eso, si no un humano con aires de muñeca.

—Cuando dice muñeco se siente hermoso, como un halago — miró a otro lugar sin siquiera sonreír.

—Regresemos al castillo hay que mirar todas las cosas que contiene — propuso sonriente.

Taehyung solo movió la cabeza.

Jungkook se acercó para levantarlo y dejarlo en el lomo de Yuraf, después saltó a su atrás, cabalgó al animal.

Abrazó por atrás al Omega con todas sus fuerzas. Taehyung solo lo ignoró, aunque en su interior estaba muy emocionado, pero también triste por saber que no debía de tener ninguna aventura con Jungkook, porque él era un futuro Rey, que solo sería de su futuro Alfa de raza pura.

"Un príncipe sabe muy bien su lugar, nunca tiene que rebajarse ante otros que no son su futuro algo" la voz de su madre se repitió, una y otra vez en su cabeza.

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