Capítulo #6
Llegaron a su destino, Jimin condujo hasta un cine, sí, era algo cliché pero no podían ir muy lejos, ya era tarde. Jimin estacionó el auto y bajó del mismo, se dirigió hasta el otro lado y abrió la puerta para que Yoongi saliera, el Omega lo observó con cara de pocos amigo y después de unos segundos bajó del auto.
— ¿Un cine? — levantó una ceja el Omega hacia el Alfa.
— Sí, es tarde, mañana es el último día de soltería que tendremos y lo ocuparemos para ensayar las cosas de la boda. — habló Jimin observándolo fijamente.
Yoongi se resignó encogiendose de hombros y siguió caminando, Jimin lo siguió.
Pasaron una tarde divertida dentro de lo que cabe, Yoongi estuvo feliz viendo la película y comiendo, mientras el Alfa lo observaba detenidamente, algo le atraía de ese Omega y su Alfa no dejaba de moverse, estaba muy inquieto y a Jimin le preocupaba aquello.
Salieron del cine y volvieron al auto, Jimin empezó a conducir directo a la casa de Yoongi.
— ¿Te divertiste? — preguntó Jimin.
Yoongi le miró y respondió - Sí, gracias.
Jimin se sorprendió un poco, jamás pensó que aquel Omega duro y seco dijera un "gracias" hacia su persona.
Jimin hizo un asentimiento hacia el Omega y siguió su camino, todo el trayecto fue silencioso, al llegar Yoongi bajó rápidamente hasta entrar a su casa sin siquiera despedirse, Jimin quedó un poco desconcertado por dicha acción sin embargo no le prestó atención y sin más emprendió camino hacia su casa.
Yoongi se adentró a su casa y fue directamente a su habitación, su Omega estaba molestandolo desde que volvieron al auto, se movía como loco y solo pedía apegarse al cuello de Jimin para aspirar ese exquisito aroma, su Omega amaba el olor a naranja con fresa que Jimin desprendía y eso le estaba empezando a inquietar a Yoongi.
💜 Al día siguiente, 1 día antes de la boda
— Mmgh~ sí! — chillaba el Omega mientras el Alfa lo penetraban fuertemente, arqueaba su espalda hasta formar una perfecta "c" y el Alfa encima suyo no paraba con las fuertes embestidas, dando justo en ese punto que lo volvía loco
— ¡Jimin! Ah~! — tomó su cabello entre sus manos y llegó al límite sobre su abdomen.
Abrió sus ojos rápidamente, encontrándose con la molesta luz del sol que entraba por su ventana, observó su al rededor y después de un largo suspiro, habló - Fue solo un sueño, mierda. - dijo al ver su pantalón con un muy grande problema, ¿Por qué mierda soñó eso? No, mejor ¿Por qué con Jimin?
— Buenos días — habló su madre entrando a la habitación.
Cubrió rápidamente con una almohada su "problema" y respondió - Buenos días.
Su madre lo observó un poco extraño y habló nuevamente — ¿Te sientes bien?, estás rojo...
Yoongi tocó sus mejillas y observó a su madre — Si, tranquila, tal vez es porque acabo de despertar y hace calor.
Su madre le dedico una mirada poco convencida, sin embargo no le dio importancia y le avisó que bajara a desayunar, es ahí cuando recordó que al día siguiente era su boda y también ¿Cómo mierda vería a Jimin a los ojos después de ese extraño sueño?
•
Se encontraban en el salón donde se realizaría la boda al día siguiente, las madres de ambos chicos se llevaban bastante bien, estaban enfrascadas en una amena charla frente a ellos.
Yoongi estaba sonrojado a más no poder, desde que vio a Jimin simplemente no podía verlo a los ojos, jamás en su vida le había sucedido algo así, ¿Que diría Jimin si se enterara?
Él soñó que follaban y a decir verdad no le había molestado la imágen, se regañó a si mismo y siguió caminando hasta llegar al salón.
Pasaron las horas, ya se estaba haciendo tarde y decidieron volver ya que el novio debía estar "fresco y renovado" para su día. Jimin se dirigió a casa con su madre y Yoongi hizo lo mismo con la suya.
Jimin se sentía completamente nervioso, no de esos nervios de felicidad porque te vas a casar, son esos nervios de pensar que tal vez, solo tal vez Yoongi sea el indicado, era muy pronto para pensar eso y lo sabía pero no ignoraba como su lobo se removía feliz al ver a Yoongi, cosa que jamás sucedió con otra u otro Omega que haya conocido, de hecho siempre los olores de los Omegas le parecían repugnantes, hasta que sintió el delicioso aroma de Yoongi: menta fresca con canela y con eso en mente cayó rendido sobre su cama.
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