Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

19. No mas secretos

19

—¿No vienen chicos?

La tensión entre nosotros se puede sentir en la piel pero mi pregunta es ¿Es tensión de la buena o no? La señorita Akame, de la nada empezó a comportarse de manera nada usual para alguien de su tipo, digo, ella es una chica multimillonaria sin necesidad de nada y que seguramente lo único que le preocupa es de como se va a vestir cada día o pueda que ni eso y que de la nada actúe de manera seductora con alguien que no tiene mucho que ofrecer.

No se, solo digo.

Y no me estoy menospreciando, solamente que la mayoría de veces ese es el tipo de pensamientos de esta clase social.

Dinero más dinero es igual poder.

Ella se aleja un poco de mí, ya que se encontraba más cerca de lo habitual.

—Ahorita voy —digo. Ella voltea a ver a Han y simplemente le sonríe.

El hermano de Akame es un tipo bien simpático —. En eso estábamos, Rahîm solo me estaba ayudando con algo —comenta ella.

—Bueno —dice sin ponerle ningún tipo de importancia. Él se aleja.

Akame camina hacia las atracciones precisamente a donde se encuentra Amira con Kristel pero antes de llegar se voltea a verme y me guiña el ojo.

Y sin pensar, reaccionó como todo un tonto, sonrió sintiendo un poco cálido mi rostro.

Ella ríe.

Volteo hacia otro lado y solo cierro mis ojos.
¿Que mierdas te pasa Rahîm? Esa chica lo único que quiere es molestar, ese no es tu estilo.

Dejo de pensar es tonteras y mejor regreso a los trampolines.

Veo que Kristel también camina hacia ellos.

—¿Y qué tal? ¿Como la ha pasado señorita Kristel? —digo feliz de verla, he notado que se ha divertido y eso me alegra. Desde un principio sentí que le hacía falta un poco de entretenimiento y aunque este no me lo imaginaba, creo que ha servido.

—¡Todo ha sido lindo joven Rahîm! —comenta con una gran sonrisa dibujada en su rostro.

—Me alegra que la esté pasando muy bien.

—Si, la señorita Amira ha sido muy amable conmigo —Amira es una persona muy buena, ha estado tan centrada en ser la hija de un árabe que creo que nunca se ha dado el momento de interactuar con sus trabajadores, consideró eso muy mal pero tan poco la voy a juzgar porque sé que es la enseñanza que le han dado desde muy pequeña —. Y también usted joven, ha sido muy bueno conmigo, muchas gracias por eso.

—No tienes que agradecer Kristel, tu me agradas y estoy feliz de tener una nueva amiga.

Sonríe.

—¿Interrumpo algo? —esa voz.

—No señorita, solo hablábamos —contestó.

—¿Me les puedo unir? es que Han se encuentra con Amira y hablan sobre puras cosas aburridas —dice sentándose.

—Yo no aseguro una conversación divertida —comentó.

—Seguramente lo que hablen será más entretenido que estar escuchando a dos personas hablar sobre física y no de la que tiene que ver con ejercicios.

La señorita Akame sonríe, y nos queda viendo a ambos. Kristel y yo no sabemos que decir, tal vez por la razón que nunca hemos convivido con la señorita Akame.

—Me gusta tu nombre —dice la señorita posando su mano sobre el hombro de Kristel —. Me recuerda a las joyas, no se porque —termina de decir para después semi-reír.

—Gracias señorita Akame —Kristel comenta con un poco de vergüenza, diría yo.

Río.

—Rahîm, hacen bonita pareja —comenta de la nada.

Yo la quedo viendo confundido. Esta chica es rara.

—Solamente amigos señorita Akame.

—Sí, solo somos amigos —contesta Kristel con su rostro en un tono rojo.

—¿Enserio?, pensé que tenían algo —comenta.

No se porque siento un poco de mal intención en su comentario. Creo que no tolero a esta chica.

—Ya ve que no —digo.

—Bueno, entonces hagamos algo para divertirnos —dice, acaso no ve la cantidad de atracciones que se encuentran aquí —. Kristel ven, saltemos en los trampolines.

Ella sonríe pero de manera fingida.

—Me gustaría señorita pero la verdad es que si salto capaz vomito todo lo que comí —Akame arruga la nariz de manera chistosa y hace una mueca.

Me voltea a ver.

—Rahîm, salta conmigo —sonríe.

—No lo se.

—Acompáñame, no seas así —se acerca a mí y me toma de la mano. Volteo a verla sorprendido por su reacción. Volteo a ver a Kristel —. Kristel dile que me acompañe —dice y yo río un poco bajo. Se escucha muy infantil de su parte.

—Joven, no deje a la señorita con ganas de divertirse —dice ella y el solo escucharla sonrió.

—Bueno, lo haré.

Camino con la señorita y ella se encuentra con una sonrisa que solamente hace que la mía también se forme. Es contagiosa. Me quedo viéndola, su rostro es muy lindo, su piel tan clara y seguramente suave, su cabello negro y liso.

—¿Sucede algo? —salgo de mi transe.

—¿Como? —digo un poco confundido, ¿que me sucede?

—Pregunté si pasaba algo —sonríe.

En eso volteo a ver los lados, ya nos habíamos alejados de Kristel, ¿En que momento? Tanto me perdí viendo sus facciones.

No me di cuenta.

Volteo a verla y sonrió.

—No pasó nada.

—Parecía que no estabas aquí y me quedabas viendo muy indisimuladamente.

—Lo siento no se que me pasó —Que vergüenza.

—Tranquilo, es normal esa reacción en los chicos cuando están conmigo —comenta y ríe un poco.

Esta chica se cree la luz del mundo.

—No se confunda señorita, si la quede viendo es porque me di cuenta que no es tan bonita como la describen —digo sin pensarlo. Mucha pretensión en una persona.

¿Será que se va a enojar por lo que dije?

—¿Está seguro de lo que dice? —sonríe con un poco de malicia —. Porque reconozco cuando se quedan embobados viéndome fijamente y no creo que porque acabas de decir —dice acercándose mas a mí.

—No creo que sea el lugar para sus juegos señorita Akame —puedo sentir su perfume tan cerca de mío.

—Yo decido eso joven Rahîm.

Sonríe.

—Sabe qué, mejor me voy, no quiero tener problemas con su hermano por malos entendidos.

Ríe

—No te preocupes por él. Han podrá ser mi hermano gemelo pero jamás se mete en mis asuntos —contesta con superioridad.

Ahora es que soy un asunto que tiene que arreglar o analizar.

—¿Y se podría saber cuál es ese asunto?

Volteo su rostro.

—Es obvio que me atraes Rahîm, no te lo voy a negar pero siento qué hay algo escondido entre este hermoso rostro tuyo.

—Conque es eso —comentó un poco nervioso, me sorprende la tranquilidad con la que me dice las cosas —. Pues lo único que le dire es que no pierda tiempo conmigo, usted no es mi tipo —digo y una sonrisa se dibuja en su rostro.

Se acerca a mí.

—No sabes mentir Rahîm, noto como me miras, con unos ojos de deseo que no voy a negar que me encantan. Tu respiración se acelera y lo nervioso que te pones.

—Pues se equivoca señorita —es lo único que se me ocurre decir.

—Tu sabes que el que se equivoca eres tú, Rahîm.

Esta chica es, no se que pensar, es, vamos Rahîm piensa algo, es retadora.

No era lo que imaginé pero creo que me sirve.

—Señorita no niego que eres hermosa, candente sin dudarlo pero los de tu clase no son los de mi clase, así que no pierdas tu tiempo.

—Como siempre sintiéndose tan inferior joven Rahîm.

Río.

—Sentirme inferior yo de alguien como tú, jamás.

—Bueno pruébalo entonces —dice con una sonrisa.

—¿Y como probaría algo así?

—Bésame —comenta.

Mis ojos semi se abren de lo que acaba de decir. Respiro un poco acelerado.

—No creo. De igual forma eso no tiene nada que ver.

—¿Me tienes miedo Rahîm?

—Claro que no.

—Entonces hazlo —esta chica es intensa.

—Aquí no es posible, los chicos están a pocos metros de nosotros —trato de hacerle cambiar de idea.

—Ellos están tan distraídos que ni lo notarán —dice con unas sonrisa que me provoca escalofríos.

—No me quiero arriesgar.

Me queda viendo fijo. Entrecierra sus ojos.

—Ya entendí. Eres gay.

Reaccionó rápido y niego.

—No soy gay, es solo que aquí no puedo hacerlo y ya. Besarte no se me es difícil.

—Ósea que si quieres, pensé por un momento que no querías —comenta.

—No he dicho eso.

—Pero si dijiste que besarme no sería ni un problema.

Esta chica es testaruda.

—Sabe que olvidemos esto y hagamos lo que íbamos a hacer, que es divertirnos en los trampolines.

Me queda viendo y sonríe. Algo dentro de mí, me dice que tengo que cuidarme de esta chica porque en cualquier momento me puede llevar la huesuda con ella. Y no por razones de muerte literal sino que puedo ponerme un lazo de dudas sobre mi cuello.

—Rahîm, haré lo que dices pero el beso me lo vas a deber, entendiste.

Estoy seguro que en este momento mi cara arde de vergüenza. Es la primera ves que me pasa algo así, y mucho menos con alguien como ella, tan adinera y correcta según el punto de vista social en el que se rodea.

Volteo mis ojos hacia abajo.

—Eres tierno Rahîm.

—Bueno, entonces jugamos ya —mi vos de repente se me ha puesto como temblorosa.

—Ok —se acerca rápido y me da un beso rápido en la mejilla y sale corriendo a los trampolines.

La quedo viendo fijamente y no se porque me siento tan como incómodo, pero no de una manera tediosa sino que diferente.

Sonrió.

¿Porque mierdas sonrió?

Recuerda a lo que has venido Rahîm; Y eso es a divertirse.

•••

Salimos del increíble lugar en el que nos encontrábamos, riendo literalmente, nunca pensé que lugares así lo hagan sentirse tan bien a uno.

—Aquí nos despedimos —comenta Amira.

—Fue un placer haber venido, estuvo increíble —contesta Han con una gran sonrisa, no le quita la mirada a Amira.

Sospechoso.

—Tenemos que repetirlo algún otro día —dice Akame viendo discretamente hacia donde estoy, yo obviamente lo pude notar ya que también la estaba viendo.

—Tienes razón —le contesta Amira.

—Kristel fue un gusto conocerte —dice Han dándole la mano a la chica. Ella sonríe y le contesta de igual forma.

Akame se le acerca —. Tenemos que salir otra ves chica —le da un abrazo rápido.

Que lindo gesto de su parte.

—Ambos son un amor —dice ella alegre.

—Bueno, ya nos retiramos —Amira comenta —. Que Dios los guarde.

—Gracias hermosa, igualmente —Han le contesta y Akame solo le sonríe.

Amira sube al auto al igual que Kristel, yo soy el último en subir pero antes de ello volteo a ver a los hermanos o mejor dicho a ella.

Akame ya me estaba viendo y le sonrió.

Levanta su mano en señal de despedida y con una sonrisa juguetona, me desarma esta chica. Me adentro de una ves al auto y solo cierro mis ojos.

Ya Rahîm, no pienses en eso.

—Ya nos podemos retirar —Amira dice al chofer y el avanza. Volteo a través de la ventana y solo miro el auto de los hermanos avanzar de igual forma.

Akame es sinónimo de descontrol.

Por lo menos para mí lo es.

Todo en mi cabeza lo vuelve un puto relajo.

Su confesión solo me hace creer que quiere molestarme pero es qué hay algo que no comprendo de mí mismo. Que aun sabiendo que solo quiere jugar conmigo, algo dentro de mí desea que lo haga.

—Rahîm, ¿Que te pareció la tarde? —Amira hace que salga de mis pensamientos.

—Heee —no se me ocurre decir algo inteligente —. Estuvo bien —digo lo más sencillo de decir. Tratando de simular una alegría que en este momento no tengo porque mi mente está enfocada en todo lo qué pasó con Akame. Pero no me mal entiendan, si la pase muy bien.

—Me alegra que les haya gustado.

—Gracias señorita por todo —Kristel le comenta de manera muy amable.

—Eres tan dulce Kristel, estoy tan feliz de que hayas venido.

—Gracias señorita Amira.

Que bonito cuando todo termina de muy buena manera. Los tres nos sentimos bien, estamos bien, nos divertimos mucho.

Fue todo increíble.

Excepto por los pensamientos que no me dejan en paz.

•••

—¿Como has estado? Todos te extrañan mucho.

Una gran sonrisa seguramente está dibujada en mi rostro. Y no es para menos, cuando hablo con los seres que más amo en esta vida es lo mejor.

—Muy bien madre, todo hasta el momento ha sido muy bueno. Tengo nuevos amigos, he conocido muchos lugares fabulosos, todo ha estado bien.

—Me alegra hijo, que bueno que la estés pasando bien pero aún no entiendo porque no has dicho nada aún, pensé que por eso ibas.

—Madre, no es tan fácil para mí ya te había dicho que tengo miedo de que la familia agarre repudio hacia mí.

Ella se escucha preocupada.

—No tardes hijo en hablar, porque mientras más lo ocultes más difícil será para ti la reacción de los demás.

—Si madre, yo trataré de hacer algo pronto. Solo que ojalá no fuera tan difícil para mí.

Exhalo.

Hago una pequeña mueca de reflejando mi preocupación, cerrando así mis ojos.

—Yo se que puedes hijo, eres un Pavanelli, si hay alguien que puede hacerlo ese eres tu.

—Gracias madre, tú eres mi mayor sustento.

—Bueno hijo te dejo, hablamos luego.

—Está bien mamá, me saludas a los chicos, diles que sin ellos no es lo mismo.

—Ok hijo, yo se los dire.

Sonrió.

El solo recordar a mis amigos, me provoca un poco de nostalgia.

—Te prometo que les contaré este secreto madre lo más pronto posible, ya no puedo vivir aquí ocultándolo más.

—Así se habla hijo.

—Te amo —digo.

—Te amo más —contesta y sonrió.

Cuelgo la llamada y quedo viendo al techo de mi cuarto.

—Hola Rahîm —escuchó la voz de Amira.

Me compongo rápido y me levanto de la cama.

—¡Amira hola! —digo un poco nervioso, por razones obvias, estaba hablando con mamá muy libremente —. ¿Que tal? ¿Y eso que has venido?

—Estoy bien un poco confundida nada más —comenta con un rostro no común en ella.

—¿Y eso que te sientes así?

—Es que estaba pensando en ti, en como de repente llegaste a nuestras vidas.

Que se preparen los fuegos artificiales por qué están por explotar en cualquier momento.

—Si, todo muy loco —digo con una sonrisita fingida.

—Pero ahora que estoy aquí me doy cuenta que no es así.

—¿Porque lo dices Amira? —digo con el ceño arrugado.

—Escuche toda la conversación ¿Que secreto ocultas Rahîm?

¡Y explotaron!

____________________________

¡Hola chicos!

¡Que empiece el juego! Estoy emocionado por lo que se viene. Solo dire que el fuego arrasara con todo.

I LOVE YOU

Hasta la próxima.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro