09. Confíe en mí
09
Rahîm Pavanelli.
¿Porqué será que muchas veces no creemos en nosotros mismos?
Lo que esta pasando con mi vida, no es algo pequeño y mucho menos para dejar de lado. Desde que esa mujer se presento en mi casa, todo empezo a cambiar para mí, ya no confiaba plenamente en mamá, me entro una gran curiosidad sobre lo que fue el pasado de mi madre para enterarme que el novio imposible de ella es mi padre y no sólo eso, sino que él es un hombre que si quisiera le podría cambiar la vida a una ciudad entera.
En muchas ocasiones me he puesto a pensar en todo lo que podría llegar a realizar con el dinero suficiente para lo que yo quiera. Pensamientos como esos hacen que mi yo humilde, duden. Yo no quiero llenar mi vida de vanidades, no quiero ser como ese tipo de personas que se creen más grandes que otros por tener lo que tienen. Ese es un miedo que me pone a pensar y a muchas veces no creer en mí.
—Madre, no me quiero alejar de tí —Los ojos rojos de mamá, hacen que mi corazon se estruje y que mi pecho sienta una fuerte presión, no me gusta verla de esa manera —. Pero por ahora es necesario.
Ella pone sus manos en mi rostro y me tenso —. Ibrahîm, eres un joven muy valiente, hasta mas de lo que yo fui una ves —sonríe —. Pero entiendo que tienes que ir a conocer a tu padre, es algo que no te lo puedo negar y por mas que yo quiera tenerte solo para mí, no puedo porque se que esto es algo que va a ayudarte a crecer como persona.
Una lágrima se desliza por su mejilla y yo la abrazo fuertemente.
—¡Gracias mamá!
Ella se despega y me sonríe.
—Mi hombrecito, demuestre que usted es alguien por quien vale la pena luchar.
Esas palabras de mamá, siempre han estado selladas en mi pecho.
—Eso haré madre.
—Entonces vaya rápido que Tahira lo ha de estar esperando y dígale que gracias por que ahora mí hijo tendrá un papá que yo se, lo amara —la quedo viendo y sus palabra me animan, me cuesta despedirme de ella, mis ojos se nublan y sin pensarlo tanto empiezo a caminar al auto enviado por la señora Tahira.
Me hubiera gustado tener a mí mamá conmigo pero por ahora no se puede, esta será la primera ves que estemos mucho tiempo separados.
Abro la puerta del auto y en eso —. Rahîm —escucho un pequeño grito de mamá, volteo a verla —. ¡Te amo hijo!
Sonrío, quiero contestarle pero me cuesta articular palabras —. ¡Yo tambien mamá! —mi voz se escucha semi-apagada y una lágrima se acumula en mi ojo.
Me montó en el auto y antes de avanzar abro la ventana del auto y con las manos, le digo adiós a mamá. El auto comienza a acelerar y solo la veo caer en el suelo, hincada. Volteo hacía delante sin pensar mucho en todo y por tanto que quiero bajar y decirle a mamá que no me voy, no puedo hacerlo. Esto es algo que tengo que hacer, por mucho que me cueste dejar a los demás.
De mis amigos me despedí en la mañana y fue difícil, ellos son como mis hermanos de sangre y daría hasta mi vida por ellos.
Se que irme, no sólo traerá tristeza sino que tambien ayuda para los demás.
—Señor, ¿Y la señora Tahira?
Él me voltea a ver por el retrovisor —. Tranquilo, ella nos esta esperando.
Asiento y solo volteó a ver las calles por las ventanas, voy a extrañar caminar con mis amigos, ir por donas y cafecito después de la Universidad, río de la nostalgia que ya tengo y ni siquiera he salido del país.
Después de muchos días pensando en que podría pasarme por causa de la noticia de mi padre revivido, siento que al final pueda que sí valga la pena, después de todo es mi papá y sólo pueda que me este angustiando de por puro gustó.
Después de quince minutos esperando, llegamos a un lugar de aterrizaje, no se como llamarle, porque aeropuerto no es, talvez es un lugar privado o algo así. Él detiene el auto dentro del lugar que por cierto es enorme, hay varios vehículos de vuelo con diseños increíbles.
Avionetas, helicópteros y más.
Bajamos del auto y mis nervios ya se están empezando a alborotar, mis dudas me están atacando, no quiero pensar que esto esta mal pero mi cabeza se encarga de molestar mi buen juicio.
Caminamos a un lugar y en eso un avión capta mi atención, es pequeño pero muy fino me quedo casi embobado viendo el dichoso transporte que no noto que la señora Tahira esta atrás mió.
—¿Te gusta? —escucho la voz de la señora a mis espaldas.
—Es muy bonito —contestó.
—Ven, vamos a verlo por dentro —comenta y yo me sorprendo, sonrio. Es la primera ves que alguien me invita a subir a un avión como este.
Caminó algo entusiasmado.
—¿Es suyo? Disculpe la imprudencia de mi pregunta pero es que es muy impactante.
Seguramente la señora ya ha de pensar que soy un completo ignorante que se sorprende con lo que sea, pero siendo sincero con todos, nunca había visto uno así, algo pequeño a los que estoy acostumbrados.
—El jet es mió y de mi esposo, para nuestra boda no lo compraron mi papa y mi suegro —yo quedo estúpidamente sorprendido, acaso esta gente tiene tanto dinero que compran lo que quieren, cuando quieren y uno que ajusta para ir solvente a la universidad.
—Sorprendente —es lo único que digo.
—Iremos en este avión a... —me cuesta decir las palabras, no me siento cómodo decir papá enfrente de la señora Tahira. Creo que se puede ver como interés.
—Sí, en el iremos a ver a Ibrahîm, tu padre.
Escuchar sus palabras me provocan mucho nervio. Siento que todo va a ser un completo desastre.
—Señora Tahira, siendo sincero con usted, tengo muchos nervios de ver al señor Ibrahîm ¿que tal si no le agrada la noticia?
Ella me detiene.
—No pienses en eso, ok. Tu padre es un hombre muy bueno y estoy segura que se pondrá muy alegre con la noticia. Después de todo eres el fruto de su verdadero amor —comenta y yo solamente sonrío.
Talvez no debería hacer mucha película en mi cabeza.
Seguimos y en lo que voy subiendo por las gradas del Jet, todo nervio se empieza a calmar y sólo me queda respirar hondo y no ver hacia atrás, yo me metí en esto así que lo tengo que terminar.
Al continuar, me detengo.
¿Pero que es ésto?
Con lo que hay en este avión, creo que se puede sacar a un país de la desgracia.
—¿Sucede algo Rahîm? —pregunta la señora Tahira al ver que me detengo.
La volteó a ver y siendo sincero no me siento bien.
—Estoy incomodó señora.
Ella se acerca a mí y posa su mano en mi mejilla —. No tienes por que sentirte así, Rahîm. Y ahora dime ¿que sucede en realidad? Tiene miedo de lo que vaya a pasar.
Yo la quedo viendo encantado, la señora Tahira es una mujer increíble, y pensar que es mi tía. Supo que algo no me hacía sentir bien y era de esperarse si mi cara refleja angustia.
—Esa es una cosa pero... es que ver tanto lujo en un solo lugar me hace sentir mal, solo recuerdo la gran cantidad de personas que necesitan y yo aquí disfrutando de ésto.
Ella sonríe.
—Claro que eres hijo de Sophia, ella se preocupaba mucho por los demás, tambien y por eso se gano un gran respeto de todos. Eso dice mucho de alguien Rahîm, sin dudas serás una gran persona en el futuro. Pero no te preocupes, yo se que la situación de mucho es lamentable y que desearías ayudar y podrás hacerlo pero no por los momentos. Créeme Rahîm lo que digo, tu vida va a cambiar y si continúas podrás ayudar a los que quieras.
La señora Tahira tiene toda la razón yo tengo que pensar más en lo que tengo que hacer, que en lo que deseó hacer.
—Otra cosa señora Tahira.
—¿Dime?
—¿El señor Ibrahîm sabe que yo voy en caminó?
Veo que se incómoda —. Quiero darle una sorpresa —contesta, osea que no sabe que voy ha verlo. Creo que ni siquiera sabe que existo.
—¿Señora Tahira, mi padre sabe de mí?
Ella me voltea a ver un poco nerviosa, pues claro, tenía que imaginar que no sería tan sencillo. El señor Ibrahîm ni siquiera querrá saber de mí cuando sepa todo. Solo sería un estorbo para él y su familia.
—Ibrahîm aun no sabe.
Lo sabía.
—¿Y como piensa hacer señora Tahira?, no puedo llegar así nada más. Sería una noticia que enloquecería al señor Ibrahîm.
Esto me pone nervioso.
—No tienes por que preocuparte por eso, estoy segura que él estará más que alegra de tenerte.
Ya no puedo confiar en nada de lo que dice, lo que menos quiero es que me vean de menos o que soy un aprovechado oportunista. Eso si que no se los permitiría.
—No estoy seguro de eso —la quedo viendo a los ojos serio, pensé que él sabría o tendría una idea pero nada.
—Confía en lo que digo Rahîm.
No puedo irme y dejar todo tirado. No soy un cobarde que deja las cosas a medias, la situación no me gusta y creo que la única opción que tengo es confiar en la palabra de la señora Tahira.
Volteo a ver a todos lados, esto enserio me preocupa un poco.
—La verdad es que opción no tengo, tendré que confiar en su palabra.
Ella sonríe.
—Ya verás que el a verte preocupado no tendrá sentido.
Asiento.
Espero que así sea porqué sino, no sabré donde meterme.
Ella me pide que me acomode en unos de los asientos. Yo sin pensar, lo hago y me siento en los sillones, y el solo sentir su comodidad me relaja, me pone nervioso tanto lujo que tiene este avión. Creo que es hasta ridículo.
Después de varios minutos, el avión despega.
Ibrahîm ya te metiste en este problema así que ahora te aguantas. Enserio que no quiero ser problema para la familia del señor, ya no se que pensar, hace poco creía que era buena idea porque era mi derecho pero ahora analizando mejor, creo que puedo llegar a ser un asunto fuerte.
El señor Ibrahîm esta casado y tiene hijos. No creo que a la señora de la casa le vaya a agradar la noticia de que su esposo tiene un hijo con otra mujer. Y los hijos talvez pueden llegar a pensar que les voy a quitar algo o no se, ya enserio me estoy poniendo nervioso.
Estando ya en los aires, me levanto de mí asiento y me acerco a la señora Tahira.
—Señora Tahira, quiero hablar algo con usted —me acomodó en el asiento enfrente del suyo.
—¿Que sucede Ibrahîm? Si es por lo de tu padre, no te preocupes todo saldra bien.
—La verdad que me preocupa el asunto pero lo que le quiero decir es otra cosa. Tiene que ver con lo de mí padre y su familia en general.
—Ellos te querrán, estoy segura —comenta ella sin titubear de lo que dice.
—Quiero que no les diga que soy hijo de señor Ibrahîm —si, escucharon bien, no quiero que la familia se de cuenta aun de la noticia al igual que mi padre.
—Escuchaste lo que me acabas de pedir. Rahîm yo no puedo hacer algo así, Ibrahîm necesita saber todo.
—Se lo pido señora Tahira. He pensado que sería mejor demostrarles quien soy en realidad alguien de confiar y no que de primeras crean que soy un busca fortunas.
Se que todo esto es una locura pero creo que sí es buena idea, quiero que sepan que soy alguien en quien pueden confiar y no alguien que vean como ladrón. Porque estoy seguro que será lo primero que pensaran, que les quiero robar el dinero que tienen.
—Rahîm, lo que me pides es muy complicado, tu padre es alguien importante a quien no le puedo ocultar cosas como estás.
—Confíe en mí, así como yo lo estoy asiendo con usted.
Ella voltea a ver a un lado en especificó, pensando en lo que le acabo de decir. Se que pensara que es una mala idea pero enserio creo que es lo mejor, demostrar que soy alguien por quien vale la pena luchar, así como mi madre.
—Me meteré en problemas por ésto, pero te dejare hacer lo que dices porque talvez tengas algo de razón, no a todos les parecerá tu llegada. Y si tu logras demostrar algo bueno en ellos seguro no tendrán tanto problema con que seas hijo de Ibrahîm.
Sonrío.
—Gracias señora Tahira, sabría que lo entendería.
—Tendré un seguro problema con Ibrahîm pero no importara si todo sale bien.
—Yo lo único que deseo es que todo salga bien, señora Tahira.
Ella sonríe y se acerca a mí.
Me abraza.
—¡Estoy segura que todos te amaran!
La abrazo igual.
Se que este caminó habrá empezado cuando haya pisado el suelo de esa casa.
Así que me tengo que preparar para lo que sea, se vaya a volver mi realidad.
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Vamos con todo y esto da para largo
Siguiente capítulo.
El encuentro entre padre he hijo.
Que enciendan la bomba.
I love you
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