02. Todo salé a la luz
02
—¡Tahira!
Cuando mamá mencionó el nombre de la mujer su rostro cambió completamente, es como si hubiera visto un fantasma.
—Sophia ya mucho tiempo —mamá se pone un poco tensa y a la misma ves se le nota que algo le preocupa, la mujer se da cuenta que mi madre si que se sorprendió —. ¿Sophia? —la mujer le habla.
Mi madre se compone y sonríe —¡Hola Tahira! —mamá se le acerca y se saludan con un abrazo. Yo solo no se que pensar, primero mamá estaba como asustada y ahora esta abrazándola, no entiendo nada —. Pensé que jamás te volvería a ver —mi madre dice y a la mujer al parecer le afectan las palabras de mamá.
—¡Sophia yo no me siento bien por haberte dejado durante mucho tiempo, éramos muy buenas amigas y termine siendo una cobarde! —la amiga de mamá comenta y yo quedo en la nube.
¿Por que será que mi madre no había contado de sus viejas amistades? pensé que sabia todo de ella y no es que me enoje no saber pero pensé enserio que la conocía muy bien.
—Esta bien Tahira, se que no ha sido fácil para alguno de nosotros.
¿Nosotros? O sea que son varios.
Carraspeo mi garganta para que se den cuenta de mi presencia, mamá me voltea a ver y de la nada se pone nerviosa.
—Tahira te presentó a mi... —la mujer interrumpe a mamá y termina la frase.
—...hijo —en la amiga de mi madre se puede apreciar una sonrisa, se me acerca y me extiende su mano —Tahira Farûq, es un gusto conocer al hijo de Sophia —muy amablemente me saluda.
—Es un placer, yo soy Ibrahîm pero todos me llaman Rahîm —soy lo mas cortés que puedo.
La sonrisa de la mujer desaparece y un asombro en sus ojos aparece.
—¿Tu nombré es Ibrahîm? —dice la mujer.
—¿Te gustaría comer algo Tahira? —mi madre nos interrumpe y su amiga solo sonríe y asiente. Yo volteó a ver a mi madre y se encuentra un poco alterada.
Le dice a Tahira que pase adelanté y yo solo decido seguirles, en eso me quedo viendo por un momento a la mujer y su rostro me llama mucho la atención, es como si algo en esta mujer dijera advertencia.
—Linda casa —comenta la amiga de mamá y ella solo le agradece.
Entramos al comedor y los chicos están hablando solvente con mi tia Elena. Rápidamente nos notan y solo nos voltean a ver.
—Chicos ella es Tahira una vieja amiga que hoy decidió visitarnos —mamá siempre actúa un poco juvenil, algo muy agradable en ella.
Mis amigos y mi tia la saludan. Y yo solo pienso en que enserio, esta mujer de algo la conozco y no se porqué. La vibra que la rodea a ella es alegre y encantador, eso no lo niego pero es que hay como ese algo que no termina de convencerte.
Sentados todos en la mesa, mi madre le sirve un plató de la comida que preparó a demás que hubo repetición para los que querían más.
Me incluyo.
—¿Y de donde conoces a mi madre? —empiezo a tirar las preguntas a la mesa.
Ella me voltea a ver sonriente y después voltea a ver a mamá.
—Tu madre trabajaba en la antigua casa que yo vivía, ahí la conocí —como lo supuse, es millonaria.
—No sabía que mi madre, había trabajado de sirvienta —volteo a ver a mamá.
—Solo fue por corto tiempo —se excusa mi madre.
—Supongo que sí —digo.
Empiezo a comer y mejor dejo de hacer preguntas porque no quiero arruinar la convivencia en la mesa. La noche ha estado agradable y no quiero ser el causante de arruinarla, si mi madre no me contó mas sobre su pasado fue por algo y por mi no hay problema.
Todos comienzan a dialogar, mis amigos hablan un poco con Tahira y yo solo analizo a la amiga de mamá. Mi tia y mi madre están hablando en la cocina, mientras lavan los platos sucios.
Ya cuando es la hora de irnos, mis amigos se despiden de todos al igual que yo. Le doy un fuerte abrazo a mamá y uno a la tia Elena, a Tahira simplemente la saludo de mano y listo. Mi tia Elena al final termina decidiendo irse al mismo tiempo que nosotros ya que le toca que madrugar mañana y pues a nadie le gusta desvelarse.
No me gusta mucho la idea de que mamá se quede sola en la casa con esta mujer pero no hay de otra, se que ella es una guerrera y puede ella sola.
Salimos de la casa y solo veo como mis amigos balbucean y rápido los encaro.
—¿Que sucede?
Mi tia nos saluda y se sube a su auto y solo la vemos ver marcharse. Vuelvo con los chicos y solo me quedan viendo.
—Es que te queríamos pedir a ti.
—¿A mí?
—Sí, que si le decías a la señora Sophia que si nos podría regalar, de esos panecillos que hizo, estaban deliciosos —mi amigo Joseph se apena y yo solo rió porque parece que me hubieran conocido ayer.
—¿Y eso te da pena decirme?
—Tu sabes que no soy mucho de pedir Rahîm.
—Bueno, traeré varios para comer en el camino.
Los dos sonríen y yo solo camino de nuevo para dentro. Me gusta complacer un poco a la gente y más cuando se trata de mis amigos.
Camino a la cocina y esta vacía pensé que todavía seguirían aqui, veo los panecillos sobrantes pero no los voy a tomar, no sin antes decirle a mamá.
Observo en la sala pero no hay nadie esto es extraño, apenas nos acabamos de salir de la casa y de la nada no hay nadie.
Solo hay un lugar donde pueden estar y es el cuarto de mamá.
Camino a su habitación y al llegar, dicho y hecho solo apenas me acerco y logro escuchar sus voces. Cuando iba a entrar al dormitorio, hay algo que capta rápidamente mi atención. Así que no abro la puerta.
La amiga de mamá menciona mi nombre.
—Sophia, que bueno que hayas podido seguir tu vida aun después de lo de mi hermano —sus palabras me dejan en shock, mamá tuvo algo que ver con el hermano de esta ricachona, no la juzgó.
—Lo mío con Ibrahîm quedo en el olvidó, solo me quedaron los bonitos recuerdos y ya —al escuchar ésto me sorprendo aun más, su ex novio se llama igual que mí. Pero que es esto, por que me llamo como él, será que se trata de mí padre. No puede ser, mi madre me dijo que falleció cuando apenas era un bebé... ¿Que está sucediendo?
—Pues al escuchar el nombre de tu hijo me sorprendí, si que tenías a Ibrahîm en una buena estancia como para nombrarlo de igual forma, ¿Por cierto cuantos años tiene tu hijo?
—No es eso, simplemente el nombre de Ibrahîm me gusta y pues decidí colocarle el mismo nombre a mi hijo.
—Sí claro, y el cielo es verde —ríe la mujer —. No me dijiste la edad.
Por un momento mamá no dice nada y yo quedo a la expectativa.
—¿Es necesario decirla?
—Yo la verdad que tengo curiosidad.
Me gustaría poder ver detrás de las paredes para poder ver sus rostros, así no puedo saber sus reacciones. Este tema me tiene completamente intrigado, el hombre del que hablan.
—Tiene 21 años —escucho decir a mamá. En eso de nuevo un completó silencio.
—Pero hace 21 años tu todavía estabas con Ibrahîm y lo se porque ese día que lo apartaron de ti fue de los peores momentos para mi hermano —Osea que mamá quería mucho a ese hombre y lo apartaron de ella. Seguramente ha de haber sido difícil para ambos. Pero lo otro, osea que yo nací, cerca de la fecha de ese incidente —. Sophia, ¿tu hijo es...?
—No, no es hijo de Ibrahîm —mi madre reacciona rápido a la pregunta que le iba a hacer la amiga.
¿Será que mamá le fue infiel a Ibrahîm y por eso lo apartaron de ella y de remate nací de la infidelidad? No puedo pensar otra cosa. Que relajo. Aunque no imaginó a mamá siendo infiel, ella es una persona muy considerada con los demás y no es capaz de hacerle daño a alguien.
Modo Sherlock Holmes activado.
—No puedo evitar pensarlo —la amiga de mamá habla —. Todo me lleva a eso.
—Ibrahîm, mi hijo es adoptado —mi madre habla.
Un silencio inunda todo mi alrededor, ¿pero que acabo de escuchar? Osea que mi madre, no es mi madre.
No puede ser. No, esto no.
Una fuerte presión comienza a cortar mi respiración, siento mi corazon acelerarse. Lagrimales comienzan a inundar mis ojos. Mi madre la que me dijo que siempre confiara en ella. Que nunca me iba a defraudar.
Esta diciendo esta Mierda.
La adrenalina comienza a llenarme y un impulsó imprudente provoca que golpee la puerta haciendo que se abra y que las dos personas frente a mí queden sorprendidas.
—¿Hijo? ¿Que haces aqui? ¿que sucede? —mi madre se acerca y yo solo me siento frustrado.
—¡Dime que es mentira, madre!
—¿De que hablas?
—¡Escuche todo lo que le dijiste a esta mujer. Ahora dime ¿soy adoptado? porque si es así pensé que jamás tendríamos que ocultarnos cosas!
—¡Hijo no es lo que crees! —mi madre se empieza a alterar y no es de menos, descubrí su secreto.
—¡Acabo de escuchar como tu le decias a ella que yo era adoptado! —mamá se pone las manos en la cabeza, al parecer esta muy nerviosa.
—¡No es cierto hijo, claramente tu eres mi hijo!
—No me mientas madre —digo ya un poco relajado.
—No es mentira.
—Entonces, ¿porque le dijiste a ella que yo era adoptado?
—¿Será que...? —escuchó hablar a la amiga de mi madre, se acerca a mí. Mi madre rápidamente se interpone entre nosotros.
—Tahira creó que ya es momento de irse, gracias por venir —acaso mamá acaba de correr a su amiga de la casa. Tahira reacciona de la manera más amable y decide por retirarse.
Antes de salir me queda viendo y sonríe.
—Adiós Sophia, te extrañe mucho y Rahîm fue un gusto conocerte, estoy segura que nos volveremos a ver.
Sale por la puerta y yo solo no se que pensar, ahorita paso tanto que siento que es demasiado para mí consciencia tranquila.
Me dolió saber que mi madre me niega con sus amistades, ¿será que ya lo había hecho antes? Ya no entiendo nada.
—¿Por qué negarme, madre? —una lágrima sale de uno de mis ojos —Y yo que pensaba que estabas orgullosa de mí —un nudo fuerte se forma en mi garganta.
—No es lo que tu crees, por favor créeme yo jamás te negaría.
—Pero si lo acabas de hacer —me siento como un bebé y lágrimas comienzan a salir. Me dolió enserio.
—Era necesario, por favor confía en mí —mi madre se pone de rodillas y yo solo me asusto por su reacción. Tampoco quiero que se humille así y menos conmigo.
Me pongo de rodillas con ella y creó que le daré la razón, la quiero mas que a nada y no soporto verla de esta manera. Confiaré en su palabra.
—Confío en ti mamá. Pero creó que merezco saber todo lo que me hayas ocultado.
—No creo que sea lo indicado, hijo. No ahora.
No la voy a presionar y tampoco le doy a exigir que me cuente a la fuerza. Esperaré a que se sienta mejor y hable.
Nos ponemos de pie y la abrazo.
Después de unos minutos, salgo de la casa sin olvidar los panecillos, se los pedí a mi madre. Creo que después de todo uno nunca termina de contar sobre lo que pasa.
Me acerco a los chicos y hasta ya se habían acomodados en el auto. Han de odiarme ahorita porque me tarde.
—Pensé que te quedarías a dormir, si no hubiera sido por la amiga de tu madre, yo hubiera entrado a buscarte.
Sonrío al escuchar a Joseph
—No puedes vivir sin mí.
—Corrección, sin los panecillos de tu mamá. Por cierto la mujer te dejo una tarjeta.
Me impresiono.
Mi amigo me la pasa y la quedo viendo. Es una tarjeta de presentación, le doy la vuelta y al parecer tiene algo escrito.
Llámame, tu vida puede cambiar.
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Hola!!
La tensión se siente en el aire y las cosas tarde o temprano salen a la luz.
Pobre de nuestra Sophia, espero que soporte lo que lo viene.
Mucho amor para todos!
Hasta la próxima.
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