Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 94. Inigualable

La angustia y depresión amenazaban sobre el estado de ánimo de Lara. Empezaba a afectarle progresivamente no recibir ninguna atención por parte de Raph.

La tortuga continuaba sin decirle nada, como mucho, le enviaba alguna otra canción ocasional que recordaba la situación entre los dos. Pero nada, ni tan siquiera un simple saludo.

Lara sentía profunda frustración de sentir un frío vacío que, a lo largo de las semanas, se había originado entre ellos. Al menos, las canciones que este le enviaba le levantaban el ánimo unos minutos. Así que probó por mandarle algunas canciones también, tales como:

Stay - Alessia Cara

Fetish - Selena Gómez

Entre otras.

Y aún así, seguía sin recibir la atención que quería por parte de la tortuga de rojo.

Como contra parte, Nora y Donnie disfrutaban de sus primeras semanas de noviazgo. El resto se alegraron enormemente por ellos. Ambos fardaban con entusiasmo por el nuevo camino que habían comenzado juntos. Y eso no le sentaba muy bien a Lara.

Detestaba admitírselo a sí misma, pero no podía engañarse de que no sintiera una ligera envidia en su interior por "la parejita feliz."

No quería aceptarlo, pero la realidad es que el vacío entre ella y Raph la derrumbaba. De alguna manera habría que ponerle fin a ello, pero es evidente que compartirse canciones no era la solución.

Necesitaba tomar una decisión, hallar alguna alternativa. Ahora había llegado el momento que no debió retrasar...

Las tortugas decidieron ponerse en marcha, y patrullar la ciudad en busca de actividad del Clan del Pie, o incluso al mismísimo Shredder.

Nora junto con Donnie y April en el party bus se dirigían a Brooklyn, con el objetivo de detectar cualquier actividad sospechosa.

Mientras que Sara, Leo y Mikey se encontraban "vigilando" sobre un cartel publicitario. La vigilancia dejó de ser prioridad cuando ambos hermanos debatían cuál de sus series favoritas era la mejor serie.

En cambio, Raph y Casey rastreaban por los callejones de la Ciudad. Mientras que se hacían cargo de la vigilancia por las calles, salió como conversación la situación entre Raph y Lara.

Casey: Eh... ¿Algún avance con tú chica? —Preguntó.—

Raph: Últimamente nos hemos estado compartiendo más canciones. Pero, en general... No. —Sentenció con desánimo.—

Casey: Aún no está todo perdido, seguro que todo saldrá bien. —Dijo transmitiendo su apoyo.—

Raph: No sé yo... Cada vez el distanciamiento entre los dos se está haciendo un vacío más grande. Sólo espero que lo nuestro no se acabe. —Bajó la mirada totalmente frustrado de sólo pensarlo.—

Casey: Venga, tío, no te pongas en lo peor. A lo mejor los consejos de Sara dan resultado. Mira a Donnie y Nora, ¿quién lo iba a decir? —Indicó optimista tomando de referente a la reciente pareja.—

Raph: Es complicado, Casey. Mantengo las esperanzas, pero cada vez resulta más difícil en este punto... —Dijo junto con un angustioso y pesado suspiro.—

Ambos fueron interrumpidos por la comunicación entrante con el grupo.
Ni el grupo de Donnie, ni el de Leo, habían dado con actividad enemiga.  Raph y Casey tampoco habían dado con cualquier suceso extraño.

Una alarma muy cerca de ellos empezó a sonar. La policía tomó acto de presencia, dos agentes trataron de detener a los ladrones que hicieron saltar la alarma de un banco. Pero fracasaron.

Raph y Casey tomaron riendas en el asunto para detenerlos. Se trataba de Stickman fly y sus secuaces insectos mutantes.

Casey: Bueno, no son Shredder. Pero hay que reconocer que estos tipos insecto son geniales. Pero que tengáis un bonito tórax no os hace tan geniales como para no aplastaros. ¿Verdad, Raph? —Preguntó esperando su respuesta.—

Raph: —Era incapaz de decir palabra alguna dada la parálisis que sentía, por el miedo que le causaban aquellos insectos mutantes.—

Casey: Ah... ¿Hola? ¿Tierra a Raph? —Trató de captar su atención, pero este no se pronunciaba.— ¡Goongala!

Ambos se lanzaron a atacar a los mutantes. Casey mostraba valentía y hasta entusiasmo durante la pelea, mientras que Raph trataba de evadir su miedo.

Casey: Uh, mira a este Raph. Estas mandíbulas que gotean son geniales. Deben de ser mortíferas. —Indicó mientras detenía al mutante hormiga con su stick.—

Raph: Ya, mandíbulas... Genial... —Respondió sarcástico a la vez que apurado, mientras esquivaba y bloqueaba los ataques del mutante insecto. El pánico comenzó a manifestarse sobre él cuando se vio rodeado por Stockman y sus secuaces, todos ellos insectos.— Bichos... demasiados bichos...

Sin caer en la cuenta, Raph se encontraba en una extraña, y para nada agradable alucinación.

Se llevó la sorpresa de encontrarse con Lord Dregg, quien se dividió en innumerables copias. Raph huyó por impulso del propio terror.

Durante la huida, unos clones de Dregg lo derribaron. Y ahí estaba ella... Cuando Raph levantó la vista, delante de él se encontraba su preciada pelirroja, Lara.

Se alegró enormemente por verla, y ella devolvió el mismo gesto dedicándole una cálida sonrisa.

Raph sin dudarlo corrió a sus brazos para abrazarla. Por unos instantes, se sintió salvado de aquella locura. Pero para su suerte, la cuchara terminator tomó acto de presencia en la pelirroja, sobresaltándolo asqueado y asustado.

El ataque de pánico lo invadió por completo. Este gritaba expresando así el terror que sentía dada a su fobia.

Casey: ¡Espabila, necesito un poco de ayuda, tío¡ —Exclamó en un intento por que Raph le ayudara con el apuro en el que se encontraba.—

Raph: —Sin darle relevancia ante la pedida de ayuda de Casey, salió huyendo de todos esos insectos que le incapacitaban a cooperar.—

Casey: ¡Venga ya! Nada pero que nada genial...  —Refunfuñó ante la inesperada y mal ocasionada huida de Raph.—

La situación se salió de control cuando Casey se veía en la situación de arreglárselas solo, pero los insectos pudieron con él. De forma horrorosamente desagradable, lo capturaron.

Todos los demás se reunieron en un callejón tratando de localizar donde se encontraban Raph y Casey.  Se encontraron con la sorpresa de que Raph se hallaba escondido entre la basura.

Tras ayudarlo a salir de la basura, todos pudieron contemplar hasta qué punto era invadido por el ataque de pánico.

Fácilmente, Mikey lo trajo de vuelta a la cordura, recibiendo su agradecimiento. Ya aliviado de su tormento, debía darles explicaciones a los demás de lo sucedido.

Raph: Y, ¿dónde están? Se han ido, ¿verdad? —Preguntó desconociendo lo que había sucedido con Casey y Stockman.—

Leo: Concreta un poco... —Pidió confundido tras desconocer el contexto.—

Raph: Stockman tiene dos nuevos mutantes: Una hormiga que se divide en muchas copias, y en escarabajo-araña gigante monstruoso. Han huido llevándose miles de dólares y a Casey... Por mí culpa... —Explicó sintiéndose avergonzado.—

Sara, Leo: —Tanto la pareja como todos los demás, se miraron entre ellos tras la confusa explicación.—

Donnie: Am... ¿Estás seguro de qué no es parte de tú alucinación? Porque... ¿Para qué necesitan dinero? —Preguntó confundido al igual que el resto.—

Nora: ¿Quizá para sus recursos? —Sugirió encogiéndose de hombros.—

Mikey: ¡Porque se quieren comprar mochilas cohete! Es un rollo tener que agitar las alas continuamente, tío. Hazme caso. —Indicó con una sonrisa, consideraba que era un motivo brillante.—

Sara: —Río levemente.— Sé de alguien que no estaría nada de acuerdo... —Esbozó una pequeña sonrisa, pero la borró cuando recordó la compleja situación con Lara.—

Leo: Tenemos que rescatar a Casey. Raph, enséñanos donde pasó eso.

En cuanto marcharon hacia el banco, sólo se encontraron con el stick roto y el móvil de Casey. Presentaban limitaciones para localizarlo.

Pero April facilitó la situación con la capacidad de realizar un seguimiento psíquico, con ayuda de los poderes que le proporcionaba el cristal Aeon.

Stockman y sus secuaces tuvieron la brillante idea de trasladarse de lugar, ya que era evidente de que serían fácilmente encontrados por las tortugas.

Pero antes, Stockman decidió que era el momento de actuar en contra de la responsable de la destrucción del Imperio de Shredder.

La autoproclamada sucesora del pie, recibió la visita de Stockman, y de sus desagradables secuaces insectos. Como era de esperar, las tortugas y los demás intervinieron en la situación.

Excepto Nora, quien prefirió quedarse al margen a excepción de cualquier emergencia.

Las tortugas junto a Sara y April, tenían dificultades para luchar contra Stockman y sus insectos mutantes. Por si fuera poco, Raph de nuevo se vio en otra alucinación.

Este era atacado por Dregg nuevamente. Pero al igual que la otra vez, Lara estaba ahí para acompañarlo en su locura. Esta fue sorprendida por los secuaces de Dreeg, quien tenía drásticas dificultades para librarse de ellos.

La cucaracha terminator de nuevo tomó acto de presencia, impidiéndole a Raph acudir en su ayuda. Pero Raph no lo permitiría. Logró liberarse con ayuda de su fuerza, para acudir a su pelirroja.

Esta se encontraba cada vez más atrapada saltó sobre ella extendiendo uno de sus brazos, logrando atrapar su mano. Logró liberarla de aquellos alienígenas, al fin la tenía entre sus brazos.

Se mostró irresistible ante la tentación de esbozar una embobada sonrisa, con el mejor motivo de tener a su pelirroja dedicándole la sonrisa que él adoraba.

Por supuesto, no desaprovecharía la ocasión de sentir sus carnosos y suaves labios de nuevo. Lara tampoco se quedaría atrás.

En la realidad, Sara, Donnie y Mikey lo observaban completamente asqueados por esa escena tan inquietante. Raph se estaba besando, y aparentemente con lengua, con una de las hormigas mutantes...

Este volvió a la realidad, y no pudo sentir más asco en lo que va de la noche. Se apartó de aquel mutante, y cayó en la cuenta de su alucinación.

Raph: Estaba... ¡Otra vez ido! —Con decepción se llevó la mano a la cabeza.— ¿Qué ha pasado?

Donnie: Los insectos no sólo se han llevado a Karai. Se llevaron a April y a Leo. —Explicó en un tono débil.—

Sara: No, a Leo no... —Susurró angustiada llevándose una mano a la cabeza.—

Mikey: —Logró escuchar el susurro de preocupación de la morena. Optó por transmitirle apoyo dejándole una mano en su hombro.—

Raph: Oh, no...  —Suspiró de frustración. La situación iba de mal en peor, estaba convencido de que era culpa suya. Por esa estúpida fobia a los insectos. De alguna manera, debía remediarlo.—

La situación se estaba yendo demasiado lejos, iba de mal en peor por momentos. Sara  llegó a la conclusión de que necesitaban algo más de ayuda.

Con prisa, Sara se encaminó a la mansión. Necesitaban la ayuda que Lara les podía proporcionar. De tan sólo recordar que Leo era uno de entre los demás secuestrados, le angustiaba cada vez más.

Al fin llegó a la mansión, y se hizo notar su apurada y ruidosa llegada.

Sara: ¡Lara...! ¡Lara! —Llamó a la pelirroja a gritos desesperadamente, buscándola por el salón.—

Lara: —Alarmada tras escuchar la llamada de su hermana, salió del ala oeste hasta asomarse en el pasillo.— ¿Qué diablos son esos gritos?

Sara: Stockman junto con unos insectos mutantes han secuestrado a Leo y algunos de los demás. —Explicó angustiada.— Tenemos que ir en su ayuda.

Lara: ¿Qué dices? ¿Cómo qué Stockman? No entiendo nada. —Respondió llena de confusión, no lograba comprender el contexto de la situación.—

Sara: Olvídalo. Necesito que participes en la ayuda para rescatarlos, Lara. —Pidió desesperada por la alarmante situación.—

Lara: ¿Raph es uno de los secuestrados? —Preguntó en un tono bajo, mostrando preocupación por este.—

Sara: No, secuestraron a Leo junto con April, y dos más de los nuestros. —Explicó soltando un pesado suspiro.— Ven, te necesitamos en esto.

Lara: —Se tomó unos cuantos segundos para pensarlo. Pero no le resultaba lo suficientemente convincente como para intervenir.— No iré.

Sara: —Reaccionó alarmada ante la respuesta de la pelirroja.— ¿Qué? ¿Por qué no?

Lara: No me necesitáis, y la situación tampoco es tan crítica. —Dijo irrelevante.—

Sara: Vamos, Lara. No te pediría ayuda si no fuera un apuro. Leo y el resto precisan de nuestra intervención. —Insistió con desesperación.—

Lara: Sin mí no hay diferencia. No me necesitáis. —Rechazó nuevamente pareciéndole irrelevante la situación.—

Sara: —A ella no la podía engañar, estaba convencida de que el motivo era diferente.— No lo hagas por Raph...

Lara: ... —Ante sus palabras, se limitó a desviar la mirada cruzando los brazos. Sí, se negaba a intervenir por evitar tener que cruzarse con él.—

Sara: —Justo en ese momento sintió su paciencia abandonarla por completo.— ¡¿Es qué piensas seguir así?! ¡¿Crees qué seguir evitándole cambiará lo sucedido?!

Lara: Oye, relájate un poco. —Renegó molesta ante su elevado tono hacia ella.—

Sara: ¡Raph necesita ayuda! ¡Su fobia a los insectos todavía lo persigue! ¡Lo incapacita! —Explicó tratando de hacerle entender la gravedad de la situación.—

Lara: —Alzó ambas cejas tras escuchar lo que le sucedía a Raph. Comprendía las dificultades, pero continuaba reacia.—

Sara: ¡A él tampoco le encanta vuestra situación! ¡Pero continúa demostrando que te quiere a su lado, a pesar del desprecio qué le transmites!

Lara: ¡Eh! Mucho cuidado con lo que dices. —Se dirigió despectivamente sintiéndose ofendida.—

Sara: ¡Te necesita, Lara! ¡Y tú lo necesitas a él! ¡¿Es qué eres incapaz de verlo?! ¡¿Tanto tiempo necesitas para comprenderlo?! —Exclamó harta de que la pelirroja perdurara egoísta y erráticamente la distancia entre los dos.—

Lara: ... —Mostró un ligero asombro tras aquellas palabras. De forma inevitable, resonaron en su mente, entrando en sus pensamientos.—

Sara: —Sin recibir respuesta alguna por su parte, suspiró pesadamente de agotamiento. Lo intentó. En estos momentos, sentía que la prioridad era rescatar a Leo y al resto.— No perderé más el tiempo...

La morena sentenció aquella fría frase de decepción. Dio media vuelta para salir corriendo, y abandonar la mansión.

Por su parte, Lara se quedó viendo a su hermana hasta perderla de vista. Suspiró pesadamente tras el tenso momento, era lo último que necesitaba.

El tormento que invadía su cabeza había regresado, a pesar de ser una carga constante de la que no lograba deshacerse.

Era consciente de que debía concluir con sus pensamientos de una vez, y llegar finalmente a una decisión.

Pero necesitaba de tiempo para ello.

Raph trataba de ponerle remedio a su fobia a los insectos. Splinter le enseñó un mantra que lo ayudaría a lidiar con sus miedos. Raph no se mostraba convencido, pero se dejó ayudar.

Tras una pequeña meditación, a Raph le dejó de preocupar su fobia. Volvió aquella inmensa preocupación constante de la que no se necesitaba explicación.

Raph: Sensei... ¿Crees qué en algún momento, Lara y yo arreglaremos las cosas? —Preguntó con preocupación.—

Splinter: Hm... —Se tomó unos segundos para meditar la respuesta.— Tal y como se encuentra vuestra mutua situación, todavía es incierto. Sólo el tiempo lo dirá, hijo mío. —Respondió sabiamente.—

Raph: —Resopló angustiado tras ninguna respuesta clara.— Ella lo es todo para mí... A veces intento remediarlo, pero nunca podré cambiar lo mucho que la quiero...

Splinter: Te comprendo, hijo mío. —Respondió.— Todos sois conscientes de que yo pasé por lo mismo. Sólo espero que la agónica situación obtenga un rallo de luz con el que hallar la claridad, y recuperar la armonía. —Dijo sabiamente, dedicándole una cálida sonrisa transmitiendo su apoyo.—

Raph: Yo también lo espero... —Agradeció el apoyo de su padre devolviéndole una pequeña sonrisa.—

Tras el intento por traerse a Lara consigo para la ayuda, Sara se reunió con los chicos en la guarida. Le resultó un poco gracioso encontrarse a Donnie con lo que resultaba ser su nuevo invento para la escalada.

En eso apareció Raph en el laboratorio reuniéndose con todos. Sospechó del resultado viendo únicamente a Sara tras su acudida de ayuda a la pelirroja.

Raph: No ha querido venir... ¿Verdad? —Preguntó convencido del desafortunado resultado.—

Sara: —Negó con la cabeza torciendo los labios.— Era de esperar...

Mikey: No lo entiendo... ¿Qué le impide a Lara venir con nosotros? —Preguntó desanimado por la fría ausencia de la pelirroja.—

Sara, Raph, Donnie: —Los tres se miraron preocupados entre ellos, compartiendo la mutua respuesta ante la pregunta del pecoso.—

Raph: —Soltó un pesado suspiro, haciendo el intento de centrarse únicamente en la prioridad.— Espero que estéis listos, no hay tiempo que perder.

Excepto Sara, Raph y Mikey se equiparon con los arneses de escalda que Donnie había inventado, idóneos para esta misión.

No les resultó complicado hallar la localización de donde Stockman tenía secuestrados a Leo y a los demás. Así que no perdieron más el tiempo.

La pelirroja se masajeaba la cabeza infringiendo una ligera fuerza mientras daba vueltas sobre sí, habiéndose encontrado con la necesidad de salir fuera.

Estaba harta y agotada de que sus atormentados pensamientos y confusiones la continuaran persiguiendo. Se dedicó unos minutos para pensar en ellos, en ese tormento que la invadía desde lo sucedido en el espacio.

Estaba convencida que para avanzar de una vez con todo, debía deshacerse de aquel tormento.

Se detuvo en seco, expresando un gran asombro. Al fin había encontrado la claridad en todo por lo que estaba pasando.

Era tanta la frustración y decepción que sintió en aquella terrible escena en el espacio, que no fue capaz de ponerle freno. Hizo crecer una bola progresivamente, hasta el punto de ser devorada por lo que había creado, lo que la obligó a actuar de manera errática en todo este tiempo.

Ahora es consciente de lo tan equivocada que había estado desde el principio: Con todos, con la situación entre la pareja, con Raph... Sobre todo, con Raph.

Nadie tenía la culpa, ni siquiera Raph. Ella era la culpable por haber hecho de un beso pasajero sin importancia a hacerse ella misma de lo peor, y así estropearlo todo.

Sólo porque fue incapaz de controlar el impacto emocional que le causó encontrarse a Raph aparentemente besando a otra que no era ella.
Cuando la realidad era tal y como Sara le había recordado hace un momento. Por fin había logrado encontrar el núcleo de todo por lo que ella estaba sufriendo.

Ya no continuaría permitiéndolo, estaba dispuesta a recuperar las riendas de su vida. No consentiría, ni siquiera se perdonaría, arruinarlo todo como hasta ahora.

Alzó la mirada exaltada tras recordar la situación en la que se encontraban, incluyendo las dificultades de Raph en estos momentos. Tras finalmente ponerle fin a todo el sufrimiento por el que la obligó a excluirse de ellos, más completamente de Raph, había llegado a la misma decisión.

Su rostro cambió completamente expresando su decisión tomada.
Había llegado la hora de rectificar su error ahora que todavía no era demasiado tarde.

Entre los cuatro, intervinieron en ayuda ante el apuro que se encontraban los secuestrados.
Con ayuda de Donnie, Sara se desplazaba en aquella construcción al igual que el resto.

Sara: —Dio una voltereta en el aire, aterrizando así en una de las vigas. Sacó su katana, y comenzó a luchar contra las hormigas que la acechaban.—

Donnie, Mikey: —Ambos se desplazaban por el aire con ayuda de los arneses, mientras individualmente se encargaban de un mutante.—

Casey: ¿Qué son esos arneses? ¿Por qué no tengo yo uno de esos? —Se preguntó a sí mismo, fascinado por la capacidad de aquellos arneses.—

Mikey: ¡Funcionó! ¡Te he engañado, tonto! —Celebró victorioso de su brillante idea de presentarse como Tortu-mosca, habiendo logrado confundir al escarabajo mutante.—

Raph: —Sobre las espaldas de Stockman, le tendió la trampa de chocarle contra una de las vigas. Saltó a tiempo aterrizando delante de tres hormigas mutantes. El miedo de su fobia comenzaba a nublar su mente. No lo iba a permitir.— ¡No! El maestro Splinter me dijo que me centrara...

Rapahel se repitió a sí mismo el mantra mágico que Splinter le había enseñado para enfrentarse a sus miedos. Tomó valor para enfrentarse a los insectos mutantes.

Con ayuda de Mikey sujetando a Sara, esta con ayuda de su Katana liberó a Leo y a las chicas. Posteriormente, Leo liberó a Casey.

Sin dejar de luchar contra los insectos mutantes, Sara se reunió con Leonardo, quien se mostraba al fin aliviada tras tenerlo de vuelta.

Sara: ¡Da gusto tenerte de vuelta a fin! —Exclamó alegremente mientras luchaba contra los insectos mutantes.—

Leo: A puesto a qué me echabas de menos. —Dijo en un tono coqueto, dedicándole una sonrisita.—

Sara: Sabes que no puedo negar algo así. —Respondió en el mismo tono.—

Leo, Sara: —Ambos se dedicaron una sonrisa entre el mutuo coqueteo. Pero debían centrarse en la misión. Juntaron sus espaldas, y luchaban contra los insectos mutantes.—

Raph: ¡Ven a por mí! —Exclamó retando al escarabajo mutante. Ingeniándoselas con el arnés, le proporcionó dos patadas al mutante, logrando deshacerse de el.—

Viendo como el escarabajo caía abajo, no se percató de que una de las hormigas lo estaba acechando, y a punto de atacarle.

Alguien se adelantó en atacar a la hormiga, disparándola con un arma de fuego. Raph se alarmó por el inesperado disparo. Cuando alzó la mirada, no pudo quedarse más impactado.

Lara: —Dio una voltereta hacia delante en el aire disparando a dos hormigas más. Con facilidad aterrizó delante de Raph.— ¿Me he perdido la fiesta?

Raph: ¡¿Lara?! —Exclamó no dando crédito a lo que estaba sucediendo. Esbozó una amplia sonrisa de alegría.— ¡No puedo creerlo!

Lara: Bueno, necesitaba recuperar la diversión de antes. Y no había mejor motivo que este. —Dijo dedicándole una sonrisa de lado.—

Raph: —Sonrió alegremente por tener a la pelirroja de vuelta en el equipo.—

Lara, Raph: —Ambos cooperaron entre ellos deshaciéndose de los mutantes insectos que iban por ellos.—

Tanto las tortugas como todos los demás se asombraron cuando vieron a la pelirroja, y de cooperar junto con Raph.

Sara estaba entusiasmada y orgullosa de que Lara recapacitara, y hubiera decidido acudir en la ayuda.

Sara: ¡Has venido! —Exclamó alegremente.— Pero... ¿Cómo has llegado hasta aquí?

Lara: Te habías dejado el garfio de agarre en casita. —Explicó en un tono burlona.—

Sara: Ays, ahora entiendo porqué no lo encontraba... —Susurró retomando la lucha contra los mutantes.—

En un intento por deshacerse de ellos, Stockman usó la grúa de aquella construcción destrozando la edificación. Karai se deshizo de él fácilmente.

El escarabajo y a la hormiga quedaron atrapados entre las vigas. En eso, Stockman logró liberarse de la telaraña, y sin importarle el destino de sus aliados insectos, huyó.

Leo: Bueno, al menos tenemos el dinero, y a los bichos de Stockman. —Indicó optimista tras el logro.—

Sara: Sí, lo necesario para terminar este asunto. —Sentenció celebrando con optimismo.—

Raph: Os ha abandonado, ¿eh? Menudo amigo tenéis. —Dijo burlándose de los aliados de Stockman.—

Lara: Desde luego. Abandonar a alguien es un completo error... —Susurró indirectamente.—

Raph: —Escuchó lo que había mencionado la pelirroja, sabiendo que se refería a la situación de ambos. Le dedicó una amplia sonrisa tras reconocer su error indirectamente.—

Lara: —Conmovida por su sonrisa, no pudo evitar devolverle la misma sonrisa.—

Una vez superado el reto, Raph acudió a Splinter para agradecerle la exitosa ayuda que le había resultado el mantra mágico. Se quedó asombrado por el secreto que Splinter escondía tras ese "mantra mágico", ahora ya no siendo tan mágico.

Cuando salió del Dojo, Raph se encontró a Lara con Chompy. Podía notar desde lejos la curiosidad y la ternura que le provocaba la pequeña tortuguita.

Se le ocurrió la idea de que tal vez había llegado la oportunidad acertada en la que pudieran arreglar las cosas. Pero no aquí.

Raph: Sara, necesito que le digas a Lara una cosa. —Pidió a la morena.—

Sara: ¿Hm? —Alarmada volteó cara a él.— ¿De qué se trata?

Raph: Dile que la espero en la azotea de siempre. Creo que esta es la mejor oportunidad... —Indicó nervioso rascándose la nuca.—

Sara: —Miró a la pelirroja para volver la mirada a él, y sonrió entusiasmada por la idea.— Está hecho.

Raph: Espero que sea lo último que tengas que hacer por mi en esto... —Le susurró dirigiendo la mirada hacia la pelirroja.—

Sara: Suerte con ello. —Le deseó sonriente.—

Raph: —Agradeció con una pequeña sonrisa, y sin que nadie se percatara, salió de la guarida.—

Sara: —Tras irse Raph, se acercó a Lara.— Oye, Lara... Raph quiere hablar contigo en vuestra azotea de siempre...

Lara: —Reaccionó ante la inesperada invitación. Se tomó unos instantes para meditarlo. Pero la decisión era clara, ahora que veía las cosas con claridad.— Voy para allá.

No tardó ni un sólo segundo para marcharse de la guarida con prisas. Ante eso, Sara no pudo evitar sonreír, esperanzada de que probablemente se reconciliasen.

Los nervios la invadían, pero, al igual que había logrado deshacerse de sus demonios, también quería lograr arreglar las cosas con Raph.

Tras un apurado camino, llegó a la azotea en la que Raph la esperaba, esperando mientras contemplaba el oscuro y estrellado cielo.

Lara: ¿Qué, intentando conciliar el sueño? —Preguntó burlona reuniéndose con él.—

Raph: Lo admito, lo he pasado fatal esta noche. —Admitió un tanto nervioso.— Pero ya me siento mejor.

Lara: Bien. Aunque ya he visto la ayuda que te ha proporcionado ese "mantra mágico". —Resaltó retórica.—

Raph: —Ríe levemente.— Tal vez. Pero créeme... Tú me has salvado esta noche. —Admitió dedicándole una sonrisa.—

Lara: —Dio una pequeña sonrisa, la borró cuando dirigió la mirada hacia el cielo, suspirando pesadamente.— No comprendo cómo puedes decir eso por lo mal que te he tratado en este tiempo...

Raph: ¿Eh? —Asombrado prestó total atención a sus palabras.—

Lara: —Cerró los ojos bajando la mirada, sintiéndose culpable.— He visto las cosas con claridad, y no puedo sentirme más decepcionada conmigo misma...

Raph: Lara... ¿A qué te refieres? —Preguntó confundido.—

Lara: ¿No te has dado cuenta? —Abrió los ojos dirigiéndole la mirada.— Yo soy la culpable de lo que nos está pasando. Permití que toda mi frustración y decepción me invadieran hasta el punto de separarnos...

Raph: —Oír aquello le resultó inesperado. Le parecía un punto a favor que ella pensara así de lo que pasó.— ¿Lo dices en serio? ¿De verdad... piensas eso?

Lara: No lo diría si así no fuera, ¿no crees? —Preguntó retórica pareciéndole evidente.—

Raph: Sí... —Sonrío ampliamente.—

Lara: ¿Todavía eres capaz de seguir después del daño qué te he hecho en estos meses? — Cuestionó mostrándose avergonzada.—

Raph: Lara, no tienes la culpa de que te dejaras llevar por tus emociones. Los dos sabemos que soy el primero que me dejo influenciar por mis impulsos a pesar de que sean explosivos.

Lara: Pero he sido de lo peor contigo, con todos. Eso no tiene justificación de ningún tipo. —Replicó.—

Raph: Para mí sí.

Lara: —Se asombró frunciendo el ceño ante su respuesta.—

Raph: Has pasado por mucho, tú vida nunca ha sido fácil. Y lo último que necesitabas era encontrarte a tu novio besándose con una alienígena... Créeme, no te culpo. —Explicó comprendiendo la postura de la pelirroja.—

Lara: —Dudó ante su explicación, convencida de que su culpa no tenía ninguna justificación.— Pero... Yo...

Raph: Mira, fui yo el completo estúpido en lo que pasó. Ni siquiera yo logro entender porqué no reaccioné... Cuando tengo a la mejor chica que en la vida podría pedir... —Confesó refiriéndose a ella.—-

Lara: —Alzó la mirada prestándole total atención.—

Raph: Eres perfecta para mí, Lara. Nada cambiará eso. Con más razón yo soy el único en mi especie, pero... Lo que más me conquista de ti es que eres inigualable. Y quiero que sigas siendo la única sin igual que me merece. —Concluyó dedicándole una embobada mirada y cálida sonrisa.—

Lara: —Completamente conmovida por sus palabras, esbozó en su rostro una cálida y emocionada sonrisa.—

Raph, Lara: —Conectaron sus miradas después de tanto tiempo, juntando una de sus manos entrelazado los dedos.—

Lara: —Su sonrisa crecía por la emoción que la invadía. Con calidez acarició una de sus mejillas, mientras disminuía la distancia entre ambos.—

Raph: —Con la mano libre, rodeó su cintura al mismo tiempo que correspondía a disminuir los pocos centímetros que los separaban.—

Lara, Raph: —Se miraban entre ellos unos instantes más, y agotados por la espera, unieron sus labios desesperadamente.—

La pelirroja lo abrazó por el cuello uniendo aún más sus labios, mientras que este la acercaba más a su cuerpo.

El beso duró hasta lo que podía permitir la ausencia de oxígeno. Pero tras recuperarlo, no se hicieron antojar entre ellos.

No querían que este momento acabara, y mucho menos la noche. Por lo que a la pelirroja se le ocurrió una traviesa idea.

Lara: Vamos, sígueme. —Indicó alejándose de él.—

Raph: ¿Tienes algún plan qué deba saber? —Preguntó en un tono coqueto.—

Lara: Es más divertido que lo averigües por ti mismo. —Respondió con una sonrisita traviesa.— Venga, vamos.

La pelirroja trató de ir por un camino diferente para despistarlo, pero aún así le resultaba ciertamente familiar a Raph.

Aquellas sospechas fueron acertadas cuando descubrió que estaban frente al apartamento. Entraron por arriba bajando hasta la puerta, finalmente volviendo al tan añorado lugar.

Raph estaba alegre por volver allí los dos solos. Salvo por las latas de cerveza que habían sobre la mesa de la cocina.

Raph: ¿Qué significa eso? —Indicó seriamente aquellas latas.—

Lara: —Suspiró con resignación.— Era demasiado tiempo con el estúpido tormento en mí cabeza. Algo más tenía que intentar... —Justificó encogiéndose de hombros.—

Raph: ¿Estabas aquí... sola? —Preguntó con la esperanza de que no lo hiciera en compañía de Jack.—

Lara: No quería que nadie se enterara, y me sentí mejor cuando me deshice de Jack. —Explicó.—

Raph: ¿No me digas? —Sonriente celebró descaradamente.—

Lara: —Río levemente.— ¿En serio creías qué servía cómo competencia?

Raph: Aún así tenía que celebrarlo. —Admitió sonriente.—

Lara: Se me ocurre una celebración mejor... —Insinuó en un tono travieso mordiéndose el labio inferior.—

Raph: —Escuchar aquello le provocó unos agradables y ligeros cosquilleos recorrer su cuerpo.— Acabamos de arreglarlo, ¿y ya quieres piensas en travesuras?

Lara: ¿Tienes idea de la necesidad sexual qué tengo? —Admitió con desesperación abrazándolo por el cuello.— Qué le den a todo.

Raph: No puedo estar más contigo. —Respondió mostrando la misma desesperación por la necesidad de ambos.—

Lara, Raph: —Retomaron los besos con deseo metiéndose a la habitación. Había pasado demasiado tiempo sin sentir el calor del otro, y pensaban resolver las profundas ganas por sentirse otra vez.—

Dios, al fin se queda atrás el distanciamiento entre Lara y Raph.

Si os soy sincera, entre mí misma ya sentía la necesidad de reconciliar a estos dos.

Era evidente, pero me alegra que ya estén como antes. 😄

Pero nuevos giros están a muy poco de suceder. Así que muy atent@s. 😉

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro