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Capítulo 81. Aventura espacial

Nunca se imaginaron todo lo que sucedería después, lo que había detrás, lo que se avecinaba.

Primero apareció de la nada un dinosaurio alienígena cual intención era llamar a su tropa para aniquilar la Tierra, y ahora apareció un Utrom avisando de la inminente invasión de los Kraang —de nuevo— y de los Triceratons

Ni Nueva York ni la Tierra bastaba para invasiones alienígenas. Por ello, en lo más rápido que pudieron, se prepararon.

Entre todos intentaron detener a los Triceraton, incluso el clan del pie se aliaron con Splinter y los demás.

Nora y su padre tampoco se quedaron atrás, pues ella junto a él trataban de ayudar a los ciudadanos, poniéndolos a salvo.

Ya que tanto las chicas como las tortugas les pidieron a Nora que se quedara al margen de la pelea contra los Triceratons.

Ella no quería quedarse atrás, quería al menos ayudar a la gente, como tenía el deber su padre en ese momento.

Pero la situación empeoró por momentos, sobre todo cuando los Triceraton se dispusieron a utilizar un arma extremadamente peligrosa: El generador de agujeros negros. 

Cuando llegó el momento de atacar a los Triceratons e intentar destruir el generador, todo empeoró drásticamente...

Shredder asesinó a traición y sangre fría a Splinter, y junto con su último aliento, el generador de agujeros negros se activó.

En el momento que todo estaba por perdido, una nave aterrizó ante todos.
De ella se abrió una puerta dejando ver a un peculiar robot del espacio.

No había opción.

¿Qué otra elección podían tomar?

No se lo pensaron cuando ante ellos se encontraba la única salida para sobrevivir.

Cuando se encontraban a salvo dentro de la nave, se quedaron perplejos tras contemplar la destrucción de su mundo.

Su hogar...

Todos estaban afectados por lo que acababan de ver, lo que había sucedido.

Sara y Lara se mostraban igual o incluso más afectadas que el resto.
Habían perdido a su padre por segunda vez, además de Brandy.

Pero no solo lamentaron aquellas pérdidas, también la de Nora, y no fueron las únicas en lamentarse. Donnie compartió la misma angustia por el sentimiento de la pérdida de la rubia.

Leo y Raph podían quedarse algo más tranquilos, pues ellos no habían perdido a sus parejas.

Pero Donnie... perdió a la chica de la que se había enamorado. Sí, April estaba también con ellos. Pero eso no aliviaba a la tortuga.

Ahora se estaba dando cuenta de los sentimientos que sentía por la rubia. Por desgracia, gracias a su pérdida.

No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes...

En cuanto lograron recomponerse, se dirigieron hacia el robot para averiguar respuestas de lo sucedido.

Este se les presentó como el profesor Zayton Honeycutt, amigo de los Utrom y enviado por Alfil.

Ahora se entendía porqué los había salvado.

Dejando los sentimientos y las dudas a un lado, se centraron en la situación.

Fue toda una sorpresa el poder admirar como fue posible retroceder 6 meses en el pasado.

Pero sin duda una reconfortante sorpresa y alivio.

¿Quién tendría esa valiosa segunda oportunidad para recuperar todo un planeta?

Ahora debían darlo todo por salvar su mundo, a toda la población, a sus seres queridos.

La misión estaba clara: Buscar las piezas del generador de agujeros negros por la galaxia, y detener a los Triceraton, cueste lo que cueste.

Fue genial cuando cada uno se hizo con armas espaciales, era como estar en una convención friki, sobre todo para Leo, quien se sentía como su ídolo, el capitán Ryan.

Y sí, Sara y Lara también se hicieron con armas espaciales. Evidentemente, se trataba de las mismas armas que ellas dominan, pero espaciales.

Es irónico que al primer planeta al que fueron a parar se ganaron al primer enemigo que les perseguiría por la galaxia. 

Además de que causaron un notorio escándalo entre la población del planeta Varanon. Y en el cual tuvo lugar el primer enfrentamiento con un enemigo del espacio.

Fue una primera aventura un tanto emocionante, pero la situación empeoró cuando los Triceraton los rodearon. 

El segundo encuentro con el que se toparon fue con unos salamandrianos en un planeta con una temperatura muy bajo cero. 

Al principio comenzaron en mal pie como enemigos, afortunadamente, esa enemistad no duró.

Nota a tener en cuenta: No extenderle la mano a unos alienígenas desconocidos. 

Fue todo un alivio que esos salamandrianos no fuesen un peligro, al fin y al cabo, buscaban lo mismo, y se encontraban en el mismo aprieto.

Pero lo que nadie esperó que ocurriría es que uno de ellos, concretamente Monalisa, se llegaó a enamorar de Raph

Lara al principio no se dio cuenta. En cambio, Raph se percató de ello. Aunque algo raro en su actitud fue su empeño en buscarlos . Era como si no se sacara de la cabeza a esos salamandrianos, a la chica. 

Obviamente no tenía ninguna intención con ella, pues tenía con él a su novia. 

Pero un suceso repentino ocurrió cuando despertaron en la nave de Fugitoide

Mona lisa besó a Raph. Al parecer, se había enamorado de él. 

Entre los asombrados y asqueados espectadores no se encontraba la pelirroja, aún. Pero sí estaba Sara, con los ojos abiertos como platos por lo que estaba viendo. 

La mente de Sara no era la única que pasaron ciertas palabras por su cabeza:

''Por favor, que no entre Lara y los vea.'' 

Sara: ¿Dónde está Lara? —Preguntó a April.—

April: —Justo cuando iba a dar respuesta a su pregunta, su expresión cambió, y le señaló donde estaba la pelirroja.—

Sara: —Tras dirigir la vista hacia donde le indicó April, su expresión también cambió como la de April, a una de asombro, de apuro.—

Desgraciadamente, ocurrió. 

Tras abrirse las puertas que había justo detrás de ellos, se abrieron dejando ver a la pelirroja. 

Los vio. 

Lara: —Pudo sentir como su corazón se había congelado, mientras que su respiración era alterada, arrítmica. No podía creerse lo que estaba viendo, pero por desgracia para ella, no era una pesadilla... Era real.—

Raph: —En todo el beso notó como su cuerpo se había quedado petrificado. Se sintió totalmente congelado cuando abrió los ojos, y se encontró a su novia, mirándolos con aquella mirada que, por sí sola, transmitía dolor.— Lara, no... Esto no es lo que tu crees..

Lara: —Aquella respuesta terminó de enfurecerla. Le hizo sentir como una estúpida que no era capaz de saber lo que estaba ocurriendo. Respondió mostrando su decepción, su rabia, y su dolor— ¡¿Ah, no?! ¡¿Y entonces, qué diablos está pasando aquí?! 

Raph: Yo no... No es lo que... —Su voz se mostraba temblorosa. Sabía que la había fastidiado, por ello se sintió avergonzado consigo mismo.—

Lara: —Sus puños se cerraron con fuerza, sentía toda su rabia invadirla emocionalmente. Pero finalmente se dignó a controlarse, aunque no fue capaz de controlar su dolor.— ¿Sabes qué? Déjalo. No quiero saber nada... No quiero que ni te molestes... Solo déjalo...  Y a mi también... 

Eso fue lo que sentenció la pelirroja justo ante s de salir corriendo hacia las habitaciones. 

Raphael se sentía desolado, destrozado. Sabía que ahora no iba a conseguir nada con Lara, pero no podía quedarse ahí parado como si nada hubiera pasado. 

Raph: ¡Lara, espera! —Exclamó para salir corriendo tras ella.—

Como supuso, fue inútil hablar con Lara. Se había encerrado en la habitación de Leo y Sara. En ese momento era inútil intentar hablar con ella, al menos, en ese momento. 

Mona lisa se disculpó tremendamente avergonzada, ella no sabía de la relación de Lara y Raph. Simplemente se dejó llevar por un equivocado sentimiento. 

Su alianza con ellos se mantenía en pie, dentro de lo malo, era un alivio tener aliados en el universo desconocido. 

Poco después, se fueron en su reparada nave. 

Lara decidió salir de la habitación para tener unas no amistosas palabras con la salamandriana, pero justo ya no estaban. 

Leo: Cálmate, Lara. Se han ido, ya no están aquí. —Dijo seriamente a la pelirroja tratando de calmarla.—

Lara: ¿Cómo? Vaya, ¿esa lagarta no se ha querido quedar con ''su novio''? —Preguntó incrédula cruzando los brazos.—

Raph: Ella no es mi novia, lo eres tu. —Respondió acercándose a ella.—

Lara: —No se molestó en responderle con palabras. Optó por darle la espalda con indiferencia, sin prestarle ninguna atención.—

Sara: Bueno, ahora que se han ido, podéis hablar. Es más, es un buen momento para que habléis. —Indicó mirando a los dos. Raph parecía estar dispuesto, pero al contrario por parte de la pelirroja.—

Leo: Em... Sara, ¿me ayudas con algo? —Preguntó a su novia mostrándose nervioso por la complicada situación.—

Lara: No os molestéis en disimular. Largaos. —Se dirigió a ambos con incredulidad. Estaba cansada de que la tomaran por tonta, decidió no callarse.—

Sara, Leo: —Ambos se miraron entre ellos, y supieron que para no empeorar la situación debían dejarlos a solas. Y con un guiño les desearon suerte a Raph.—

Raph: —No le tranquilizaba en absoluto que la pelirroja continuara dándole la espalda. Sin saber ni qué decir, soltó un pequeño suspiro, e intentó hablar con ella.— Lara, yo...

Lara: He dicho que no te molestes, Raph. Ya está, me queda claro, he visto lo que tenía que ver. No necesito que me expliques nada... —Respondió decepcionada y dolida, aún dándole la espalda.—

Raph: Pero no es exactamente como lo has visto. Fue ella, yo no hice nada, ni siquiera

Lara: ¡¿Qué no hiciste nada?! ¡¿Entonces por qué no te separaste de ella?! —Finalmente se giró hacia él, mirándolo cara a cara mostrándole unos cristalinos y entristecidos ojos.—

Raph: —Ver a su chica así la impactó. Nunca pensó ver a su pelirroja de esa manera por su culpa, por ser un completo idiota. Lamentablemente no supo qué responder a su pregunta, ni siquiera él sabía la respuesta.— No... No lo sé... No me lo esperaba... Y...

Lara: Ya... Pues yo tampoco sé lo que va a pasar con nosotros... —Respondió fríamente.—

Raph: —Oír eso le impactó. Si su relación terminara, lo destruiría por completo.—

Lara: Mira, no termino con nuestra relación porque tengo bastante con la pérdida de mi padre y la Tierra, y no quiero atormentar más mi conciencia. Pero quizá seas tú quien me pierdas a mí. —Volvió a decir de manera fría.—

Raph: Venga, Lara, no digas eso. Vamos a hablar, por favor. —Rogó con desesperación, intentando razonar con ella.—

Lara: Si no quieres hacerme enfadar más, por tú bien y por el nuestro, será mejor que me dejes tranquila. —Estaba a punto de explotar, y eso no es lo que ella quería, empeoraría la situación. Suspiró pesadamente, y dejó de ocultar su dolor.— Solo quiero estar sola. No hagas esto más difícil, por favor...

Raph: Está bien. —Respondió preocupado.— Buenas noches. 

Lara: No van a ser buenas. —Sentenció dándole la espalda de nuevo, y mirándolo de reojo se alejó de él, volviendo a las habitaciones.—

Raph: —Destrozado y desanimado, bajó la mirada cabizbajo. Por un lado sentía cierto alivio de que su relación no haya acabado, pero la realidad es que dependía de un hilo.—

Sara: —Tras ver a su hermana irse, se reunió con Raph. No pudo evitar preocuparse al ver su destrozada expresión.— Tranquilo, Raph. Seguro que pronto querrá hablar contigo.

Raph: Eso espero. —Respondió sin despegar la mirada del suelo.—

Sara: Va a ser muy difícil, pero intentaré hacerla entrar en razón. —Colocó una mano en uno de sus hombros tratando de reconfortarlo.—

Raph: —Al escucharla, la miró un tanto reconfortado por su apoyo. Pero eso no le tranquilizaba.— Hasta que lo consigas, procura de que no llegue a la conclusión de... 

Sara: Seguro que no. Me ocuparé de ella todo lo que pueda. Todo irá bien, con suerte. Mucho ánimo, Raph. —Dijo deseándole ánimo para la tan complicada situación.—

Raph: Eso intentaré... —Respondió decaído, soltó un pesado suspiro, y se dirigió a su habitación.—

A partir de ese momento ambos empezaron a dormir en habitaciones separadas. Lara no quería estar durmiendo con April, y mucho menos con Casey.

Suerte que habían más habitaciones con las que poder acomodarse y descansar. 

Faltó poco, muy poco para que la relación de ambos se terminara. Pero eso no quería decir que estaba fuera de peligro.

Desde entonces Raph siempre ha estado haciendo el intento de hablar con Lara. Pero esos intentos eran fallidos.

Lara evitaba hablar con él, se mostraba reacia a hacerlo. Y por si fuera poco, evitaba el contacto visual con Rapahel.

En realidad ella sufría por dentro debido al amor que seguía sintiendo por él, lo mismo sucedía con Raph.

Todos estaban preocupación y llenos de incertidumbre por la relación de los dos. Pero no querían meterse en medio, no con la delicada relación que tenían ahora. 

Era mejor no hacerlo, pero tampoco iban a faltarles el apoyo que necesitaban individualmente. Para eso están los hermanos y los amigos.

Sobre todo en la situación tan compleja que englobaba a todos.

Leonardo tampoco lo estaba pasando muy bien, era el más afectado por la situación general.

Sara y los demás sabían que no era sano que Leonardo hablara con un holograma de Splinter, por muy real que pareciese.

Pero Leonardo necesitaba apoyo emocional más que nunca. Afortunadamente tenía a Sara para eso.

En la misma sala donde "hablaba con Splinter", se sentaba junto a él para meditar, sobre todo para tranquilizarlo en sus peores momentos.

Sara: Leo, sé que te sientes muy responsable por todo. Pero esta carga no es solo tuya, tienes que despejar tus hombros de esa culpabilidad y responsabilidad. —Mostrando preocupación por el líder.—

Leo: No puedo evitarlo. Además, si no me hago responsable, ¿quién lo hará? Es algo que como líder debo afrontar. —Respondió soltando un pequeño suspiro, y decaído bajó la mirada.—

Sara: —Preocupada por él sujetó sus manos con calidez, y lo miró a los ojos.— Entiendo que te sientas el responsable de todo. Pero no tienes que cargar ese peso como un castigo, no es lo mejor para ti.

Leo: Ahora todo depende de nosotros, la Tierra, la población, Splinter, todo. No puedo tomármelo con calma, Sara. —Sujetó sus manos también, aún sin despegar la mirada del suelo.—

Sara: Pero eso no es lo que Splinter te enseñó, y lo sabes. Por eso necesitas hablar con él. —Dijo preocupada ladeando la cabeza, sintiendo cierta lástima.—

Leo: —Tras escucharla dirigió su mirada hacia ella. Eso le asombró ligeramente, pero no respondió a aquello porque su novia estaba en lo cierto.—

Sara: Sé que lo necesitas mucho, y no eres el único. Pero él está esperándonos, porque sabe que no le vas a defraudar. —Le dedicó una cálida sonrisa junto con una caricia en su mejilla.—

Leo: —Oír eso le conmovió, además de que logró reconfortarle.— ¿Tú crees?

Sara: Claro que sí, ¿por qué iba a mentir? Tenemos esta segunda oportunidad para salvarlos a todos, y gracias a ti lo conseguiremos. —Le sonrió mientras acariciaba su mejilla con cariño.—

Leo: —Finalmente su novia logró hacerle sonreír. Era la única además de Splinter que lograba calmarlo, sentirse mejor consigo mismo. Agradeció su logro con una cálida sonrisa, y una cariñosa caricia en su mejilla.— No sé qué haría sin ti.

Sara: Ni yo sin ti. Además de brindarme unos valiosos sentimientos, he aprendido mucho de ti, porque tú has aprendido de él. Y gracias a eso lograremos salvar la Tierra. —Concluyó dedicándole una sonrisa.—

Leo: —Gracias a las palabras de su novia sintió como se recompuso. Se sentía mejor consigo mismo. Se abalanzó hacia ella para darle un caluroso abrazo.—

Sara: —Le asombró aquel inesperado abrazo. Pero sonrió tras lograr hacerle sentir mejor. Al menos, por ahora.—

Leo: Menos mal que te tengo a ti. Si te hubiera perdido a ti también, no sé cómo seguiría adelante. —Susurró abrazándola fuertemente.—

Sara: Seguramente sacarías fuerzas para hacerlo, y así lograrías recuperarlo todo. Como lo vamos a conseguir juntos. —Respondió igual sonriendo entre el abrazo.—

Leo, Sara: —Ambos se separaron ligeramente para depositar un tierno beso en sus labios. Al separarse de nuevo se miraron entre ellos dedicándose una sonrisa.—

Sara: Anda, volvamos con los demás. —Dijo levantándose poniéndose en pie.—

Leo: Buena idea. —Respondió igual, y al ponerse en pie sujetó su mano para salir juntos de la sala del escáner.—

Y eso sucedía una y otra vez, pues Leo era el que peor manejaba la situación, ya que se cargaba la responsabilidad.

Al menos Sara lograba tranquilizarlo, cosa que se podía notar con facilidad.

Además de tranquilizar a Leo, también se encargaba de su hermana, incluso de Raph.

Suerte que a la morena le sobraba tranquilidad y serenidad, aunque a veces se arrepentía de tenerla demasiado.

Por si no era bastante, Donnie también se mostraba afectado y deprimido por la pérdida de Nora

A la vez que pasaba el tiempo, la echaba cada vez más de menos, y por no hablar de sus sentimientos hacia ella. 

Trató de resistirse todo lo que podía, pero de ver a Leonardo hablar con un holograma de Splinter, cayó en la tentación de hablar con un holograma de Nora

Sabía que mentalmente no era sano, pero necesitaba verla, oírla, desahogarse con ella como muchas veces hacía.

 Aún sabiendo que ese holograma no se trataba de la Nora real, Donnie se mostró más vulnerable para expresar sus sentimientos hacia ella. Obviamente, el holograma no reaccionó como podría reaccionar la Nora auténtica, pero le hacía sentir un gran desahogo emocional a la tortuga. 

Pero, aún así, no terminaba de sentirse conforme, ella no quería una imagen imitando a la Nora que él quería, necesitaba a la auténtica. 

Ahí es donde entra Sara, quien empezaba a considerarse un pilar emocional para el grupo. Ya que trataba de subir el ánimo a la mayoría del grupo. 

Donnie estaba arrodillado en la holo-sala, después de haber tenido una conversación con el holograma de Nora. Tenía que admitir que cada vez empezaba a mostrarse desconforme con dicho holograma. 

Sara se sentó frente a él, y dirigió una mano en su hombro tratando de transmitirle su apoyo. 

Sara: Sé lo mucho que la echas de menos, incluso lo mucho que la necesitas. Pero, todo saldrá bien.

Donnie: ¿Crees qué... ella quiera estar conmigo? —Preguntó cabizbajo, no estaba seguro de que la rubia aceptara estar con él.—

Sara: Claro que sí. Mira, Donnie, nada más volver, seguro que vais a seguir pasando tiempo juntos como antes. Pero tienes que esperar el momento más acertado para confesar tus sentimientos. —Aconsejó.—

Donnie: Lo sé, solo no quiero espantarla, o hacer que se aleje de mí. —Pensó en alto aún cabizbajo.—

Sara: —Torció los labios sintiendo lástima por la tortuga. Suavemente alzó su mirada dedicándole una sonrisa.— No digas eso, el roce hace el cariño, ¿recuerdas? Todavía falta mucho roce entre ambos, solo es cuestión de tiempo.

Donnie: Tienes razón, quizá no debería pensar antes de tiempo. —Respondió reflexivo.—

Sara: No debes pensar, solo pasar tiempo con ella, seguir siendo una figura importante para Nora. Y estoy segura de que para ella ya significas algo importante, así que no te rindas, Donnie. El amor lleva tiempo. —Concluyó colocando la mano sobre su hombro mostrando su apoyo.—

Donnie: —Sonrió motivado por las palabras de la morena. Ella estaba en lo cierto, en cuestión de días no iba a enamorar a Nora. Pero eso no significaba que fuese imposible.— Muchas gracias, Sara. —Agradeció sonriente.—

Sara: No me lo agradezcas, sabes que tienes mi apoyo. —Respondió con una cálida sonrisa.—

Ambos se pusieron en pie, y con el brazo en la espalda del otro, salieron de la sala.

Donnie se sentía mejor emocionalmente, esperanzado de que su relación con Nora florecerá, a su debido tiempo, por supuesto.

En cambio, Sara se sentía orgullosa de sí misma. Le hacía sentirse mejor consigo misma cuando ayudaba al grupo.

Aunque con diferencia, a quienes más ayudaba en este momento eran Leo, Lara y Raph.

Pasaba el tiempo, y ya habían viajado a una estación espacial abandonada, aquella estación en la que se fabricaban robots de guerra. Y donde tuvo lugar enfrentamiento contra Armaggon.

Después por un planeta anteriormente hermoso, donde encontraron una pieza del generador, aunque acabó en manos de los Triceraton.

Al menos como regalo le brindaron a April un precioso cristal de la estrella del alma.

Nunca creyeron pisar el Triceraton arena, claro que no porque quisieran.
La bueno es que consiguieron recuperar la pieza del generador que encontraron en Xaava-Dal.

Fue una sorpresa encontrar a los aliados Utrom, aunque además fueron de gran ayuda. Gracias a ellos lograron saber donde se encontraba la segunda y tercera piezas del generador de agujeros negros.

Posteriormente, fueron a parar al Océano Cósmico de Varuna. Un planeta sumamente precioso.

Lograron demostrar lo suficientemente capaces como para conseguir la segunda pieza del generador, gracias a Hiidrala.

Ya custodiaban de las dos piezas del generador, la suerte les estaba acompañando.

Aunque desgraciadamente esa suerte no duró mucho. En un ataque contra los Triceraton, gracias a los problemas que causaron con unos "gremlins del espacio", se infiltraron en el Ulixes.

Se llevaron las dos piezas del generador que custodiaban.
Ahora solo faltaba la tercera.

Entonces fue cuando dieron rumbo al planeta de Magdomar, custodiado por un gran monstruo con el nombre de Tokka.

La cosa se puso difícil cuando Dregg volvió para complicar la búsqueda de la última pieza del generador.

Inesperadamente, Raph se topó con un nuevo y pequeño amigo en la escandalosa estancia en aquel planeta.

Un bebé tortuga al que llamó Chompy Picasso. Incluso a Lara le enterneció ver al bebé tortuga junto a Raph, aunque trataba de disimularlo.

La cosa empeoró cuando llegaron los Triceraton. Ellos también buscaban la última pieza del generador.

Fue complicado, pero las tortugas lograron llegar hasta la pieza.

Desgraciadamente, en el último segundo acabó en manos de Dregg.
Quien después se la entregó a los Triceratons.

Ahora los Triceraton tenían en sus manos el generador de agujeros negros completo.

Los seis meses de retroceso al pasado habían acabado. Lo que significaba que la aventura espacial estaba a punto de llegar a su fin.

Entonces llegó la hora de poner rumbo hacia la Tierra, con el fin de salvarla del fatídico final.

Y detener a los Triceraton... Cueste lo que cueste.

Lo sé, sé que este capítulo es muy diferente a los anteriores, y demasiada narración para ser yo.

Pero no quería darle más relevancia de la que debía a los capítulos en el espacio.

Lo justo y suficientemente era lo más adecuado.

Aunque no niego el hecho de escribir algún One Shot en el otro libro de la historia.

Así que espero que os haya gustado este capítulo, y saber qué os ha parecido todo lo que ha pasado.

Ah, y, más tarde subiré una actualización importante informativa, sobre todo informativa.

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