Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 74. Buenos Amigos

Una semana había pasado desde que se terminó aquella situación de Lara Shadow. La paz y tranquilidad se hizo presente desde que acabó.

Aunque no pudieron evitar darle vueltas y recordarlo en este par de días. Sobre todo Roth, quien estuvo fuera durante todo el suceso.

Raph, Lara y los demás tampoco se quedaron atrás, recordaban la complicada situación de vez en cuando.

Pero eso no les impedía disfrutar de la tranquilidad que habían ganado, era la mejor recompensa después de superar aquella situación.

Ellos no eran los únicos, Nora también se encontraba en la misma situación de sosiego y paz. Al fin había terminado los exámenes, igual que April y Casey.

Sara y las tortugas se encargaron de informar que ya había pasado todo, y que la pelirroja estaba bien.

Por ello, la rubia quiso pasar el rato con sus amigas.
Además de preocupada por Lara después de todo lo ocurrido.

Había llegado a la mansión, para hacerles una visita ahora que había pasado el peligro.

Nora: ¡Lara, qué alegría verte! Como siempre, ya me entiendes. —Río levemente, y le brindó un cariñoso abrazo a su amiga.—

Sara: Vaya, lo nunca visto. —Bromeó junto con una leve risita, ya que nunca habían visto a la rubia dar abrazos.—

Lara: Yo también me alegro, rubita. Y te agradecería que no me dejaras seguir respirando. —Bromeó conmovida por el abrazo, el cual también respondió.—

Nora: Lo siento, normalmente no suelo dar abrazos, pero estaba muy preocupada. —Se separó dedicándole una tenue sonrisa.— Dime, ¿qué tal estás?

Lara: Aún me siento algo extraña, pero nada de lo que preocuparse. Incluso me quedé con un conjunto gratis. —Dijo con superioridad, mostrándose contenta por quedarse con aquel oscuro pero genial atuendo.—

Sara: Tú te habrás quedado con ese conjunto, pero nosotras nos quedamos con la tranquilidad de olvidarnos de que nos persigas cual "terminator". —Bromeó riéndose levemente.—

Nora: Tiene razón, definitivamente eso es mucho mejor. —Siguió la broma riéndose levemente.—

Lara: Oh, venga ya, comparado con lo que realmente podía hacer eso eran mimitos. Pude haber sido mucho más dura, y no sé porqué, pero no lo hice. —Respondió pensativa. Se preguntaba cómo es que no llegó a ser lo destructiva que debía ser, pero el desenlace habría sido de todo menos bueno.—

Nora: "¿Mimitos?" ¿Se consideran "mimitos" tus intentos de homicidio? Por favor, no des un sí por respuesta si de verdad no quieres matarme. —Dijo sarcástica, cuestionando sus "mimitos" en sus intentos de destrucción.—

Lara: Estás enfadada conmigo por tirarte de la azotea, y no te culpo. Pero, oye, Donnie no iba a dejarte caer, estaba segura de eso. —Respondió encogiéndose de hombros, tratando de salvar la situación junto con una sonrisilla nerviosa.—

Sara: Vaya cara tienes. —Dijo burlona riéndose de su respuesta.—

Nora: Si realmente estuviera enfadada, no te habría abrazado. Agradece que se quedara en un susto, el cual me llevé yo. Me costó dos días asimilar que sigo con vida, literalmente. —Respondió llevándose una mano al pecho soltando un suspiro de alivio.—

Sara: Yo no pasé por lo mismo, pero el seguir con vida también me costó de creer. —Respondió burlona junto con una leve risita.—

Lara: Vale, dejad de llorar. —Respondió sarcástica y burlona.— Siento lo ocurrido, era consciente de todo, pero es como si hubiera estado encadenada en un rincón de mi interior. Es la explicación más sencilla y resumida comparando la de Donnie. —Dijo riéndose por la científica y complicada explicación de Donnie.—

Sara: Uf, sí, la explicación de Donnie da hasta dolor de cabeza. Todas las demás se quedan cortas. —Respondió junto con una leve risita.—

Nora: Tenéis muy subestimado a Donnie, sus explicaciones y argumentos son brillantes. Supera a todos los científicos y psicólogos que he visto, y eso es mucho decir. —Dijo defendiendo a su amigo. Aunque realmente no mentía ni estaba exagerando.—

Lara: Uy, un poco más y nos acabas pegando por subestimar a "tú colegui". —Dijo resaltando lo último con un notable sarcasmo, indicando algo más que su amistad.—

Nora: Vamos, Lara, no seas de ese tipo de gente que empareja a una chica y un chico por ser amigos. —Respondió indignada ladeando la cabeza y frunciendo el ceño.—

Sara: Tarde, muy tarde. —Respondió cruzando los brazos y dedicándole una sonrisita burlona a la pelirroja.—

Lara: Os veo muy juntitos, sólo diré eso. —Concluyó alzando ambas manos y encogiéndose de hombros.—

Nora: ¿Tal vez por qué es de gran ayuda para mí carrera, y es un buen amigo? —Preguntó sarcástica ladeando la cabeza con incredulidad.—

Lara: Lo voy a seguir dejando en el aire. "Donnie y Nora, una pareja tal para cual". Yo lo veo, rubita. No sé a qué esperas. —Dijo sarcástica dedicándole una sonrisita burlona.—

Nora: —Negaba con la cabeza al mismo tiempo que robada la vista, ignorando su sarcasmo.—

Sara: De todas formas, Donnie sigue enamorado de April. Y ya sabemos cómo es él de enamoradizo. —Dijo recordando el enamoramiento de Donnie por April.—

Nora: Sobre eso... Decidió dejar de perdurar sus sentimientos hacia ella. —Dijo recordando el momento en que lo dijo.—

Lara, Sara: ¡¿Qué?! —Exclamaron notablemente asombradas. Ninguna esperaba oír eso tras conocer los sentimientos de Donnie por April.—

Sara: Vaya, eso sí que no lo esperaba de Donnie. —Dijo asombrada.—

Lara: Yo pienso que ya iba siendo hora. Siempre ha estado dándole falsas esperanzas, y en la granja jugó con él demasiado... —Dijo cruzando los brazos, recordando aquellos momentos en la granja.—

Sara: Hasta los besos de Bigfoot transmitían más sentimientos. —Dijo riéndose tras recordar esos divertidos momentos, aunque incómodos para Donnie.—

Nora: Interesantes declaraciones. Espera, ¿Bigfoot? ¿Habláis de la misma criatura qué yo creo que es? —Preguntó desconcertada y llena de confusión.—

Sara: Es una larga historia. —Respondió junto con una sonrisa.—

Lara: Divertida al igual que incómoda. ¿Sabéis qué? Prefiero de hablar de cualquier otra cosa. —No quería seguir recordando más de Bigfoot en cuanto recordó el que usara la bañera como w.c.—

Nora: No lo mencioné en el grupo de whatsapp, pero hoy empiezan mis vacaciones. Al fin voy a poder disfrutar un poco de la libertad. —Dijo mostrándose alegre y entusiasta por sus deseadas vacaciones.—

Sara: Podemos aprovechar y quedar todos en estos días. —Dijo entusiasta junto con una sonrisa.—

Lara: Sí, si los malos también se van de vacaciones, claro... —Respondió sarcástica, resoplando de pensar que surgirá algún enemigo que les fastidie la fiesta.—

Nora: Podemos aprovechar los días más navideños. —Sugirió pensando que podrían aprovechar para dedicar un día para ellas.—

Sara: Me parece más que genial. —Respondió entusiasta con la idea.—

Lara: Nosotras tenemos que consultarlo con nuestro padre. Aunque puede decir lo que quiera, porque también me gusta la idea. —Respondió aceptando la sugerencia de su hermana.—

Sara: Papá no va estar de acuerdo con eso. —Río levemente tras la respuesta de la pelirroja.—

Lara: Agh, ahora que lo pienso, papá no me deja salir... —Resopló mostrándose indignada.—

Sara: Ya hablaremos con él, no te preocupes. —Respondió tratando de animarla.—

Nora: —Sintió su móvil vibrar en su bolsillo, lo sacó para ver de qué se trataba. Al encenderlo, pudo leer que su madre le había enviado.— Es mi madre, quiere que vuelva a casa para hacerle un favor. Resumiendo: Me van a dejar a cargo de Alex.

Lara: ¿Todavía te sigue dejando a cargo a tú hermana? ¿A caso no piensa tú madre en ti? —Preguntó sarcástica, le parecía ser muy paranoica. —

Nora: Últimamente están muy solicitados en el trabajo, lo último que necesitan es otro secuestro. Y cómo siempre, yo me hago la responsable. —Respondió encogiéndose de hombros con resignación.—

Sara: Tiene gracia, me recuerdas mucho a Leo. Siempre tiene la responsabilidad de cualquier cosa cargando sobre sus hombros. —Dijo junto con una leve risita, aunque mostrando una expresión preocupante.—

Lara: Te acuerdas de él en todo momento, lo sabemos de sobra. —Respondió dedicándole una sonrisa burlona.—

Sara: No es culpa mía ser tan enamoradiza. —Respondió con timidez, admitiendo que así era.—

Nora: —Río levemente ante la cómica escenita.— Bueno, chicas, me habría gustado quedarme un rato largo, pero como siempre, no me dejan. Seguimos charlando en el grupo. —Dijo despidiéndose mientras se dirigía hacia la salida.—

Sara: De acuerdo. —Respondió junto con una sonrisa.—

Nora: Nos vemos. —Se despidió dedicándoles una sonrisa, y salió de la mansión.—

Lara: Estás deseando que venga Leo, ¿a qué sí? —Preguntó burlona junto con una pícara sonrisa.—

Sara: Estos días no han parado de entrenar, y de estar con Splinter en la guarida. Además, estás igual con Raph. —Respondió igual.—

Lara: Sí, aunque esta vez él es el que me supera. Aún sigue paranoico por lo sucedido. —Dijo soltando un pesado suspiro.—

Sara: Las dos sabemos cuál es la manera para tranquilizarle. —Respondió en un tono juguetón junto con una pícara sonrisa, diciendo indirectamente a qué se refería.—

Lara: No pienso arriesgarme quedándonos aquí, me lo llevaré al apartamento. Intentaré convencer a papá para que me deje salir, con la compañía de Raph no me dirá que no, espero. —Respondió rodando la vista.—

Tras haber salido de la mansión, Nora fue directamente a su casa.
Quienes la esperaban su madre y Alex.

Nora: Ya estoy. —Anunció al entrar en la casa, y se reunió con su madre.—

Janice: Genial, justo a tiempo. Verás, hoy voy a volver más tarde, y

Nora: Que me quede con Alex, ya, lo sé. No entiendo porqué te molestas. —Respondió incrédula cruzando los brazos.—

Janice: Iba a decírselo a Liam, pero se ha empeñado en que no puede faltar al fútbol, y no quería dejar a Alex sola. —Explicó.—

Nora: Mamá, Alex no es ningún bebé. —Respondió seriamente.—

Alex: Eso le he intentado decir, pero lo ignora. —Dijo metiéndose en la conversación, mostrando ninguna aprobación por la actitud de su madre.—

Janice: No hace falta que os diga que las cosas en esta ciudad cada vez van a peor, y no me quiero llevar otro susto. —Respondió seriamente mientras preparaba su bolso.—

Nora: Lo entendemos, pero esto no es vida. ¿Tenemos qué vivir siempre con miedo? Papá nos dice

Janice: Sé lo que os dice vuestro padre. ¿Creéis que no me siento mal por meteros miedo? Soy consciente de que estoy cometiendo un gran error. Pero si se puede al menos retrasar cualquier desastre, es lo que prefiero. —Respondió seriamente, mostrándose firmemente.—

Nora, Alex: —Ambas se miraron entre ellas, coincidiendo en que su madre se había pasado de la ralla. El pánico se la había devorado viva.—

Janice: —Soltó un pesado suspiro, angustiada por la repentina discusión.— Mirad, no quiero discutir, y de verdad os digo que sé que no estoy haciendo bien. Pero, dadme un tiempo. —Rogó mostrándose angustiada.—

Nora: Te estamos dando tiempo, mamá. Pero no lo alargues más de lo necesario. —Respondió mostrándose comprensiva. No pretendía darle más margen para prolongar su errónea actitud, pero sí ponerla en sobre aviso.—

Janice: Procuraré que no, ¿de acuerdo? —Preguntó de manera asertiva.—

Alex: Pero que sea pronto, por favor. —Rogó ladeando la cabeza.—

Janice: —Tras ver la hora en su reloj no podía quedarse más tiempo.— Tengo que irme ya. Podéis salir a dar una vuelta si queréis, pero no volváis tarde, ¿entendido?

Nora: Está bien.

Janice: —Tras una vez preparado su bolso se acercó a sus hijas para depositarle un beso a cada una.— No os mandaré mensaje, para daros margen. Pero a ver a dónde vais y cuándo volvéis.

Alex: Mamá, que llegas tarde... —Respondió incrédula, agotada de la insistencia de su madre.—

Janice: Tened cuidado. —Se despidió de ambas, y apurada salió de la casa.—

Alex: Cuando vuelva papá pienso hablar con él. Esto es insoportable. —Refunfuñó sentándose en el sofá.—

Nora: Entiéndela, enterarse de repente cuando te secuestraron fue un sufrimiento para ella. Y como es lógico, no quiere que se repita esa situación. —Dijo tratando de mostrarse comprensiva.—

Alex: Yo tampoco lo pasé bien cuando me secuestraron. Pero estoy tranquila porque sigo aquí de una pieza, y no creo que me quieran secuestrar todos los días. —Respondió quejándose de la situación con su madre.—

Nora: Quien sí está realmente tranquilo es Liam. Por no hablar de que está teniendo mucha cara de escaquearse siempre... —Dijo pensativa, mostrándose molesta por la nula participación de su hermano.—

Alex: Peor me lo pones, mamá no le dice nada a Liam, ni insiste como lo hace con nosotras. Es muy injusto, Nora. —Refunfuñó molesta por la injusticia de la situación.—

Nora: Ya lo sé, pero yo no puedo hacer nada. A menos que hablemos con papá, a él le escuchará. —Dijo sentándose con ella en el sofá.—

Alex: Cuando vuelva vamos a hablar con él. Si hablo yo sola con papá a lo mejor ni me escucha, pero si es entre las dos la cosa puede cambiar. —Supuso encogiéndose de hombros.—

Nora: En ese caso, habrá que intentarlo. —Respondió junto con una sonrisita.— Mientras tanto, vamos a hacer algo de merienda, ¿tienes hambre?

Alex: Uf, un bocadito de nutella me lleva llamando hace media hora. —Respondió junto con una sonrisa.—

La tarde iba pasando, y ambas hermanas se encontraban en casa.

Pero un cambio de planes le acababa de surgir a Nora. Unos mensajes de Donnie le sugería planes para esta noche.

Donnie: Hey, ¿recuerdas qué te debo una cena?

Donnie: Pues he pensado que esta noche podría ser la ocasión perfecta.

Donnie: Respóndeme cuánto antes.

Donnie: Ya sabes, para prepararlo todo. 😅

Donnie: Espero tu respuesta. 😁😊

Al ver que se trataba de él, Nora se aseguró de abrir los mensajes sin que Alex los viera.

Tras leerlos, se quedó en duda. Por un lado no podía porque estaba a cargo de su hermana. Pero por otro, realmente quería acudir a esa cena tan misteriosa.

Las dudas la hicieron subir a las nubes durante un par de minutos, lo suficiente como para que Alex se diera cuenta.

Sí, gracias al despiste de Nora, Alex pudo ver aquellos mensajes.

Alex: ¡Ajá, lo sabía! —Exclamó sorprendiendo a su hermana.—

Nora: ¿El qué? ¿Qué sabes? —Preguntó tratando de no mostrarse sorprendida.—

Alex: Venga, no te hagas la tonta, Nora. Sabía que te estás viendo con un chico. —Dijo pícara tras ver que estaba en lo cierto.—

Nora: ¿Qué dices? Hace mucho que no me veo con ningún chico. —Respondió tratando de sonar convincente.—

Alex: Ya. ¿Y desde cuándo coleccionas "estrellas ninja"? —Preguntó frunciendo el ceño junto con una sonrisita.—

Nora: ¿"Estrellas ninja"? ¿Qué? —Preguntó con confusión sin entender nada.—

Alex: Encontré esta cosa en tú habitación el otro día. —Se acercó al mueble del salón, el cual tenía unos cuantos cajones. De uno de ellos sacó un shuriken, claramente perteneciente a las tortugas.—

Nora: —Tras ver el shuriken ya no pudo disimular que la había pillado por sorpresa.— Dime que no te lo ha visto nadie.

Alex: No, la he tenido escondida en ese cajón, hasta ahora. Dime, te estás viendo con un chico, ¿verdad? —Preguntó seriamente.—

Nora: —Ya no tenía sentido mentirle, no tenía otra que decírselo.— Es sólo un amigo, y no me lo estoy inventando. —Respondió seriamente.—

Alex: ¿Y por qué te ha invitado a cenar? —Preguntó frunciendo el ceño, dudando de sus palabras.—

Nora: Porque hace poco le invité a una pizza, y ha querido tener el gesto de invitarme a cenar. Pero no te pienses cosas raras donde no las hay. —Respondió seriamente.—

Alex: Es el chico que me salvó, ¿a qué sí? Sabía que te estabas viendo con él, yo podría haberlo conocido. —Refunfuñó cruzando los brazos.—

Nora: No es tan sencillo como te crees. Es... una persona totalmente diferente. Y no se deja ver a cualquiera, es algo complicado que no te puedo explicar. —Trató de explicarle sin confesar más de lo que debía.—

Alex: Si sois novios no pasa nada, no se lo voy a decir a nadie. —Dijo mostrándose de confianza.—

Nora: No es mí novio, es solamente un amigo, en serio. —Respondió seriamente.—

Alex: Vale, vale. Y, ¿qué le vas a decir? —Preguntó con curiosidad.—

Nora: Sinceramente, no lo sé. Pero estoy a cargo de ti, así que no puedo. — Respondió dirigiendo la mirada hacia su móvil, pensando qué responderle a Donatello.—

Alex: —No quería fastidiar los planes de su hermana. Así que una brillante idea pasó por su cabeza.— Oye, tengo una idea. Ni para ti, ni para mí. Yo me voy a casa de Andy, y tú te vas con tu amigo.

Nora: Pero estoy a cargo de ti hasta que mamá vuelva. ¿Quieres qué vayamos cada una por libre, para qué si te pasa algo y me echen la bronca? —Preguntó frunciendo el ceño dudosa ante su idea.—

Alex: Oye, no me va a pasar nada por ir a casa de Andy. De aquí voy a su casa, y de allí volveré aquí, mientras tú estás con tu amigo. Y mamá no se va a enterar. —Respondió tratando de sonar convincente.—

Nora: —Meditó la idea de Alex durante un minuto. No le gustaba tener que arriesgarse, pero por otra parte, quería comprobar qué tan buena idea podría ser.— Vale. Pero, aguarda un momento. Tenemos que volver a la misma hora, y estar ambas aquí como si nada.

Alex: ¿Nueve? ¿Nueve y media? —Preguntó sugiriendo una hora?

Nora: Creo que nueve y media está bien. ¿Qué me dices?

Alex: Las diez tampoco sería tan tarde, y a esa hora mamá no va a estar. —Dejó caer encogiéndose de hombros.—

Nora: —Se quedó indecisa por unos segundos, pero le pareció la hora mejor indicada.— Venga, vale. Pero ni se te ocurra venir ni siquiera cinco minutos más tarde.

Alex: Ni a ti diez, o más. —Respondió incrédula ladeando la cabeza.—

Nora: Que esto quede entre nosotras, ¿eh, Alex? No quiero tener que darles explicaciones a nadie. —Dijo seriamente.—

Alex: Relájate, no voy a decir ni una pizca. No pienso desaprovechar mi oportunidad de un rato de mí libertad. —Respondió junto con una sonrisita.—

Nora: —Ladeó la cabeza frunciendo el ceño.—

Alex: También es libertad para ti, no sé qué hay de malo. —Respondió encogiéndose de hombros.—

Tras el acuerdo con Alex, Nora tenía clara la respuesta para la cena con Donnie esta noche.

Nora: Nos vemos a las ocho en la azotea de mí casa.

Nora: Y no nos pasemos de hora. A las diez tengo que estar en casa.

Donnie: No hay problema.

Donnie: Después voy a por ti. 😊

A Nora seguía sin gustarle demasiado el plan que había acordado con Alex.
Pero la única manera de comprobar su resultado era probarlo.

Con ayuda de Raph, Lara logró convencer a Roth para que la permitiera salir. Pues la pelirroja no llevaba bien eso de quedarse en casa simplemente por tener un padre paranoico que no la dejara salir.

Evidentemente, le permitió salir sólo porque iba a irse con Raph. Ni de broma le dejaría salir sola después de lo ocurrido recientemente.

Aunque en realidad, Lara tenía la mayoría de edad, y no tenía porqué obedecer por completo a su padre.
Pero lo de vivir bajo el mismo techo le restaba esa libertad. Lo mismo con Sara, evidentemente.

Al menos, podía aprovechar esta recién noche que había llegado sobre la ciudad. Y conociendo a Lara, lo último que pensaba hacer era desaprovecharla.

Sin decirle nada a Raph, se dirigieron al apartamento, aunque por conocer el camino, Raph no tardó en adivinar a donde estaban yendo.

Al llegar, entraron dentro de la casa. Un leve sentimiento de nostalgia pasó por la mente de la pelirroja.
Sin poder guardar más esa curiosidad, Raph lanzó la pregunta que llevaba consigo en el camino.

Raph: ¿Por qué estamos aquí? —Preguntó con confusión, aunque notándose cierta curiosidad por saberlo.—

Lara: Tiene gracia que lo preguntes, cuando fuiste el primero que propuso convivir aquí un tiempo. —Respondió burlona ante aquella pregunta.—

Raph: No es que me haya dejado de gustar estar aquí, solo que tenemos una casa mucho más grande. —Dijo encogiéndose de hombros. Pues ya tenían la mansión para ellos, no requerían de estar en el apartamento. Al menos, eso pensaba él.—

Lara: Sí, pero cuando está mi padre me corta el rollo para algunas cosas... —Dejó caer de manera indirecta, dedicándole una ligera mirada traviesa.—

Raph: —No necesitó ni cinco segundos para adivinar a qué se refería, lo mismo para descubrir porqué estaban ahí.— Ahora entiendo tus intenciones, Larita. —Dijo junto con una sonrisita de lado.—

Lara: Llevo dos días encerrada, y tú y yo apenas hemos estado juntos. ¿No crees que deberíamos remediar eso? —Preguntó en un tono coqueta al mismo tiempo que llevó sus manos al cinturón de la tortuga, obligándole a atraerlo hacia ella.—

Raph: No se me ocurre mejor plan. —Respondió en el mismo tono junto con una pícara sonrisa, llevando las manos a la cintura de su novia. Aunque no pudo resistirse a llevarlas hasta ese tentador trasero.—

Lara: ¿Sabes? Me habría gustado pasar por este momento siendo Lara Shadow. Me llena de curiosidad cómo lo habríamos hecho. —Admitió en un tono travieso, cortando de manera juguetona cada vez más la distancia entre ambos.—

Raph: Ahora que lo dices, qué pena que no lleves ese ajustado conjunto negro. Realzaba bastante tus curvas, aunque no te duraría mucho puesto. —Admitió igual que ella, siguiendo aquel jueguecito.—

Lara: No lo necesitas cuando tienes este para quitar. —Respondió en un tono coqueta, y sin resistirlo más atrapó sus labios.—

Raph no dudó en corresponder aquel apasionado y a la vez deseoso beso.
No negó en admitir que desde que terminó lo ocurrido con Lara Shadow, estaba con esas ganas de tener a su novia para él.

La presencia de Roth en la mansión lo complicaba. Es decir... ¿qué ganas tendrían de sexo teniendo a un padre bajo el mismo techo? Era incómodo pensar que mientras lo hacían Roth estaba muy cerca de ellos, y hasta de poder oírles fácilmente.

Sí, a pesar de que la mansión fuese enorme.

No, nada de eso. Ellos necesitaban expresarse con libertad, gritar sin miedo. Aunque tampoco debían abusar, los vecinos del apartamento también podrían alcanzar a escuchar algún que otro grito. Pero es distinto, no se trataba de tener a Roth en la misma casa.

Ambos notablemente necesitados, se metieron en la habitación de la pelirroja.

No tardó mucho de que los gemidos de ambos empezaran a salir de aquel cuarto. Y poco después, se sumaron los ruidos que sonaban de la cama, con un notorio aumento de gemidos y jadeos. 

No tardaron mucho en llegar ambos al orgasmo, de hecho, al primero.
Los dos eran igual de adictivos del uno con el otro, de sentirse, de hacerse uno. Tampoco querían llevarlo a un extremo exagerado, pero esa necesidad podía contra ellos.

Retomaron llevando a cabo la segunda ronda. Con el doble de gritos y gemidos por parte de ambos.

En cuanto a las posturas... Primero se decantaron por el cowboy, Lara encima desde luego. Y en la segunda, la que no pudieron resistirse, optaron por la del perrito.

La segunda fue la más acertada al fin y al cabo, les resultó la más cómoda, ya que habían perdido energías.

Al menos no podían decir que no aprovecharon bien la salida nocturna.

Donnie y Nora y estaban llegando a donde Donnie tenía reservada la cena.
Curiosamente, a Nora le resultaba familiar el camino, pero estaba más ansiosa por saber dónde iban a cenar.

Tras unos minutos más, Nora se llevó una ligera sorpresa, aunque no le sorprendió demasiado porque ya conocía el restaurante al que Donnie le había llevado.

Evidentemente, la había llevado al restaurante de Murakami.

Donnie: Ya hemos llegado. —Anunció junto con una sonrisa.—

Nora: Vaya, no esperaba venir a este restaurante, aunque no entiendo como es que no lo vi venir. —Dijo con una sonrisa.—

Donnie: Espera, ¿ya conocías el restaurante de Murakami? —Preguntó notoriamente asombrado. No esperaba que Nora conociese el restaurante de Murakami.—

Nora: Aquí es donde venía a cenar con mis compañeros de clase cuando estaba en el instituto. Tengo buenos recuerdos de aquello. —Dijo junto con una sonrisa.—

Donnie: Vaya, eso sí que es una sorpresa. —Soltó mostrándose desilusionado. Realmente esperaba sorprenderla, pero inesperadamente se le fue al garete.—

Nora: —Se dio cuenta de aquella desilusión, obviamente sabía porqué.— Oye, no pongas esa cara. Todavía me puedes sorprender. Venga, vamos a dentro, ya tengo hambre. —Dijo junto con una leve risita.—

Donnie: —Inesperadamente, el que se quedó asombrado era él. Realmente no esperaba que Nora conociera el restaurante de Murakami. Al menos podía estar tranquilo de que la había llevado a un buen sitio para cenar. Cuándo entró, se encontró a la rubia saludando a Murakami.—

Nora: Hola, Murakami, cuánto tiempo. —Saludó junto con una sonrisa.—

Murakami: Nora-chan. Ha pasado bastante tiempo. ¿Cómo te va? —Preguntó notoriamente alegre.—

Nora: Bien, voy tirando. ¿Y tú? —Preguntó tomando asiento.—

Murakami: Sin ningún cambio, querida. —Respondió riéndose levemente.— ¿Vienes con tus amigos?

Nora: Amigo, que estoy segura de que conoces. —Respondió mirando a Donnie.—

Donnie: Buenas noches, Murakami-san. —Saludó aún con ese ligero asombro. Sí, también le asombró verlos hablar como si se conocieran de muchos años.—

Murakami: ¡Donatello! Qué sorpresa encontraros juntos. —Indicó asombrado.—

Nora: Las vueltas que da la vida. —Río levemente.—

Murakami: ¿Qué os pongo para cenar? —Preguntó poniendo su cocina en marcha.—

Nora: Pues, yo estaba pensando en una ensalada, ramen, y, ¿cómo no? Unas pizzas guiozza. —Decidió junto con una sonrisa.—

Murakami: Buena elección, como siempre. —Respondió riéndose levemente.— ¿Y a ti, Donatello?

Donnie: Pues... Lo mismo que ella está bien. —Decidió junto con una sonrisita.—

Murakami: Muy bien. ¡Marchando! —Exclamó entusiasmado, y sin tardar más empezó a preparar los pedidos.—

Nora: No te has resistido, ¿eh? —Preguntó burlona por pedir lo mismo que ella.—

Donnie: El ramen y las pizza guiozza me gustan bastante, la ensalada también. Aunque me recuerda al plato de algas y gusanos que preparaba Mikey antes de que saliéramos de la superficie... —Terminó en un tono resaltando lo repugnante que era.—

Nora: Donnie, no me fastidies el apetito. —Río levemente dándole un leve golpe amistoso en el brazo.—

Donnie: En cuanto a apariencia no era tan desagradable. —Dijo riéndose levemente.—

Nora: Prefiero no darle fuerza a mi imaginación. Al menos hasta después de cenar. —Respondió junto con una sonrisita.—

Donnie: Mejor ni te molestes. —Río levemente.—

Nora: Sí, eso pensaba. —Bromeó junto con una risita.—

Murakami no tardó mucho en preparar la cena para Donnie y Nora. Como era de costumbre, su comida siempre presentaba una pinta deliciosa.

A medida que ambos cenaban, compartían risas y bromas que les ayudaba a encontrarse en un ambiente realmente agradable y acogedor.

No todo eran risas, compartían anécdotas de situaciones de hace tiempo. Irónicamente, Donnie compartió la anécdota de Bigfoot cuando estuvieron meses en la granja.

Nora no pudo evitar reírse por aquello, le pareció cómico, y sin duda también una situación embarazosa.

Nora: Vaya, ahora entiendo cómo fue aquella situación. —Dijo entre risas.—

Donnie: ¿Ahora entiendes? A caso, ¿ya lo sabías? —Preguntó con confusión.—

Nora: Oh, Lara y Sara lo mencionaron hace poco. Pero fue entre bromas, ya las conoces. —Respondió junto con una leve risita.—

Donnie: Sí, bueno... Tiene su gracia, pero para mí fueron unos momentos llenos de confusión. April me besó cuando Bigfoot se fue. ¿Y después de eso? Nada, como si nada hubiera pasado. —Dijo pensativo recordando aquel momento lleno de confusión.—

Nora: —Se le quedó mirando sintiendo un sentimiento de lástima, pero sentía más comprensión y cariño por él.— Donnie, eres una monada. No te sientas como si fueras un bicho raro. No lo eres, ni por dentro ni por fuera. Eres como un dulce envuelto en un peculiar envoltorio. Y eso es lo que April no supo apreciar.

Donnie: —Escuchar sus palabras lo paralizaron, no esperaba oír tal cosa de la rubia. Aquello le reconfortó, pero le cautivó mucho más oírlo de de ella. Optó por devolverle el cumplido, tratando de que evitar que el momento se fuera al traste.— Gracias, pero tú también eres otro dulce envuelto.

Nora: Bueno, un dulce más amargo comparado contigo, pero al menos aceptable. —Bromeó junto con una risita.—

Donnie: No, es más dulce de lo que crees. —Respondió junto con una gentil sonrisa.—

Nora: —Ligeramente le asombró aquella respuesta. Pero cautividad por el cumplido le devolvió la misma sonrisa.— Gracias, Don.

Donnie: —Le dedicó una segunda sonrisa, más sonriente que la anterior.—

Dándose cuenta de que se acercaban las diez de la noche, Donnie y Nora tenían que irse. Como cual caballero, Donnie la acompañó hasta casa.

Suerte que Alex aún no había llegado para pillar a Donnie acompañando a Nora. Aunque suerte también que se fue justo a tiempo cuando se escuchó la puerta de la entrada abrir y cerrarse.

Nora se reunió con su hermana en el salón. Suspiró aliviada al ver que ella estaba perfectamente bien.

Nora: Vaya, para lo que te interesa eres puntual, ¿eh? —Preguntó en un tono burlona.—

Alex: Para algo que merece la pena, sí. Bueno, ¿qué tal con tu "novio"? —Preguntó en un tono burlona.—

Nora: No es mí novio, solo somos buenos amigos. —Respondió seriamente insistiendo en dejarlo claro.—

Alex: Vale, vale. ¿Y cómo te ha ido? ¿Algo qué deba saber? —Preguntó insistente.—

Nora: —Soltó un suspiro con pesadez ante la insistencia de su hermana. Sabía que lo mejor era no decir nada, prefería no tener que arriesgarse, al menos por ahora.—

Bueno, bueno, me ha salid un capítulo larguito, pero creo que mejor estructurado no podía estar.

El capítulo siguiente contendrá salseo, así que no os lo perdáis. 😉💚

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro