Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 66. Solo chicas

Al día siguiente, las tres chicas estaban realmente orgullosas y entusiasmadas por el magnífico equipo que estaban resultando ser. Lo que al mismo tiempo su amistad mejoraba también.

Las tres se estaban comunicando entre ellas en su grupo de Whatssap, en el que estaban planificando un plan para este mismo día.

Las tres opinaron igual respecto que debían pasar todo un día juntas, o al menos la mayor parte del día.

Finalmente, la cosa quedó en pasar la tarde y la noche juntas. Las tres decidieron pasar la noche en el apartamento de Sara y Lara. Ya contentas con el plan, ambas hermanas se dispusieron a dejar el apartamento en condiciones.

Y hablando de condiciones, antes de partir al apartamento, no iban a irse de la guarida de las tortugas sin antes dejarles claras las condiciones del día de hoy y lo que ya estaba planeado.

Lara: Muy bien, escucharme bien porque no lo repetiré dos veces: El que se cuele hoy por nuestro apartamento, lo echaré a patadas y también a balazos, ¿de acuerdo? —Les pregunta cruzándose de brazos.—

Donnie: ¿Se puede saber por qué? Por curiosidad, y por ahorrarme los balazos... —Le pregunta encogiéndose de hombros.—

Sara: Lara, Nora y yo hemos planeado pasar la tarde y después pasar la noche juntas en el apartamento. Por eso os estamos avisando, porque estaremos solo las chicas. —Les informa junto con una amable sonrisa.—

Donnie: ¿Nora va a estar con vosotras? —Les pregunta con curiosidad.—

Lara: Sí, Donnie. ¿Con quién crees qué vamos a estar si no? —Le pregunta.—

Mikey: ¡¿Vais a hacer una fiesta de pijamas?! ¡Yo quiero ir! ¡Siempre me ha hecho ilusión una fiesta de pijamas! —Exclama con entusiasmo.—

Sara: En otra ocasión, Mikey, lo sentimos. —Le responde lamentándose por la ilusión que mostraba la tortuga.—

Mikey: Vale. Pero tu lo has dicho, en otra ocasión. —Le responde frunciendo el ceño, pues en la próxima ocasión debía cumplir con su palabra.—

Sara: Tranquilo, lo iremos organizando. —Le responde junto con una amigable sonrisita.—

Leo: Entonces, ¿vais a estar solo las tres? —Les pregunta a ambas.—

Raph: ¿Sin nadie más, solo vosotras tres? —Les pregunta.—

Lara: Pues sí, y bien que vamos a hacer. —Responde indiferente orgullosa del plan.—

Sara: Bueno, de esa manera la amistad de las tres será aún mejor. Además, necesitábamos un día de chicas y ya era hora. —Responde con una sonrisita.—

Lara: Vosotros cuatro siempre habéis estado unidos en todo, y nosotras no nos hemos despegado de vosotros dos desde que os conocimos. —Dice dirigiéndose a Leo y Raph.—

Raph: Y vosotras habéis estado encantadas con eso. —Le responde indiferente junto con una sonrisa burlona.—

Lara: Seh, pero sois vosotros los que no podéis estar sin nosotras. —Le responde igual.—

Mikey: Eso es cierto. —Burlón afirma mientras se reía.—

Leo: Bueno, lo hemos pillado, un día sin nosotros. —Comenta encogiéndose de hombros.—

Sara: Tampoco es eso, podemos hablar por el móvil sin problema. —Le responde junto con una sonrisa mientras le sujetaba la mano con cariño.—

Leo: Entonces me quedo más tranquilo. —Le responde junto con una leve risita, y le deposita un cálido beso en la frente mientras la abrazaba por la cintura con el brazo libre.—

Lara: Solo chicas, ¿de acuerdo? No os repetiré la advertencia. —Repite seriamente cruzándose de brazos.—

Donnie: Normalmente no suelo ir al apartamento, pero está bien. —Le responde encogiéndose de hombros, sin darle importancia ya que no solía pasarse por allí.—

Mikey: Lo que ha dicho Donnie. —Le responde junto con una leve risita.—

Raph: No quiero tener que ser yo a quien le dispares. —Le responde sarcástico.—

Leo: Vale, queda claro. —Le responde.—

Sara: Vosotros también podéis hacer algo parecido, con Casey, por ejemplo. —Sugiere encogiéndose de hombros junto con una sonrisita.—

Leo: Entonces mejor dejar las cosas como están. —Responde mostrando desaprobación por la idea.—

Sara: Solo era una suposición. —Le responde junto con una leve risita, pues le hizo gracia la respuesta de su novio. Como despedida le deposita un beso en sus labios.—

Leo: —Sonríe ante el gesto de su novia, y corresponde al beso gustoso.—

Lara: No me lloriquees demasiado por mensaje. —Le dice burlona a su novio, mientras lo abrazaba por el cuello.—

Raph: Tranquila, podré contenerme. —Le responde sarcástico, y le deposita un beso en sus labios, el cual es correspondido.—

Lara: —Justo en el beso su móvil empezó a sonar. Se separó del beso, y al sacar el móvil vio que Nora le había enviado tres mensajes.— Sara, ya os dais amor en otra ocasión, Nora nos está esperando.

Sara: —Al escuchar a su hermana se separó del beso.— Vale, tranquila, ya vamos.

Lara, Sara: —Ambas empezaron a caminar saliendo de la guarida.—

Raph: ¿Soy el único al que le da miedo que se junten las chicas? —Pregunta a sus hermanos, pues de pensar que van a estar todas las chicas juntas da cierto miedo.—

Leo: Bueno, realmente les hace falta un día entre ellas. Pero sí, da un poco de miedo. —Le responde pensativo, pues en cierto modo sí daba algo de miedo.—

Las dos hermanas ya se encontraban en la superficie, dirigiéndose a la calle donde se encontraba el apartamento.

Al llegar a la calle del apartamento, se encontraron a Nora esperando en la misma calle, llevando un bolso grande donde parecía llevar su pijama, y lo necesario para pasar la noche con las hermanas en el apartamento.

Lara: Hey, rubita. —Saluda a la rubia.—

Nora: Hola. —Les saluda a ambas.—

Sara: ¿Qué tal, Nora? —Le pregunta junto con una sonrisa amigable.—

Nora: Genial, bastante contenta a decir verdad. —Le responde con la misma sonrisa.—

Lara: Veo que vienes cargada. Mejor subimos y dejas tu bolso arriba, ¿no? —Le pregunta.—

Nora: Me haríais un favor, tengo el brazo cansado de lo que pesa. —Le responde con una leve risita.—

Lara: Bueno, entonces te haremos el favor de llevártelo hasta arriba. —Le responde ofreciéndose, y lleva su bolsa de ropa y demás. Y con razón la rubia tenía el brazo cansado, tenía un notorio peso.— Tía, ¿pero qué llevas aquí? ¿Ladrillos?

Nora: No me decidía con la ropa y pijamas que quería llevarme. —Le responde con una leve risita encogiéndose de hombros.—

Sara: Suele pasar. —Le responde junto con una leve risita.—

Lara: Vamos para arriba. —Les dice mientras estaba entrando en el edificio.—

Las tres subieron al apartamento, con Lara casi sufriendo de llevar la bolsa de Nora. Literalmente el peso de aquella bolsa era como un montón de ladrillos.

Una vez arriba, Sara ofreció su habitación para que Nora dejara sus cosas, y haciéndole un favor a Lara ya que era la habitación más cercana.

Ya colocada la bolsa de Nora sobre la cama de Sara, entre las tres iban a decidir como dar comienzo el plan de hoy para ellas.

Lara: Bueno, a ver, ¿cómo empezamos el plan? —Les pregunta a las dos.—

Sara: La verdad, no lo sé. Pero lo que decidáis está bien. —Responde con una sonrisita.—

Nora: Bueno, yo había pensado que podríamos ir de compras. —Responde.—

Lara: Empezamos mal... —Responde mostrando ninguna ilusión.—

Sara: —No pudo evitar reír por el ''entusiasmo'' que mostraba Lara.—

Nora: No, esas no. —Responde con una leve risita.— Me refería a que podríamos hacer compras de lo que nos apetece para esta noche. Por ejemplo: palomitas, snacks, alguna comida en concreto, también alguna película, o alguna serie. Ese tipo de cosas para compartir.

Sara: Me encanta la idea, suena genial. —Responde con ilusión junto con una sonrisa.—

Lara: Eso ya me gusta más. Porque puedo aguantar muchas cosas, pero ir de comprar para ropa porque sí me dan rabia. Lo digo porque las niñas ricas suelen ser así, y menos mal que tú no lo eres. —Le dice a la rubia.—

Nora: Algo que compartimos en común es que vemos un mundo más extenso que el resto de personas. —Le responde junto con una sonrisa.— Bueno, ¿vamos?

Sara: Tú nos guías, idea tuya, tu nos llevas. —Le dice junto con una leve risita.—

Lara: Exacto, y con nosotras eso es así. Así que piensa bien las ideas que vayas a dar. —Le dice junto con una sonrisita.—

Nora: Estupendo. Bien, seguidme entonces. —Les dice en un tono animado junto con una sonrisita, y empezó a dirigirse hacia la salida.—

Lara: No sé si fiarme, o tener miedo. —Le susurra a su hermana.—

Sara: —Al escucharla se rió lo más bajito que pudo, ya que no quería que su amiga les escuchara.—

Las tres se encontraban en un centro comercial, guiadas por Nora, como bien habían acordado antes.

Ya habían comprado comida para esta noche, y además de para el desayuno del día siguiente. Comida como snaks, helados, bebidas, palomitas, e ingredientes para hacer comida esta noche.

Pero ya que estaban, decidieron quedarse un rato más por si compraban algo más alguna película o alguna serie para ver entre todas.

Pues no, las chicas no tenían Netflix, y no era el fin del mundo para ninguna, de hecho ni lo necesitaban.

Cuando habían terminado de comprarse DVDs de sus series y películas favoritas, ya tenían lo suficiente para pasar el resto de la tarde, la noche y la mañana del día siguiente las tres juntas.

Ya de vuelta en el apartamento, entre las tres empezaban a decidir qué era lo siguiente que iban a hacer.

Lara: Bueno, ¿y ahora qué? ¿Por dónde empezamos? —Les pregunta a las dos.—

Sara: Yo estaba pensando en ver alguna de las pelis. ¿Y tú, Nora? —Le pregunta.—

Nora: Yo pensaba la misma opción. —Le responde.—

Lara: Vale, pues a ver... —De la bolsa en la que se encontraban las películas, las saca y las coloca sobre la mesa.— Bueno, pues, tenemos: Sherlock Holmes del año 2009, Rocky Balboa 3, y El caballero oscuro. No se nota nada cuál es la peli de cada una... —Comenta sarcástica, siendo evidente.—

Nora, Sara: —Ambas se rieron por el comentario de la pelirroja. Tenía razón, era más que evidente de la elección de cada una por las películas.—

Sara: Bueno, pues ya que Nora es la invitada, vamos a poner primero su película, la de Sherlock Holmes. ¿Os parece bien? —Les pregunta a las dos.—

Lara: Me parece más que justo. —Responde.—

Nora: Qué bien, genial. —Responde con ilusión.—

Lara: Vale, ¿y cuál será la segunda? —Le pregunta a su hermana.—

Sara, Lara: —Ambas se miraron entre ellas, y sabían que había una manera perfecta para solucionar el dilema. Ambas escondieron sus manos derecha tras la espalda, y a la vez dijeron ciertas palabras.— Piedra... Papel... Tijera... —Sacaron las manos, y ya se supo la ganadora. Sara había sacado piedra, mientras que Lara había sacado tijera.—

Lara: Mierda. —Refunfuña al haber perdido.—

Sara: Mira que lo sabía. Siempre sacas tijera, Lara. —Le dice mientras se reía, pareciéndole divertida su victoria.—

Lara: Pues perfectamente podrías sacar papel, y habría ganado. —Le responde refunfuñando ante su burla de sacar siempre las tijeras.—

Nora: En cierto modo tiene razón, Lara. —Le responde con una leve risita.—

Lara: Nora, te estás jugando el acabar en la calle. —Le responde incrédula cruzándose de brazos.—

Nora: —Se rió ante la advertencia de la pelirroja, la parecía divertida esa actitud de la pelirroja.— Está bien, ya paro.

Sara: Mientras Lara pone la película yo me encargo de las palomitas. —Concluye dirigiéndose hacia la cocina.—

Lara: Qué lista, escoges lo mejor. Espabilada me tenía que tocar la hermana... —Susurró sarcástica mientras preparaba el equipo para poner la película.—

Nora: —No pudo evitar reírse por el comentario de Lara. Tuvo que reírse con disimulo si no quería acabar en la calle, aunque obviamente no iba a ser así, pero por si acaso.—

Tras unos diez minutos, tanto la película como las palomitas y las bebidas para las tres ya estaban listas.

Se sentaron las tres en el mismo sofá frente a la tele, cada una con su bol de palomitas, y los pies sobre la mesa de café.

Durante la película, Nora era la que más la disfrutaba, ya que era su película favorita.

Sara también mostraba cierto interés por la película.

Pero Lara no hacía más que mirar su móvil de vez en cuando, no mostraba el mismo interés que Sara y Lara.

Cuando la película de Sherlock Holmes terminó, le llegó el turno a la película de El caballero oscuro.

Esta vez Lara se encargaba de preparar las bebidas, los snacks para picotear durante la película, y Sara se encargaba de ponerla.

Ya todo listo, le dieron al play a la película, e igual de cómodas que al principio, se pusieron a verla.

Lara mostraba algo más de interés por la película a comparación con la película anterior, Nora también mostraba estar enganchada, y no había duda de que Sara la disfrutaba un montón.

La sesión de películas termino cuando le llegó el turno a la película de Rocky Balboa 3.

Nora preparó un poco de helado para cada una, mientras que Lara ponía dicha película.

Mientras veían la película, las tres estaban igual que la anterior, pero la diferencia es que, quien más la disfrutaba era Lara.

Ya era plena noche en la ciudad, y eso quería decir una cosa:

Hora de cenar.

Entre las tres montaron una cena digna de un plan como el que era, y no, no hicieron pizzas.

Colaborando juntas, se hicieron entre ellas unos burritos caseros, con detalles personalizados en cuanto a los ingredientes y salsas para el burrito de cada una.

Y, además, hicieron unas patatas fritas al estilo McDonald's, pero caseras y hechas por ellas.

Como postre, Nora se preparó una manzana pelada y troceada, Sara se preparó un yogurt de fresa, y Lara un puddin.

Las tres se sentaron en la mesa de la cocina, y mientras cenaban juntas continuaban hablando de sus cosas.

Nora: ¿Os podéis creer qué nunca había comido tanto cómo hoy? Ni tantas palomitas, ni tantos snacks, ni tampoco esta pedazo de cena. —Comenta a las dos mientras continuaba cenando su burrito.—

Lara: ¿Nos estás llamando gordas? —Le pregunta aún con la boca un poco llena, frunciendo el ceño.—

Sara: —No pudo evitar reírse, pero a pesar de ser un poco tarde se aguantó la risa. No esperaba tal pregunta, y le pareció divertido a decir verdad.—

Nora: No, claro que no. —Responde junto con una leve risita.— Sólo digo que nunca había comido tanto en un solo día.

Sara: Ni nosotras tampoco, pero ya sabes lo que dicen: "por una vez" y "por el día que es", nos lo tomamos como un capricho. —Le responde con una pequeña sonrisita encogiéndose de hombros.—

Lara: Y, además de eso, yo creo que es porque eres una chica refinada. No sé cuál es el hábito en cuanto a las comidas en tu casa, pero da la sensación de que siempre sois muy refinados. No te ofendas, sólo digo.

Nora: Sí, bueno, a ver... Mis padres son distintos. Mi madre se crió en una familia rica, mientras que mí padre no tuvo esa suerte. Cuando se casaron, y nacimos yo y mi hermano, ambos querían criarnos como reyes, ya sabéis, porque no querían que nos faltara de nada. Pero después mí padre no estaba totalmente de acuerdo, así que decidieron criarnos a los tres combinando sus crianzas.

Sara: Vaya, ¿y cómo os las arregláis? Por curiosidad. —Le dice mostrando curiosidad.—

Nora: Mi madre nos ha tratado de acostumbrar a ser tan refinados como ella, y digo tratado porque a los tres no nos gusta ser así. Pero en cambio, a mí y a Alex sí que nos gusta vestir refinadas, no tanto, claro. —Ríe levemente.— Mí hermano en ese aspecto es como mi padre, Alex y yo como mí madre. Y así mismo es con casi todo.

Lara: Nosotras también hemos tenido algo similar con nuestros padres. Nuestra madre también venía de una familia rica, nuestro padre no, pero logró la riqueza con su dedicación a la arqueología. Y según nuestro padre, ella no tenía nada que ver con su familia. —Le responde tras acordarse de su madre.—

Sara: Él nos decía que ella era una mujer especial, a pesar de venir de una familia de ricos. Era muy bondadosa, sencilla, humilde, incluso generosa. Era la persona más maravillosa que la gente de riqueza nunca había llegado a ser. Según él, era la persona que le hacía bien al mundo. —Le responde pensativa, recordando todo lo que era su difunta madre.—

Nora: Me habría encantado conocerla. —Les responde en un cierto tono de lástima, pero mostrando una sonrisa de compasión.—

Sara: Sí, a nosotras también. Es decir, más de la que la pudimos conocer. Pero al menos la disfrutamos el tiempo que pudimos. —Concluyó con una pequeña sonrisita.—

Lara: Bueno, también hay que decir que era guapísima. Papá no fue tonto. —Comentó con una leve risita.—

Sara, Nora: —Ambas se rieron también del comentario de la pelirroja.—

Nora: Bueno, al menos pudo decir que era igual de bella por dentro. Eso no se puede decir de todo el mundo. —Les dice con una sonrisa.—

Sara: Eso es verdad. —Responde igual.—

Lara: Hoy en día no se puede decir eso de casi nadie. Pero nosotras somos una excepción. —Concluye indiferente y orgullosa.—

Nora: A decir verdad, nunca he tenido unas amigas como vosotras. De hecho, nunca he tenido muchas amigas. Y el estar con vosotras, es genial. Mola tener unas amigas como vosotras. —Les dice agradecida junto con una sonrisa sincera.—

Sara: ¿Sabes, Nora? Yo tampoco he tenido amistades, ya que estaba dentro de una red de la mafia. Y cuando mí vida es estupenda, tenemos a una amiga como tú. Así que digo lo mismo de ti. —Le responde junto con una gran sonrisa.—

Lara: La verdad es que, cuando nos conocimos en el Starbucks, pensé que no te vería de nuevo. Bueno, para serte sincera, Sara lanzó al aire ese típico "quién sabe", pero ya sabes cómo es ella. —Concluyó en un tono burlón.—

Sara: Hey. —Refunfuña junto con una risita.—

Nora: —Se ríe ante la burla de Lara hacia Sara.—

Lara: Y mírate, aquí estamos las tres. Y más contentas creo que no podemos estar. —Concluye junto con una sonrisa.—

Nora: Estoy de acuerdo. —Responde con la misma sonrisa.—

Sara: Lo mismo digo. —Sonríe contenta.—

Lara: Bueno, me gusta que charlemos, pero no me gusta que se me enfríe la comida. Así que mejor vamos a darle más boca a la comida. —Dice para enseguida continuar su burrito.—

Sara, Nora: —Ambas se miraron entre ellas, compartiendo una leve risita riéndose de la pelirroja. Pero tampoco se quedaron atrás y continuaron con sus burritos.—

Para volver a animar el ambiente, las tres optaron por hablar de lo bien que les salió el burrito a cada una.

Por supuesto recalcando lo bien que colaboraban hasta en la cocina.

Ya después de cenar, las tres trataron de decidir quién iba a dormir con quien y en qué habitación.

Y entre todas decidieron que querían dormir juntas, por no mencionar de que sería mucho más divertido.

Así que decidieron dormir las tres en la habitación de Lara.

Tuvieron que mover la mesita de noche para colocar junto a la cama de Lara el colchón que antes era de la cama del tío Phil.

Pensaron que podrían darle un buen uso, y después de comprobar que era realmente de utilidad no se arrepintieron de no haberse desecho del colchón.

Tras cinco minutos, la habitación de Lara estaba bien llena de la cama de la misma y del colchón.

Como una divertida prueba, Nora decidió ser la que iba a dormir en el colchón, mientras que las hermanas dormirán juntas en la cama de Lara.

Ninguna de las tres tenía sueño todavía, así que decidieron ponerse música de fondo, concretamente la canción de Ariana Grande Love Me Harder, mientras empezaban a hablar de, cómo no, cosas de chicas.

Lara: Bueno, hablemos de cosas interesantes: Hablemos de chicos. —Dijo con un tono juguetón.—

Sara: Oh, no, qué miedo. —Ríe levemente.—

Nora: Creo que no hay mucho de qué hablar, pero está bien. —Responde con una sonrisa.—

Lara: A ver, en caso de Sara y en el mío, está claro quién nos gusta, nuestros novios, evidentemente. Pero, ¿a ti te gusta algún chico, Nora? —Le pregunta con curiosidad.—

Nora: Nah, llevo un buen tiempo sin intención de sentir atracción por algún chico. —Le responde.—

Sara: Osea, ¿qué hace un tiempo sí? —Le pregunta llena de curiosidad.—

Lara: Desembucha, dale. —Le dice llena de curiosidad también.—

Nora: No hay mucho que contar, solo fue un chico que dejé hace unos años. —Responde pensativa, realmente no le apetecía mucho hablar sobre él, pero en cuanto vio a las chicas supo que lo tenía que contar.—

Sara, Lara: —Ambas se quedaron mirándola con una mirada de súplica.—

Nora: Vale, está bien. Pues simplemente fue un chico que conocí desde el colegio, en San Francisco. Se llamaba Charls, al principio simplemente lo conocía de la clase de siempre. Cada vez empezábamos a relacionarnos más, y después fue cuando de vez en cuando salíamos un rato por algún lado.

Lara: Vale, pero cuenta lo más interesante. —Le dice prestando total atención.—

Nora: Básicamente empezábamos a gustarnos, y pasados unos cuantos meses de conocernos, quisimos dar paso a una relación. La cuál duró unos diez meses.

Sara: Y, ¿qué pasó? —Le dice tratando de sonar respetuosa, no quería ofenderla por sonsacarle.—

Nora: A partir del octavo mes empezó a "manejar" nuestra relación de una manera que no podía aguantarlo. De repente quiso dejarlo, después de una semana quería que volviéramos, y así hasta "aparentemente" llegar a los diez meses de relación. Y puse fin a eso, por su culpa lo he estado pasando fatal, y necesitaba dejar de ser su juguete. —Concluye pensativa recordando aquella experiencia.—

Lara: Menudo idiota. ¿Le diste una paliza? Porque mínimo se merecía una patada en la entrepierna. —Le dice rabiosa por lo decepcionante que mostró ser el chico con Nora.—

Sara: —Ríe levemente pareciéndole un tanto gracioso lo que acababa de decir su hermana.—

Nora: No, pero debí haberlo hecho. La última vez que hablamos fue una seria despedida. Le dejé claro que no quería estar con él más, y me despedí de él porque pronto me iba a mudar, es decir, a esta ciudad. Y eso es todo. —Concluye con una sonrisita.—

Sara: Y, ¿has vuelto a verle desde entonces? —Le pregunta con curiosidad.—

Nora: No, y tampoco lo echo de menos. —Responde con una sonrisita.—

Lara: Mejor. Por cierto, una pregunta, ¿habéis...ya sabes? —Le pregunta con curiosidad, dándole leves codazos.—

Nora: No, bueno... una vez estuvimos casi a punto, pero no quise, no me sentía preparada. —Responde con cierta timidez.—

Sara: Oh, así que nunca lo has hecho. —Le dice.—

Nora: No, nunca. —Responde con timidez.— ¿Vosotras?

Lara: En absoluto. —Responde riéndose.—

Sara: Bueno, yo no hace mucho. —Responde junto con una tímida sonrisa.—

Nora: Genial por vosotras. En mi caso, decidí esperar a una relación estable, y con Charls ya comprobé que no. —Le responde.—

Lara: Bueno, sé que esperáis que os cuente alguna relación pasada, pero la verdad es que nunca tuve novio, hasta conocer a Raph. Todos los chicos de mi clase eran estúpidos, y los del insti entero, sin duda.

Nora: Doy fe de ello. —Riéndose mientras le respondía.—

Sara: Yo también contaría alguna relación anterior, pero estoy en la misma situación de Lara. No tuve pareja hasta estar con Leo. —Responde con una sonrisita embobada.—

Lara: Pues ya que estamos, hablemos de las tortugas. —Dice frotándose las manos, pues para ella era lo más interesante.—

Sara: Oh, eso sí es interesante. —Responde junto con una sonrisita.—

Lara: Uy, ya está, ya lo tengo. ¿Cuál sería la tortuga ideal para Nora? —Pregunta con curiosidad.—

Sara: Oh, buena pregunta. —Ríe levemente.—

Nora: ¿Qué? ¿Habláis en serio? —Les pregunta frunciendo el ceño, no se esperaba que la pelirroja preguntara tal cosa.—

Lara: Siempre vamos en serio, rubita. Venga, va, ¿cuál? —Pregunta llena de curiosidad.—

Sara: Leo y Raph desde luego que no. —Ríe levemente siendo evidente de que ambos no están disponibles.—

Lara: Nah, Raph no le pega nada, y Leo no sé qué decirte. —Dice lo último en un tono burlón.—

Sara: Leo es solo para mí, que quede claro. —Concluye junto con una sonrisita.—

Nora: Tranquila, todo tuyo. —Le responde junto con una leve risita.—

Lara: Hm... Nah, Mikey sí que no le pega nada. —Dice pensativa.—

Nora: Mikey es genial, pero es muy infantil, dudo mucho que pueda con ello en una relación. Aún así lo adoro como colega. —Dice encogiéndose de hombros junto con una sonrisita.—

Lara: Pues ya está claro quien. —Concluye junto con una sonrisita.—

Sara: Oh, vaya, vaya. —Comenta junto con una sonrisa acompañada de unos pequeños aplausos.—

Nora: ¿Quién? ¿Donnie? —Pregunta.—

Lara: Ajá, mira qué bien lo sabes. —Le dice juguetona.—

Nora: No, no, lo mencionaba por ser el restante. —Responde encogiéndose de hombros.—

Sara: Pues, la verdad, si lo pensáis...hacen buena pareja. —Dice pensativa junto con una sonrisa.—

Lara: Sí, y no por ser los cerebritos, que también. —Dice torciendo los labios a la vez que asentaba pensativa.—

Sara: ¿Qué dices de Donnie, Nora? —Le pregunta con curiosidad junto con una sonrisa.—

Nora: Bueno... Cierto es que ambos nos llevamos muy bien, tenemos algunas cosas en común, es un chico guay. Es mono, pero no sé, no me veo con él a decir verdad. —Concluye pensativa encogiéndose de hombros.—

Lara: Yo ahí veo algo. —Dice junto con una sonrisita.—

Sara: Sigo pensando que hacéis buena pareja. —Dice sonriendo ya de imaginarse a ambos como pareja.—

Nora: No sé vosotras, pero no me van los chicos...¿tortuga? ¿Mutantes? En fin, supongo que me entendéis. —Les dice encogiéndose de hombros.—

Lara: Nah, no son simples tortugas mutantes, cariño. —Le responde con una sonrisa orgullosa.—

Sara: Son mucho más de lo que ves a simple vista. Son como personas normales como nosotras, pero con su magnífica especialidad. Ya verás más allá de su mutación, creenos. —Le dice junto con una sonrisa.—

Nora: Sé que son especiales, no me cabe la menor duda. Simplemente, no me veo como estáis vosotras con Leo y Raph. No por nada, de verdad, solo... no me veo. —Les responde encogiéndose de hombros. Le costaba imaginarse hasta el punto de emparejarse con Donnie o Mikey.—

Lara: No lo voy a decir por insistir, pero el tiempo lo dirá. Además, yo digo lo mismo que Sara, haríais buena pareja. —Le dice seriamente.—

Nora: ¿En serio? ¿Vosotras creéis? —Les pregunta con curiosidad, en cierto modo le entraba curiosidad escuchar eso.—

Sara: Sí, además estoy segura que incluso le gustas. —Dice con una sonrisita, realmente pensaba que el de morado le gustaba Nora.—

Lara: No sé qué decirte. Donnie está pillado por April, todavía. La tía no hace más que jugar con él, no vale la pena que siga intentando conquistarla. —Dice seriamente. Pues se veía de lejos que la relación de ambos no irá más allá de la amistad.—

Sara: Sí, eso es cierto. —Asienta siendo consciente de lo que acababa de decir su hermana.—

Nora: La verdad es que no tenía idea a cerca de eso. Ni siquiera sabía que le gustaba April. —Dice con cierta incertidumbre, Donnie no le mencionó sobre su atracción por April en ningún momento.—

Lara: No puede ser que no lo sepas. —Le responde con sorpresa, no esperaba lo que acababa de decir Nora.—

Sara: ¿En serio no te lo ha dicho? ¿Ni te has dado cuenta? —Le pregunta frunciendo el ceño. Realmente era extraño que Nora no lo sepa hasta ahora.—

Nora: De verdad que no. Bueno, algo extraño notaba, pero pensé que simplemente era su rollo de amigos. —Responde encogiéndose de hombros.—

Lara: Realmente le gusta April, pero no entiendo cómo puede gustarle aún si ella no hace más que jugar con sus sentimientos. Me fastidia que haga eso. —Concluye seriamente cruzándose de brazos.—

Sara: Él siempre está ahí para ella, y realmente es adorable. No comprendo porqué juega con él de esa manera, cuando Donnie demuestra sus sentimientos. Supongo que al igual que los otros, Donnie es capaz de amar de verdad. —Dice reflexiva, pensando que los cuatro tienen una admirable capacidad para amar.—

Nora: —Tras escuchar lo que recién dijo Sara, no pudo evitar repetirlo en su mente. Le parecía curioso a la vez que le asombraba oír eso de Donatello. No dudaba de que era adorable y encantador, pero le sorprendió saber lo que hasta ahora desconocía.—

Lara: En fin, el tiempo sabrá qué hacer con esos dos. —Concluye con una pequeña reflexión, pues el tiempo dirá qué pasará con ellos.— Bueno, ¿vais teniendo sueño ya? —Les pregunta.—

Sara: No mucho. ¿Y tú, Nora? —Le pregunta con curiosidad.—

Nora: Igual, tampoco mucho. —Le responde.—

Lara: Muy bien. Entonces, ¿qué tal si contamos anécdotas? Para ir teniendo sueño, o más bien intentarlo. —Les dice encogiéndose de hombros.—

Nora: Me parece bien. —Le responde asintiendo la idea.—

Sara: Y a mi, pero ya sabes: Idea tuya, tú empiezas. —Le dice junto con una sonrisita.—

Lara: Vale, empiezo yo. Os contaré una anécdota con un chico que le gustaba en el instituto. —Decide pensativa, pensando en qué anécdota podría contar.—

Sara: Buena opción. —Responde junto con una leve risita.—

En lo que Lara contaba su anécdota, Sara y Nora le prestaban atención.

Las tres se reían cuando la pelirroja contaba parte de la anécdota que era para reírse, ya sea de la ridiculez o lo divertido.

Cuando acabó, la siguiente en contar una anécdota fue Sara. Optó por contar una la cuál se trataba de cuando estuvo retenida en la red mafiosa. Concretamente, cómo era su relación con algunos de los mafiosos.

Y cuando llegó el turno de Nora, contó una anécdota que trataba sobre su amistad con una buena amiga que conoció desde el colegio de San Francisco.

Con la cuál aún mantenía el contacto a través de Whatsapp.

Cuando se acabaron las anécdotas, las tres se dispusieron a dormir. No sin antes ir a lavarse los dientes juntas con unas buenas y agradables risas.

Una vez ya metidas en las camas, se dieron las buenas noches.

A la mañana siguiente, las tres se despertaron una tras otra.

Mientras que Nora decidió darse una ducha, Sara y Lara prepararon el desayuno, incluido el de la rubia.

Las tres desayunaron entre risas y sonrisas, pero sobre todo recordando el tan divertido y genial día que pasaron juntas ayer.

Y ambas coincidieron en que debían repetir, pero los padres de Nora la esperaban para comer. Y de todos modos, su madre la quería de vuelta a casa.

Así que un rato después del desayuno, le tocó a Nora recoger sus cosas, y volver a su casa.

Sara: ¿Segura qué no quieres que te acompañemos? —Le pregunta sujetando la puerta de entrada junto a su hermana.—

Nora: Os lo agradezco mucho, pero prefiero que mi madre no se acostumbre a que tenga que ir acompañada a todas partes. —Dice junto con una leve risita.—

Lara: Lo entiendo perfectamente. —Le responde.—

Sara: Bueno, entonces ve con cuidado. Y, ¿cuándo nos vemos? —Le pregunta.—

Nora: Mañana seguro. Por cierto, me ha encantado pasar el día con vosotras, ha sido genial. Me encantaría repetir pronto. —Les dice en un tono alegre junto con una sonrisa.—

Sara: Claro, cuando quieras. —Le responde junto con una sonrisa.—

Lara: Pero avisa con tiempo, y decidimos el día.

Nora: Vale. Hablamos luego por el grupo. Nos vemos. —Se despide junto con una sonrisa.—

Sara: Chao. —Se despide igual.—

Una vez que la rubia se metió en el ascensor, Lara cerró la puerta de la entrada del apartamento.

Ya seguras de que Nora se había marchado, ambas se miraron entre ellas, compartiendo el mismo pensamiento.

Lara: 40 pavos a que Nora y Donnie acaban juntos en cuatro meses. —Le dice junto con una sonrisita.—

Sara: Eso no se sabe... Y apuesto 50 a que serán seis, o seis y medio. —Le responde junto con una leve risita.—

Lara: Bueno, eso está por ver. —Le responde burlona con una sonrisita.—

Cada vez me cuesta más hacer los capítulos más cortos. 
Pero bueno, en un repaso de edición reduciré texto para acortarlo.

Y nunca me cansaré de decir que adoro concluir con una pequeña dosis de intriga. 😋

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro