Capítulo 64. Trabajo en equipo
La relación con Nora había mejorado mucho. Su amistad con Sara y Lara era bastante mejor antes de que conociera a las tortugas. Se podía decir que ya se trataba de una amistad de verdad.
Nora no les iba a traicionar delatando a las tortugas, pues se había establecido una plena confianza entre todos, y todos confiaban en ella, o al menos debían darle el voto de confianza.
Nora les invitaba a las chicas que se pasaran por su casa, para que sus padres pudieran conocer a sus nuevas amigas.
Les costó convencerlas, pero lo logró al cabo de haber pasado una semana desde que conoció a las tortugas, y su amistad con las chicas y con ellos se había establecido.
No lo pueden negar, se pasaron aquella ocasión un tanto nerviosas, ya que no era algo habitual para las chicas, aunque anteriormente sí que lo fue para Lara en sus tiempos en el instituto.
Al menos lograron lo más importante, caerles bien a su familia, cosa que les facilitaría mucho, pero que mucho las cosas.
A lo largo de estos días atrás, Nora estaba pasando más tiempo con las chicas, y desde luego también con las tortugas.
Incluso ha ido conociendo la historia de las tortugas y Splinter, y más sobre ellos. Lo que ayudaría a Nora a conocer aún mejor a sus nuevos amigos.
Roth y Splinter tenían una buena impresión de la joven, sabían que no tenían nada que temer cuando las chicas y las tortugas confiaban en ella. Y más cuando poco a poco han ido conociendo un poco más a la chica.
El día de hoy parecía ser uno cualquiera en la guarida, pero, así era, parecía serlo.
Las tres chicas entraron al laboratorio, y no pudieron evitar quedarse mirando a aquel contenedor de basura, con una pequeña expresión de sorpresa, pero una expresión mayor de repugnancia.
Sara: ¿De qué va esto, chicos? —Pregunta con curiosidad, a la vez que con cierta confusión.—
Leo: Tenemos que infiltrarnos en la guarida de Sheredder, y a Donnie no se le ocurre otra cosa que inventar ese basurero. —Le responde seriamente con incredulidad, le parecía totalmente absurdo.—
Lara: Madre mía, Donnie, cada vez caes más bajo. —Dice sarcástica e indiferente, pareciéndole el peor invento y el más absurdo.—
Raph: —No pudo evitar reírse por el comentario de su novia. Como siempre, con la cariñosa intención de burla hacia Donnie.—
Nora: Así que, ¿has inventado un basurero, Donnie? ¿Es una broma? —Preguntó ladeando la cabeza frunciendo el ceño, pareciéndole el invento más extraño de los pocos que ha visto.—
Donnie: El motivo es porque esta ocasión lo requiere, si no fuera por eso, sería un invento totalmente diferente. —Concluye indiferente sintiéndose orgulloso de sí mismo. Además de con la intención de darle esquinazo a las burlas y lo absurdo de la situación.—
Sara: Vais a la carga de nuevo, ¿eh? —Le pregunta en un tono serio.—
Leo: El plan es infiltrarnos, pero si se presenta la ocasión en la que tengamos que luchar, lo haremos. —Concluye seriamente.—
Lara: Vais a ir a una fiesta, ¿y no podemos ir nosotras? ¿De qué vais? —Pregunta incrédula cruzándose de brazos, mostrando frustración.—
Raph: Ya sabéis lo que hay, lo siento. —Le responde ciertamente lamentando la frustración de su novia, pero se trataba del propio bien de ellas.—
Sara: Podemos ayudar, sé que no quieres, pero podemos ir a ayudar. —Le dice mostrando preocupación por la situación.—
Leo: Sara, ya lo hemos hablado. Sé que queréis acompañarnos y ayudarnos en nuestras misiones. Pero son varias las veces que Shredder os ha visto con nosotros. No vamos a permitir que estéis en peligro, ¿lo entiendes? —Le pregunta seriamente.—
Sara: Sí, entiendo. —Responde razonable, aunque bajando la mirada frustrada. Comprende perfectamente los motivos, pero era algo que inevitablemente le frustraba, al igual que a su hermana desde luego.—
Lara: Esto es un asco, intrépido. —Le responde refunfuñando.—
Nora: Vamos, ¿de qué os quejáis? ¿Es que queréis que vayan por vosotras? —Pregunta con confusión encogiéndose de hombros.—
Lara: Oye, novata, tu solo te limitas a ''tu rollo de detective''. Pero nosotras nos dedicamos al rollo de dar puñetazos, y aquí llevamos como poco más de un mes tocándonos las narices. —Responde incrédula mostrando la frustración que sentía.—
Mikey: ¿Y qué hay de los entrenamientos? Por las tardes siempre estás entrenando. —Le responde encogiéndose de hombros. Al menos algunos puñetazos sí que daban, pensaba Mikey.—
Lara: —Lo miró con una cara incrédula frunciendo el ceño. Ya con la mirada preguntándole discretamente un ¿en serio?—
Leo: No vais a venir a nuestras misiones, y no hay más que hablar. —Concluye seriamente.—
Sara, Lara: —Las dos soltaron un pesado suspiro de frustración. Echaban de menos la acción, y llevaban tiempo queriendo formar parte de alguna de las misiones de las tortugas. Entendían el motivo, era justificable. Pero querían volver a la acción, lo necesitaban.—
Nora: —Se quedó callada, más que nada porque no había nada que decir. Entendían a las chicas, más o menos, pero la decisión del líder era lo más inteligente y beneficioso para todos.—
Raph: Tampoco os vais a perder nada esta vez. Solo vamos a entrar y salir. —Dice restándole importancia, tratando de animar a las chicas.—
Lara: Lo que sea... —Responde incrédula encogiéndose de hombros.—
Leo: Bien, ya va siendo hora de irnos. Donnie, prepara ese... trasto. —Le dice a su hermano refiriéndose el nuevo invento que había creado para la misión.—
Donnie: Enseguida. —Responde dispuesto a poner en marcha su invento.—
Nora: Oye, Donnie, ¿te importaría prestarme tu ordenador portátil? Es para investigar una cosa. —Le pide de manera sutil, pues no le agradaba pedir cosas que no eran suyas, pero tampoco quería abusar de la confianza.—
Donnie: Claro, está en ese escritorio. Lo tienes para lo que necesites. —Le dice con una sonrisa.—
Nora: Genial, gracias. —Le agradece devolviendo la sonrisa, y se acerca al escritorio que estaba justo al lado en el mismo laboratorio.—
Sara: Bueno, pues nada, aquí estamos... —Comenta con cierta frustración.—
Leo: Te lo compensaré. —Le responde sintiéndose mal por la frustración de su novia, pero no podía permitir ponerla a ella y a Lara en peligro. Como muestra de cariño le acarició la mejilla mientras le depositó un corto beso en sus labios.—
Sara: —Corresponde aquel dulce y tierno beso por parte de su novio. Cuando se separaron se dedicaron una dulce sonrisita, pero ella no pudo evitar mirarlo con preocupación, al igual que la manera en que le responde.— Tened cuidado.
Leo: No te preocupes, estaremos bien. —Le responde con una sonrisa.—
Lara: Tu ahórrate el besito de consolación. —Le dice sarcástica a su novio.—
Raph: Vamos, Lara, nos entiendes, ¿verdad que sí? —La abraza por la cintura dándole un beso en la mejilla.—
Lara: Claro, claro qué sí. Lo extraño es que debería estar acostumbrada. —Se escapa de aquel abrazo y sale del laboratorio, mostrándose molesta e irritada.—
Nora: Vaya, no la había visto así hasta ahora. —Comenta al verla irse estando sentada en la silla del escritorio.—
Mikey: Acostúmbrate. —Le responde burlón sin poder evitar reírse.—
Sara: Se le pasará, ya sabes cómo es. —Le dice a Raph encogiéndose de hombros.—
Raph: Lo sé... —Responde soltando un suspiro de preocupación.—
Donnie: Todo listo, chicos. Cuida bien de mi ordenador portátil, Nora. —Le dice junto con una sonrisita.—
Nora: No hay problema, vosotros tened cuidado ahí fuera. —Le responde con una sonrisa.—
Donnie: Tranquila, estaremos aquí tan pronto como pestañees. —Le responde dedicándole una sonrisa acompañada de su dedo pulgar levantado.—
Los chicos no perdieron más tiempo, se montaron en el basurero de Donatello, y pusieron su misión en marcha.
❇
Las chicas encontraban en el salón, Nora se llevó el ordenador portátil de Donatello para estar con ellas. Sara estaba totalmente calmada, aunque si preocupada por cómo les irá a los chicos. En cambio, Lara aún estaba un tanto mosqueada.
Nora: No quiero meterme demasiado, pero tenéis que entender a los chicos, tienen toda la razón. No tenéis idea del peligro que correréis si a esa gente se le ocurre ir por vosotras. —Les dice mostrando cierta preocupación por ellas.—
Sara: Somos conscientes, pero nuestra intención es ayudarles, tratar de facilitarles las cosas aunque sea lo más mínimo. —Le responde reflexiva, pensativa en la situación.—
Lara: Lo entendemos, y lo agradecemos, ¿vale? Pero, el que no nos permitan ir a una de sus misiones, alguna que no sea ni la más mínima de arriesgada, es que ni eso. Esto es así desde hace tiempo, y nos tiene un poco cansadas, nos entiendas o no. —Le responde.—
Nora: Sé que no estoy en esto el mismo tiempo que vosotras, pero, cuando rescaté a mi hermana con Donnie, sentí un chute de adrenalina que no había sentido jamás. Así que, os comprendo, pero ellos siguen teniendo la razón. —Les dice a ambas, mostrándoles que les comprendía, pero las tortugas tenían toda la razón.—
Sara: Te lo agradecemos, Nora. Y sí, sabemos del chute de adrenalina del que hablas. Eso es precisamente de lo que llevamos un tiempo sin sentir. No es que sea necesario, pero fuimos casi igual de entrenadas que ellos, y nos decepciona un poco que no nos permitan ayudar.
Lara: Claro que tienen razón, pero me empiezo a sentir como una inútil, y eso me mosquea. —Dice soltando un suspiro de frustración.—
Nora: Aún así, Lara, has sido un poco dura con Raph. Solo ponte en su lugar, yo haría lo mismo, y tu seguro que también. Mis padres hacen lo mismo con nosotros, y solamente podemos agradecérselo. El que te protejan así es mucho, y más en esta ciudad. —Les dice a ambas mostrándose reflexiva.—
Lara: —Soltó un pesado suspiro, tenía claro de que fue dura con Raphael. Pensar en ello le hacía sentir mal, se estaba arrepintiendo de aquella actitud de adolescente cabreada. Se abrazó las piernas, colocando la barbilla sobre las rodillas, y se quedó mirando a la nada.—
Sara: Sabes que lo entiende, Lara. Pero yo tampoco puedo evitar preocuparme por ellos. Es por eso que siempre acaba pasando lo mismo. —Acaricia el hombro de su hermana tratando de reconfortarla.—
Nora: Si os soy sincera, no le he agradecido a Donnie el haber rescatado a mi hermana. Y llevo unos días reflexionando, y se lo quiero agradecer en cuanto vuelvan. —Les admite un tanto desanimada.—
Sara: Nunca es tarde. Además, Donnie y tu os lleváis bastante bien. —Le responde con una sonrisa.—
Nora: Sí, bueno, eso creo. Soy demasiado seria y reacia a en cuanto a dar las gracias. —Le responde encogiéndose de hombros, y volvía a dirigir la vista al ordenador.—
Sara: Suele pasar, pero no te preocupes, Donnie y tu tenéis buen rollo, y eso es genial. —Le responde.—
Nora: Sí, bueno, aún soy nueva aquí. Pero creo que tienes razón. —Le devuelve una amable sonrisa.—
Sara: —El sonido de su móvil interrumpió el momento. Sacó el móvil del bolsillo, y en la pantalla vio que Leo la estaba llamando. Sin tardar contestó la llamada.—
Leo: Sara, estáis aún en la guarida, ¿verdad?
Sara: Sí, seguimos aquí. ¿Va todo bien?
Leo: Han herido a Raph. Estamos regresando a la guarida, preparad lo necesario.
En ese momento Sara se había quedado congelada. No esperaba oír esas desafortunadas noticias de Raph. Pero pensó que Leo hizo bien en avisarles.
Sara: De acuerdo, ya mismo prepararemos lo que necesite.
Leo: Bien. April va de camino a la guarida, nos veremos enseguida.
Sara: Está bien, tened cuidado en el camino.
Leo: Tranquila, estamos cerca. Ya nos vemos.
La llamada se cortó. Nora y Lara estaban atendiendo a Sara esperando a que les dijera lo que le habían comunicado. Nada agradable deducían por el rostro de Sara.
Sara: Han herido a Raph durante la misión. —Les hizo saber con angustia y preocupación, y con aún más hacia su hermana.—
Lara: —Su reacción fue un cierto sobresalto, y la cara totalmente plasmada de angustia, mostrándose invadida de preocupación. Ahora sí se sentía realmente mal por su actitud con él antes.—
Nora: Iré a decírselo a Splinter. —Dejó el ordenador portátil de Donnie sobre el asiento, y fue corriendo hacia el dojo.—
Sara: —Se acercó a su hermana para tratar de reconfortarla.— Lara, no es tu culpa. No es la primera vez que les pasa a uno de ellos, o a los cuatro. No será nada. —Le dice acariciando su brazo tratando de animarla.—
Lara: ¿Y tenía que ser él justamente hoy? —Pregunta incrédula, soltando un suspiro de preocupación. Sara tenía razón, no es la primer vez que se veían en una situación así. Pero esta vez no podía sentirse de otra manera.—
Sara: Vamos a preparar lo que necesita. —Concluyó sujetándola de la mano para llevársela consigo, y rápidamente preparar lo necesario para atender a Raphael.—
Splinter fue avisado por Nora, y las dos hermanas ya estaban preparando lo necesario para ayudar a Raphael. En ese momento, April apareció por la guarida.
Las tortugas al fin llegaron, y cuando se reunieron con los demás, Raph se presentó cojeando del tobillo izquierdo. Indudablemente, la primera en acercarse corriendo fue Lara.
Raph: Me alegra de que no estuvieras ahí para ver como un rinoceronte me vuela por los aires. —Le dice sarcástico dando validez de ello junto con un quejido del dolor que sintió de recordarlo.—
Lara: Cállate. —Le dio un pequeño abrazo, puesto que no quería hacerle más daño del que ya traía consigo.— Anda, siéntate y deja que te ayude. —Se separa con sutileza, y le dice mirándolo con la preocupación que sentía reflejada en su rostro.—
El ambiente se calmó un poco cuando Lara se dispuso a vendarle el tobillo a Raphael.
Leo, Donnie y Mikey estaban sentados, y el segundo mencionado quejándose de dolores de cabeza.
Sara se encontraba sentada junto a su novio, mostrándose preocupada por el fracaso de su misión, y el que Leonardo se encontrara cabizbajo y pensativo.
Mientras, April le colocó a Donnie una bolsita de hielo sobre la cabeza, y al lado de este se sentó Nora. Quien también se mostraba preocupada por Donatello.
Lara terminó de vendar el tobillo de su novio, y lo miró para tener que decirle algo que sabía que no le iba a gustar.
Justo después, apareció Splinter para comunicarles a sus hijos que no habrán más misiones hasta que Raphael se recupere.
Obviamente a los chicos no les gustó oír eso, pero Splinter puso punto y final a la discusión.
Raph: Lo siento, chicos. —Lamentó decepcionado y frustrado por las órdenes de Splinter.—
Leo: —Deja la mano sobre su hombro tratando de reconfortarlo.— No te preocupes, Raph. No podemos confiar en la tecnología para entrar ahí.
Sara, Lara, Nora: —Las tres al escuchar a Leo no pudieron evitar prestarle atención ante lo que estaba diciendo.—
Donnie: Entonces, ¿qué propones tú? —Le pregunta.—
Leo: Éramos demasiados. Tengo que ir sólo, sin tecnologías. Solo. —Concluye seriamente alejándose de ellos.—
Donnie: ¿Solo? —Preguntó ante la conclusión del líder.—
Sara: —Mirando a su novio empezó a sentir la angustia y la preocupación al escuchar su plan. Se levantó y fue tras él para detenerlo sujetándolo del brazo.— ¿A caso te has vuelto loco? ¿Cómo que irás tú solo?
Leo: Sara, esto solo puede salir bien de una manera, y estoy dispuesto a ir. —Le responde seriamente.—
Sara: Pero, ¿por qué tu? ¿Por qué tienes que ser tú quien se arriesgue? Deja que vaya contigo, no quiero que vayas tú solo. —Le dice mostrándose preocupada.—
Leo: Ni hablar, tú te quedas aquí. No pienso ponerte en riesgo solo para acompañarme. —Le responde seriamente. No estaba dispuesto a poner a su novia en peligro.—
Sara: No quiero que vayas tú solo, allí... —Le dice preocupada, mirándolo con una expresión desanimada.—
Leo: Lo sé, tampoco estoy encantado con la idea. Pero no hay otra, y no me echaré atrás.
Sara: Mira, entiendo que lo hagas por ayudar a Splinter y a su hija, y tu disposición es fascinante. Pero, lo que no quiero es que te ocurra nada, y que tengas a alguien para ayudarte. —Le responde preocupada, acariciando su mejilla con cariño, mientras lo miraba a los ojos.—
Leo: —Soltó un suspiro, comprendiendo y conmovido por la preocupación de su novia. Sujetó con suavidad su mano y la miró también a los ojos.— Estaré bien, confía en mí.
Sara: Deja que vaya contigo, y si las cosas se ponen feas, me iré. Por favor. —Le pide mostrándose completamente preocupada. Claro que lo entendía, pero el pensar de que irá él solo a la boca del lobo la dejaba inquieta.—
Leo: Lo siento, Sara. Pero al igual qué tú, yo también estoy intentando protegerte. —Le acaricia la mejilla con cariño y deposita un beso en sus labios.—
Sara: —Corresponde el beso y sujeta su mano suavemente.—
Leo: —Se separó son sutileza de sus labios, y le dedicó una de esas sonrisas que tanto le gustaban a ella. Sintiéndose un tanto mal, se retiró dejándola atrás.—
Sara: —Soltó un pesado suspiro lleno de angustia, mirándolo llena de preocupación. No dudaba de él, en absoluto. Pero le inquietaba por completo el plan del líder, no podía evitarlo.—
❇
La noche se hizo presente en la cuidad.
Y Leonardo no se iba a quedar quieto.
Se encontraba acostado en la cama junto a Sara, aparentemente dormida.
La abrazó por la espalda, y le depositó un cálido beso en su mejilla. Con suavidad se levantó de la cama, y salió de su habitación.
Sara no tardó en darse cuenta de la ausencia de Leonardo. Pasó la mano por el lado donde suele estar su novio, pero no se equivocaba, se había ido.
Sabía que no podía detenerlo, pero aún así se levantó, y sigilosamente salió de la habitación.
Aún no había salido del pasillo de las habitaciones, y pudo ver a Leonardo vestido con su traje del plano espiritual, saliendo con cautela de la guarida.
Llena de preocupación caminaba hacia él, manteniendo el sigilo.
Pero por sorpresa, se topó con Mikey, quien se encontraba en la cocina comiendo una porción de pizza.
Al igual que Sara, Mikey miraba irse a su hermano con la misma mirada de preocupación.
Y dada la situación, ambos pensaban exactamente lo mismo en ese momento.
Sara: Estás pensando lo mismo que yo, ¿no? —Le pregunta ladeando la cabeza.—
Mikey: Sabes que sí, hermana. —Le responde con una de sus sonrisas.—
Sara: Iría yo también, pero sólo te estaría retrasando. Tened cuidado, y cuida de él por mí, ¿vale? —Le pide preocupada junto con una sonrisa.—
Mikey: No problemo. —Le responde asintiendo con una sonrisa. Por supuesto, terminó de comerse la porción de pizza que había empezado, y se fue tras su hermano.—
Sara: Genial, esta noche no duermo... —Susurró soltando un suspiro de frustración, y volvió a la habitación.—
Por mucho que Sara tratara de que se mantuviera la calma en la guarida, todos se acabaron enterando de la ausencia de Leo y Mikey.
Pero la situación empeoró cuando un enorme mutante con un raro parecido a Shredder se alzó, y empezó a aterrorizar la ciudad.
Todos lo estaban viendo en las noticias de la tele, hasta Nora se percató de ello. Llamó a Sara para preguntarle si sabía de lo que estaba ocurriendo.
Nora: Sara, ¿qué está pasando? ¿Es cosa vuestra?
Sara: No, todos estamos aquí, en la guarida. Excepto Leo y Mikey. Probablemente ellos tengan que ver.
Nora: ¿Habéis visto a ese mutante? ¡Es enorme! Leo y Mikey necesitarán ayuda.
Sara: Estamos en ello, todos vamos a ir a ayudar.
Nora: Bien, pues guardad sitio para una más. Voy para allá.
Sara: ¿Estás segura? No queremos que te pongas en peligro.
Nora: No decidí ser una más por nada. Nos vemos enseguida.
La llamada se cortó, y todos se iban a poner en marcha una vez que Splinter les concedió el permiso de intervenir.
Las tortugas junto a April y Casey iban a intervenir montados en el "Tortugameca".
Mientras que Sara iría junto a Lara montadas en la moto de la pelirroja.
❇
El caos se adueñaba de las calles, a cada paso que el Mega Shredder daba.
Pero Leo y Mikey estaban dispuestos a detenerle.
Sara y Lara llegaron al lugar donde se encontraba el Mega Shredder, sin bajarse de la moto se detuvieron quedándose boquiabiertas del tamaño que tenía aquel monstruoso mutante.
Lara: Madre mía... —Susurró mirando sorprendida de arriba abajo al enorme mutante.—
Sara: Es enorme... —Susurró igual que su hermana.—
Nora: ¡Chicas, aquí! —Exclamó a las chicas, tratando de que la encontraran escondida detrás de un coche.—
Lara, Sara: —Al escucharla la localizaron, y Sara se bajó de la moto para reunirse con ella.—
Sara: Nora, ¿estás bien? —Le pregunta escondiéndose junto a ella.—
Nora: Sí, pero Leo y Mikey están en un apuro. —Le responde preocupada, y dirigió la vista hacia los mencionados.—
Sara: Vamos a intentar ayudarles. —Se reunió de vuelta con Lara, y la rubia la siguió.—
Las chicas iban a intervenir a ayudar, pero la situación iba a peor.
El Mega Shredder atrapó a Mikey, y se lo tragó.
Las chicas se sorprendieron llevándose la mano a la boca, quedándose angustiadas con lo que acababan de ver.
En ese momento, Leonardo estalló, y se enfrentó al mutante. Las chicas lo veían sorprendidas, sobre todo Sara. Se quedó admirando a su novio, nunca dejaba de sorprenderla.
Pero la cosa se vio más agónica cuando el Mega Shredder había atrapado a Leonardo, y trataba de hacer lo mismo que a Mikey.
Lara: Vamos a darle de comer a ese bicho. —Aún montada en la moto sacó sus pistolas y las recargó preparándose para disparar.—
Nora: Bien dicho. —Junto a las chicas se dispuso a colaborar en la ayuda. Sacó la pistola de su padre, la cual había dejado en su sitio, pero la volvió a coger para la ocasión.—
Lara: Oye, rubita, aquí la de las pistolas soy yo, no te confundas. —Le dice incrédula sin dejar de apuntar al mutante.—
Sara: ¡Leo! —Exclamó apurada y angustiada, sacando su espada preparada para intervenir.—
Lara: —Al igual que Nora empezó a disparar al Mega Shredder. Parecía no hacerle gran cosa al mutante, pero lograron distraerlo.—
Gracias a los disparos de Lara y Nora, habían detenido al Mega Shredder justo cuando iba a tragarse a Leo como había hecho con Mikey.
Leo reaccionó con sorpresa al ver a las chicas disparar al mutante, tratando de ayudarle en el apuro en que se veía envuelto.
Justo en ese momento, se causó una explosión justo detrás del Mega Shredder, obligándole a soltar a Leonardo.
El líder aterrizó justo delante de las chicas en la carretera.
Sara: Leo. —Guardó la espada y se arrodilló junto a él. Mostrándose preocupada lo revisa de arriba abajo asegurándose de que no estaba herido.— ¿Estás bien?
Leo: —La miró con cierta sorpresa, no se esperaba ver a las tres interviniendo en la situación.— Sara, ¿qué estáis haciendo aquí?
Lara: Oye, no seas desagradecido, intrépido. Encima de que te hemos salvado el caparazón de ese bicho. —Le dice incrédula guardando sus armas.—
Nora: Esperad, ¿esos son los demás? —Señala preguntando lo que estaba viendo justo detrás del mutante.—
Lara: —Dirigió la vista hacia donde había indicado la rubia.— Vaya, vaya...
Sara, Leo: —Sorprendidos dirigieron la vista hacia lo que había detrás del Mega Shredder.—
Sí, se trataba de Raph, Donnie, April y Casey montados en el Tortugameca.
Los cuatro estaban en marcha dentro del meca, interviniendo en la apurada situación.
Pero el Mega Shredder no se rendía.
Se puso en pie de nuevo, y dirigió la vista hacia las chicas y Leo.
Y estaba dispuesto a atacarles.
Lara: Agh, mierda... —Susurró apurada cuando el mutante se disponía a pisotearles.—
Nora: ¡Arranca, Lara! —Exclamó apurada montándose en la moto detrás de Lara.—
Lara: —Sin tardar ni un segundo más arrancó la moto, y dio media vuelta para alejarse de ahí.—
Sara: —Reaccionó apurada ante el ataque que estaba a punto de realizar aquel mutante.—
Leo: —Sacó el garfio de agarre rápidamente, y abrazó a Sara por la cintura justo cuando disparó el artilugio, y justo a tiempo los alejó sacándolos del apuro.—
Quienes se encontraban en el Tortuga meca volvieron a atacar al Mega Shredder con otro bidón explosivo.
Lara y Nora se pusieron a salvo alejadas del mutante, mientras que Leo y Sara estaban en una azotea, viendo lo que estaba sucediendo.
Leo: —Su rostro cambió a una expresión entristecida, y fijó la vista en el garfio de Mikey. Lamentándose de lo que desafortunadamente le ha ocurrido minutos antes.—
Sara: —Mirando apurada al Mega Shredder luchar contra los demás en el Tortuga meca.— ¿Y ahora qué? ¿Cómo vamos a parar a ese monstruo?
Leo: Lo detendremos, pero vosotras tres tenéis que iros de aquí. —Le responde seriamente.—
Sara: No, no podemos irnos. Necesitáis más ayuda, Leo. Aunque sea un pequeño empujón, pero tenemos que intervenir, quieras o no. —Le responde mostrándose igual que él. Entendía que se lo ordenaba por que se mantuvieran a salvo. Pero en esta ocasión necesitaban el más mínimo empujón.—
Leo: Pero esa cosa es enorme, fácilmente podría haceros daño. —Le contradice seriamente, pero mostrándose preocupado tanto por su novia como por Lara y Nora.—
Sara: Se supone que estamos a la altura, ¿no crees? —Le pregunta frunciendo el ceño, dejando claro que ellas también podían contra ese mutante.—
Leo: —Se quedó mirándola pensativo en la pregunta. No tenía duda de que no están a la altura, pero igualmente, no quería que corrieran peligro. Justo en ese momento, abrazó a su novia tratando de protegerla cuando el Mega Shredder lanzó al Tortuga meca contra el edificio donde se encontraban.—
Sara, Leo: —Ambos se separaron sutilmente cuando el mutante había atrapado al Tortuga meca. Estaban viendo con apuro el aprieto en el que se encontraban quienes estaban en el meca.—
Los del meca se libraron cuando le llenaron la boca de fuego al mutante. Este lanzó el Tortuga meca, provocándoles un para nada agradable aterrizaje contra el suelo.
Necesitaban ayuda, y no se podía negar.
Sara: Leo, nos necesitan. —Le dice seriamente, mirándolo con una expresión preocupada.—
Leo: —No quería, realmente no quería que las chicas estuvieran interviniendo en la situación, y acabaran mal. Pero confiaba en ellas, y no dudaba de que serían de gran ayuda.— Mantened la distancia, no os acerquéis demasiado a el.
Sara: —Sonrió cuando él líder aceptó al fin la ayuda. Le depositó un cálido beso en sus labios, y al separarse bajó de la azotea.—
Leo: —No pudo evitar sonreír embobado por aquel beso. Pero tenía que centrarse en la situación. Volvió a darle uso al garfio de agarre, y se columpió didigiéndose hacia el mutante.—
Sara se reunió con Lara y Nora, quienes estaban cerca pero lejos del Mega Shredder.
Sara: Lo siento, Nora, pero necesito intercambiar el asiento. —Le dice con una pequeña sonrisa.—
Nora: Todo tuyo. —Se salió de la moto prestándole el asiento de detrás de Lara para Sara.—
Lara: ¿Vas a decir lo que planeas, o qué? —Le pregunta a Sara.—
Sara: —Se montó en la moto detrás de ella, y una vez que estaba bien montada sacó su espada.— Trabajo en equipo. Nora, tu mantente escondida, y si da la ocasión, súmate a los disparos. —Le dice junto con una sonrisita.—
Nora: Hecho. —Le responde devolviéndole una sonrisita.—
Sara: Bien, Lara, vayamos a la acción. —Le dice a su hermana estando preparada.—
Lara: Al fin. —Celebra y arranca la moto.—
Las dos hermanas se dirigieron al Mega Shredder. Mientras conduce, la pelirroja disparaba al mutante con una de sus pistolas. Al mismo tiempo que Sara lo atacaba con la espada, brindándole cortes en sus piernas. Nora no se quedaba atrás, y disparaba al mutante.
Parecía que no, pero era notoria la ayuda de las tres. Lograban ralentizar al mutante, y eso era una ventaja de la que debían aprovechar. Y para mejorar la situación, Mikey reapareció en escena, y con su ataque logró herir más al mutante.
Costó bastante neutralizarlo, pero los del Tortuga meca lanzaron el último ataque, lanzando otro de los bidones explosivos en la boca del mutante. Y como era de esperar, el mutante explotó.
Todos celebraron merecidamente la victoria. La situación fue de los más apurada y complicada, pero lograron salir victoriosos.
❇
Todos estaban en la guarida, y además de estar contentos, se mostraron orgullosos con las chicas.
Raph: Era de esperar, pero las chicas nos han sorprendido con su ayuda. —Dice orgulloso de las chicas.—
Lara: Tú lo has dicho, era de esperar. —Responde indiferente mostrándose orgullosa.—
Raph: No seas tan presumida. —Le dice burlón. La rodea con los brazos y la alza achuchándola.—
Lara: ¡Hey! —Riéndose lo abrazó como podía.—
Leo: Pero no hay que olvidarnos de Nora. Has estado genial para ser tu primera vez. —Le dice a la rubia orgulloso.—
Sara: Sí, totalmente cierto. —Responde orgullosa abrazando a la rubia con el brazo por detrás de los hombros.—
Nora: No es nada. chicos. Aunque sin duda debo mejorar. —Responde rascándose la nuca.—
Donnie: Bueno, es obvio, eres una novata. Pero has estado genial, aunque eso lo tengo comprobado. —Le dice en forma de cumplido junto con una sonrisa.—
Nora: Te lo agradezco, Donnie. —Le agradece con una sincera sonrisa.—
Leo: No se puede contigo, tienes que desobedecerme tu también. —Le dice burlón a su novia junto con una sonrisita.—
Sara: Esta ocasión lo requería. Además, te gusta demasiado que te obedezca, por una vez está bien. —Le responde en un tono coqueta y lo abraza por el cuello.—
Leo: Creo que voy a tener que darte un par de lecciones. —Le responde coqueto abrazándola por la cintura.—
Lara: Oye, calenturientos, aquí no. —Interviene diciéndoles burlona.—
Nora: Por cierto, chicas. Por toda la reciente situación no he podido avisaros de algo que considero que es importante. —Les dice a las chicas seriamente.—
Sara: ¿De qué se trata, Nora? —Le pregunta con curiosidad.—
Nora: Bueno, antes, en el ordenador portátil de Donnie, he estado investigando los últimos movimientos de los miembros de la mafia con la que os habéis enfrentado en este tiempo. Y, he visto que uno de ellos está activo, robando bancos. —Seriamente les informa.—
Lara: ¿De quién se trata? —Le pregunta seriamente.—
Nora: De un tipo llamado Jack, junto con su banda. —Responde seriamente.—
Sara, Lara: —Ambas se miraron entre ellas, con una ligera expresión de sorpresa.—
Leo, Raph, Donnie, Mikey: —Los cuatro también se miraron entre ellos igual que las chicas, pues sabían de quien se trataba.—
Lara: Bien, apúntalo en la lista de ''pringado que tenemos que detener''. —Se frota ambas manos con una sonrisa pícara.—
Sara: —Dirigió la vista hacia su novio con una sonrisita que insinuaba un ¿qué dices ahora?—
Leo: —Se percató de aquella sonrisa, y resignado soltó un pequeño suspiro.— Está bien, pero no lo haréis solas, y es en serio.
Raph: No sois las únicas que tenéis ganas de darle una paliza, por los recuerdos. —Se frota las manos igual que su novia.—
❇
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro