-Chicos, Fred y yo nos iremos dos meses a nuestra luna de miel.-Anunció la rubia.

-A partir de ahora.-Murmuró el pelirrojo.

Todos asintieron.

Uno a uno se fueron despidiendo, GoGo no se dejó abrazar.

-Por favor no hagas nada alocado en mi ausencia.-Le rogó Honey a su amiga.

-No lo pensaría.-Respondió la pelinegra.

Honey asintió y se volteó a Hiro.

-No le dejes hacer nada alocado sola en mi ausencia.-Le ordenó mientras lo abrazaba.

-No lo pensaría.-Respondió él, devolviendo el abrazo.

Honey se río ante las iguales respuestas de sus amigas y continuó a despedirse de Wasabi.

Una vez que acabó su despedida, los recién casados salieron a la mansión de Fred para tomar el jet que los llevaría a su recorrido por Europa.

-¡Hey! ¡Go! ¿Tienes planes para mañana?-Preguntó el pelinegro.

-No realmente. ¿Tienes alguna idea?-Respondió ella mientras salían de la cupcakeria.

-Pues... hay una nueva película en el cine, dicen que está buena. ¿Quieres ir?-Preguntó tímidamente Hiro.

-Bueno. ¡Es una cita!-Exclamó ella mientras se subía a su bicicleta.

-Genial. Ya me voy. ¿Un beso de buenas noches?-Preguntó él mientras paraba los labios.

-Ya te dije que nada de besos hasta que seas mío, Hamada.-Respondió ella mientras se ponía el casco.

 -Pero si ya soy tuyo, bebé.-Rezongó el pelinegro, como niño chiquito mientras se acercaba a ella.

-Hasta que seas mi NOVIO. ¿Entiendes?-Gesticuló la chica.

El pelinegro rodó los ojos y suspiró profundamente.

-Como quieras, tu te lo pierdes. Buenas noches, milady.-Se despidió el pelinegro mientras besaba la mano de GoGo.

-Buenas noches, mi caballero de armadura morada y robot rojo.-Respondió ella antes de alejarse.

-¡Es azul fuerte!-Murmuró él.

Hiro llegó a su casa y se acurrucó en el cojín de la ventana del segundo piso.

Era martes por la noche, noche de poesía para la tía Cass. Por eso no se había podido quedar más tiempo en la boda.

Baymax se acercó a Hiro con cuidado.

-Hola, Hiro. Hoy es segundo día de semana. ¿Quieres que ponga el vídeo de hoy?-Preguntó con su tono robótico.

-Claro, Baymax.-Contestó el chico.

La cara de Tadashi apareció en la pantalla.

-¡Hola, hermano! Pues... este es mi quinto vídeo para ayudarte con...

Hiro estaba tan concentrado viendo el vídeo que no se dio cuenta de que la tía Cass estaba parada en el umbral de la puerta.

-¿Estas viendo a Tadashi sin mi?-Preguntó ella con lágrimas en los ojos.

El pelinegro se levantó de un salto y paró el vídeo.

-¡No! Tía Cass...¿No era hoy noche de poesía?-Preguntó nervioso.

-Se canceló.-Respondió ella con aún más lágrimas.

-¡No! ¡Tía Cass, no llores! ¡Por favor! Puedo explicar...

-¡¿Explicar qué, Hiro?! ¡¿Cómo puedes hacerme esto?! ¡Me lo prometiste!

-No. Tía Cass, este no es el vídeo de Tadashi.

-¿Entonces qué es? Porque yo estoy viendo a Tadashi, no a alguien más..

-Tadashi está aquí.-Repitió el robot.

Los dos Hamada le lanzaron una mirada asesina.

-Tía...esto es difícil de explicar. Verás...Tadashi...él...Baymax, pon el vídeo número uno.-Ordenó él chico. Odiaba ver a su tía llorar, odiaba ver a alguien llorar.

-Reproduciendo el vídeo número primero de la lista de reproducción de Tadashi: 'Para Hiro'.-Dijo el robot.

En la pantalla volvió a aparecer la cara de Tadashi y la tía Cass se acercó más a la panza del robot, abrazando a su sobrino en el proceso.

-¡Hola cabeza dura! Soy yo, Tadashi. Ahora, se que probablemente estés enojado conmigo porque me fui a trabajar a Inglaterra y no me quedé contigo en el ITSF. LO siento, pero está mañana me acaban de avisar y bueno....no me podía negar. En fin, ahora mismo estas trabajando en tus microbots y pensé: "Bueno, como no voy a estar aquí gran parte de su adolescencia... ¿Por qué no grabar vídeos que le ayuden en esta etapa?" Y aquí estoy... grabando vídeos. Bueno... como decía. Paso número uno: Las chicas. Bueno... para esto hay dos tipos de chicas: Las que son como Honey y las que son como GoGo. Tienes que saber que cada chica es diferente, por eso es casi inseguro llegar a entenderlas. Ahora, siendo el chico que eres, te vas a complicar la vida y terminaras enamorándote de alguna como GoGo. Yo lo sé. Probablemente te guste la misma GoGo. No sería tan mala idea, de echo. Se lo comentaré luego...¿Qué estaba diciendo? Ya me perdí... Entonces... no temas hermanito. Se sincero y demuéstrale cuanto la quieres. Compra regalos SENCILLOS como una rosa o algún dulce de vez en cuando, nada más. Hagas lo que hagas NUNCA le pidas ayuda sobre este tema a Fred o a Wasabi, créeme, lo empeorarán. Probablemente, como a mí, la tía Cass no te dejará tener novia hasta los 16 años. Entonces, no te preocupes. Tienes tiempo para ganar puntos. ¿Qué más?... ¡Ah! ¡Ya sé! Dale su espacio y su tiempo, es necesario si no quieres acabar todo lastimado. Intenta llegar a ser un muuuy buen amigo antes de pedirle una cita. Y su primera cita, deja que sea ella quien te invite. NO APRESURES LAS COSAS. O lo empeorarás, enserio. Bueno, eso es todo por hoy y espero te sirva. Te adoro hermano, te veré en algunos años. ¡Adiós!

El vídeo se paró y la tía Cass abrazo a Hiro todavía más fuerte.

-Se había conseguido un  trabajo en Inglaterra.-Susurró Cass.

-Así es, tenía una vida por delante.-Murmuró el pelinegro.

-Tenía.-Enfatizó la tía Cass.

Pasaron abrazados mucho tiempo antes de que la tía Cass dijera:

-Entonces te gusta mucho... ¿Eh?

-¿Te refieres a Leiko? Sí, demasiado.-Respondió soñando despierto el chico pelinegro.

La tía Cass sonrió.

-Bueno. Pero igual que Tadashi. Tienes estrictamente prohibido...

-Tener novia antes de mis 16. Ya lo se tía Cass, siempre se lo recordabas a Tadashi.-Terminó por ella Hiro.

-Bueno. ¡Y qué no se te olvide!

Hiro asintió.

-No pasará. Te lo juró, tía Cass.-Aseguró Hiro.

-Bastante bien. Me voy a dormir, y tu también deberías hacerlo. Mañana es día laboral, después de todo.-Le recordó su tía.

-Si tía, solo deja veo este vídeo y ya.

-Esta bien, no duermas tarde. Te quiero, Hiro.-Se despidió ella mientras subía a su cuarto.

-Yo también te quiero, tía Cass.-Respondió él.

Hiro se volvió a sentar y volvió a correr el  quinto vídeo de Tadashi, prestando especial atención a cada detalle que su hermano le decía.

Cuando acabó el vídeo, el chico cenó y se cambió para su pijama. 

Esa noche durmió tranquilamente.