La pelinegra se acercó a Fred y le susurro en el oído.

-Te juro que si por alguna razón algo de esto sale mal, no volverás a ver la luz del día. ¿Entendido?

El chico pelirrojo asintió vigorosamente.

Está era su única oportunidad de salir vivo de todo este lío.

GoGo lo soltó y este cayó al suelo, nuevamente.

Hiro carraspeó la garganta.

-Bien, tontín. Dinos todo lo que tenemos que saber.-Ordenó Hiro.

Fred abrió la boca pero la cerró varias veces. Las palabras no salían de su boca.

¿Por dónde debería empezar? ¿Debería decir las malas noticias primero y después ofrecer una solución? ¿O primero responder con una buena solución y después plantear el problema?

Justo cuando se había optado por una solución, llegó la chica que había visto antes.

Kenia.

Fred tenía que admitir que la chica era bonita, aunque dos años menor que él.

Se veía como una persona inteligente y sabia, alguien a quien podías pedirle consejo.

Tenía la sensación de que necesitaba hablar con alguien tan sabio como ella.

Aunque no duró mucho.

-Chicos, ¿Saben dónde están los mangos?

Y con eso, se esfumaron todas las esperanzas de entablar una conversación filosófica con ella.

Todos se la quedaron viendo con cara de pocos amigos.

Wasabi se frotó las sienes.

-¿Esto es en serio, hermanita? ¡Podríamos acabar todos muertos y tu te preocupas por mango! ¡De todas las cosas que no me interesan, el mango es la primera!-Preguntó, claramente enojado.

Kenia se encogió de hombros.

-Lo mejor sería morir con la panza llena, digo yo.-Murmuró.

Hiro chocó su cara contra su mano.

-Perfecto. ¡Esto es justo lo que necesitamos!-Gritó, sarcasmo evidente en su voz.

La chica rodó los ojos.

-Los Grandes Héroes tienen todo... menos mangos.-Murmuró, tomando asiento en un puf del suelo.

Leiko se la quedo viendo fijamente.

-Kenia tiene todo... menos madurez.-Espetó.

Kenia sonrió.

-Yo se qué tu me amas.

-Y tu a mí. Pero no tenemos tiempo para andar de juegos ahora mismo. La vida de Hiro peligra y no pienso gastar valioso tiempo en entablar conversaciones contigo.

Todos estuvieron sorprendidos por el arrebato de control de GoGo. Definitivamente no parecía estar de humor para juegos. Pero, mientras no se tratara de sus peleas de cosquillas con Hiro, ¿Cuándo lo estaba?

Presionó ambos de sus puños contra el escritorio de Hiro y se auto-nombró la líder.

-Muy bien, Frederick. Dí lo que ella te dijo. Cada palabra cuenta, no me quiero perder NADA. ¿Entendido?

-Claro. Urm... la cosa está así. Jaimee odia a los Hamada por quitarle el protagonismo. Quiere separar al equipo y matar a Hiro. Dice que después de que no existan Grande Héroes, ella será la salvación que esta ciudad necesita. O algo así... No lo sé. El punto es que nos odia y hará lo que sea necesario para matarnos. No se nada más.

GoGo se frotó la cara con las manos.

-Bastante bien. ¿Ideas, equipo?

Y ahí fue cuando las manos se empezaron a alzar.

(...)

-¡Seguimos sin tener ningún plan!-Gritó GoGo, chocando su cabeza contra la pared.

Hiro le hizo a una seña a todo el mundo de mantenerse callados y caminó despacio hacía su chica.

La abrazó por la espalda y recargó su cabeza en su hombro.

Susurró en su oído.

-¿Y si nos casamos? Así si me matan, habré cumplido mi sueño de que lleves el apellido Hamada.

Los ojos de la pelinegra se abrieron como platos y se volteó en un movimiento brusco.

-¡¿Esto es en serio, Hiro Hamada?! ¡Me estoy calcinando el cerebro, intentando pensar en una manera de mantenerte a mi lado! ¡Y tu solo piensas en bodas! ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Estas demente?! ¡¿En qué parte entenderás que no quiero perderte?! ¡No seas un tonto! ¡Yo...! Yo no soportaría el simple pensamiento de... de perderte.

Cada palabra hacia que su tono de voz bajara, hasta que las últimas dos palabras se convirtieron en sollozos.

Simplemente no podía pensar en el hecho.

Perder a Hiro Hamada.

El chico la abrazo rápidamente.

La tomó entre sus brazos delicadamente, como si temiera romper a la chica.

-Lo sé, lo sé. Lo siento tanto, Go. Solo intentaba subirte el humor. De verdad lo siento. Solamente... perdóname Leiko. Yo no quería... lo siento. ¿Sabes algo? Déjame eliminar el miedo. Simplemente voltea a verme y podré besar...

GoGo se dirigió inmediatamente a los labios de Hamada, interrumpiéndolo a media disculpa.

Se sentía bien sentir sus labios contra los de ella después de un arduo día.

Después de que se separaron, se abrazaron firmemente.

-Solo prométeme una cosa. Pase lo que pase, no morirás.

-¡Oh, Leiko! Por ti haría lo que fuera. Inclusive si eso va contra todo pronóstico de las moiras y contra las reglas del Olimpo.

Eso la tomó por sorpresa.

Volvió a unir sus labios, ahora en un beso más profundo y apasionado.

Él aprendió de mitología Griega por ella.

Tan pronto como se separaron, Kenia se paró de golpe.

-Creo que tengo una idea.

¡Fin!

Jajaja. Mentira.

Todos la voltearon a ver, expectantes.

-Pues... me contaron que a Jaimee tal vez le guste el niño pelirrojo, ¿No? ¿Y si usamos eso en su contra?-Ofreció, la vista clavada en el suelo.

Hiro tomó la mano de su novia y se encogió de hombros.

-No lo se. No es seguro. Podríamos acabar empeorando todo y...

-¡No! Mangie tiene razón. Jaimee me dijo que le gustó. Podemos usar eso en su contra.

Honey se puso roja como una cereza,

-¡¿Mangie?! ¡¿Ahora le inventas apodos a cada chica con la que te cruzas?!

Oh, no.

Y se supone que así acaba el capítulo.

Pero como soy buena, les daré otra pizca de la sensual vida de estos dos pelinegros.

-Honey, yo...

-¡No siquiera me hables! ¡No tienes derecho a llamarme así! Para ti soy Aiko Miyazaki. Punto final.

Fred tragó grueso.

-Lo siento, Aiko. Pero creo que Kenis-Keniaaa tiene razón. Podríamos-Podrían usar eso en su contra.

Ahora sí.

Finales no tan felices para capítulos sin sentido.

XD Es broma.

Fred: Por tú culpa casi me matan.

Yo:Sí, pero te dejé vivir. ¡Así que ahora vuelve a mi sensual fic!

Fred: Está bien... Oye, ¿Ya les dijiste de la muerte?

Yo: *facepalms* ¡FRED! ¡Métete a la historia antes de que reveles más secretos!

Fred: *asiente y se va a #Here4you antes de que se me ocurra matarlo a él*

Ahora si. Como ya les dijo mi queridisímo amigo del alma (espero se note mi sarcasmo) habrá una muerte próxima. Pero tranquilos, no será para este libro.

Ahora, antes de más de mis secretos y planes a futuro sean revelados me despido.

Hiro: Se te olvida decirles de 'No Need To...'

Yo: ¡Ah, cierto! Gracias sensualón Hiro.

GoGo: Valery, ¡Te mataré!

Yo: Y yo a ti si no te callas. Ahora, déjame continuar. ¿Por favor?

GoGo: *cierra los puños y besa a Hiro*

¡Listo! Mientras estos dos se devoran como si no hubiera un mañana, yo aprovecharé para contarles dos cosas.

1.-Escribí un One-Shot de HiroGo y uno de TadaHoney. Ambos ya están en mis sensuales obras. El de HiroGo se llama: 'No Need To Say 'I Love You'' y el de TadaHoney es: 'When You Left...' ¡Espero que los lean y me comenten su opinión!

2.-Estuve editando la ortografía, puntuación, etc... de los primeros 28 capítulos del fic. Creo que los dejé mucho más... legibles.

Bueno, adiós. ¡Cuídense, coman sus verduras, no se acerquen a ninguna furia, duerman temprano y...!

Honey: ¿Qué no les vas a decir de 'Black Wi...'

Yo: *le tapa la boca con las manos* ¡Cállate! Se supone que solo yo y una amiga sabemos de esto. ¿Cómo es qué? Estem... digo. No se de que estas hablando. Nada importante... aún. En fin. Pues... ¡Bye!

Besos robóticos congelados:

-Valery