Hiro azotó la cabeza contra el escritorio.

-¡Ya. Me. Harté. De. Estos. Estúpidos. Mensajes. Sin. Sentido. Que. Solo. Nos. Confunden. Aún. Más!-Declaró

Honey suspiro y se encogió de hombros.

-¿Eso es posible?-Preguntó

-¡Aparentemente sí!-Respondió GoGo, enojada.

-¡Chicos! ¡Otra nota!-Anunció Fred, quien entraba en el cuarto secreto.

-¡No! ¡No! ¡No! ¡Otra no!-Se quejó Hiro, retrocediendo. Como si Fred trajera un arma en las manos y le estuviera apuntando a él.

-No seas llorón, ¿Quién te la dio?-Exigió saber GoGo.

-Una chica. No pasaba de los dieseis. Pelo morado ondulado, ojos morados que parecían una galaxia, llevaba jeans y una sudadera de GAP.-Respondió él

Honey rodó los ojos y tomó la nota.

-Si sus más oscuros secretos quieren saber, véanme en el árbol del ahorcado al anochecer. No es justo a la policía llamar, si vivos al final vivos quieren llegar.-Leyó, indiferente

Los ojos de Wasabi se abrieron como platos.

-¿De Ja.Re. otra vez?-Preguntó, jugando con sus dedos, un tanto inquieto.

La chica rubia reviso el papel y después asintió.

-La misma...-Murmuró GoGo

-¿Qué es eso del árbol del ahorcado?-Preguntó Fred, obviamente nervioso

-No lo sé. Pero no suena divertido.-Respondió Hiro

-Para nuestro sujeto sí. Se divierte de nuestra ignorancia.-Argumento Honey.

Hiro suspiró y se dejó caer en el suelo.

-Algo se nos está olvidando, ¿Pero qué? ¡Chicos, piensen! ¿Qué estamos pasando de largo?-Preguntó el pelinegro, claramente cansado

-Ni idea, bebé. Todas su notas son juegos mentales. Es muy buena con las adivinanzas y los acertijos, hay que reconocer.-Admitió GoGo

Hiro levantó la cabeza, mirando a su novia fijamente a los ojos. Ambos se hundieron en un segundo de ternura, conectándose entre el silencio de sus miradas reconfortantes y no entre palabras.

-Chicos, no hay tiempo para ridiculices amorosas en este momento. Tenemos que ir hoy a el anochecer a un árbol y no tenemos ni idea de cuál es.-Interrumpió Fred

Ambos pelinegros se forzaron a separar miradas e intentar concentrarse en el mundo real.

-¿El árbol del ahorcado decía?-Preguntó Wasabi, para confirmar.

Fred asintió.

-No tiene sentido para mí, ¿GoGo?

La chica miró al suelo y después a sus amigos mientras asentía lentamente.

-¡Perfecto, Go! ¿Dónde es?-Exclamó Honey.

-Pues... ¿Qué es lo más parecido a un prado dentro de los parámetros de San Fransokyo?

(...)

Honey miró asombrada, su amiga no se equivocaba.

-¡GoGo, eres genial! ¿Cómo supiste qué el árbol iba a estar en una de las reservas ecológica del parque Jackson?-Exclamó, asombrada.

-No soló leo Percy Jackson, ¿Sabes? Los Juegos Del Hambre también es una buena trilogía.-Admitió la chica, entrelazando sus dedos con los de Hiro

El pelinegro sonrió y abrazo a su novia, orgulloso. No le importaba que la fibra de carbono de ambos trajes golpeara y se escuchara como que alguien lanzó dos latas de refresco una contra otra.

-Mi hima es muy inteligente.-Murmuró.

GoGo sonrió.

-Pues claro, prodigio.

Ambos sonrieron, entonces fue cuando se dieron cuenta de que el sol se estaba ocultando.

Una vez que ya no hubo ningún rastro de luz en el horizonte, una figura surgió detrás del árbol.

Era de una chica, pero estaba cubierta en electricidad.

-¿Quién eres?-Preguntó Hiro, con una voz dura.

La chica rió entre dientes y chasqueó la lengua.

-Sin duda, tu peor pesadilla.

¡Holu!

Solo para decirles que este capítulo es la entrada oficial a que la vida de los Grandes Héroes se haga I.M.P.O.S.I.B.L.E.

También para decirles que hice esta nueva historia llamada: 'Gone, si Hiro hubiera muerto.' Está en mis obras, por si a alguien le interesa leerla, ¡Estoy segura de que les parecerá interesante!

Es una historia corta, se me ocurrió mientras comía tacos y veía Grandes Héroes por la millonésima vez. La acabé el mismo día que la empecé. ¡Estoy orgullosa de mi misma!

Ahí si la quieren leer, votar y comentar se los agradecería infinitamente.

Besos robóticos congelados:

-Valery