El grupo bajaba las escaleras del ITSF mientras decían sus planes para las vacaciones.

-¡No puedo creer que por fin son vacaciones!-Exclamó emocionada la rubia mientras corría ambas manos por el cabello de su esposo

El chico Lee se apresuró a quitar las manos de su cabello y musitar:

-Sí, no puedo creer que por fin salgamos de ese lugar.

Todos se le quedaron viendo.

-¿Qué?

-Tu no estudias aquí, Fred.-Le espetó Wasabi

-¡Hey! ¡Soy la mascota escolar! Soy igual de importante que todos uste.....

-Me. Da. Igual. ¡Qué bueno que no estaré aquí parte de las vacaciones! Así no tendré que soportar oírte hablar de tus mugres cosas sin senti....

-¡¿Qué?!-La interrumpieron Honey y Hiro al unísono

-¡¿Cuándo planeabas decirme, Leiko?! ¡¿A dónde vas?! ¡¿Cuánto tiempo?!-Le exigió el chico Hamada a gritos

-Tranquilo, wangja. No es demasiado tiempo.-Intentó explicarse la chica

Hiro la fulminó con la mirada.

-¿Recuerdan mi graduación unos meses atrás?

Todos asintieron.

-¿Y a mi primo Eugene?

Todos dieron sus correspondientes respuestas.

-Bueno, pues él me dio un boleto de avión a esta ciudad... donde murieron mis padres. Y después de unas tres peleas y que casi le rompo el brazo, acordamos que tenía que enfrentar mi pasado e ir. Ya todo está arreglado. Me quedaré con unos amigos que me cuidarán y conozco a otras personas de la zona. No estaré sola.

-¡Dios mió! ¡No tienes idea cuánto me alegro de ti! ¡Me haces tan orgullosa! ¡Enfrentarás tus miedos al fin!-Exclamó Honey mientras la abrazaba fuertemente

Uno a uno, sus amigos la fueron felicitando. El único que se negó a moverse fue Hiro.

-¿C-Cuá-Cuánto tiempo te vas?-Preguntó. Su voz se cortaba debido al nudo en su garganta

La chica sonrió delicadamente y se acercó a él.

-No será mucho tiempo. Pasaré el resto de Noviembre y gran parte de Diciembre en San Fransokyo. Me iré el día después de navidad y regresaré el día antes de tu cumpleaños. No es ni siquiera un mes.

El chico sonrió debilmente.

-¿Me lo prometes? ¿Qué regresarás? ¿Regresarás a mí?-Preguntó mientras con su brazo izquierdo, atraía a su amiga hacia él, para que quedaran frente a frente

La chica sonrió aún más.

-Lo prometo.

(...)

 Hiro sonrió antes de que Leiko abriera la puerta de su casa.

-¿Quieres pasar?-Preguntó la chica

-Me encantaría.-Respondió él

La chica lo miró con confusión.

-¡No de esa manera! ¡Dios, GoGo!

La chica ahogo una risa y dejó que su amigo pasará a su casa.

(...)

Los dos estaban sentados en el sillón, comiendo chocolates y bebiendo té mientras veían la película de "El Origen."

Cuando la película acabó, GoGo fue la primera en hablar.

-Wow, eso fue... ¿Estaba soñando?

-No. Nunca había podido ver la cara de sus hijos en sueños, además, se ve que el toten se iba a caer.

-Touché.

Se quedarón en silencio por un rato hasta que Hiro decidió hablar.

-Entonces... ¿Recibiste mis regalos?

La pelinegra sonrió y asintió.

-¿Y te gustarón?-Volvió a preguntar el chico, aún más nervioso

-Me encantaron, gracias Hiro. Fue un detalle muy hermoso. Y tu video...

-¿Qué? ¿Tuvo algo de malo?

-¿Qué? No, no, no, no. Al contrario, se me hizo lindo lo decías.

-¡Ah! Pues.. gracias. Me esforzé en que quedara bien.

La pelinegra sonrió y después bostezó.

-Estas cansada, GoGo. Si quieres ya me voy para que puedas dormir.

 La pelinegra asintió y cerró los ojos.

Hiro sonrió y depositó un suave beso en la frente de su amiga antes de subirla a su cuarto y ponerla a dormir en su cama.

Una vez que e aseguró de que estuviera cómoda. Bajó a la sala y se fue a su propia casa con Baymax.