Jaimee Reeteen
GoGo abrió los ojos lentamente, no sabía donde estaba, pero podía sentir algo acolchonado debajo de ella. Una cama, tal vez.
Se enderezó poco a poco, solo para encontrarse con total oscuridad.
Camino a tientas sobre lo que podía ser un piso de madera.
Golpeo con algo y se fue de cara contra el suelo, haciendo un escándalo mientras caía con un golpe sordo.
Minutos después, la luz se prendió de golpe y entro el pelinegro corriendo.
-¡GoGo! ¿Estás bien? Ven, que bueno que despertaste.-Exclamó, apresurándose a levantarla.
-¿Hiro?...-Murmuró ella, aún adormilada.
Hiro abrazó a su novia, ubicando ambas manos al rededor de su cintura.
-Sí, GoGo. Soy yo, Hiro. ¡Gracias al cielo estás bien!-Respondió, abrazándola aún más fuerte.
-Urm... ¿Okay? ¿Qué paso? Estas más empalagoso de lo común.-Bromeó ella, correspondiendo el gesto.
Hiro se apartó y le quitó un mechón morado de la cara a su novia.
Hizo que sus miradas conectaran y empezó a hablar.
-Cuando... Cuando te golpeo caíste inconsciente. E-Ella dijo que se pasaría con un par de horas, pero no fue así. Te... Te quedaste dormida po-or más de tres horas. Yo... me asuste mucho. Le grite a Honey. Tenía miedo... Miedo de perderte. Tú... Eres mi todo, Leiko. Sin ti no... no se que haría. M-M-Me tenías preocupado.-Confesó Hiro.
Con cada palabra, sus ojos se llenaban de lágrimas.
Abrazó aún más fuerte a GoGo y besó su frente.
-No me dejes, por favor. Lo perdí todo... No puedo perderte a ti también.-Admitió, acariciando el cabello de Leiko.
Y se echó a llorar.
-No lo haré, Hiro. Te prometo. Haré cualquier cosa menos dejarte, en serio. Voy a estar a tu lado para causarte muchos problemas.-Prometió.
Hiro enterró la cabeza en el cuello de su novia.
-Yo... Gracias, Leiko.
-De nada, Rey de los Nerds.
Hiro levantó la mirada.
-¿Rey de los Nerds?-Preguntó, confundido.
-Si. Eres el Rey Hiro Gomitas de Nerdolandia.-Declaró GoGo.
-Entonces, tú eres la reina Leiko Tamy de Nerdolandia.-Exclamó él.
-¿Reina? ¿Yo?
-Exacto. ¿Por qué? ¿Algún problema?
-No, solo que... no.
-Eso pensé.
Ambos sonrieron y GoGo le dio un beso rápido en los labios a su novio.
-¿Qué hora es, Hiro?-Preguntó, bostezando.
-Las cinco de la mañana. Dormiste unas diez horas, en promedio.-Respondió el chico, indiferente.
GoGo frunció el ceño.
-Lamento haberte hecho creer que moriría.-Se disculpó.
-Lamento no haberte detenido. Pero no importa. Estas sana y salva. Lo demás me trae sin cuidado.
GoGo sonrió y volvió a bostezar.
-En fin. Supongo que debemos dormir. No se lo que estabas haciendo, pero apuesto a que estas cansado también.
Hiro asintió.
-Estaba comiendo la cena. La tía Cass la dejó en la cocina cuando se fue a dormir, pero yo no había comido... quería cuidarte lo más que pudiera.
La pelinegra esbozó una sonrisa.
-Muchas gracias, wuangja. Pero necesitas dormir.-Ordenó
-Lo sé.
GoGo sonrió y Hiro camino a su cama.
Una vez que se acostó, la chica empezó a caminar hacia la cama de Tadashi.
-¡Hey! ¿Qué haces?-Preguntó Hiro, observándola.
-Creo que es obvio, voy a dormir.-Respondió ella, rodando los ojos.
Hiro negó con la cabeza y levantó un brazo, dejando ver un cacho de cama a su lado.
-Por favor, necesito tenerte cerca.-Insistió, poniendo ojos de perrito.
La chica se mordió el labio.
-Hiro...
-GoGo, me asustaste. Casi me tiraba por la ventana. Me lo debes
La chica asintió y apago la luz.
Se acurrucó al lado de su novio, ambos bajo las cobijas. Hiro con ambas manos en la cintura de GoGo y la chica con una de las suyas en la espalda de Hiro y la otra en el cabello de su novio.
-Buenas noches, amor.-Susurró la chica pelinegra.
Hiro sonrió.
-Buenas noches, bebé.
(...)
-¡¿Durmieron juntos?!-El grito de Honey hizo que ambos pelinegros se levantaran de golpe.
-Y ahora los despertaste...-Anunció Wasabi.-Bien hecho, Honey.
-Hehehe. Lo siento mucho.
Fred rodó los ojos y les aventó una caja a ambos.
GoGo se apresuró a cachar el objeto en el aire y pasárselo a Hiro.
-¿Y esto qué... es?-Preguntó el chico pelinegro, mientras bostezaba.
-Otra de tus hermosas y sensuales notas, campeón. Dice que tenemos que encontrarla a donde se fue Sam junto con el hermano de Charlie a la hora en la que los Charlajos aparecen en la arena.-Explicó Fred.
GoGo se frotó los ojos.
-Tenemos que verla en la Universidad a las cuatro.-Anunció.
Todos voltearon a verla.
-Leo mucho, ¿Okay? Todo fue culpa de Jane...
Hiro la abrazo.
-Bueno, sea como sea. Tenemos una hora. Hagan lo que tengan que hacer y vayámonos, va a ser una larga tarde.-Ordenó Honey.
(...)
-Me sorprende lo bien educada que estás, GoGo. Sabes mucho de ciencia ficción y no has intentado matarme desde que llegaste. ¿Te estás portando bien por alguna clase de premio o tu novio te pega?-Se burló.
GoGo apretó los puños y choco sus dientes.
-Hiro no me pega...-Murmuro.
-Ya veo. Como sea, solo quería avisarles que se aproxima una gran tormenta.-Exclamó.
Hiro frunció el ceño.
-¿Y por qué nos avisas?-Preguntó.
-¡Oh! ¡Solo quería que supieran eso, mi querido ángel! Sobre aviso no hay engaño, dicen.
-Bien, ¿Es eso todo?
-¡Ay, qué genio! Supongo que entonces no quieres saber mis planes.
-¿Tiene sentido? De todos modos no los ibas a contar...
-Bastante listo, Hiro. Pero aún así...
La chica se bajó la capucha, revelando unos ojos morados al igual que su pelo.
-¡Tu eres la chica a la cual Abbie era tutora!-Exclamó Wasabi
-¡Y también eres la misma que me dio la primera nota!-Exclamó Fred
La chica sonrió.
-Así es, Freddie. Mi nombre es Jaimee, Jaimee Reeteen.-Anunció.
Fred sonrió.
-Eres muy bonita...-Murmuró, avergonzado.
La chica se ruborizo.
-Y-Y-Yo. ¿Es e-e-nserio? Olvídalo. Urm... yo... ¿Gracias? Digo, como sea.
Entonces Hiro lo notó. Fred había encontrado un punto débil.
Honey se puso roja de pura rabia.
-Como sea, Grandes Héroes. Pronto seré capaz de derrotarlos.-Bramó Jaimee.
-¡Eso es imposible! ¡No sabes nuestros puntos débiles!-Gritó Fred.
Jaimee se rió entre dientes.
-¡Oh, cariño! ¡Claro qué los sé! La última vez me probaron que los pelinegros son el punto débil de cada uno. Tú eres el punto débil de Honey, el rojo en sus mejillas me lo dijo. Wasabi está tan destruido que no se concentra del todo por eso de Abigail. Y tú... ¿De verdad quieres qué diga que, o mejor dicho... quien es tu punto débil?
El pelirrojo sacudió la cabeza.
-Eso pensé. Buena suerte, Grandes Héroes... ¡La necesitarán!
Antes de que cualquiera pudiera seguirla, desapareció entre los árboles.
¡Yellow!
¿Qué les pareció nuestro nuevo y súper sensual capítulo?
Creo que quedó bastante... aceptable.
Ese Fred es todo un caso... supongo. XD
Quería agradecerles infinitamente por el 9K+ views, los 673 votos y sus 298 comentarios, ¡Los amo!
El otro día andaba buscando la historia en Wattpad y me di cuenta de que ya estamos en la parte roja, además de ser el libro con más vistas de HiroGo en español. ¡Las adoro con toda mi alma por hacer esto posible!
Acabo de publicar una historia llamada 'Where Do Broken Hearts Go? Grandes Héroes y Tú' por si a alguien le interesa leerla. Esta en Mis Obras.
De verdad, no saben cuanto las amo por que esta historia está progresando tanto.
Besos robóticos congelados:
-Valery
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro