La pelinegra al principio estaba confundida, pero después de unos segundos finalmente cerró los ojos y siguió el beso.

Fue un  beso que duró bastante, se estaban quedando sin aire pero ninguno de los dos quería separarse.

Fue Mochi quien los obligó a separase. Dado a que se metió entre las piernas de ambos, causándonos a soltar el agarre.

Hiro se mordió el labio inferior mientras intentaba recuperar el aire, mirando al suelo.

-Leiko, yo...

Antes de que pudiera terminar la oración, Hiro recibió una fuerte cachetada.

-¡¿Por qué hiciste eso?!-Preguntó el chico mientras se sobaba la marca de mano que le había dejado.

-¡Porque me besaste sin mi permiso!-Le gritó ella.

-Bueno, ¡Tampoco es como si tu me lo hubieras impe....!

Antes de que el pelinegro pudiera terminar la oración, GoGo lo tomó por la capucha de la sudadera y lo atrajo a ella, para besarle de nuevo.

Ninguno de los dos quería separarse.

-Hiro...espera..yo...por favor.-Suplicó GoGo mientras rompía el beso y volteaba a ver al suelo.

-¿Qué pasa, Leiko?-Preguntó el mientras levantaba delicadamente la barbilla de su amiga.

-Hiro....no es lo correcto. Es decir, tu tienes 15 y yo 18. Son tres años de diferencia y...

-¿Y qué? Leiko, si te molesta realmente esto solo dilo.-Habló Hiro. Se podía notar la tristeza en sus ojos y en su voz.

-No, Hiro no es eso. Tu me gustas, solamente no creo que esto sea bien visto.-Explicó ella mientras ponía una de sus manos en la mejilla de Hiro.

-¿A ti desde cuándo te importa lo que dice la gente? ¿Qué le hiciste a Leiko?-Preguntó él.

-Hiro...yo....

GoGo no sabía que decir y lo primero que se le vino a la mente fue besarle...otra vez.

Esta vez ninguno de los dos se quería separar, pero las palabras adecuadas habían llegado a GoGo.

-Hiro... yo... te quiero... y... y eso es... por... como eres... la verdad... me gustas... y yo... yo soy más mayor que tú... realmente no se si... es por las hormonas... o si... si realmente... tu... me quieres.-Explicó entre beso y beso.

-¿A quién... A quién le importan... las condenadas hormonas?... Leiko... tu me gustas... punto final.-Habló Hiro entre besos.

-Si, Hiro... pero... pero tienes... quince... eso es... tres menos que yo... ¿Y si... el... el... futuro... tu... te encontraras a alguien... alguien de tu edad...?

-Me da igual... Leiko... podrías tener... ochenta años y... y te seguiría queriendo.

GoGo sonrío entre el beso al igual que Hiro.

Pasó mucho tiempo antes de que se separaran finalmente.

-Hiro, faltan diez meses para tu cumpleaños número 16. Si en ese entonces te sigo gustando, podríamos salir juntos. ¿Qué opinas?-Ofreció el trato GoGo.

Hiro se mordió el labio.

-Me parece bastante bien. Pero aquí te tengo unas modificaciones. De aquí a Enero salimos en citas, y si para el doce de Enero en mi cumpleaños nos seguimos queriendo igual o más...mi regalo de cumpleaños será que seas mi novia.-Propuso él mientras extendía la mano.

-Bastante bien, nerd.-Respondió ella sonriendo.

Estrecharon las manos y GoGo lo besó rápidamente en los labios.

Pasaron varias horas trabajando en el proyecto de GoGo, pero alrededor de las cinco los pasos básicos quedaron listos.

Hiro llevó a GoGo caminando de la mano a su casa.

La pelinegra se paró frente a su casa y abrió la puerta, justó cuando estaba a punto de entrar Hiro habló:

-¿Sabes? Diez meses pueden ser muucho tiempo.

-Sobreviviré.-Respondió ella sonriendo.

-No me refería a ti.-Aclaró el con una sonrisa tímida.

GoGo se acercó a él.

-Lo sé.-Susurró ella mientras reventaba una burbuja de chicle.

Acto seguido, lo volvió a besar.

Cuando se separaron, los dos estaban sonrojados y realmente felices.

-Muchas gracias por la ayuda, Hiro.-Agradeció ella en señal de despedida.

Cuando GoGo se hubo alejado unos pasos, Hiro gritó.

-¡Hey! Pero que no se te olvide...¡Eres mía!

GoGo sonrío mientras asentía.

-Lo mismo digo, Hamada.