¿Celosa?
La pelinegra rodó los ojos y fingió que estaba trabajando en mejorar la armadura de su robot en vez de prestar atención a la escena.
A soló unos metros delante de ella estaba su amor y una chica a la que no conocía pero odiaba teniendo un momento juntos.
El sonido de un golpe que reconocía muy bien la distrajo, una cachetada.
Saliendo del laboratorio con lágrimas en los ojos, gritando obscenidades y maldiciendo a todos estaba la chica con la que Hiro había estado hablando.
La pelinegra se le acercó a él, con una toalla recién mojada de agua fría en las manos.
-¿Otra que no lo tomó bien?-Preguntó gentilmente, colocando la toalla en el cachete de su amigo
-Sigo sin entender. ¿Qué parte de "solo es una cita, no más" siguen sin entender?-Protestó él
-Pues....a algunas les des esperanzas. Como....no lo sé.-Intentó animarlo ella
-Olvídalo. No vuelvo a salir con nadie. Ninguna es perfecta.-Murmuró él
El pelinegro subió su mano a modo que él fuera el que sostuviera la toalla sobre su mejilla, no su amiga.
Las manos de los dos se rozaron, causando que los dos se ruborizaran.
Los dos sonrieron y Hiro entrelazó sus dedos en ambas manos.
-Bueno, lamento romper tu burbuja, pero ninguna mujer es perfecta.-Murmuró ella
El pelinegro sonrió y tomó con la mano libre la cadera de GoGo, atrayendolá hacia él.
-Claro que hay mujeres perfectas.-Susurró Hiro
-Las de las revistas, pero....
-Yo conozco mujeres perfectas.-La interrumpió él
-¿A sí? ¿Quiénes? Me gustaría conocerlas.-Indicó ella
Hiro la apretó contra él todavía más fuerte.
-La conoces. La ves todos los días. La admiras al igual que yo.-En listó mientras la juntaba a él todavía más
-¿E-Enserio?-Murmuró ella
Cuando no quedó espacio entre ellos, Hiro murmuró:
-Eres tú.
Esto hizo que la pelinegra se ruborizara completamente y poco a poco, sus caras se fueron acercando.
Justo cuando no había más espacio entre ellos, cuando los dos ya habían cerrado los ojos, cuando estaban a nada de que sus labios hicieran contacto, la puerta se abrió de golpe.
-¡GoGo! ¡Es hora para tu presentación! ¡Ya sabes, RLTX-976....! ¿Interrumpí algo, verdad?-La castaña Callaghan se mordió el labio
Los dos pelinegros se separaron de golpe, más rojos que un tomate.
(...)
-Este es mi invento. Se llama RLTX-976803 o en otras palabras, Merideen. Merideen esta programada con más de 1,000 movimientos de defensa. Solo para dejar inconsciente, no matar. Tiene puños, codos, rodillas y pies de acero, lo que hace que sus golpes sean de una gran intensidad. Se activa cuando siente miedo y/o adrenalina. Viene programado con números telefónicos de emergencia y tiene la habilidad de poder agregar contactos del dueño. Cabe mencionar que este NO es un robot enfermera, es más como un robot guardaespaldas. Y ahora, una presentación.
La pelinegra respiro hondo mientras acababa de decir las últimas palabras, podía sentir a los jueces, viéndola expectantes como un ave carroñera a su presa.
Todo salió bien. La chica estaba rogando dentro de si misma poder conseguido la graduación, pero anhelaba todavía más poder haber conseguido una de las plazas más altas.
A la salida, los tres castaños y el pelinegro la estaban observando, expectantes. Los resultados serían anunciados el próximo Lunes y, como era una sesión privada, no podía decir nada al respecto.
Después de varios minutos de conversación sin sentido, la tía Cass los mandó a todos a sus respectivas casas para que pudieran dormir.
La pelinegra se puso las botas moradas que Hiro le había obsequiado y salió deslizándose hasta el cementerio.
-¡Tadashi! ¡Hola! ¿Cómo estas? ¿Qué ha pasado? Pues, hoy hice mi audición a la graduación y no estoy segura de como me fue....no se en que lugar de la lista voy a quedar o que plaza me van a dar y es desesperante. En fin. ¿Qué otra cosa? Pues...Honey y Fred siguen en su luna de miel y por eso no pudieron venir a esperarme. Obligué a tu hermano a salir con otras chicas para convencerlo de que no me quería, pero parece bastante aferrado a esa idea. Ya no se qué hacer, Tadashi. Me está matando la espera. Me esta matando. ¿Qué me creo yo? Hablando de la muerte con los muertos. Esto ha de ser, duro. Olvídalo. Me tengo que ir, Dashi. Cuídate y haz cualquier cosa que tengas que hacer. ¡Bye!
La pelinegra inmediatamente salió disparada hacia su casa, y se escondió bajo las cobijas de su casa.
Antes de poder quedarse dormida recibió un mensaje.
Hey! Te irá bien, yo lo sé. Buenas noches, bebé. Te veo mañana a las 10:00 a.m. en tu casa. Tengo una sorpresa planeada! <3 :*
-H.H.
La chica sonrió a el mensaje. No soló porque le había inspirado confianza, sino también por la falta de signos de admiración del adolescente.
Lo único que contestó fue:
Grax. Buenas noches, wangja.
-GG.T.
Notas de la autora:
¡Hola! Muchas gracias por seguir esta historia, por los 3k+ views, los 157 votos y 41 comentarios. De verdad lo aprecio.
La foto le pertenece a una amiga muy especial que vive en Chile llamada Fernanda. Si por alguna razón llegas a ver esto. Muchas gracias.
Eso es todo.
Besos robóticos congelados:
-Valery
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